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Doceavo

TaeHyung llevaba masajeando unos segundos la polla de SeokJin mientras relamía sus labios, cayendo en la cuenta de lo mucho que estaba babeando por una polla y sentía una corriente eléctrica, una vez más, cuando sentía el primer contacto de la noche iniciado por ese hombre que, tocaba su cabello y lo corría de su frente. Cuando miraba hacia arriba encontraba esos ojos negros intensos mirándolo profundamente.

SeokJin estaba rígido bajos sus caricias y TaeHyung se sentía inseguro—. ¿Lo estoy haciendo mal en esta posición? —preguntaba TaeHyung.

SeokJin reía secamente—. Me estás matando —decía.

Su voz ronca y su mandíbula trabada eran un gran contraste con la suavidad de sus dedos sobre las hebras de TaeHyung.

—Quiero chuparte la polla —repetía TaeHyung, volviendo sus ojos a la magnífica cosa entre las piernas de SeokJin. Larga, gruesa, atractiva y dura como hierro—. Lo he pensado toda la semana.

Su toque se volvía más fuerte y SeokJin gemía, un leve temblor en sus piernas y mordía su labio inferior mirando al chico fascinado en sus rodillas frente a él. Ni sus más sucias fantasías se comparaban a este momento.

—Ve con cuidado —decía con sus dedos enredados en el suave cabello de TaeHyung—. Me gusta tu pelo —decía con su voz ronca.

TaeHyung detenia sus masajes y lo miraba incrédulo—. Me gusta tu polla. ¿Podrías dejar de ser tan suave conmigo? —pedía con sus ojos fijos en SeokJin.

—No quiero ahuyenta-.... ¡Tae! —la segunda mano libre de TaeHyung apretaba sus bolas y había tirado de su polla dándole una leve advertencia de que iba a durar poco.

—No vas ahuyentarme. Es increíble que yo tenga que decirte esto a ti, pero déjate llevar, carajo —susurraba ronco con sus ojos negros fijos en un SeokJin que mordía su labio inferior—. No seas cuidadoso, no pongas excusas por mí, sólo-... Juega conmigo —susurraba acercando sus labios al glande rojo y brilloso de un SeokJin que aspiraba con fuerza cuando la primera lamida de esa lengua húmeda pasaba por la punta de su polla, curiosa, cautelosa y con sutil presión.

—Mmm... Joder —un susurro bajo y ronco. Una sensación que lo había hecho apretar sus ojos y enredar sus dedos en el cabello suave de un TaeHyung que sentía el sabor de SeokJin bailar en su boca.

Su lengua pasando por esa zona mojada y cruda, sobre la abertura de una polla. De la polla de este hombre, lo había hecho sentir como la suya propia se contraía en esos skinnys ajustados y un gemido se formaba en la parte posterior de su garganta cuando alzaba la vista y miraba a SeokJin para posar sus bonitos labios sobre la punta gruesa y atractiva.

"Mmm"... SeokJin sentía sus piernas fallar, TaeHyung sentía que su cuerpo había vibrado junto con ese gemido a la par y el glande de esa gran polla en su boca se sentía tan jodidamente bien.

Una polla no debería sentirse tan bien en su boca. Quizás un poco más y lo encontraría aberrante. Así que la miraba, salivando y se metía más del inicio y sentía esos dedos apretarse en su cabello y el cuerpo de SeokJin temblar. Oh, un shock de adrenalina y euforia que lo habían hecho empujar su pelvis en un embiste fantasma desde su posición.

—Carajo, carajo... —SeokJik balbuceaba entre dientes.

Había desvirgado a varios hetero-curiosos y cada uno había sido diferente entre sí y a la vez similar. Pero TaeHyung se sentía como toda una droga nueva inyectada en sus venas, las mismas que estaban completamente hinchadas en su gruesa y larga polla cubierta poco menos de la mitad por la bonita boca ajena. TaeHyung no había retrocedido, él estaba ahora, pasando su lengua en círculos alrededor de su glande mientras mantenía la polla en su boca, masajeaba desde el eje hasta sus labios y luego ejercía masajes sobre las pelotas de SeokJin.

El castaño apretaba sus dientes y mantenía sus caderas rígidas mientras cubría su rostro—. Ay, mierda, mierda, mierda...

TaeHyung alzaba sus ojos mientras la punta de la polla ajena estiraba sus labios y saboreaba con su lengua otro poco más antes de succionar con fuerza y hacer temblar las caderas de SeokJin al soltarlo.

— ¿Lo estoy haciendo mal? —decía masajeando todo el falo y desparramando su saliva y presemen de SeokJin para un masaje más cómodo, relamiendo sus labios volvía a mirar la polla con ojos hambriento—. Sabes bien —decía mirando a SeokJin y dando otra probada con su lengua—. Sabes muy bien —repetia, pasando ahora su lengua por una de esas venas que iban a explotar pronto.

Las caderas de SeokJin se sacudian y un gemido ronco y profundo se desprendía de su garganta explotando a través de sus labios. Sus ojos rodaban casi hacia atrás de su cabeza y ahora su otra mano se unía al cabello de TaeHyung y apretaban allí, enviando una corriente de placer al hombre de rodillas frente a él.

—Mmm, me encanta cuando tiran de mi cabello. Hazlo, tira de él o presioname contra tu polla, sólo usame —pedía dando una succión a la polla de SeokJin.

Aquello era un sueño, esa boca. TaeHyung en sus rodillas, sus palabras sucias. ¿Cuanto había bebido?

—Por supuesto tenías que ser un jodido boca sucia a la hora de chuparla ¿No? —decía tirando del cabello de TaeHyung para que este lo mirara. Él estaba tan al borde cuando veía esa boca roja y llena de saliva con posible rastro de su esencia en ella y eso le daba el brillo a esos belfos carnosos—. Quiero follarte tan mal.

TaeHyung sentía que su polla se iba a su máxima dureza y dolía que los pantalones fueran tan ajustados ante esas palabras. Sus ojos se abrían de par en par y el calor de su cuerpo se volvía tan difícil de soportar.

SeokJin veía sus ojos negros y brillantes y él quería arruinarlo de la forma más bonita.

—Tu boca. Quiero follar tu boca tan mal —añadía con voz ronca. Notaba el momento exacto en el que la nuez de TaeHyung subía y bajaba, pasando saliva y una de sus manos descendía por el rostro de TaeHyung y se pocionaba en su cuello.

El castaño no era dueño de un cuello largo, pero si de uno ancho y bonito. A SeokJin le gustaba y cuando baja su mano allí, su pulgar presionaba sobre la nuez y TaeHyung gemía abriendo su boca. Su pulso se disparaba y su polla temblaba visiblemente. TaeHyung lo miraba expectante, jodido estaba si no sabía lo que esa mirada significaba. Así que tomaba las manos de TaeHyung y las ponía en sus caderas mientras él comenzaba a masajear su polla, llevando los nuevos hilos de semen por todo su falo y viendo cómo TaeHyung lo miraba embelesado.

—Vas a abrir la boca para mí y voy a entrar de a poco, cuando sientas que no puedes tomar más de lo que te doy, vas a golpear mi muslo y sabré que debo detenerme —exclamaba acariciando el cuello de TaeHyung con su pulgar mientras que su otra mano llevaba el cabello del chico fuera de su bonito rostro.

TaeHyung relamía sus labios, miraba la polla larga y erecta frente a él y exclamaba—. Parece más grande desde esta vista —una risa nerviosa y luego relamía sus labios para mirar a SeokJin y asentir obediente.

Dioses, el aura de SeokJin se había vuelto intensa y oscura, pero en un sentido caliente que ponía a TaeHyung todo sumiso. Y cuando sentía esa mano subir por su mentón y sentir el pulgar de SeokJin acariciar su belfo inferior, TaeHyung abría su boca y chupaba dicho pulgar mirando a SeokJin a los ojos. Él estaba seguro que se veía como el mejor chupapollas de la historia por este hombre.

Aunque no estaba seguro si sería bueno con el trabajo, él se empeñaría en hacerlo bien porque antes que nada, lo deseaba y como hombre, sabía lo que a otro le gustaba o eso esperaba.

—Ya... —decía SeokJin sin aliento y sacando su pulgar de la boca ajena—. Abre la boca, fresita.

Okey, ese apodo había pasado de sonar divertido a jodidamente caliente en una cuestión de segundos así que obedecía y veía como SeokJin tomaba su propia polla y la dirigía a su boca. Su mentón estaba tenso y parecía reconsiderar si continuar con esta locura, pero TaeHyung estaba demasiado caliente para que SeokJin fuera cuidadoso. No lo quería cuidadoso, no lo queria considerado, quería ver qué tanto podía despertar en este hombre que lo había hecho sentir curioso, caliente y eufórico al mismo tiempo. Así que su mano se reforzaba en la cadera de SeokJin y lo empujaba hacia adelante mientras él se acercaba para llevarlo a su boca.

El siseo ronco de SeokJin ante aquello había sido una sacudida a su polla dentro de esos skinnys negros. Nunca había pensado que un gemido ronco, masculino y amortiguado, sonara tan sexy y tuviera repercusiones en su cuerpo. Pero su cabeza se vacíaba cuando esa polla comenzaba a entrar y a entrar y... TaeHyung había hecho lo imposible por relajar su garganta para que SeokJin fuera lo más profundo posible. Él amaba ir profundo en la garganta de una mujer y admiraba aquella que tenía su efecto nauseoso controlado. Así que cuando sentía confianza suficiente de saber que podría resistir esos embistes, él llevaba otro poco y sentía la punta tocar su campanilla, faltando al menos unos cuatro dedos más para cubrir esa circunferencia.

SeokJin era más largo de lo esperado ahora que lo media con su garganta y esta sentía las vibraciones y repercusiones de que podría negar el poco paso y sentir una arcada cerca, pero cuando SeokJin gemía ronco y estaba a punto de retroceder, TaeHyung cerraba los ojos y apretaba su garganta succionando su polla en el momento en que lo soltaba.

Sus ojos llorosos y los bordes de su boca salivando mientras evitaba la arcada que quería producirse por un gemido en la parte posterior de su garganta. Su boca estaba tan llena y SeokJin rodaba sus ojos al sentirlo succionar con tal ganas que lograba sacudir sus caderas. Cuando TaeHyung lo soltaba daba un suave golpe al muslo ajeno y cuando hablaba su voz era ronca:

—No seas cuidadoso. Solo folla mi boca como si follaras la de cualquier otro hombre al que quisieras-... —TaeHyung mordía su labio y SeokJin se le quedaba viendo.

Pareciera ser que la fascinación era con su polla, pero ignoraba lo que SeokJin podía realmente hacer con ella o le daba pánico pensar que podría introducirla en otros orificios de su cuerpo. Y SeokJin lo entendía, al parecer TaeHyung había desarrollado en un corto plazo de tiempo una fascinación manual y ahora oral por su polla, pero hasta ahí llegaba la fascinación.

—De acuerdo, sabes que hacer si es demasiado —decía con una mirada oscura que había hecho que todo el cuerpo de TaeHyung se cubriera de ese escalofrío más que familiar entre ellos.

Lo que le siguió a esas palabras fueron las manos de SeokJin en su cabello, su polla entrando en su boca y TaeHyung rodando los ojos al sentir nuevamente una oleada de placer con un toque de electricidad que comenzaba en su boca y bañaba su nuca para descender por su espalda asentarse en su abdomen bajo y tensar sus pelotas volviendo complicado mantener su dura erección dentro de esos malditos pantalones ajustados.

Bendito sea Jimin y sus ridículas ideas. Él no quería usar esos pantalones en primer lugar.

Pero poco importaba ahora, su cabeza estaba demasiado concentrada en las sensaciones, ruidos sucios provenientes de su boca, chupando desesperado cada embiste que SeokJin daba dentro de su cavidad. Los dedos largos y delgados estaban enredados en sus hebras mientras las caderas del castaño tenían un control enloquecedor sobre sus penetraciones, dejando que su polla llegara hasta donde lo había hecho en el primer intento, sin ahogar a TaeHyung más de la cuenta.

Y era vergonzoso lo mucho que TaeHyung estaba comenzando a gemir alrededor de esa circunferencia. Eso no era para nada heterosexual y su cabeza daba vueltas ante lo Taboo que estaba siendo todo. Él de rodillas, el tipo que solía gustar de tener su polla apretada dentro de bonitos coños humedos—como le había mencionado a SeokJin y en realidad era muy cierto—estaba ahora de rodillas en la habitación de huéspedes de su caliente cita femenina, pero chupándole la polla al tipo que trato de levantarselo, sin éxito, en la marcha gay.

TaeHyung estaba totalmente entregado a dejar que esa polla explotará en su boca, tragando nuevamente la esencia de SeokJin, solo la de SeokJin, no mezclada con la suya como una semana atrás. Esta dispararía justo en su garganta. TaeHyung deseaba la corrida de este hombre como había deseado la de muchas féminas en su historial. Quería estar cubierto y alimentarse de la semilla de SeokJin y eso lo hacía temblar cuando sus manos apretaban esas caderas y su cabeza comenzaba a encontrarse con cada embiste controlado de SeokJin.

—Joder, vas a ahogarte... —decía la voz ronca y temblorosa del hombre de pie frente a él.

SeokJin estaba con su bonito rostro contraído. Párpados pesados debajo de un ceño fruncido y esa boca carnosa estaba roja y mordida por sus propios dientes. ¿Cómo podía verse tan bien desde el ángulo de TaeHyung? Era dominante y caliente como el infierno, si así tomaba a cada amante entendía porque "heterosexuales" como él terminaban curioseando con este hombre y con ese cuerpo.

"Mmm" el gemido ronco y la succión fuerte que daba a SeokJin lo hacía gemir ronco y bajo, logrando que su agarre dejara a TaeHyung inmóvil recibiendo esa polla y viendo cómo SeokJin perdía el control total de la situación.

—No tienes idea de lo bonito que te ves en este momento —decía su voz grave y baja.

TaeHyung sentía sus ojos llorosos y estaba babeando a los costados de la comisura de su boca llena.

— Mírate, tan obediente y sexy, de rodillas chupando mi polla —la nuca de TaeHyung explotaba con otra dosis de electricidad y se sentía más ansioso chupando y bebiendo queriendo ordeñar a SeokJin hasta dejarlo vacio—. Tranquilo, vas a hacer que me corra en tu boca.

TaeHyung fruncía el ceño y lo miraba mientras su lengua acariciaba el glande desde adentro.

— Oh ¿Lo quieres adentro? —sus dedos ahora acariciaban su cabello y miraba a TaeHyung con ojos brillantes y un calor se acrecentaba en el vientre de TaeHyung, la polla en su boca era brusca y los dedos eran suaves—. De acuerdo —la voz ronca y la mirada intensa tenían a TaeHyung expectante, salivando alrededor con sonidos grotesco similares a gorgojos intentando resistir—. Pero esta es la única vez que vas a tener mi polla en tu boca —TaeHyung se tensaba de mala forma mezclado con la lujuria hasta que SeokJin exclamaba tomando su cabello con fuerza—. No vuelvas a rogar o lo siguiente que querre follar será tu bonito culo.

Y TaeHyung sentía la explosión en el interior de sus pantalones manchando su boxer mientras sus manos se aferraban a las caderas de SeokJin y sentía la expulsión de la esencia de este golpear su garganta. Sus dedos se habían clavado a los lados de la cadera de SeokJin mientras este gemia su nombre, acompañado de una maldición y temblaba nuevamente mientras TaeHyung apretaba sus ojos y lo único que podía hacer luego de ver fuegos artificiales detrás de sus párpados y apretar sus dedos contra el cuerpo de SeokJin y clavar sus uñas romas a la tela del pantalón, era tragar y tragar y seguir tragando lo que SeokJin le daba.

El continuaba chupando y gimiendo bajo y ronco, sintiéndose ligero y respirando desesperado por su nariz, hasta que un tiron suave en el cabello de su nuca lo obligaba a abrir los ojos.

— Suéltala —pedía la voz ronca de SeokJin, TaeHyung sentía como la polla del hombre ocupaba menos lugar en su cavidad bucal, así que lo soltaba con ese sucio sonido de plop y la polla caía larga, pero flácida. Y así y todo TaeHyung relamía sus labios.

El sabor solo de SeokJin era más suave que el suyo propio. Su semen era más salado, solo un poco y eso había sido lo que había probado la semana pasada. En cambio ahora, estaba lleno de SeokJin y eso hacía que su estómago burbujeara. Le encantaba la sensación y sus rodillas comenzaban a doler mientras veía como SeokJin guardaba su paquete drenado en sus pantalones y extendía su mano en su dirección. TaeHyung alzaba la vista y ellos se miraban por primera vez luego de esa perdida de control. Sus mejillas estaban calientes y las de SeokJin sonrojadas también.

Pero no titubeaba cuando tomaba la mano ajena y se dejaba poner de pie por este hombre. Cuando SeokJin lo sostenía, incluso con una mano en su espalda baja, lo observaba con cautela, las piernas de TaeHyung se sentían débiles. Y su rostro cálido, estaban cercas y SeokJin no dudaba cuando acercaba su mano y limpiaba un poco de su semen pegado a la comisura de los labios de TaeHyung y solo eso lo hacía temblar y desear algo que no sabía que estaba deseando.

—Hice un desastre dentro de mi bóxer —decía con una sonrisa nerviosa, cubriendo la mancha de humedad con su camiseta que, gracias al cielo, poco se notaba en su skinny negro.

SeokJin apretaba sus dientes al saber que TaeHyung se había corrido justo cuando había mencionado que si volvía a rogar por su polla, el siguiente orificio en follar sería el de su culo, pero dioses, SeokJin se arrepentía de sus palabras tan mal.

—Esta habitación tiene baño privado —decía señalando la puerta del mismo—. Iré por un trago, puedes-...

—Síp, gracias hombre —TaeHyung desaparecía puertas adentro y SeokJin suspiraba dejándose caer en la pared y tirando su cabeza hacia atrás

—Necesito un trago —decía para si mismo, poniéndose decente a su modo, fregando su rostro y abriendo la puerta para salir.

— ¡Te estábamos buscando! —NamJoon y Momo iban en dirección a él y SeokJin abría inmensamente sus ojos mirando a la puerta de la habitación—. ¿Estabas durmiendo, hombre? Qué carajos, no nos juntamos nunca, ven a beber —exclamaba su amigo.

SeokJin asentía desenfrenado con ganas de salir de ese pasillo, si lo hacían a tiempo, podían creer que TaeHyung venía del baño y no de...

— ¿Han visto a TaeHyung? Se me perdió de vi-... —Jimin no terminaba de decir sus palabras que TaeHyung salía de la misma habitación de huéspedes de la que Namjoon y Momo habían visto salir a SeokJin.

Un TaeHyung que no se había esmerado mucho en arreglar su cabello o SeokJin sabía lo mucho que lo había arruinado minutos antes. El azabache quedaba en pausa, parado perplejo junto a SeokJin con tres pares de ojos sobre él.

Jimin empujaba a Namjoon y Momo, pasaba por en medio de ellos con el ceño fruncido y los ojos desorbitados señalando a ambos.

— ¡No me digan qué-...! ¿Qué carajos? —soltaba el rubio confundido y sorprendido en partes iguales.

Detrás de él, Hirai torcía su cabeza como cachorro confundido.

—Esto explica porque tuve que perseguirte toda la noche para conseguir tu atención —decía cruzada de brazos—. Ya la tenía este bastardo —decía señalando a SeokJin.

El castaño cruzaba mirada con Namjoon y se adelantaba a negar cualquiera cosa, pero TaeHyung ponía su mano frente a él y reía nervioso.

—Lo siento, Momo. Pero para que conste, sí creo que tienes lindos senos, solo que no estoy interesado en ellos por el momento —añadía con un tono de voz divertido y la vergüenza pintando su rostro mientras relamía sus labios, pasaba su pulgar por ellos y miraba a un SeokJin que se quedaba viendolo tan sorprendido como Jimin frente a él.

— ¿Ustedes-...? ¿Desde cuándo? ¿Cómo carajos... Acabas de chupar su polla? —decía Jimin más bajo.

Bueno, en su nube de alcohol, él creía que había estado hablando más bajo, solo para TaeHyung, pero en realidad cuando notaba la mueca de incomodidad en SeokJin y el gemido de Namjoon detrás de él, se daba cuenta que en realidad no había susurrado nada.

Momo detrás de él sonreía divertida—. Bueno, si te interesa SeokJin, jodidamente no tengo esperanzas —la chica suspiraba sonoramente, no se veía para nada ofendida—. Vamos, la pizza está caliente —ondeando su mano, indicaba el camino de vuelta a la sala y Namjoon iba tras ella mientras Jimin seguía viendo en dirección a ambos.

Alzando sus brazos y dejándolos caer segundos después Jimin gemía exasperado—. ¿Era TaeHyung el que te gustaba? —cuestionaba mirando a SeokJin, luego abría más sus ojos—. Y tú lo sabías, por eso me llamaste para sabotear su cita con MinGyu ¡¿Qué carajos pasa contigo?!

SeokJin y TaeHyung habían saltado ante ese grito sin saber a cual de los dos se lo había hecho, pero cuando SeokJin encontraba la mirada de furia dirigida a TaeHyung, él se deslizaba lejos de ambos.

—Yo les daré privacidad —exclamaba huyendo.

Parte de él estaba feliz de que Jimin se encargará de TaeHyung, él le diría todo lo que SeokJin no se animaba como por ejemplo, no jugar con un hombre gay cuando no sabes que carajo quieres. Sí, él dejaría que Jimin lo golpee un poco, él nunca podría ser duro con ese hombre. Excepto ponerse duro.

TaeHyung por su lado había desviado su mirada a un SeokJin que no parecía tener mucho que decir luego de la mamada que, desde su punto de vista humilde, él creía que había sido buena. Muy buena si incluso él se había corrido sin tocarse y solo por chuparlo. Y luego de esa frase que ha- ¡...!

— ¡Ouch! —TaeHyung miraba a Jimin con ceño fruncido mientras sobaba su cabeza—. ¿Por qué me golpeas?

—Porque jodidamente no estás pensando, carajo ¿Chupaste la polla de SeokJin? ¿Hace cuánto viene sucediendo eso?

—No eres mi padre, no necesito tus sermones —decía secamente intentando ir a la sala y escapar de la furia de su amigo.

—Una mierda te vas —decía Jimin dándolo contra la pared más cercana—. ¿Estás siquiera pensando con tu cabeza de arriba, carajo? Creí que sólo era una atracción superficial ¡No que ibas a meter su polla en tu boca!

—Fue la primera vez

— ¡Y la última! —decía el rubio.

TaeHyung fruncía el ceño y se sacudia los brazos de Jimin de sus lados con violencia—. Tú estás con Namjoon, yo puedo tranquilamente hacer lo que se me venga en ganas con SeokJin

— ¿Desde cuándo te gusta?

—No lo sé. Me atrae, me vuelve loco. Me siento extraño y eufórico. No tengo que pedirte permiso si quiero volver a chupar su polla y hacerme otra paja con él.

Jimin abría sus ojos y tapaba su boca, luego le daba otros golpes a TaeHyung al ritmo de—: ¿Y. Qué. Carajos. Harás. Cuando. Te. Aburras. O. Te. Saques. La. Curiosidad?

—Aia, aia, aia ¡Basta! —decía TaeHyung evitando sus golpes—. Sólo estoy probando ¿Acaso te gusta SeokJin aún?

—No es eso, Tae... Él es gay y tú, un curioso de mierda —añadía más bajo—. Le gustas, como en... De verdad, de verdad le gustas —decía con pesar.

TaeHyung relamía sus labios por sentir su corazón acelerado ante eso—. Él también me gusta

— ¿Por cuánto tiempo? Tae... —Jimin suspiraba y dejaba caer su cabeza—. No eres consciente de esto, es algo nuevo y hombre, me encanta. En serio, te estás descubriendo y es genial, pero Jin... Ese hombre es, le gustas con el potencial suficiente para romper su corazón si el día de mañana decides que quieres ser heterosexual completamente otra vez y sé que puede suceder porque me he cruzado con infinitos tipos como tú —decía Jimin con suma seriedad.

—Estás exagerando —decía TaeHyung, sintiéndose más que ofendido.

—No lo hago, Tae. Yo creí que él había mencionado que hacía un tiempo le gustaba MinGyu o bueno, yo lo relacioné a MinGyu, pero hablaba de ti... Y no eres un simple hetero-curioso al que él solo quiere voltear y saciar sus ganas... Él podría enamorarse ¿Y que vas a hacer con eso?

TaeHyung parpadeaba perplejo y pasaba saliva. Los minutos entre ellos se alargaban, pero luego resoplaba con ciertos nervios—. Jiminah, creo que estás exagerando. Estuvimos jugando un poco y él es increíblemente genial y tranquilo, no presiona. Él es atento y-... —TaeHyung relamía sus labios cuando Jimin abría sus ojos y asentía dándole a entender que SeokJin no simplemente tenía un crush aquí—. Ay ya... Sólo estamos pasando el rato

— ¿Y qué? Crees que puedes venir y hacerle una paja de vez en cuando y luego chupar su polla y tener al tipo con las bolas azules ¿Mientras tú juegas con su cuerpo y pasas el rato?

TaeHyung relamía sus labios y fruncía el ceño "jugar con el cuerpo de SeokJin" no sonaba para nada bonito.

—Sabes que, necesito un maldito trago y piensa en esto, carajo. Le gustas y seguro como el infierno que le encantaría follarte —decía Jimin sin filtro, trayendo a la memoria de TaeHyung la frase que SeokJin todo ronco y caliente había dicho:

No vuelvas a rogar o lo siguiente que querré follar será tu bonito culo.

— ¿Qué vas a hacer cuando tu calentura y curiosidad se transforme en sexo sucio y salvaje como te gusta, eh? Él no es pasivo, cariño —decía Jimin con toda la intención de querer asustarlo y se alejaba de él.

El rubio lo lograba, el corazón de TaeHyung daba un vuelco. No había pensado en sexo, solo en la calentura del momento y lo mucho que le fascinaba la polla de su nuevo amigo. Eso ya era un susto suficiente, Jimin no necesitaba horrorizarlo más. Ellos eran tipos grandes y pese a que le gustaba a SeokJin y SeokJin le gustaba a él, era algo tranquilo no dramático como Jimin había mencionado. SeokJin no podía enamorarse de él. No parecía esa clase de tipo estúpido que se enamoraba de alguien solo porque le chupaban la polla ¿Cierto?

Esto era... Lo que ellos hacían era... TaeHyung aspiraba por aire sin saber que etiqueta ponerle a lo que estaban haciendo o a lo que él estaba haciendo. Así que fregando su rostro calmaba su respiración y tomaba coraje de salir a la sala. Dos pares de ojos lo miraban y no eran los de su mejor amigo ni los de SeokJin. TaeHyung veía a Namjoon y Momo sonriendole y un SeokJin que sólo se encargaba de beber e ignoraba su presencia.

—Ven cariño, hay un lugar libre aquí —decía Hirai, señalando la silla junto a SeokJin.

TaeHyung le sonreía y se sentaba allí. SeokJin tenía unas botellas de cerveza cerradas a su lado así que TaeHyung se estiraba por encima de él y tomaba una para si mismo. Por supuesto que sus miradas se encontraban unos segundos, pero SeokJin desviaba la mirada y tomaba la cerveza.

Sin importar que le hubiera dado un orgasmo, SeokJin no se veía exactamente feliz. Jimin por su lado se había sentado encima de Namjoon y hablaban con Momo de algo mientras la música sonaba y SeokJin iba por otra cerveza sin ver ni hablar con nadie, menos con él. Así que para los treintas minutos de charla vanal, un Jimin indiferente y un SeokJin desolado, TaeHyung apretaba sus dientes y se inclinaba cerca de su oreja.

— ¿Estás enojado conmigo? —susurraba con una nota de preocupación.

La voz grave hacía cosas extraordinarias con el cuerpo de SeokJin y cerraba sus ojos inevitablemente ante la sensación placentera de escalofrío ardiente que esa voz y cercanía le provocaba.

TaeHyung se alejaba para verlo y él giraba su rostro y sus ojos se prendían de esa boca seductora de labios burlones y carnosos que se hacían desear y lo hacían desear como un demente. TaeHyung sentía que su corazón subía a su garganta ante esa mirada oscura. Lo miraba como lo había mirado cuando tenía su polla en su boca. Lo estaba mirando como si deseara la boca de TaeHyung de muchas maneras y eso hacía que la piel de TaeHyung se recalentara debajo de la tela y su pantalón corriera el riesgo de ser arrancado porque comenzaba a molestar lo mucho que le apretaba cuando se sentía duro.

Duro por este hombre.

—Hey... ¿Estás enojado conmigo?

—Estoy caliente contigo —decía SeokJin, mirándolo a los ojos ahora—. Deberías alejarte y dejar de hablarme. Todavía estoy cachondo y dudo mucho que esta noche se calme la necesidad que tengo de arrojarte a la superficie blanda más cercana y simplemente hacer un desastre de ti, empujando lejos toda maldita curiosidad y dudas, perdiendo toda consideración que estoy intentando mantener.

TaeHyung abría sus ojos y era consciente del poco espacio entre ambos. Esa brecha pequeña que separaba su rostro del ajeno. Su cuerpo había vibrado con cada palabra ruda que SeokJin había dicho entre dientes.

—Estás enojado.

—Por hacerme desearte —decía acercándose a TaeHyung peligrosamente, su nariz rozando la del otro hombre y dejando al susodicho quieto y expectante.

En su cabeza estaba discutiendo consigo mismo sobre que debería alejarse y otra que le ordenaba quedarse allí quieto, esperando a lo que fuera que SeokJin quisiera hacer con él.

SeokJin relamía sus labios y miraba a su alrededor, a TaeHyung no le importaba que estuvieran viendo, ya sabían que le había chupado la polla a este hombre ¿Que importaba ya? SeokJin en cambio tomaba cuatro botellas más de cerveza y se ponía de pie para salir al balcón. TaeHyung imitaba su accionar, desesperado por ir detrás de él, pero una mano lo detenía y él se quedaba mirando allí con ceño fruncido, listo para mandar a Jimin a la mierda, pero contrario a eso, encontraba a Momo sosteniendo su brazo.

—Si se alejó de ti, déjalo ser un momento —añadía con una bella sonrisa—. No sé cuál es la historia aquí, pero lo tienes frustrado, cariño. Deja que tenga su espacio un momento. Es un hombre peculiar, pero vale mucho.

TaeHyung miraba en dirección al balcón y notaba que SeokJin se ponía cómodo en una silla y encendía un cigarrillo sin mirar atrás. Algo dentro de él se encogia volviéndose y sintiéndose pequeño, tomaba asiento y se quedaba allí sin decir nada. Cuarenta minutos después estaba entretenido, aún así, no enfocado en absoluto, pero estaba conociendo a Hirai un poco más, solo en plan de amigos mientras seguía mirando en dirección a SeokJin y de repente notaba que este ya no se movía hacía un buen tiempo.

—Creo que debería ir a verlo...

—Yo iré —decía Namjoon, aunque empujado por Jimin, TaeHyung rodaba los ojos y se ponía de pie para ir a ver SeokJin junto con los otros dos también y encontraban al hombre cantando algo mientras miraba la luna y sus ojos estaba rojos y pesados. La botella de cerveza la tenía abrazada a su pecho.

— Hey, Jinnie... —Namjoon se ponía en cuclilla intentando quitarle la botella, pero el castaño no se dejaba—. Amigo, te bebiste hasta el agua de los floreros de Momo.

SeokJin alzaba las cejas y comenzaba a reír acariciando bruscamente la mejilla de Namjoon—. Ay amigo. Aprendiste el humor de tu hyung —exclamaba señalándose—. Eso suena como algo que SeokJin diría.

Su lengua era pesada, su voz alocada y su actitud era casi similar a una mala imitación de Jack Sparrow, él realmente estaba ebrio hasta el tope. El corazón de TaeHyung se encogia en su pecho y se sentía tan culpable.

—Hey, diablo —de todos modos, él se acercaba y se arrodillaba al lado de SeokJin—. Vamos a casa, puedo llevarte —su mano no pedía permiso para peinar el pelo rebelde sobre los ojos del castaño y lo veía aspirar y gemir ante su toque.

Eso había puesto a TaeHyung todo rojo cuál tómate.

—Fresita, fresita, fresita —decía SeokJin sonriendo como idiota y tocando el rostro de TaeHyung con la suavidad que no había tenido con Namjoon—. ¿Has pensado en disfrazarte de una fresa gigante? —decía con sus ojos brillosos e imensos. TaeHyung sonreía de forma rectangular y el corazón del ebrio se sacudía—. Podrías ser la fresa de mi crema y sentarte justo encim-...

— ¡No! No seas pervertido —decía Momo tapando su boca—. Te arrepentirás sobrio si terminas esa frase, sucio.

SeokJin reía con la mano de Momo en su boca y se giraba hacia atrás a la silla.

—Bien, fue un placer que me hayan visto —decía poniendose de pie y trastabillando en el proceso, pero TaeHyung lo tironeaba de su brazo y lo jalaba en dirección a él para evitar que SeokJin cayera de culo al suelo y aquello los había dejado uno frente al otro mirando la boca ajena y respirando agitados por el reciente susto.

Jimin estaba entre sentirse enternecido, sorprendido y anhelante de golpear a TaeHyung.

—Ya, ya... —decía separandolos—. Llevaré a SeokJin y te llevaré a ti y luego me iré a casa con Namjoon. Él podrá venir mañana por su auto a lo de Momo —exclamaba buscando aprobación de los amigos de SeokJin.

TaeHyung fruncía el ceño—. Vete con Namjoon, yo me encargo de Jin

—Sí, hazte cargo —decía el castaño, queriendo acariciar a TaeHyung, pero siendo interceptado por Jimin. Una sonrisa se deslizaba de los labios de TaeHyung, pero duraba poco cuando veía como Jimin le quitaba la mano al castaño para no llegar a tocarlo.

—Hombre, estoy tratando de cuidar tu corazón aquí... Dame las llaves —decía el rubio.

SeokJin lo miraba y sonreía—. Las llaves de mi corazón son de fresita. Lo mío con lo tuyo o sea lo nuestro no iba a funcionar —exclamaba todo enredado con su lengua y palabras.

—Muy divertido, hyung —decía Namjoon—. Dale la llave a Jimin así te llevamos a casa —ordenaba Namjoon.

—Esto es ridículo —decía TaeHyung, empujando a Jimin lejos de SeokJin—. Ustedes vayan, yo me hago cargo de él

—Como amigo —soltaba Namjoon con seriedad.

TaeHyung se ponía colorado mientras tomaba a SeokJin de la cintura y tenía a este mirándolo muy concentrado con párpados pesados. Toda su atención solo para él con uno de sus brazos alrededor de sus hombros y la otra mano acariciando su cuello y manzana de Adán, principalmente.

—No voy a abusar de él, Namjoon —decía susurrando, como si SeokJin no pudiera oírlo.

Estaba literalmente colgado a su lado—. Igual te dejaría —le susurraba a cambio.

TaeHyung estaba rojo—. Es hora de llevarte, diablo. Las llaves —decía extendiendo su mano.

SeokJin sonreía y las sacaba, bueno, se le dificultaba sacarlas de su bolsillo trasero, pero lo lograba y se las daba a TaeHyung.

—A ti lo que me pidas —susurraba SeokJin.

Su aliento con aroma a alcohol empapaba los sentidos de TaeHyung y su piel se calentaba. Le gustaba hasta el aliento a cerveza que este tipo tenía en ese momento. Un suspiro sonoro y femenino se escuchaba, llamando la atención de los presentes.

—Ya llevenlo, o se va a arrepentir de muchas palabras —decía Momo.

SeokJin hacía un puchero y se soltaba de TaeHyung—. Oh, mi chica linda, linda... —sus pasos pesados iban en dirección a su amiga quien lo recibía sonriente y extendiendo sus brazos—. Yo no quería robarte a fresita —decía con un puchero.

Momo se reía—. Creo que nunca lo tuve para que fuera robado —decía la chica mirando a un TaeHyung que agachaba la mirada y recibía una de entrecejo fruncido y ojos estrechados de Park Jimin—. Ya vamos, estás tan ebrio, amigo. Me lo merezco por emparejarte con alguien que no superó a su ex. Lo siento, mi niño.

SeokJin chasqueaba su lengua y ondeaba su mano, caminando junto con Hirai a la puerta—. Era lindo, de todos modos no era TaeHyung —susurraba no tan bajo.

El susodicho iba caminando detrás de ellos relamiendo sus labios ante las palabras de SeokJin y se asustaba cuando recibía un golpe en la nuca que lo hacía saltar y venía de detrás de él, mejor expresado, Jimin lo golpeaba sin culpa haciéndolo voltear.

— ¿Qué te pasa?

—Me pasa que si le rompes el corazón, te rompo el cuello —decía el más bajo de los dos.

—Ya, estás haciendo esto más serio de lo que en realidad es —le susurraba TaeHyung.

Namjoon suspiraba—. Oye, solo estate seguro de lo que quieres y no quieres con él. SeokJin toma solo cuando esta muy estresado y estoy seguro que ir por ti no era parte de su plan. No sé cómo terminaron contigo chupando su polla, pero es un buen tipo —decía el grandote punzando con su dedo índice el pecho de TaeHyung.

El grandote estaba siendo serio y Jimin lo miraba tan enamorado—. No es como si él estuviera enamorado de mí. Solo hay una-.... —TaeHyung aspiraba fuertemente y miraba a SeokJin reírse de algo con Momo mientras salían del apartamento y llamaban al ascensor—. Sé que jamás he hecho esto, pero la fascinación es mutua. Están exagerando aquí.

—No juegues con él, TaeHyung —añadía Namjoon como última advertencia, dejándolo en silencio hasta que finalmente estaban abajo metiendo a SeokJin en su auto en el asiento del acompañante.

Namjoon y Momo estaban con el cinturón de seguridad pidiéndole que sea la última vez que se dignaba a beber así en presencia de ellos y que durmiera apenas llegará. Estaba seguro que había escuchado su nombre salir de los labios de Hirai, pero no estaba seguro que le había dicho a SeokJin. Jimin estaba detrás de él de brazos cruzados.

—Estás perforandome la nuca, Jiminah.

—Te voy a perforar las entrañas, maldito bastardo —decía con ojos entrecerrados.

TaeHyung suspiraba—. No sabía cómo hablar contigo —susurraba.

Jimin alzaba sus cejas y suspiraba—. ¿Que tal algo como: me está empezando a gustar un tipo, que sigue?

TaeHyung suspiraba, desviando la mirada al duo de amigos que aún seguía despidiéndose de SeokJin.

—No es cualquier tipo —susurraba—. Él casi fue tu cita —añadía.

Jimin suspiraba—. Y a ti te gustó desde un inicio

—No me gustaba, creo... No lo sé —TaeHyung despeinada su cabello suspirando y Jimin se calmaba un poco.

—Déjalo en su apartamento y vuelve a casa, Tae. Piensa dos veces que quieres hacer con tu nueva curiosidad

—No voy a dejarlo solo —decía con ceño fruncido.

Jimin alzaba sus cejas—. ¿Estás siendo celoso y posesivo con él?

TaeHyung se ponía colorado—. ¿No?

Jimin abría su boca listo para decir algo, pero Namjoon y Momo aparecían en escena para darle unos últimos consejos a TaeHyung sobre dejar dormir a SeokJin y mañana darle mucha agua. Ambos dando por sentado que se quedaría con él.

—Lo cuidaré bien —añadia abriendo el auto del conductor.

Namjoon obligaba a Jimin a ir en dirección a su auto y TaeHyung se quedaba con Hirai unos momentos.

—Lo siento, eres una chica increíble y quizás en otro momento podríamos haber... No lo sé

—Oh, no digas nada. No tienes que hacerlo —decía con una sonrisa—. Estoy enojada porque SeokJin no menciono que le gustabas

—Seguramente no sea nada serio, sé que le gustó hace algún tiempo y está volteandome como está acostumbrado con muchos "heterosexuales" allá afuera —decía nervioso.

Momo sonreía—. Él no quiere voltearte. No estaría tan frustrado si fuera así. Sé que no se conocen hace mucho, pero él te respeta y por eso está luchando consigo mismo para no volverte loco. Pero si lo buscas demasiado para saciar tu curiosidad, te puedo asegurar que SeokJin es un camino de ida.

TaeHyung aspiraba con fuerza—. Sé que tiene algo que  lo vuelve irresistible, por eso me siento como me siento

—Pero si lo quieres como amigo, deberías de quedarte ahí... Y no seguir cruzando la línea. Solo digo —exclamaba encogiéndose de hombros y palmeando el brazo de TaeHyung para dejarlo ir.

Cuando el azabache subía al auto SeokJin estaba dormido. Así que el viaje era sólo él y sus pensamientos intrusivos. Todavía repetía la escena más caliente de sexo oral que había tenido hasta el momento y la posicionaba en el puesto número uno de sus encuentros. Hasta entonces, la chupada más sexy había sido a sus veinte años con la estudiante de intercambio sueca, cuando habían quedado encerrados en el cuarto de limpieza luego de ser castigados y en vez de poner orden en el pequeño espacio, la chica había levantado su falda, abierto sus piernas y ordenado a TaeHyung a chuparla hasta hacerla correr porque lo venía fantaseando desde su primer día de intercambio.

Ese recuerdo lo encendía en ocasiones que necesitaba una paja rápida, ahora todo lo que su cabeza podía repetir e incluso tenía efectos sobre su polla en ese mismo instante era en SeokJin todo caliente con su polla al aire y él de rodillas chupandosela. Se sentía tan sucio como caliente y solo quería volver a hacerlo.

—Dios, está jodidamente durmiendo a tu lado —exclamaba a su polla.

Cuando finalmente llegaba momentos después y estacionaba el auto de SeokJin, lo miraba y el hombre estaba tan tranquilo y pacífico. Su rostro no tenía esas cejas fruncidas pensando en quien sabe cuántas formas de matarlo a él por volverlo loco. Sus labios estaban abultados y a TaeHyung le gustaban. Probablemente los labios de cereza más hermosos que había visto en un hombre, luego de Jimin, el tema es que Jimin era como un hermano. SeokJin no tenía un aura fraternal en absoluto.

Luego de suspirar, salía del auto y comenzaba a despertar a SeokJin—. Diablo, arriba. Tengo que llevarte a la cama —decía mirándolo fijamente mientras lo movía.

Gracias al cielo, ebrio y todo SeokJin no parecía tener un sueño pesado—. En la cama. En la ducha. Dónde sea contigo, fresita —decía SeokJin con párpados pesados.

Un calor pintaba las mejillas de TaeHyung y descendía a la zona sur de su cuerpo. Aunque fuera terreno en parte, desconocido, su cuerpo igual parecía estar a bordo de esto.

—Bueno, grandote... Colabora conmigo. Arriba —decía.

SeokJin movía sus piernas, moviéndose en gran parte de forma pésima y pesada. Colgado de un TaeHyung que intentaba cerrar la puerta y activar la alarma de su auto, mientras él balbuceaba alguna canción que TaeHyung no lograba descifrar. Pero cuando llegaban a la puerta, por poco y perdía al hombre cuando su ex, Jennie llegaba colgada del cuello de alguna nueva víctima. El chico estaba besando su hombro desnudo mientras ella reía para intentaba poner la clave correcta. Las piernas de TaeHyung temblaban cuando el tipo lo miraba y estaba igual o más ebrio que el SeokJin que colgaba de sus hombros.

—Mira, cariño. No somos los únicos que tendrán sexo esta noche —soltaba el boquifloja mientras una Jennie no tan ebria reía por las cosquillas que los besos del tipo le hacían en el cuello y luchaba por poner la clave correcta.

Cuando la chica miraba divertida en dirección a TaeHyung, su sonrisa se desvanecía y TaeHyung apretaba sus dientes. Era bueno saber que Jennie no tenía ningún efecto en él, pero como su consciencia estaba más que sucia, sus mejillas se tornaban rojas porque, él no tendría sexo con SeokJin, pero si le había dado su primera mamada.

— ¿TaeHyung? —decía sorprendida mirando al tipo a su lado—. ¿SeokJin?

La cabeza del castaño estaba caída mientras seguía balbuceando una canción, pero al escuchar su nombre, se ponía atento y sonreía adorablemente.

Adorablemente ebrio.

— ¡Es mi chica promiscua! —decía en voz alta.

Jennie se ponía colorada por primera vez en años, el chico a su lado reía y TaeHyung apretaba sus dientes.

—Pon la clave de una jodida vez, Jin necesita dormir —decía sin ánimos de hablarle demasiado.

La chica abría sus ojos—. ¿Ustedes son amigos?

— ¡Lamentablemente! —decía SeokJin, alzando su dedo índice—. Es insoportable, me tiene hasta la madre. Si quieres te lo devuelvo ¡Pero como amigo! Ni se te ocurra ponerle una man- —TaeHyung tapaba la boca de SeokJin con su mano y notaba que su rostro era pequeño y bonito.

El castaño le sonreía con la mirada y TaeHyung parecía derretirse.

—Ya deja de hablar —le susurraba, con una mirada dulce. Luego miraba a Jennie con ojos serios—. Puedes abrir de una jodida vez. Todos queremos entrar y tu amigo esta deseoso de hacerlo o va a follarte en la puerta de tu edificio.

El chico tras Jennie daba un grito de jubilo mientras asentía divertido y se ganaba un codazo por parte de la chica, justo en su estómago. El tipo quedaba sin aire unos momentos.

— ¿Desde cuándo eres amigo de SeokJin? ¿Y por qué? —preguntaba con mirada sospechosa.

TaeHyung sudaba y se sentía con tanta ira que era capaz de empujarla para abrir la puerta. Pero resoplaba y la mirada aburrido—. No te debo ninguna explicación.

SeokJin manoteaba la mano de TaeHyung y lo quitaba de su boca—. Oye, niña —susurraba inclinándose hacia una Jennie que se inclinaba para oirlo—. Eres hermosa —le decía como si estuviera hablandole a una niña y apretaba la mejilla regordeta de la chica.

— ¡Awww, Jin oppa! —la chica sonreía adorablemente y TaeHyung quería poner su gran mano en el rostro de ella sólo para empujarla lejos.

SeokJin le sonreía y apretaba su mejilla para luego añadir—. Pero lamentablemente eres tan pu-

— ¡Jin! Ya... Hazte a un lado —le decía TaeHyung a su ex y ponía la clave—. Vamos, estás hablando demasiado —decía tirando de un SeokJin más que divertido con él.

Jennie entraba con el tipo aún colgado de ella y miraba al par con ceño fruncido.

—Jin es gay. Cómo te gusta rodearte de homosexuales ¿No te bastaba con Jimin? —decía mientras el tipo a su lado reía y besaba su cuello.

TaeHyung apretaba sus dientes mientras intentaba que SeokJin pusiera su clave, afortunadamente no la había oído porque estaba demasiado concentrado en recordar los cuatro dígitos.

Pero cuando el azabache giraba, Jennie tenía la típica sonrisa de una villana de Disney.

— ¿Y a ti no te basta con una verga que necesitas una diferente por día? —soltaba sin bajar su rostro y sin soltar a un SeokJin que vitoreaba cuando la puerta se abría.

— Ya déjala —decía el castaño, metiendo a TaeHyung dentro de su apartamento mientras la pelinegra lo miraba con la ira pintada en su rostro—. Usa protección, pero no tires los condones al triturador. Yo cuido de Tae, buenas noches —decía ebrio, cerrando la puerta más fuerte de lo esperado.

TaeHyung había quedado congelado detrás de él y cuando SeokJin giraba, restregaba sus manos en su rostro y suspiraba.

—Dios. Estoy demasiado ebrio —decía con una voz más oscura—. Lo siento, fresita —exclamaba poniendo su mano en el hombro de TaeHyung.

—No importa. No me dolió verla con otro realmente —se encogia de hombros, aún con la mano de SeokJin sobre el mismo lugar. Él sentia que el tacto quemaba por encima de la tela hasta llegar a su piel.

—Bien, no te merece. Eres precioso —susurraba con voz ronca y sus ojos dilatados en un mar negro. Su mano subía del hombro de TaeHyung a su mejilla y lo tocaba con suma delicadeza—. Tan hermoso —su voz era ronca y TaeHyung sentía que esos dedos le daban pequeñas descargas de electricidad.

Su polla recibía el memo de esa mirada hambrienta y sus pasos no vacilaban en dirección a un SeokJin que dejaba acorralado a la puerta por segunda vez en la noche.

—Mmm... Tu heterosexualidad es extraña —decía el castaño.

Sus ojos recorrían todo el rostro de TaeHyung y se detenían en sus labios. TaeHyung relamía estos inconscientemente. No es que estuviera esperando un beso, eso sería... Bueno, algo que estaba dispuesto a probar si SeokJin seguía mirándolo así. Un beso era solo eso. Un poco de intercambio de saliva y sutil calor aglomerándose en su polla, cosa que ya estaba experimentando tan solo con la mirada de SeokJin.

Él no podría panickearse más de lo que ya estaba, pero seguía mucho más curioso y queriendo descubrir que tanto se excitaba su cuerpo con el hombre frente a él. Así que TaeHyung se abalanzaba sobre esa boca para cerrar con broche de oro si era necesario, quería seguir investigando más de la afinidad que su cuerpo sentía por el hombre frente a él, pero...

— ¡Nop! No, ya... Por favor —Seokjin corría su rostro haciendo que la boca de TaeHyung cayera entre su cuello y oreja.

Se sentía realmente estúpido y deamsiado sonrojado por diferentes motivos.

— ¿Qué?... ¿Tú no quieres besarme? —preguntaba con la sorpresa en su voz, obstruyendo la misma. Saliendo como una pequeña pregunta demasiado vulnerable.

Las manos de SeokJin se afianzaban en su cuello, cerca de su rostro y lo miraba. Solo pequeños centímetros y el olor alcohol brotaba de ambos, pero el perfume y el aroma personal del otro se entremezclaba y a TaeHyung le gustaba mucho todo. Demasiado. Sus ojos caían sobre los labios de SeokJin y volvía a relamer los suyos propios.

Joder, él quería esto.

—Fresita... Estoy ebrio, estás alcoholizado y extraño. No vamos a besarnos como si fuéramos un par de desconocidos demasiado calientes en un club. No voy a besarte estando demasiado borracho como para saber si esto es un sueño o la realidad —SeokJin se encogia de hombros luego de sus palabras—. No voy a besarte así... Por las dudas. No estoy seguro si esto está pasando o no —su rostro serio y su voz ronca se transformaban en un rostro divertido y comenzaba a reír sin parar.

TaeHyung mordía su labio y resoplaba. La risa ridícula de Jin era contagiosa.

—Esto no es un sueño, estúpido —decía TaeHyung sin intenciones de ofenderlo, pero suspirando dejaba caer todo su cuerpo más relajado sobre el de SeokJin.

Relajado, era el eufemismo del año, porque su polla estaba dura y respondía a la presión que estaba ejerciendo sobre SeokJin mientras su frente caía sobre el hombro ajeno. Él seguía caliente e insatisfecho, su libido era una mierda en ocasiones, como ahora.

—Necesito llegar al baño —decía SeokJin, empujando de repente a un TaeHyung que se hacía a un lado y cuando lo seguía veía al castaño caer de rodillas frente al inodoro y vomitar el alcohol que había bebido esa madrugada en el balcón de Momo.

—Mierda, Jin... —susurraba cayendo a su lado y sobando la espalda del otro hombre.

—Ay, carajo... No me veas así —decía SeokJin empujando su rostro, TaeHyung chasqueaba su lengua y quitaba su mano.

—No seas una chica —mencionaba.

SeokJin vomitaba otro poco y se estiraba luego para tomar de la pileta el enjuague bucal, claramente no llegaba así que TaeHyung lo tomaba por él y lo ayudaba a ponerse de pie.

—Ay fresita... Tienes razón —decía luego de varios enjuagues y de mojar su rostro llevando su cabello hacia atrás viéndose desordenado, ebrio y jodidamente encantador—. No soy una chica. No hay nada de mujer en mí. Piensa en eso —le decía señalando a TaeHyung con su dedo en su pecho.

Luego se iba en dirección a la cama. TaeHyung apretaba sus dientes, siguiéndole de cerca.

—Sé que no eres una chica, Jin —añadía—. Te chupe la polla, lo recuerdo bien.

SeokJin gemía frustrado, arrojándose dramáticamente a la cama.

—No debí dejarte —decía con su rostro pegado a la superficie blanda.

TaeHyung suspiraba—. Yo quería —añadía.

La habitación quedaba en silencio cuando escuchaba cuál susurro cansado la voz de SeokJin—. ¿Por cuánto tiempo?

El azabache relamía sus labios y suspiraba, había cuestionado el tiempo que duraría su curiosidad, tal y como Jimin lo había hecho. Cuando el silencio a su alrededor se volvía bastante ruidoso, notaba la respiración y ronquidos suaves de SeokJin.

—Genial, te dormiste. Maldito ebrio —se quejaba con un puchero—. No es que quisiera tu orientación esta noche —resoplaba, pero se acercaba para quitarle a SeokJin sus zapatos, los cuales no se había molestado en dejarlos en la puerta.

Ninguno, de hecho. Luego de eso, había volteado el peso muerto del castaño y le había quitado los pantalones. Se sentía nuevamente un pervertido cuando se relamía los labios sabiendo lo que había debajo de esa prenda, pero luchaba con el peso de SeokJin y lo acomodaba a un lado de la cama para luego ponerse cómodo él mismo, permitirse una ducha rápida y acostarse al lado del otro hombre vistiendo sólo un pantalón de chandal de este y suspirando.

SeokJin estaba muerto para el mundo mientras que TaeHyung se sentía todo extraño e irreconocible debajo de su propia piel. Pero no tenía arrepentimiento alguno de sus últimas acciones, solo no estaba seguro que sucedería luego. Suspirando fregaba su rostro y se dormía junto a un SeokJin que roncaba como si su cabeza estuviera limpia de toda preocupación, aunque eso estaba muy lejos de su realidad. Pero por el momento, solo podía dormir hasta que luego se despertara con un SeokJin que fuera capaz de mantener una conversación con él.

¿Que sucederá ahora?

Meme mood:

Llegué antes de que sean las doce, wohooooo!
Perdón si hay errores de deditos salvajes🧍🏻‍♀️
Buen finde, l@s leo UwU 👁️👄👁️

Con amor niñita Nanykoo 💜

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