Noveno
SeokJin había puesto música no tan alta mientras ayudaba a TaeHyung con los últimos detalles del desayuno y lo veía moverse tranquilo, pero ese hombre estaba totalmente tenso como una cuerda de guitarra.
Cuando finalmente tomaban asiento en el pequeño desayunador que SeokJin tenía, estaban uno frente al otro, el dueño del apartamento no estaba tan seguro de poder disfrutar ese desayuno que TaeHyung había hecho con tanto empeño porque ellos no estaban bien. Su estómago estaba cerrado ante el clima que los envolvía.
— ¿No te gusta? —preguntaba TaeHyung sin levantar la mirada del plato de SeokJin, movía la cabeza en señal a sus manos que no se habían movido para probar nada—. Llevas mirando la comida hace un buen rato.
SeokJin escuchaba la voz de TaeHyung sonar pequeña y no tan grave y condescendiente como a él le gustaba.
—Lo que no me gusta es que no puedas verme a los ojos —respondía SeokJin mirando a un TaeHyung que suspiraba, no pensaba dos veces cuando extendía su mano y levantaba el mentón del chico, los ojos de cachorro desolado estaban allí viendolo finalmente—. Por esto no quería que fueras más lejos anoche... Sé que no te gustó, no necesito ser un adivino, sólo olvidemoslo ¿De acuerdo? No tienes de que avergonzarte. Quisiste ver qué carajos, no te gustó y no voy a ofenderme por eso, pero no me esquives la mirada, fresita. Soy tu amigo antes que nada.
TaeHyung parpadeaba y se perdía unos segundos en la sonrisa tirante y sutil en los labios ajenos, luego quitaba su rostro de los dedos de SeokJin y chasqueaba su lengua.
—Te equivocas —exclamaba mirándolo unos segundos y poniéndose colorado, luego cubría su rostro y gritaba no tan alto, pero demasiado frustrado—. Nunca fui tímido con toda la mierda del sexo y la intimidad ¡Carajo!
Y ahí estaba el chico temperamental que le había gustado en primer lugar. Veía al hombre frente a él fregar su rostro y suspirar, prefería mantenerse en silencio antes de apabullar a TaeHyung con muchas palabras o excusas. Pero decir "sexo", e "intimidad" refiriéndose a ellos, aceleraba el pulso de SeokJin.
—No puedo mirarte a la cara porque abusé de ti mientras dormías —decía agachando la cabeza—. Lo siento, hombre. No sé qué carajos estaba pasando por mi cabeza. Jamás, jamás hice algo así. Lo juro —susurraba viéndo a SeokJin a los ojos—. Lo siento, no queria tocarte.
SeokJin apretaba sus dientes intentando que no fuera demasiado obvio, sonreía y asentía poniendo su mejor rostro comprensivo. Pero se sentía vulnerable ante la última frase. Era más fácil decir por TaeHyung que este no quería tocarlo a escucharlo del mismísimo hombre.
—Estamos bien. No cuenta como abuso, yo no debí dejar que siguieras, pero lo hice y fui un imbécil
—No quería tocarte dormido, pero-... —aclaraba TaeHyung y se mordía la lengua antes de continuar, pero lo hacía—. No busques un excusa ahora para mí, no la estoy pidiendo, no la necesito. No sé que me sucedió. Estabas dormido, cerca y no pensé. No volverá a suceder.
SeokJin asentía—. Lo sé, fresita. No necesito que lo aclares para mí, entiendo que te conocí e intenté ligarte y quizás eso hizo un breve cortocircuito que despertó una curiosidad que no tenías y al fin al cabo, no la tienes —añadía mirándolo a los ojos—. No estoy poniendo una excusa por ti, sólo asumo que en parte también es mi culpa. Lo lamento también. ¿Estamos bien? Mejor dicho ¿Podemos volver a estar bien? No hubo abuso, estuve despierto en todo momento, ya quita ese pensamiento. Estás perdonado si necesitas oírlo.
TaeHyung lo miraba y sonreía apenas perceptible. Luego de eso el desayuno había sido tranquilo con música suave y algunos memes compartidos entre ellos y una charla trivial en el grupo nuevo de amigos que formaban Jimin y TaeHyung con este nuevo par. Cuando finalizaban y lavaban las cosas a la par, SeokJin quería evitar pensar que ellos eran extremadamente hogareños y un buen duo o su cabeza volaría alto y se estrellaría contra el suelo cuando el día de mañana TaeHyung llegará con la noticia de que tenía novia nueva.
Suspirando se tiraba en el sofá y TaeHyung lo alcanzaba minutos después.
— ¿Quieres ir por helado? —preguntaba el chico.
SeokJin sonreía—. Quizás más tarde, aún no hemos ni almorzado para pasar al postre —exclamaba sonriendo, TaeHyung lo miraba con la sonrisa asomándose en su rostro y el teléfono de SeokJin interrumpía ese momento que TaeHyung catalogaba como jodidamente extraño, pero que no podía dejar de caer en él cada vez que se miraban y las palabras no salían o quizás sobraban.
TaeHyung mordía su uña y evitaba mirar el teléfono de SeokJin y a este seriamente respondiendo. Tomaba el control, buscaba que ver e intentaba no mirar. Pero algo dentro de él se removía jodidamente curioso y el grupo de ellos cuatro no había enviado nada hacía unos buenos minutos.
— ¿Sucede algo? —preguntaba SeokJin a su lado.
TaeHyung lo miraba y alzaba sus cejas—. ¿Algo? ¿Cómo qué? —balbuceaba.
SeokJin mantenía la vista fija en el y sonreía negando—. Estabas un poco inquieto —decía volviendo la vista al teléfono.
—Solo decidía que ver ¿Quieres ver algo... Conmigo? —preguntaba.
SeokJin asentía sin dejar de ver su teléfono, TaeHyung intentaba entender por qué le hervía la sangre cada vez que le quitaban la atención de este hombre.
— ¿Con quién hablas? —preguntaba maldiciendose.
SeokJin bloqueaba su teléfono y suspiraba. Dejando el aparato a un lado miraba al hombre que lo estaba viendo fijamente con ojos de cachorro perdido y sonreía naturalmente.
— ¿Importa, fresita? —preguntaba tomando el control y buscando algo que ver, pero no podía estar más desconcentrado al respecto.
TaeHyung aún lo miraba hasta que agachaba la vista y susurraba—. Quizás me importa.
SeokJin apretaba sus dientes y lo ignoraba, no iba a entrar al cuarto curioso de TaeHyung otra vez, no señor.
— ¿Era MinGyu? —preguntaba sin tapujos.
SeokJin suspiraba y dejaba caer el control para verlo—. Quizás era él.
—Jin... ¿Era él?
El castaño suspiraba—. Sip, es él. Preguntando por qué lo cancelé ¿Algo más que quieras saber, señor curioso?
Aquel apodo hacía que TaeHyung abriera enormemente sus ojos y SeokJin se maldecía por eso.
—Sólo me estoy disculpando por las falsas esperanzas dadas, eso es todo —mencionaba SeokJin.
—Jimin dijo que ustedes se gustaban hace un tiempo —exclamaba TaeHyung.
Él presionaba sin saber a dónde quería llegar. Y SeokJin era un hombre paciente, demasiado por ese rostro perfecto que TaeHyung poseía.
—Cuando fui la primera vez a tu restaurante, él llamó mi atención. Hubieron miradas —decía sin ver a TaeHyung, solo mirando alrededor y contando la breve historia—. Soy naturalmente sociable, él es extramadamente atento y amable, así que simplemente pegamos buena onda, como dirían por ahí —decía el castaño encogiéndose de hombros.
TaeHyung lo miraba con ceño fruncido—. ¿Y?
SeokJin alzaba sus cejas y lo miraba—. ¿Y qué?
— ¿Qué más? ¿Sólo pegaron buena onda y ya? ¿Sólo así? Jimin lo interpretó como algo más profundo —decía secamente.
SeokJin lo miraba y sonreía—. Creo que a Jimin le conté cuando me gustó alguien más y él lo relacionó a MinGyu —decía sin mirar a TaeHyung.
Y por supuesto que el interior de TaeHyung se retorcía tan a gusto ante aquellas palabras ¿Qué carajos estaba mal con él? Nunca había necesitado este tipo de atención obsesiva. Y si se ponía a pensarlo con calma, desde un inicio le había gustado y envenenado tener y no tener la atención de este hombre.
— ¿Que le dijiste? —preguntaba TaeHyung.
SeokJin suspiraba y dejaba caer su cabeza en el respaldar del sofá. TaeHyung lo miraba embobado.
—Dijo que me debía una por Namjoon, luego preguntó si había alguien que me interesará y respondí que-... ¡...!
El timbre de SeokJin sonaba interrumpiendo otro momento, TaeHyung fruncía el ceño cuando SeokJin se levantaba así que lo seguía con la mirada a la puerta. Cuando esta se abría, SeokJin se sorprendía.
— ¡SeokJin oppa! —la voz molesta de Jennie Kim le recibía al otro lado.
SeokJin miraba en dirección a TaeHyung y el azabache saltaba por detrás del sofá de una forma que hubiera hecho reír a SeokJin en otro momento, pero ahora estaba tan panickeado como TaeHyung. Más precisamente porque entendía que el chico no quería ser visto por su ex.
—Jennie, hey... —SeokJin sonreía incómodo apoyándose en su puerta y mostrando sus brazos en toda su gloria acompañado de ese rostro de Adonis y sonrisa perfecta.
Jennie queria saber que tan gay era realmente.
—Lo siento ¿Interrumpo? —decía descaradamente intentando meter su cabeza dentro del apartamento, TaeHyung había mirado por encima del sofá para esconderse de nuevo.
Era una escena bastante cómica considerando la cara de susto que tenían ambos hombres, pero SeokJin la empujaba levemente fuera y sonreía con amabilidad.
—Estoy solo ¿Necesitabas algo? —preguntaba con ceño fruncido y aclarando su garganta.
Jennie sonreía—. Rompí la llave del baño —exclamaba haciendo una mueca.
TaeHyung la escuchaba y hacía otra mueca de "¿Qué carajos está mal con ella?"
—De acuerdo, iré en cuanto pueda. Posiblemente tenga más de un repuesto aquí —decía SeokJin intentando ocultar sus nervios—. Porque no vas a tu apartamento, tomas una foto por mí y me la envías para asegurarme que los modelos que tengo aquí encajen —mencionaba.
Jennie asentía sonriente—. Para ti, lo que me pidas. Entonces ¿Te veo en media hora?
TaeHyung apretaba sus dientes. Nuevamente le molestaba la actitud de su ex, pero comprendía repentinamente que no era celos por Jennie, sino por...
—Te veré en media hora, envíame la foto —exclamaba cerrando la puerta y suspirando luego.
TaeHyung se ponía de pie y caminaba en dirección al castaño.
—Lo rompió a propósito —exclamaba cruzandose de brazos.
SeokJin alzaba la cabeza y lo miraba, luego reía cansino—. Posiblemente, lo hace desde que se mudó aquí —exclamaba.
—Dile que eres gay —añadía TaeHyung.
SeokJin alzaba sus cejas y lo esquivaba—. Ya lo hice, fresita —mencionaba tomando asiento en el sofá y cruzando abiertamente una pierna sobre la otra para dejar su tobillo sobre su rodilla contraria—. No creo que le importe si lo que quiere es coquetear y verme, está más que satisfecha —se encogia de hombros y tomaba el control.
TaeHyung se sentaba a su lado, pegando su muslo a la pierna levantada de SeokJin y chasqueaba su lengua.
—Joder, ella es realmente una zorra —añadía casi sorprendido.
SeokJin se encogía de hombros—. Ella sale perdiendo, no tú —mencionaba sin verlo.
TaeHyung lo observaba unos momentos y luego de que su corazón latiera con demasiada rapidez ante el perfecto perfil de su nuevo amigo y acompañante, él soltaba una sonrisa tímida y dulce. El teléfono de SeokJin sonaba y este veía el mensaje de Jennie con la supuesta llave rota, suspiraba y lo dejaba a un lado.
— ¿No irás ahora? —preguntaba curioso.
SeokJin lo miraba y sonreía—. Dudo que quiera bañarse ahora. Solo quiere verme otro poco en privado —decía sin gracia y un poco hastiado.
TaeHyung suspiraba—. Ella realmente aprovechó su tiempo contigo ¿No? Soy el idiota más grande de la historia, seguro y hasta puedo rascarme la espalda con los cuernos largos y doblados hacia abajo —decía tirando su cabeza hacia atrás y moviendola como si tuviera realmente sus cuernos y estuviera intentado rascarse con ellos.
SeokJin tenía sus ojos fijos en él con sus cejas levantadas, cuando TaeHyung encontraba su mirada ellos rompían en risas en conjunto y TaeHyung incluso se ponía rojo ante el chiste que él había tirado sobre sí mismo, pero sentía que toda la tensión de las últimas horas se había drenado de su cuerpo. Del de ambos. Cuando SeokJin suspiraba señalaba la tv para comenzar a mirar una película que había elegido.
—Si quieres, luego vamos por helado —exclamaba el castaño.
TaeHyung se apoyaba a su lado y asentía con un suave "mhmmp" y se perdía en lo que estaban viendo. SeokJin sentía el calor del cuerpo ajeno y su propia piel se calentaba debajo de su ropa recordando como ese hombre lo había masturbado horas atrás en la oscuridad y se odiaba por ser un maldito pervertido en ese momento. Lo último que TaeHyung necesitaba era tener a un maldito tipo pensando con su polla a su lado. Él no sería tal escoria, pero cuando la mano de TaeHyung se apoyaba distraídamente en su rodilla, su pulso se disparaba y la recordaba nuevamente trabajandolo desde su eje hasta la punta de su polla.
«Mierda, Jin. Sólo piensa en otra cosa» se maldecía y reprendía a sí mismo por mirar esa mano grande, refinada y de dedos largos. Dios, TaeHyung tenía unas manos de ensueño y SeokJin tenía una obsesión con ellas.
Aunque estaba seguro que podía tener una obsesión con cualquier parte del cuerpo del hombre a su lado, pero él necesitaba parar y concentarse. Por sobre todas las cosas, ubicarse. Carajo.
Él lo estaba logrando, estaba nuevamente sumergido en la película frente a él y había dejado de sentir el calor en su nuca. Bueno, había disminuido un poco porque la sola presencia de TaeHyung tenía un poder indescriptible en su cuerpo que, había ignorado desde que TaeHyung había entrado en su auto medio ebrio y cantando Taylor Swift a todo pulmón, sólo para él como unico público noches atrás.
Sin embargo, ya no miraba demasiado esa mano que seguía cubriendo su rodilla, dejando una huella de calor intenso y sofocante que podia—si no se concentraba en otra cosa—expandirse por todo su cuerpo y llegar a su polla para tenerla como mástil en cuestión de minutos. Y estaba tomando todo su control no ponerse realmente duro, porque de por sí, la larga circunferencia en sus pantalones estaba atormentada y a medio despertar. Y no quería pensar en que estaba pasando por la cabeza del hombre a su lado, porque tenía un revoltijo al que SeokJin le estaba huyendo y simplemente dejarlo ser. Él no iba a confundir más a ese pobre hombre.
Así que tronaba su cuello, suspiraba y extendía sus brazos por encima del sofá, haciendo nuevamente un medio abrazo para un TaeHyung que seguía cerca de él y por supuesto se había acomodado tranquilamente, apenas perceptible en su hombro. No ayudaba que TaeHyung fuera un hombre tan táctil seguramente acostumbrado a este tipo de cercanía debido a Jimin. La mano no se había movido de allí, seguía en su rodilla y su cuerpo no estaba dispuesto como su mente para ignorar y pistearla como un campeón, así que parte de él quería descruzar la pierna y cerrarlas para que TaeHyung entendiera el mensaje sobre no poner sus manos sobre él. Pero todavía seguía con su pierna cruzada abiertamente.
Debería cerrar las piernas, cruzar del todo las mismas y proteger su polla descuidada y deseosa de la atención del hombre a su lado, porque la verdad era que TaeHyung le había volado los sesos con la forma en que lo había tocado por primera vez. Primero el toque vacilante mientras él, supuestamente dormía. Eso ya lo había encendido porque el deseo en TaeHyung era grande, y él no lo veía como un pervertido abusivo, sino simplemente un chico que estaba pasando por una atracción diferente al resto.
SeokJin podía fácilmente descifrar los sentimientos ajenos, pero TaeHyung era alguien tan peculiar y a la vez le gustaba tan malditamente demasiado que, no estaba seguro de confiar en sus propios instintos. Tampoco sabía porque el joven estaba tan arraigado a las apariencias y a la sorpresa y rechazo de cuando estas fallaban, pero no iba a meterse ahí. No era tema suyo. Le importaba TaeHyung, pero sólo se inmiscuiría hasta donde el joven y atormentado hombre lo dejara.
Y dicho hombre, estaba tan atormentado como él, no sabiendo por qué carajos su mano se había ido a la rodilla de SeokJin y por qué ahora no podía quitarla. Su mente le decía "QUITALA, MALDITO BASTARDO" pero cuando intentaba moverla la sentía pesada. Estaba donde quería estar. Su mano tenía vida propia y eso había sido lo que los había dejado en tierra movediza e incómoda. Malditas manos curiosas.
TaeHyung mordía su labio inferior, él sabía que era un tipo táctil, siempre lo había sido. No tenía problemas con el contacto físico. Por más que tuviera obsesión con las apariencias y la sexualidad ajena y como deberían de verse o actuar, él no tenía problemas en abrazar o tocar a otras personas si estas le agradaban. Tampoco andaba tocando a desconocidos por ahí, pero cuando su interior se sentía a gusto con sus acompañantes TaeHyung era esto. El problema es que, horas más atrás, sus manos habían tocado más que la rodilla de SeokJin.
Esta misma mano que ahora se mantenía quieta sobre la firme rodilla ajena, había estado en la polla del mismo hombre. Trabajandolo, sintiendo la piel desnuda y sedosa allí. La humedad y el calor que salía. La forma en que luego su palma y dedo habían lubricado la misma para un trabajo menos laborioso y más rápido y sucio cuando habían desparramado la esencia de SeokJin sobre toda circunferencia ajena y dura.
TaeHyung la recordaba pesada, con las venas palpitantes, larga y con el grosor justo que encajaba en su mano... Mordiendo su labio inferior, sus dedos se apretaban a la rodilla ajena inconscientemente. Escuchaba como SeokJin aspiraba con fuerza, largando el aire por sus fosas nasales y eso le recordaba la respiración agitada de la madrugada que había tenido ese hombre mientras él lo masturbaba. TaeHyung había encontrado el hecho tan sucio y sexy. Nunca se había imaginado tener su mano en la polla de otro hombre y aún no lo imaginaba, pero con SeokJin...
Joder, SeokJin lo hacía sentir tan extraño, tan al borde. Tan a flor de piel y desestabilizado. Y tan listo para meterse profundo en algo totalmente nuevo que lo hacía sentirse eufórico . Esa era la palabra, euforia, SeokJin lo llevaba a la euforia pura no entendiendo sus propias necesidades y pensamientos. No comprendía cómo quería quitar su mano, pero esa parte de su cuerpo se sentía pesado y se rehusaba a moverse de la rodilla ajena. Pero no se rehusaba a comenzar a acariciar sutilmente.
TaeHyung tenía cara de póker en el exterior, SeokJin creía que era totalmente ajeno al movimiento de su mano. Creía que era involuntario y que la cabeza de TaeHyung estaba sobre la película. Pero TaeHyung estaba más que sincronizado con sus desestabilidad hormonal, si es que querían ponerle un jodido nombre. Estaba tan perturbado como el hombre a su lado, SeokJin no tenía indicio de si TaeHyung era conciente de que ahora estaba comenzando a acariciar su muslo interno expuesto en esa posición y estaba peligrosamente cerca de su entrepierna.
Mirando de reojo, SeokJin veía que TaeHyung estaba muy metido en la película y él sentía sus bolas tensarse bajo la caricia. No solo porque dicho masaje tenía como fin ocasionar eso de forma natural y estaba clínicamente comprobado, sino que la persona que lo empleaba, hacía que el cuerpo de SeokJin temblara y se tensara el doble cual nervio expuesto y crudo.
TaeHyung se preguntaba por qué su mano no escuchaba a su cerebro y las órdenes que este le estaba dando como: DEJA DE ACARICIAR SU MUSLO. Y otras más difíciles de procesar cómo: NO ERES GAY ¿POR QUÉ ACTUAS COMO TAL? NO DEBERÍAS. Pero sólo alcanzaba a morder el interior de su mejilla y continuar con su labor. El cuerpo de SeokJin siempre parecía estar caliente y emanar ese calor con sumo éxito.
Sin embargo para el castaño las orejas rojas y la carpa construyéndose en sus pantalones eran indicio de que la cosa se estaba poniendo difícil de sobrellevar, por mucho que quisiera pensar en otra cosa o en la vez que le tocó uno de los adorables y grandes senos a Momo para ver si cabía posibilidad de ser bisexual y había sido confirmación de lo contrario, su polla seguía atormentada. Ese recuerdo siempre lograba ponerlo flácido y divertido, Momo era una descarada igual que Jimin, quizás sería bueno llamarla y pactar esa cita pendiente entre amigos y dejar de estar con el hombre que lo ponía tan mal.
La mano en su pierna seguía y seguía sus caricias, desde el inicio, cerca de su atormentada casi erección, hasta la rodilla. Conciso y continúo, la mano grande y caliente acariciando y cubriendo su muslo interior provocándole escalofríos y haciéndole demasiado difícil pensar en otra cosa que no sea en esa mano llegando a su pol-...
— ¿Crees que soy gay? —preguntaba TaeHyung, mirando justo donde estaba su mano. Esta se había detenido, pero no la movía de su lugar.
La cabeza de SeokJin había girado en su dirección automáticamente ante la pregunta, pero TaeHyung seguía sin verlo. Él solo miraba a dónde estaba su mano apoyada.
Relamiendo sus labios se concentraba en el hombre a su lado y suspiraba—. Si te refieres a lo que sucedió en la madrugada-...
—Me refiero a todo lo que hice —soltaba TaeHyung con seriedad. No tenía el coraje de mirarlo por lo que el foco de su atención era su mano en el muslo de SeokJin. Un SeokJin que no había hecho nada para quitárselo de encima y huir de su toque.
Otro suspiro que ponía los pelos de TaeHyung de punta, hacía picar su piel y aceleraba su corazón porque no quería cansar a este hombre con sus estupideces. Al inicio, quizás ahuyentarlo era lo que deseaba, ahora no estaba para nada a favor de esa idea.
—Sólo creo que eres un ser humano curioso como cualquiera —susurraba la voz suavemente grave de SeokJin. Se las arreglaba para sonar siempre tan comprensivo que quizás esa era la actitud que empujaba a TaeHyung a ser un desastre.
—Demasiado curioso —decía con un deje de amargura.
SeokJin suspiraba y tomaba su mentón para levantarlo su rostro y que este lo mirara. Esa acción hacía cosas rara con todo el interior de TaeHyung.
—Oye, te dije que fue consensuado —susurraba viéndolo fijamente. TaeHyung seguía con esos ojos atormentados y la vergüenza pintando sus mejillas de un rojo furioso. SeokJin no quería pensar que se veía tan besable mientras mordía su labio inferior y pedía perdón otra vez con toda su expresión facial—. Cariño, todos tenemos curiosidad sexual en algún punto de nuestras vidas. Y se confirma que bien puede gustarnos todo, solo una cosa. Algunas más que solo una y otros confirman que no les gusta nada. Para saber que quieres o que te gusta, tienes que probarlo al menos una vez —añadía.
TaeHyung volvía a morder su labio mientras su nariz picaba con una clara advertencia de lágrimas ¿Qué carajos estaba mal con él? Hacía años que no lloraba, ni de dolor, ni de ira. Ni siquiera cuando su padre falleció derramó lágrimas por él. Solo de dolor por su madre y hermana. Pero luego venía seco en ese sentido, ahora quería golpearse por parpadear desesperadamente para apartar las lágrimas que se querían asomar y bañaban su vista haciendo que viera el hermoso rostro comprensivo de SeokJin un tanto borroso.
—Seré brusco aquí, me hiciste una paja... Lo intentaste, fuiste curioso, no me daña el ego haber sido tu experimento y fallar. Haberlo probado no te hace gay, Tae —susurraba las últimas palabras con seguridad acercándose inconscientemente un poco más a TaeHyung—. Ya deja de darle tanta vuelta, fresita. Olvídalo, no te tortures.
Los dedos de SeokJin aún sostenían su mentón y sus ojos hacían un esfuerzo descomunal por no mirar los labios masacrados y salivados de TaeHyung porque eran irresistibles y TaeHyung no necesitaba miradas sugestivas de él. Ni ahora, ni nunca.
—Nunca dije que no me gustó hacerte una paja —decía TaeHyung con el rostro más que rojo. Un tomate probablemente se veía pálido a su lado—. Expresé que no quería tocarte... Sin tu consentimiento.
SeokJin abría su boca para decir algo, pero su corazón se había detenido dentro de su pecho, la mano caliente en el interior de su muslo quemaba y su polla se contraía. Dios, odiaba ser hombre en ocasiones. Las mujeres disimulaban mejor cuando se ponían húmedas y nadie se enteraba. Carajo. Tener polla era bueno y malo en partes iguales.
Riendo con algo de nervios SeokJin dejaba caer su cabeza y soltaba el mentón de TaeHyung en el momento.
—Dioses, Tae. Ayúdame aquí, soy solo un tipo en ocasiones —suspirando alzaba su rostro y miraba a TaeHyung tener un bonito puchero en su labios—. Bien, no te molestó, pero no te removió el suelo, puede pasar... Puede pasar, aún así, no eres gay. Eres un hombre heterosexual normal, los hombres amamos indirectamente las pollas porque tenemos una —exclamaba—. Es como una fascinación natural y si eres sexualmente activo sin necesidad de ser de mente abierta, por supuesto que hacerme una paja no va a espantarte del todo, pero no significa que te guste. Sólo no te enfoques en uno ni en otro, sucedió y ya está. Ya pasó.
SeokJin sonreía y TaeHyung torcía su cabeza como cachorro confundido—. ¿Es tu forma de decirme que no va a volver a suceder?
Al carajo, con un demonio ¿Cómo iba a responder SeokJin a eso?
—Es mi forma de decirte que no le des un segundo pensamiento y...
— ¿Crees que soy gay o parezco uno? —preguntaba más confundido que ofendido? SeokJin alzaba sus cejas no sabiendo cuál sería la respuesta correcta a eso, pero sólo había sido una pregunta retórica porque TaeHyung continuaba divagando—. Jamás creí que podría sentir curiosidad por un hombre —decía mirando su mano en el muslo ajeno, la misma retomaba las caricias con más lentitud, pero seguían allí—. He tenido chances, soy amigo de Jimin y se me acercaban con la misma frecuencia que a él ¿Sabes? No fuiste el primero en insinuarte ni por lejos —decía sonriendo con cierta timidez y a la vez adorablemente engreído, SeokJin lo miraba y quedaba más estúpido ante esa sonrisa y la caricia con confianza que seguía recibiendo en su muslo—. He pensado en ocasiones que se sentiría, he mirado por encima sin permanecer mucho tiempo en hombres más afeminados y delicados. Tú no eres eso en absoluto —decía sonriendo y alzando la mirada.
SeokJin estaba intensamente mirándolo y sonreía con efecto tardio—. Puedo ser delicado si se me antoja —añadía alzando sus cejas y ¿Eso había sido un coqueteo? Hacía revolotear el interior de TaeHyung de una forma jodidamente placentera y satisfactoria.
—No lo necesitas, me gusta que seas tan... Dios, eso es lo extraño —susurraba bajando la mirada otra vez—. No pareces gay, eres tan masculino y atractivo de una forma tan... —TaeHyung alzaba la vista y hacía una mueca—. Estoy divagando otra vez, es solo qué... A veces no le encuentro sentido.
SeokJin suspiraba—. ¿A qué no le encuentras sentido? Entiendo que hay gente increíblemente estereotipada allá afuera, pero creeme que hay lesbianas muy afeminadas y gays muy masculinos. Y gente increíblemente sensual y coqueta que resulta ser asexual, es complicado Tae... Pero no tienes que darle tanta vuelta
—Lo sé —decía con un suspiro—. Creo que trato de buscarle sentido porque para mí lo perdió y me perdí totalmente cuando-... —alzando sus ojos miraba a SeokJin sorprendido.
— ¿Cuando qué? —preguntaba el castaño, TaeHyung mordía su labio y SeokJin suspiraba—. No quiero presionarte aquí, pero puedes hablar lo que sea conmigo. De eso se trata la amistad —susurraba con una sonrisa vacilante, pero dulce.
TaeHyung le devolvía la sutil sonrisa y enseriaba sus rasgos—. Es solo qué volví a sentir esa familiaridad y ataque de confusión que sentí años atrás —susurraba con ceño fruncido y su miraba nuevamente en su mano que seguía acariciando el muslo interior de SeokJin—. Tú no pareces gay, él tampoco parecía...
SeokJin fruncía el ceño y bajaba su cabeza buscando la mirada de TaeHyung—. ¿De quién hablas, cariño?
TaeHyung relamía sus labios nervioso y luego suspiraba—. De mi padre.
Los ojos de SeokJin se abrían inevitablemente ante la respuesta de TaeHyung. Hubiera deseado no reaccionar tan visiblemente porque notaba la incomodidad en la cara de TaeHyung.
—Sorpresa —susurraba sin ganas el azabache y su mano se apretaba sobre el muslo de SeokJin, cerca de su miembro aún sutilmente atormentado, pero en shock—. ¿Creés que eso se hereda? En su momento lo busque en internet y hay muchas cosas que hablan al respecto —decía con una sonrisa seca, su mano amazaba la misma zona peligrosa y cerca de la polla de SeokJin haciendo que el pulso de este se disparará—. Cuando noté que nadie de mi mismo sexo me atraía o despertaba curiosidad alguna pensé "perfecto, no eres tan sucio como él".
SeokJin fruncía el ceño e iba a responder que no habia nada de sucio en eso, pero probablemente se debía al engañó y deshonestidad del hombre en su matrimonio ¿Quizás? No tenía toda la información aquí.
Suspirando era totalmente honesto y se enfocaba en dar una respuesta que fuera buena para TaeHyung, aunque la mano de este lo desconcentrara un poco.
—No hay nada de sucio sobre la sexualidad de otros... A menos que tengan zoofilia y eso sí es extremadamente sucio, raro y perturbador —decía frunciendo el ceño y poniendo un rostro leve de horror.
Eso hacía sonreír a TaeHyung un breve momento.
—Pero quizás te refieras a qué engañó a tu madre, no lo sé... Pero no es algo que se hereda, Tae. Sólo sucede.
TaeHyung suspiraba y continuaba acariciándolo, como si fuera una necesidad más grande que él.
—Él no parecía gay. Era un hombre de familia. Se desvivía por darnos todo, pero él era gay y-... —TaeHyung sonreía amargamente—. Él vivía una jodida mentira. Lo escuchaba decirle a mi madre que la amaba, pero era una maldita mentira
—Hey, Tae... —SeokJin lo tomaba de su rostro, ambas manos sosteniendolo antes de que TaeHyung tuviera un ataque—. Estoy seguro que amaba a tu madre
—La engañaba con su mejor amigo —susurraba con amargura.
SeokJin alzaba sus cejas y abría su boca, pero se quedaba sin palabras.
—Sip, así como lo escuchaste. Ellos tenían un romance oculto y lo descubrí un año antes de que le encontrarán el cáncer a mi padre —suspiraba con una mueca de cansancio—. Él me pidió que no dijera nada, él se encargaría de hablarlo con ella, pero creo que nunca lo hizo... Por eso no soporto ver al señor Lee con mi madre. No le guardo rencor, lo juro, pero prefiero tenerlo lejos y ellos parecían buenos amigos, pero era jodidamente todo lo contrario. Mi cerebro explotó cuando lo supe, por varias razones —decía alzando sus cejas y acariciando a SeokJin más intensamente, ahora con sus dos manos y mirando la zona allí.
SeokJin relamía sus labios y su mano salía disparada a la nuca de TaeHyung. El nulo espacio entre ellos, la charla reciente, la necesidad de TaeHyung que lo superaba y lo tocaba con más ganas, hacían cosas extrañas con SeokJin, pero él necesitaba estar atento, despierto. Ser un buen amigo.
—Te entiendo, lo entiendo. Quizás, sólo deberías soltar. Tu padre ya no está, tu madre sigue viva y el señor Lee también y ellos son buenos amigos. Sólo suéltalo, Tae —susurraba.
El azabache fruncía el ceño y lo miraba fijamente—. Lo hice, yo lo solté. Lo perdoné, nunca me desquite ni dije nada a mi madre o a Lee, pero decidí alejarme de él. No podía verlo de la misma manera —susurraba—. Y yo estaba bien —añadía, con los contínuos masajes y caricias sobre el muslo de SeokJin, incluso acercándose más, si es que eso era posible—. Pero luego me crucé contigo y mi cerebro volvió a explotar —él se atrevía a mirar a SeokJin a los ojos esta vez—. Me siento totalmente fuera de mí y me haces sentir cosas extrañas desde un inicio que me cuesta aceptar con total libertad, pero que me sale natural simplemente arruinar todo y presionarme y presionarte ahora —SeokJin alzaba sus cejas con la pregunta clara en su rostro—. No cosas extrañas malas, sólo cosas que me hacen querer acercarme a ti y no huir. Es el efecto contrario a lo que otros han conseguido cada vez que han querido ligar conmigo. Y no sé, yo no sé si soy gay o pueda serlo yo solo quiero... —TaeHyung lo acariciaba con más ganas apretando con sus dedos la carne debajo de la tela y mordía su labio, todo era tan delicadamente erótico para SeokJin que sus polla se iba al punto más duro inevitablemente y se odiaba por eso, pero es que TaeHyung estaba siendo todo TaeHyung y él no podía pensar o articular palabra alguna excepto mirarlo y acercarse y sólo tener la distancia mínima justa—. Yo sólo quiero-...
— ¿Qué quieres? —susurraba casi babeando por el hombre frente a él, TaeHyung estaba teniendo un conflicto interno claramente obvio para SeokJin, así que este suspiraba y tomaba su rostro—. Está bien, no tienes que hacer nada, quizás sólo estás un poco aturdido porque te agrado, eso es todo. Puede agradarte mucho alguien sin sexualizar ese agrado. No sé si me explico.
TaeHyung mordía su labio y negaba sacudiendo su cabeza.
—Estás poniendo excusas por mí —decía TaeHyung.
—Estoy diciendo que es normal tu curiosidad y que solo estamos en una sintonía peculiar en la que la buena vibra entre ambos puede confundirte y no tiene que significar nada
—Quiero tocarte, otra vez... —TaeHyung cortaba las palabras de SeokJin y miraba hacia abajo a la longitud atrapada y atormentada en el pantalón de chandal ajeno—. Y tú lo quieres también. Estás duro por mí.
SeokJin dilataba sus fosas nasales al aspirar por aire—. Vas a matarme y no tienes que cruzar tus propios límites
—Pero quiero hacerlo —susurraba TaeHyung, llevando una de sus manos descaradamente sobre la polla de SeokJin—. Nunca me gustó la idea de un hombre excitado por causa mía, pero tú... —cuando apretaba la erección de SeokJin un gemido se le escapaba al castaño y apoyaba su frente al hombro de TaeHyung, apretando sus dientes y evitando morder, pero no tenía éxito cuando TaeHyung necesitaba masajearlo otra vez para volverlo loco con la sensación y volver loco a un SeokJin que mordía por encima de su ropa el hombro de TaeHyung y le enviaba un shock eléctrico al azabache que casi gemía por eso.
A esto se refería TaeHyung sobre sentirse eufórico y mareado. La cercanía, el olor de SeokJin los dientes de este sobre su hombro aunque fuera sobre la tela de su ropa, lo habían hecho apretar sus ojos y su mano sobre la polla ajena, casi gemía por eso. Quien pudiera ver el rostro de TaeHyung cuando abría sus ojos y sus mejillas estabas entintadas en rojo, hubieran notado como sus pupilas se habían espandido ante la sensación de todo lo que estaba pasando en ese momento.
—A ti si quiero hacerte sentir bien... —susurraba con voz ronca y baja, posando sus labios a la unión del cuello y hombro de SeokJin y sintiendo su piel sobre sus belfos... Le gustaba la sensación incluso de aquello, la piel de SeokJin en sus labios—. A ti si quiero tocarte, si me dejas.
Sus dedos nuevamente estaban tirando del elástico del pantalón y SeokJin quería resistirse, quería que TaeHyung pensara con calma, pero le estaba costando pensar coherentemente cuando todo lo que quería eran esas manos inspeccionando todo lo que fuera necesario hasta saciar su curiosidad.
Él estaba siendo un pésimo amigo.
Mood:
L@s leo 🌚
Nanyta fuera ❤️
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