Cuarto
TaeHyung sentía que su cabeza se partia en dos o en cuatro. Los sonidos extraños que provenían de algún lado del apartamento de Jennie lo estaban perforando de la forma más dolorosa el cráneo.
Estaba enredado entre las mantas de la cama de la chica y su ropa, no se habia quitado nada al llegar y al parecer, Jennie tampoco lo había puesto más cómodo. Con un puchero en su rostro se sentaba en la cama y sobaba su cabeza. Mirando a un lado, notaba que sobre la mesa de noche, su novia había dejado un vaso de agua lleno y unos analgésicos para después de la borrachera.
—Genial, al menos me dejó algo —decía tomándolo con urgencia, el vaso quedaba vacío segundos después—. Dios ¿Qué es ese ruido?
Cuando se ponía de pie, caminaba como podía en dirección al ruido y las voces. Era Jennie riendo y hablando con alguien a quien apenas podía oír, pero era una voz masculina.
Cuando llegaba a paso lento y con cara de perro gruñón—como TaeEul le decía—Jennie llevaba unos shorts que con suerte y tapaban su culo. Se veía radiante y muy despierta para ser las... Dios, TaeHyung no tenía ni puta idea de la hora que era.
— ¿Jennie? —llamaba.
La chica estaba sobre una de sus piernas apoyando todos su cuerpo mientras miraba al cuerpo masculino sobre el piso con una sonrisa estúpida, debajo de la pileta de la cocina. TaeHyung sabía cómo lucía Jennie babeandose, y esa era Jennie babeandose.
— ¡Oh, Tae! — rápidamente cambiaba su pose coqueta a una de alerta y luego se relajaba acercándose al azabache—. Lo siento, amor. ¿El ruido te despertó? Te dije que el encargado vendría a arreglar mi triturador.
Cuando señalaba hacia atrás, TaeHyung miraba con cara de pocos amigos, mientras el tipejo parecía hacer los últimos arreglos. Su vista volvía a Jennie y la miraba de arriba abajo.
— ¿Podrías haberte tapado un poco, no? —soltaba con desconfianza.
Jennie rodaba los ojos—. Estoy tapada. Los celos no te quedan, amor —decía tomando el rostro del azabache entre sus manos.
TaeHyung fruncía el ceño ¡Él no estaba celoso! Ella estaba siendo una descarada.
"Z.O.R.R.A zorra y tú serás un venado" sonaba en su cabeza con la voz de Jimin.
—No soy celoso, pero tienes unos shorts que apenas te cubren el culo y estabas toda encima d-...
— ¡Listo! —decía el encargado.
TaeHyung fruncía el ceño y miraba por detrás de Jennie, él debía seguir ebrio aún. Seguramente. Ese tipo de metro ochenta con pantalones viejos de jean, remera negra al cuerpo y cabello húmedo, no podía ser...
—Oh, Jin... Él es mi novio, TaeHyung —decía Jennie llevandolo de su muñeca y acercándolo a el diablo—. TaeHyung él es Jin, el encargado del edificio.
El díablo se veía tan fresco y fantástico. Su piel brillaba y sus ojos igual, sus labios estaban rojos y húmedos, una cara de sutil sorpresa al ver a TaeHyung. La ropa que debería de verse común, se veía tan bien en él. El azabache recordaba la noche y madrugada que había tenido junto a este hombre y su rostro pálido se ponía rojo y también de paso se sentía como la mierda. SeokJin estaba fresco y divino, mientras que él se veía como la mierda. Cómo la mierda con mayúscula.
—Un gusto, Tae-... ¿TaeHyung? —fingía el despreciable ser de pura perfección, mientras extendía su mano.
Dios, TaeHyung se mordía la lengua. Decidía que no le gustaba como sonaba TaeHyung con la voz coqueta del diablo que, en realidad no era coqueta en ese momento. Sólo era plana y agradable.
—Hola —decía entrecerrando sus ojos y estrechando la mano ajena.
Los recuerdos de esos dedos entre los suyos en un momento de tensión en la noche anterior ponían sus pelos de punta y el escalofrío familiar volvía junto con la electricidad en el agarre de SeokJin. Dios, este era SeokJin.
El diablo mordía su labio inferior y TaeHyung sacaba su mano de repente—. Umm... ¿Eso está solucionado? —preguntaba aclarando su garganta.
SeokJin relamía sus labios y lo miraba deliberadamente de arriba abajo—. Sí, señor. Todo funcionando a la perfección —aseguraba y luego tomaba su caja de herramientas y llevaba su cabello hacia atrás.
TaeHyung miraba a Jennie quien sonreía y se acercaba a SeokJin poniendo sus manos en el bícep del castaño—. ¿Te debo algo? Te di mucho trabajo con esto arreglandolo dos veces en menos de un mes —decía con esa voz de niña.
TaeHyung se sentía descompuesto cuando veía las manos de la chica en el brazo de SeokJin. Parpadeaba y miraba la escena, un nudo en su estómago lo hacía sentirse extraño.
SeokJin miraba la mano de Jennie y miraba de reojo a TaeHyung, no era la primera vez que la chica ponía sus manos en sus brazos o a veces su cintura. Era un coqueta mano larga de lo peor. Pero él sonreía y apartaba su brazo.
—Está dentro de las expensas, Jennie —aclaraba sonriendo de forma agradable—. Sólo no tires cosas que no debes dentro, tritura comida, simplemente. Sólo eso —decía mirando a TaeHyung y luego a la chica.
—Soy un poco tonta, seré cuidadosa —decía poniendo su mano sobre el antebrazo ajeno otra vez.
SeokJin miraba la mano y se sorprendía que fuera tan descarada con TaeHyung ahí, así que nuevamente miraba al chico y podía sentirlo incómodo y a la vez lleno de rabia.
—Será cuidadosa —decía TaeHyung, tomando la muñeca de Jennie y quitándola del brazo de SeokJin.
¿Por qué tenía que tocarlo? TaeHyung se sentía tan irritante y a la vez un mamarracho, cuando notaba su rostro en el espejo de Jennie tocaba su cabello.
—Dios, es un maldito nido de pájaros —decía intentando acomodar su cabello.
Jennie rodaba los ojos—. Te hubieras dado una ducha antes de salir.
SeokJin sonreía y caminaba en dirección a la puerta sin prestarle atención a ninguno. Él no volvía a mirar a TaeHyung, en cierto modo lo agradecía porque se veía impresentable, seguro y ya había matado el encanto del tipo que le llamó "hermoso" anoche.
Y eso era bueno ¿No?
Jennie iba camino a la puerta y él los seguía.
—Cualquier cosa me avisas, pero si lo usas como corresponde, no debería averiarse otra vez —mencionaba SeokJin.
— ¡Claro, seguro! Lo usaré bien —decia Jennie con una sonrisa incómoda.
TaeHyung la miraba con ojos entrecerrados y miraba a SeokJin saliendo finalmente, veía su espalda y sus hombros anchos y cuando giraba, sus miradas conectaban otra vez y TaeHyung se sentía electrocutado. Lo primero que hacía era llevar sus manos a su cabello para sentirse decente ¿Por qué siquiera le importaba eso? SeokJin dibujaba una sutil sonrisa de lado y TaeHyung se sentía satisfecho, olvidando que su cabeza retumbaba del dolor.
—Adios y un gusto TaeHyung —mencionaba inclinandose levemente mientras llamaba al ascensor.
—Igualmente —decía TaeHyung de forma tardía. Ahora se encontraba tan estúpido como Jennie a su lado mirando la espalda de SeokJin y mirándolo de arriba abajo descaradamente mientras el tipo tronaba su cuello.
Cuando finalmente la puertas se abrían y él entraba, TaeHyung desviaba la mirada y relamía sus labios, Jennie volvía a saludarlo toda coqueta y su rostro se transformaba en uno de puro rechazo. Lo divertido era que SeokJin realmente no invitaba a la chica a ser tan coqueta, pero ella no bajaba la guardia. TaeHyung se sentía tan estúpido e irritado.
Cuando la puerta se cerraba TaeHyung buscaba sus zapatos.
— ¿A dónde vas? ¿No vas a quedarte? —preguntaba la pelinegra.
—Necesito ducharme y cambiarme de ropa
—Tienes algo de ropa aquí, quédate. Tienes el día libre, pásalo conmigo —decía en forma de aegyo recordando quien era su novio y poniendo sus brazos alrededor de su cintura.
TaeHyung la empujaba suavemente—. Lo siento, se me parte la cabeza y quiero llegar a casa antes de que mi padre pretenda limpiarla.
Jennie resoplaba—. Me volviste loca que te esperara desnuda lista para follar y solo llegaste y te dormiste. Y ahora ¿Solo te vas a ir?
TaeHyung apretaba sus dientes para evitar decir cualquier cosa que lo hiciera sonar como un tipo celoso, porque realmente no se trataba de celos. Ya era simplemente desubicado su forma de coquetear con otro tipo siendo que él estaba allí. Aunque ella no tenía idea de que en realidad su encargado quería ligarselo a él. Información que curiosamente lo hacía sentirse mejor de lo que debería.
—Hazle caso a tu encargado y usa bien ese triturador —soltaba abriendo la puerta—. Te llamaré.
— ¡Tae! ¡Saldré con las chicas esta noche, no tendré tiempo para ti! —soltaba mientras TaeHyung llamaba al ascensor.
Suspirando se giraba—. No pasa nada, te veré el domingo si quieres. Adiós.
Cuando se encontraba en la planta baja salía y se quedaba viendo la gran puerta del encargado. La puerta del apartamento de SeokJin. No pensaba muy claro cuando se acercaba y llamaba con un par de golpes.
Miraba su reflejo en el espejo de la entrada y se ponía lo más pasable que podía. Por dios, su cabello era un asco ese día, estaba para todas las jodidas direcciones, haciéndolo verse ridículo, para nada tan bonito y hermoso como anoche. No es que le importará, pero-...
—Me encanta lo arruinado que te ves luego de haberte divertido bastante la noche anterior —decía esa voz.
TaeHyung saltaba y lo miraba con ojos abiertos. Luego fruncían su ceño y recordaba:.
—Te dije mal la clave de la puerta y sin embargo se abrió, porque tú vives aquí —decía señalandolo con su dedo.
SeokJin sonreía y se encogía de hombros—. Culpable de cargos
— ¿Por qué no me lo dijiste? —cuestionaba TaeHyung.
SeokJin alzaba sus cejas—. No creí que te vería de nuevo luego de anoche
— Comes en mi restaurante y eres el encargado del edificio de mi novia ¿Cómo es que creíste que no volverías a verme? —soltaba TaeHyung.
Parte de él se estaba reprendiendo porque SeokJin no le debía ninguna explicación, pero él la quería igual.
—Sí, lo hago. Pero eso no significa que volvamos a salir en plan de "amigos" o "conocidos" como anoche, fresita —soltaba.
Y aish, a TaeHyung le gustaba más que le llamara con uno de sus apodos que por su nombre completo, como lo había hecho frente a Jennie.
—Por si no recuerdas, Jimin se quedó con Namjoon —decía SeokJin divertido, apoyándose en el marco de la puerta. Sus brazos reluciendo en esa pose y su cabello húmedo cayendo hacia el lado en dónde torcia su cabeza—. No tenemos que vernos en plan de fingir amistad otra vez. Sólo seré un cliente y el encargado del edificio de tu-... —SeokJin mordía su labio inferior—. De tu novia.
TaeHyung entrecerraba sus ojos y lo miraba fijamente—. ¿Por qué lo dices así?
— No dije nada, fresita
—Sí. Utilizaste un tono de voz irónico —soltaba—. Y por qué le dijiste que use el triturador de forma correcta ¿Que pudo haber tirado para dañarlo?
SeokJin abría su boca y la cerraba—. Oye, no dije absolutamente nada. Si estás celoso o desconfiando de esa chica. No es mi culpa, si ella es una coqueta emperdernida, es tu problema no el mío
— ¿Me estás diciendo que conqueteo contigo? —soltaba TaeHyung entre dientes.
SeokJin relamía sus labios y repetía algo que TaeHyung había dicho anoche—. No me digas que no lo notaste, no eres estúpido.
TaeHyung entrecerraba sus ojos y luego miraba dentro del apartamento de SeokJin y notaba los vídeos con cámaras en cada piso del edificio. Lo que llamaba su atención era Jennie afuera de su apartamento llevando un mini vestido rojo con el que se miraba en el espejo del pasillo.
— ¿Qué carajos? —TaeHyung entraba al apartamento rozando su cuerpo por completo al de SeokJin e ignorando el dulce calor ajeno, para ver lo que hacía su novia frente al espejo o a la cámara—. ¿Qué mierda hace?
SeokJin giraba y se paraba detrás de TaeHyung luego de cerrar la puerta. TaeHyung sentía el suspiro ajeno del castaño golpear su nuca y lo desconcentraba un poco mucho.
—Lo hace todo el tiempo. Cuando se prueba ropa utiliza el espejo de cuerpo entero del pasillo. Según ella no tiene uno de cuerpo entero en su apartamento —decía SeokJin con seriedad y algo de incomodidad.
TaeHyung se sentía tan estúpido—. ¿Eso te dijo? —su voz era un poco apagada.
SeokJin suspiraba—. No debería importarte. No es como si fuera mi tipo —decía SeokJin.
TaeHyung suspiraba y giraba, cuando lo hacía notaba que SeokJin estaba muy cerca de él—. ¿Qué dañó su triturador?
SeokJin fruncía el ceño—. Es una chica descuidada —decía el castaño.
—Jin, no me veas la cara de estúpido —mirando hacia atrás veía como Jennie giraba y subía un poco su vestido, suspirando volvía a mirar a SeokJin—. ¿Que has visto a través de estas cámaras?
SeokJin suspiraba—. Cariño, si tienes alguna duda, habla con tu novia
—Me va a ver la cara de imbécil —decía seriamente—. No lo hagas tú también —susurraba.
SeokJin aspiraba por aire y luego lo soltaba—. Recibe visitas casi diarias de diferentes chicos. Ha coqueteado conmigo desde el día uno, pero todavía no ha sido tan descarada para pedirme libremente lo que sea que se le ocurra y su triturador tenía... —SeokJin apretaba sus labios, se sentía incómodo mientras veía los ojos grandes de TaeHyung—. Tira los condones al triturador.
TaeHyung sentía que por primera vez en cinco meses de haber conocido a Jennie, su corazón finalmente se aceleraba, pero no en buen plan. Si no de mala forma, cuando alguien simplemente juega contigo y te ve la cara de imbécil todo el tiempo y cuando finalmente lo sabes, te sientes como el tipo más estúpido del jodido mundo porque al fin de cuentas, si lo eres.
Una sonrisa amarga se presentaba en su rostro—. Por dios, debes creer que soy el tipo más idiota sobre la faz de la tierra ¿No?
SeokJin fruncía su ceño y lo miraba atentamente, se acercaba un poco a TaeHyung y levantaba el rostro del azabache con sus dedos en su mentón.
—No creo eso, cariño. Sólo que elegiste a la mujer más promiscua para brindarle una devoción y fidelidad de la que no es merecedora. No es el fin del mundo si decides dejarla, merecido se lo tiene
—Me vió la cara de estúpido —decía entre dientes, aún no removía la mano de SeokJin de su mentón y tampoco bajaba sus ojos ni lo perdía de vista.
SeokJin resoplaba—. Cariño, ella es así. Si no está enamorada, no ibas a cambiarla. Ya está, no lo notaste o te dejaste engatuzar o... —la mano de SeokJin descendía y TaeHyung abría su boca para decir algo, pero no decía nada—. O la amas y en ese caso, realmente lo lamento, pero no te llames estúpido sólo porque ella necesita más de un hombre para sentirse más o menos satisfecha.
TaeHyung reía sin gracia y apretaba sus puños. Quizás si se hubiera enterado de lo cornudo que era en otra situación, estaría enfermo de cólera, pero estaba con SeokJin frente a él y toda su presencia y sus palabras lo hacían sentirse raro.
—Este es el momento en el que te burlas porque no puedo mantener a una mujer satisfecha ¿No? —soltaba suspirando.
SeokJin fruncía su ceño—. Para nada. Este es el momento en el que pienso que ella es una idiota peculiar que no sabe valorar a un hombre jodidamente atractivo y precioso. Pero me contengo porque sería desubicado de mi parte aprovecharme de tu mal momento sólo para decirte que si fueras mi novio, definitivamente no serías un venado andante y gastaría mi tiempo solo en complacerte y... Lo siento, me puse un poco gay —decía suspirando.
TaeHyung sentía su pulso acelerado y solo podía reír, el tipo no perdía chance, pero no dejaba de ser agradable y mantenía su distancia. O TaeHyung tenía su ego demasiado roto ya.
—Yo no lo amo —soltaba sin ver a SeokJin—. Nunca llegue a hacerlo, creí que podría. Pero no.
El silencio se extendía entre ellos, pero SeokJin hablaba primero—. ¿Quieres sopa para la resaca? Hice para mí y sobró algo o puedo ofrecerte una cerveza y videojuegos, luego de una agradable ducha —se encogía de hombros invitando a TaeHyung a pasar a la sala—. De todas formas ya habías entrado sin invitación.
TaeHyung se ponía colorado—. Lo siento, sólo... Creo que estaba esperando la mínima señal de que Jimin tenía razón porque parte de mí siempre lo supo.
SeokJin suspiraba—. Cosas que pasan, a veces simplemente no se es suficiente querer funcionar con otro —se encogía de hombros—. Puedo ofrecerte llevarte a casa también. No me molestaría.
TaeHyung suspiraba y se miraba a sí mismo—. Me veo terrible.
SeokJin reía—. No me provoques, Fresita. Sabes que no creo que te veas terrible, así que no me obligues a decirte cosas que te van a incomodar. Somos del mismo tamaño, puedo prestarte ropa y no lo sé, no me molesta tu presencia aquí si quieres quedarte a pasar el rato.
TaeHyung fruncía su ceño y lo pensaba. La sala de SeokJin era un concepto abierto con paredes gris medio azulado un sofá negro de cuero, un plasma vistoso con su PS5 reluciente allí. El lugar estaba con las luces bajas y se veía relajado. TaeHyung quería quedarse.
—Me estás invitando a quedarme, pero dijiste que no éramos amigos como para vernos de nuevo —soltaba TaeHyung.
SeokJin sonreía—. Soy bueno consolando a la gente y si esperas a que Jimin te consuele, debe de estar bien follado en la cama de Namjoon-...
— ¡Ah, SeokJin! No quería esa imagen en mi cabeza
— ¡Lo siento, cariño! Sólo estoy exponiendo un par de hechos aquí, si no tienes otro amigo, me ofrezco como tributo. De todas formas ya me caes bien y anoche dijiste que yo estaba comenzando a agradarte... Bueno, déjame agradarte otro poco más.
TaeHyung dejaba de reír—. Sólo necesito un amigo, diablo...
SeokJin reía—. He vuelto a ser "diablo" no me ofende. Pero no soy un acosador, podemos ser amigos.
TaeHyung relamía sus labios y lo miraba. La remera negra de SeokJin se ajustaba a su musculoso y delicado cuerpo. Los pantalones de jean viejo, ajustaban a la perfección sus caderas y sus piernas. TaeHyung podía ver mucho allí. Más de lo que su imaginación debería de permitirle imaginar.
—Amigos... —susurraba.
SeokJin alzaba sus brazos—. Amigos. ¿Quieres bañarte? —TaeHyung asentía—. Sígueme, te daré un cambio de ropa y una bolsa para que guardes la tuya o puedo lavarla por ti.
—No, eso sería demasiado —soltaba con un puchero.
SeokJin giraba y lo miraba sonriente—. Lo pondré en el lavarropa automático, deja todo en la puerta. Prometo no oler tu ropa interior.
TaeHyung abría su boca y la cerraba para luego reírse junto con SeokJin. La risa era ruidosa y peculiar, hacía reír un poco más a TaeHyung, pero luego de meterse en el baño y hacer lo mencionado él decidía relajarse y dejar que el agua caliente hiciera magia. Cubriendo su cuerpo sacándole todo el cansancio y la sensación de mierda, por haberse enterado que ciertamente era un venado y Jennie una zorra.
Dios, Jimin haría un jodido baile de.la victoria cuando se enterara.
Por otra parte, se preguntaba por qué no se sentía peor, y por qué seguía en casa del diablo. Él podría haberse ido, él iba a irse, pero ahora sólo quería quedarse allí y pasar tiempo con un tipo que tenía claras intenciones de conquistarlo si tan sólo pudiera, pero él era heterosexual y SeokJin no era exactamente la clase de tipo que insistía deliberadamente.
Pero recordaba sus palabras: Si fueras mi novio, definitivamente no serías un venado andante y gastaría mi tiempo solo en complacerte.
Su cuerpo tenso y complacido por el agua caliente recorriendolo, hacía que tuviera efecto sobre su polla. TaeHyung aspiraba por aire y lo relacionaba a qué simplemente acababa de despertar hacía poco y su polla estaba como de costumbre un poco necesitada de atención. No tenía nada que ver con rememorar las palabras de SeokJin diciendo que sólo gastaría su tiempo en complacerlo.
Su polla estaba en su máximo esplendor y su corazón agitado. Sacudiendo pensamientos raros, pensaba en lo muy enojado y decepcionado que estaba de Jennie. Se sentía realmente estúpido y tan poca cosa. Quizás no amaba a la chica, pero eso no significaba que sus acciones no tuvieran impacto sobre su autoestima. Y así había continuado, hasta que ya no tenía una polla dura entre las piernas, sino una flácida que no había sido suficiente para una mujer de la que quizás esperaba enamorarse algún día.
Cuando TaeHyung salía con la ropa de SeokJin puesta, dios, le encantaba como olía, era un suavizante peculiar del tipo, pero TaeHyung lo clasificaba como su aroma. En la sala se encontraba con dos tazones de sopa y agua en botellas descartables individuales. A decir verdad, TaeHyung ya se sentía mejor, pero no iba a rechazar la sopa para la resaca de SeokJin, quien por cierto no estaba por ningún lado.
—Dame eso —decía repentinamente su voz, viniendo de detrás de TaeHyung y tomando la toalla recientemente usada.
TaeHyung giraba y lo veía usar unos pantalones de algodón cómodos. La tela caía por sus caderas, y llevaba otra remera más pequeña de color gris con cuello en V. Se veía cómodo, masculino y muy fresco. TaeHyung llevaba un pantalón deportivo negro, con una remera blanca y un dibujo en él. Estaba muy cómodo de haber abandonado sus jeans.
—Listo, toma asiento. Tu ropa se está lavando, podrás llevarla limpia de aquí —exclamaba—. ¿Cómo está tu cabeza? —decía tomando asiento y palmeando a su lado para que TaeHyung le siguiera.
—Lo único bueno que hizo Jennie fue dejarme algo para el dolor al lado de su cama —decía tomando el tazón y dándole el primer sorbo—. Mmm, esto sabe genial.
SeokJin sonreía—. Receta de mi madre. Hoy me desperté acabado.
—No te recuerdo tan ebrio anoche —decía TaeHyung mirándolo de reojo.
—Tú te emborrachaste por todos, fresita. Pero yo tomé más de lo debido también —mencionaba relajado.
TaeHyung suspiraba, quedaban un momento en silencio, solo degustando la sopa mientras miraban un programa que TaeHyung no podía descifrar cuál era, porque estaba muy distraído por su acompañante. Hasta que el teléfono de SeokJin sonaba y leía un mensaje que lo hacía sonreír. TaeHyung hacía un puchero y se moría de ganas de saber quién le había enviado lo que sea para hacerlo reír así.
—Namjoon quedó encantado con Jimin —decía tirando su teléfono a la mesa y continuando comiendo su sopa.
TaeHyung alzaba la vista—. ¿En serio no te molestó ni un poco que ellos conectarán?
SeokJin lo miraba sonriendo—. Jimin es un chico atractivo, es bonito. Realmente bonito, pero... Ya expresé que no era exactamente mi tipo. Namjoon reprobó un examen importante y estaba muy decaído y estresado, así que supuse que esos dos iban a congeniar bien.
TaeHyung asentía—. Tú nunca quisiste realmente conquistar a Jimin ¿Cierto?
SeokJin sonreía y lo miraba—. Podemos hablar de todo lo que sea que querías hablar, pero ten cuidado dónde vayas a meterte y piensalo dos veces antes de hacer tus preguntas —soltaba melodiosamente.
TaeHyung fruncía su ceño y sacudia su cabeza ante la sonrisa de culo engreído que SeokJin tenía pintada.
— ¿Sabias que Jennie era mi novia?
SeokJin lo miraba—. Te he visto entrar a su apartamento varias veces... —mencionaba.
—Sabías que era un cornudo antes de que yo mismo lo supiera ¿No?
SeokJin suspiraba—. Cariño, no tenía idea que tipo de relación tenían ustedes. Supuse que ella era promiscua y libre, no que en realidad te estaba engañando hasta que te presentó como su novio y se puso nerviosa contigo allí en la cocina esta mañana —se encogia de hombros—. No es tu culpa que ella sea insaciable o se aburra con rapidez. No lo pienses tanto y no lo tomes personal, no sabes si el resto estaba bajo la misma mentira que tú. Cómo sea, ella es una promiscua y tú una víctima. Depende de tí qué sucederá ahora con ustedes.
TaeHyung abría su boca y la volvía a cerrar, de repente fruncía su ceño y miraba a SeokJin finalmente. El castaño lo miraba curioso y luego atentamente.
— ¿Qué? —preguntaba SeokJin.
— ¿Yo te guste en la marcha? —preguntaba asombrado.
SeokJin alzaba sus cejas—. Eh... ¿Estás preguntando lo que creo que estás preguntando?
—No lo sé... ¿Es lo que creo que es?
—No soy un acosador, Tae —decía con sinceridad, dejando su tazón de sopa vacío sobre la pequeña mesa frente a ellos, añadía—. Verás... Hace como seis meses que cómo en tu restaurante y tú... Jamás me viste, pero yo si te ví, más de una vez. Ir y venir, llamaste mi atención y me gustaba verte. Me gustaste.
TaeHyung abría sus ojos grandemente—. ¿Te gustaba antes de la marcha? —él estaba demasiado sorprendido como para sentirse ofendido.
—Cuando te veía entrar al edificio, supuse que estaba delirando y te imaginaba en todos lados —decía sonriendo con timidez—. Cuando te ví en la marcha fumando y distante al resto, creí que eras bisexual o de mente abierta, que no tenías una relación seria y quise avanzar para intentar algo, pero resultó que sólo eras acompañante y luego fuera de tu restaurante dijiste que tenías novia y me sorprendí, supuse que... Bueno, que no sabías que ella estaba jugando sucio a tus espaldas.
TaeHyung abría su boca y la cerraba. No estaba seguro si se sorprendía porque SeokJin no estaba burlándose de sus grandes cuernos, o era más grande el hecho de que en realidad este tipo llevaba colgado por él un tiempo largo ya.
—Nunca te vi en mi restaurante —susurraba.
—Realmente no prestas atención a la clientela al menos que tú la atiendas... Y yo sólo iba y me sentaba en un rincón a leer, usualmente hablaba más con tus empleados cuando tú no estaba alrededor y... Yo sólo te observaba de lejos porque eres jodidamente caliente... Con respeto —decía levantando sus manos y mirando en dirección a la tele.
TaeHyung se sentía caliente, seguramente su rostro estaba rojo de la timidez. Sí, eso tenía que ser.
— ¿Por qué invitaste a Jimin a salir si no te gustaba? ¿Por qué le pediste su número?
—Creí que podía verte un poco más y fue antes de saber que tu relación era seria
—Te había dicho igual que yo era heterosexual —decía con sus ojos casi en blanco.
SeokJin contenía una risa—. Estamos avanzando, dijiste que "eras" heterosexual. Tengo chance
—Cierra la boca, sabes a qué me refiero —decía TaeHyung, tomando un pequeño al almohadon del sofá de SeokJin y arrojandoselo—. Eres terrible, eres un diablo
— ¿Por qué? De tantos apodos ¿Por qué diablo? —decía SeokJin divertido.
TaeHyung relamía sus labios y suspiraba—. No importa.
SeokJin abría su boca y la cerraba—. De acuerdo, no voy a presionar ¿Quieres jugar algo? ¿O no eres fanático de juegos en Playstation? Tengo dos computadoras gamers si te interesa también.
TaeHyung lo miraba sorprendido—. De hecho, me gusta mucho cualquiera de los dos.
SeokJin alzaba sus cejas—. Bueno, tenemos algo más en común —decía alzando sus cejas.
TaeHyung lo empujaba y SeokJin reía, contagiandolo—. Debo irme, tengo que poner en orden mi casa y no dejar que mi madre se ponga a limpiarla por mí en nuestro día libre —mencionaba poniéndose de pie.
SeokJin hacía lo mismo —. Lo lamento, no quise incomodarte —decía.
TaeHyung fruncía su ceño—. No estoy incómodo
—Quieres huir cada vez que te pongo incómodo —decía SeokJin—. Lo lamento. Si quieres un amigo, estoy disponible. Lo juro, no volveré a incomodarte. Cerraré mi boca y buscaré un entretenimiento para no molestarte —decía entre sonrisas.
TaeHyung entrecerraba sus ojos caminando a la puerta—. ¿Te gustan grandotes y rubios? Estoy seguro que ví entrar a alguien así aquí y estaba creído que ese era el encargado.
SeokJin reía—. Umm, creo que quizás habrás visto alguna aventura entrar, pero no los recuerdo muy bien
—Me recordaste a mí y me reconociste en la marcha y entrando aquí ¿O no? —soltaba TaeHyung abriendo la puerta. Se quedaba sorprendido cuando SeokJin suspiraba y lo miraba con dulzura—. No quise... Lo siento, yo también hago las cosas incómodas. Sigo siendo heterosexual, pero me gusta la idea de ser amigos... Si eso está bien para ti.
SeokJin sonreía—. Por supuesto, fresita. Amistad y no pienses tanto en lo sucedido con Jennie, si tú quieres se puede arreglar.
—Ni de broma, es una zorra y Jimin tenía razón —decía apretando sus dientes—. Cuando sepa que eres gay, dejara de probarse ropa frente a la cámara para seducirte. No puede, no a tí
SeokJin reía y lo miraba curioso—. Nop, no tiene tu encanto —decía.
—Yo no-... —TaeHyung iba a excusarse, pero SeokJin abría su puerta y lo sacaba fuera.
—Adios, fresita. Cuando quieras jugar videojuegos o tomar una cerveza fría, sabes dónde vivo —luego sonreía y guiñaba su ojo para cerrar la puerta.
TaeHyung quedaba afuera con su corazón agitado y una risa descontrolada burbujeando en su garganta, en la punta de su lengua. Iba a irse, pero luego volvía y golpeaba nuevamente la puerta.
SeokJin la abría y lo miraba divertido—. ¿Si?
—Mi ropa sigue aquí...
—Oh, el lavado está en automático. Aún le queda como media hora.
TaeHyung fruncía el ceño—. Bien, entonces, volveré más tarde y traeré está muda y me devolveras la mía ¿Ok?
SeokJin asentía—. Genial, vuelve cuando quieras
— ¿Estarás aquí o saldrás?
—Creo que estaré aquí —respondía SeokJin—. ¿Quieres mi número para asegurarte? —su voz no debería haber sonado tan coqueta, pero que diablos, no lo podía evitar.
TaeHyung sentía que sus mejillas se teñian de rojo, pero sonreía y estiraba su mano, SeokJin lo miraba y le daba su teléfono. Mientras sacudia su cabeza y sonreía, anotaba su número en el celular de SeokJin y luego se lo entregaba y exclamaba:
—Amigos.
—Amigos —repetía SeokJin, quitandole el teléfono y marcando allí, por supuesto el teléfono de TaeHyung vibraba y ahí estaba, el número de SeokJin apareciendo en su pantalla.
—Te llamaré cuando vuelva
—De acuerdo. Seguro estaré aquí, tengo otras cosas que ver en otros apartamentos y trabajo que hacer.
TaeHyung asentía y se le quedaba viendo un momento. SeokJin no hacía nada por cerrar la puerta, si TaeHyung apostaba a una mirada SeokJin apostaría el doble. Su nuca recibía el memo de escalofrío comenzando allí y descendiendo cuesta abajo.
—Tengo que irme... Ahora.
SeokJin asentía—. Tienes mi número, llámame y prepararé tu ropa.
TaeHyung asentía y salía corriendo, bueno no corriendo, pero muy similar.
Tres horas después de no querer pensar en nada, limpiar y acomodar cosas, finalmente se había comunicado con Jimin y este soportaba la perorata de su amigo.
— ¡Te lo dije! —gritaba Jimin al otro lado de la linea—. Siempre supe que tarde o temprano mostraría la cola de zorra.
TaeHyung fruncía su ceño—. A veces me preguntó que sucedió entre ustedes para detestarse tanto, pero considerando que ya no es mi novia, no importa.
Jimin suspiraba—. ¿Se lo dijiste? ¿Ya terminaste con ella?
—Lo haré en cuanto tenga la energía suficiente —suspiraba—. Pasaron otras cosas, también.
— ¿Cuáles?
TaeHyung aspiraba con fuerza, estaba guardando la ropa de SeokJin mientras hablaba con Jimin.
—SeokJin es el encargado del apartamento de Jennie
— ¿Estás jodiendo conmigo?
—Nop. Es él, me confirmó que Jennie ha llevado diferentes tipos allí y ha coqueteado con él infinitas veces más. Me sentí tan estúpido —exclamaba.
Jimin se mantenía en silencio—. Estoy seguro que SeokJin no te hizo sentir mal. Es un buen sujeto
—No, él fue genial... Pero no hizo que me sintiera menos estúpido
—Olvidala y supérala. Es hora de tiempo de calidad con amigos
—Tú eres mi único amigo
—Y SeokJin, si él fue increíble, deberías dejar de ser tan hostil con él.
TaeHyung mordía su labio inferior—. Sí, posiblemente llegamos a un estado de paz. Él se portó genial conmigo.
No podía contarle más detalles, porque eso sería ya tomar en cuenta a SeokJin de una forma más que amistosa. No venía al caso contarle hacía cuánto tiempo ya le gustaba al castaño. Eso se lo llevaría a la tumba y no volvería a tocar el tema.
No pensaría en ello y no lo analizaría. Ellos tenían cosas en común, y podrían ser buenos amigos en un futuro. No tenía porque rechazar una buena amistad si SeokJin sabía que no había chances con él. Porque no lo había. TaeHyung era heterosexual. TaeHyung amaba a las mujeres, pero podía darle a SeokJin una buena amistad, dejando de lado la tensión. Buscando por la confianza y momentos de mera amistad sin pausas que lo hacían sentirse extraño. Él no daría falsas esperanzas y SeokJin de todas formas no era estúpido para hacerse ilusiones.
No iban a confundirse aquí.
—Bien, tengo que irme, hablaremos luego
— ¡Quiero más detalles de esa nueva amistad! —decía Jimin.
—Jamás me pediste detalles de mis nuevas amistades, aquí no hay nada que contar
—Ayudalo a encontrar un ligue, yo me porte mal
—A él no le importa. No se siente mal que te hayas ido con su amigo —mencionaba TaeHyung.
Jimin reía—. Seguro que no, buscaré un ligue para él en agradecimiento, tengo alguien en mente. Adiós.
Jimin cortaba la llamada y TaeHyung se quedaba viendo a la nada. ¿Jimin tenía un ligue para SeokJin?... ¿Y si a SeokJin le gustaba y luego no tenía tiempo para darle a TaeHyung su amistad? ¿Y si todos tenían pareja menos él? ¿Y por qué SeokJin no podía quedarse soltero también?
—Ay, dios. A mí no debería importarme —soltaba entre dientes, tomando la ropa prestada y saliendo en dirección al apartamento de SeokJin.
No se imaginaba volviendo a pisar ese lugar luego de terminar con Jennie, pero él aún no se lo había anunciado a la chica. Lo haría pronto, no le debía responsabilidad emocional alguna. Así que cuando entraba y golpeaba la puerta de SeokJin, su corazón se aceleraba cuando escuchaba los pasos al otro lado de la puerta. Su mano se aferraba a la bolsa con la ropa de SeokJin y la puerta se abría.
—De acuerdo, Jimin. Arregla una cita para mí —soltaba frente a TaeHyung—. Tengo que colgar ahora, adiós.
El azabache se le quedaba viendo atónito. Carajo, Jimin nunca había actuado tan rápido.
— ¿Ya te consiguió una cita? —preguntaba sintiéndose extraño.
SeokJin se encogia de hombros—. Se siente culpable cuando le dije que no debería. Pasa —decía SeokJin.
Cuando entraba, TaeHyung notaba el olor a comida deliciosa cubrir el apartamento.
—Estaba a punto de cenar ¿Quieres quedarte o tienes planes? —soltaba el castaño.
La mesa pequeña se veía deliciosa y el olor a carne entraba por las fosas nasales de TaeHyung.
— ¿Lo hiciste a propósito? —preguntaba.
SeokJin ponía rostro de inocente—. No fui yo quien apareció casi a la hora de la cena, cariño. Creí que no vendrías, puedes quedarte a comer o puedes irte. Aquí está tu ropa —decía señalando en una esquina una bolsa con la ropa de TaeHyung prolijamente doblada y lavada.
—No voy a quedarme —decía TaeHyung en un susurro.
El castaño suspiraba—. De acuerdo. No entiendo cómo podremos ser amigos si tienes miedo de pasar tiempo conmigo, pero está bien. Podemos ser amigos superficiales o puedes utilizarme para ver quién entra y deja de entrar al apartamento de tu novia —cuando decía eso, TaeHyung miraba en dirección al plasma que tenía las cámaras de cada piso y del apartamento de Jennie salía la chica con su grupo de tres amigas y dos chicos más. Uno de ellos, iba muy pegado a Jennie.
La mano de TaeHyung se volvía un puño apretado de la ira que le corría por dentro. SeokJin quería golpearse, él realmente no había estado al tanto de que Jennie estaba a punto de salir y tenía a uno de sus amigos con ella. TaeHyung lo señalaba y lo miraba:
— ¿Lo has visto ya? —preguntaba entre dientes. SeokJin suspiraba y asentía lentamente. TaeHyung resoplaba—. Creí que no podía sentirme más estúpido. ¿Siquiera lo ves más atractivo que yo? —cuestionaba ardido.
SeokJin apagaba el plasma de la seguridad detrás de TaeHyung y quedaba parado justo frente al azabache quien se sentía demasiado enfurecido para poner distancia entre ellos.
—Si quieres mi humilde opinión, sabes que nadie es más atractivo que tú para mí, pero estoy en papel de amigo y sólo amigo. Quédate, bebamos algo y sólo olvídate o podemos salir. Lo que tú prefieras, lo que te sirva para olvidarte de ella —exclamaba.
TaeHyung sentía la ora apaciguarse bajo la mirada de esos ojos negros brillantes y de repente soltaba:
—Tú —mirándolo fijamente. SeokJin quedaba recalculando con sumo cuidado sus palabras e incluso estas habían sido registradas en la cabeza del mismísimo TaeHyung—. Tu compañía, la cena... Jugar, yo-... No quise —balbuceaba confundido.
—Tranquilo. No sé malinterpretó nada aquí, ¿De acuerdo? ¿Quieres quedarte? —preguntaba una vez más.
En ese momento sonaban las voces fuera del apartamento de SeokJin y ambos sabían que era Jennie y su grupo de amigos. TaeHyung aspiraba con fuerza y se acercaba a SeokJin.
—Sí, si quiero quedarme —susurraba cerca del rostro ajeno, evitando mirar los labios del otro hombre para no dar un mensaje erróneo—. Necesito un amigo y el tuyo se robó al mío.
—Es justo que te mantenga entretenido, entonces —susurraba.
TaeHyung reía ladino y sacudia su cabeza en negación—. Eres el diablo, lo juro —y se adentraba a la sala de estar para olvidarse de que era un cornudo para nada valorado con un hombre al que probablemente lo volvía loco, pero estaba meramente ofreciendo su amistad para que él no se sintiera como la mismísima mierda y eso lo hacía sentirse también como la mismísima mierda.
Pero algo en SeokJin lo jalaba hacia él, cada vez más adentro, haciéndole sentirse mareado y cálido. Confundido y envuelto en llamas. Pero TaeHyung no quería comprender, él solo quería pasar el rato con un buen tipo que estaba ofreciendo su amistad cuando su amigo verdadero estaba follando como un demente con el mejor amigo de dicho hombre que había confesado estar colgado por él hacia uno varios meses atrás.
Dios, era todo una locura, pero estaba donde quería estar.
Jejejeje pocos prestaron atención al hecho de que SeokJin sabía la clave de la puerta aunque TaeHyung la haya dicho mal muejejeje y más encima ya le gustaba TaeHyung de antes 🥹🫠
Les dejo este regalito y buen inicio de semana.
Nanyta fuera 💜
Perdón si ven errores de dedos rebeldes y salvajes 🥹
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