Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

01. here lies nayuta mizuhara's reputation

°•. capítulo 1:
here lies nayuta mizuhara's reputation.

Nayuta observó la entrada del aula, sujetaba un papel en sus manos que comenzaba a arrugarse debajo de su toque. Encima de la puerta se veía el cartel que indicaba el número que le correspondía ese nuevo semestre y lo odiaba con todo su ser. No se consideraba la persona más inteligente de la preparatoria, claro que no, pero nunca la habían mandado a clases más bajas.

Era el inicio de su segundo año en la preparatoria Karasuno, no quería volver ahí pero tampoco quería huir, si hacía eso los demás se coronarían ganadores y era algo que no podía permitir. De todos, ¿de qué le servía seguir peleando? Su equipo solo contaba con un jugador y estaba perdiendo. Observó de nuevo su número de aula, el 2-3 y pensó que probablemente sería lo mejor. Era demasiado humillante bajar de la clase 4 luego de cuidar sus notas por tantos años, sin embargo, sabía que su rendimiento había disminuido considerablemente desde su último semestre en su primer año. Había sido un año horrible, ni siquiera sabía por dónde empezar.

Le parecía muy injusto pero era lo mejor, se repitió, si seguía en su misma clase iba a perder la cabeza. Aguantando las miradas y burlas, tal vez esta clase sea igual pero al menos no conocía a nadie tan importante. Frunció el ceño arrugando el papel en sus manos hasta que se volvió inservible, todos a su alrededor caminaban, charlaban y algunos la miraban, pero ella no se movió. Suspiró mirando a los lados notando una larga cabellera rubia en la lejanía, sosteniéndose como garrapata del brazo de un chico. Nayuta nunca tuvo tantas ganas de vomitar en su vida.

Volteó violentamente y caminó hasta su clase en grandes zancadas, causando que algunos chicos frenaran su caminata confundidos antes el remolino de ojos rojos que cruzó frente a ellos. La adolescente tenía demasiados sentimientos revueltos, todos desagradables, a veces quería llorar, otras veces deseaba incendiar el colegio. Los odiaba a todos.

En la clase todos charlaban animadamente, alegres de volver a ver a sus amigos y regresar a sus respectivos clubes. Nayuta deseó tener esa emoción, sentía que caminaba sobre un campo de minas que explotaría en cualquier momento y no le gustaba, toda esta situación era una completa mierda. Eligió una mesa vacía a lado de la ventana aislada del ruido mientras se hundía entre sus pensamientos, ideando planes y más planes que seguramente no le servirían de mucho pero no perdía nada tratando de pensar en ideas de venganza. ¿Qué más daba? Tal vez se le ocurría algo bueno esta vez.

—¿Esa no es Mizuhara? —Una voz desconocida se escuchó entre todo el barullo, era un susurro disimulado que falló en su objetivo. La pelinegra aguantó las ganas de poner los ojos en blanco—. Pensé que se mudaría a otra preparatoria.

—¿La que engañó a su novio?

—¿De verdad lo engañó? Además que Yamada-san es tan lindo, de verdad algunas no aprovechan. —Un suspiro, la aludida pudo oír el puchero en su voz.

—Si salía conmigo eso no iba a pasar. —Nayuta casi soltó una risa, pero en cambio fingió una sonrisa con ojos cerrados y volteó a ver a las chicas reunidas a unos lugares de distancia de ella.

—Si quieren preguntarme algo aquí estoy, sé que mueren por hacerlo —habló con un tono de falsa amabilidad, las chicas se paralizaron al notar que habían sido escuchadas—. Y créanme, ni siquiera es tan bueno.

Las chicas, que ni siquiera conocía, parpadearon ante la brutal insolencia de la pelinegra y la poca vergüenza con la que parecía admitir su falta de lealtad. Empero, Nayuta sabía que aunque hiciera una presentación de más de veinte páginas con dibujos y animación bonita como ejemplos, no le iban a creer, entonces ya no tenía sentido. Aunque su boca les sorprendió, la vergüenza de ser escuchadas las sobrepasó y se quedaron en silencio. Una carpeta azul se interpuso en su visión, ocultando los rostros casi apenados, casi ofendidos.

—Si sigues avivando las cenizas no podrás controlarlo —murmuró una voz horrorosamente conocida, Nayuta abrió los ojos dejando atrás su fachada tranquila para alzar la cabeza y ver a una de las últimas personas que quería ver. Y eso que tenía una lista larga.

—¿Qué haces aquí? —Ahogó un jadeo, sus músculos se tensaron y su espalda se puso recta, lista para salir corriendo si así lo necesitara. La luz del sol iluminó el cabello rubio del muchacho que sonreía y, para el disgusto de Nayuta, se sentaba en el asiento detrás suyo—. ¡¿Y por qué te sientas aquí?! —chilló sin poder disimular el terror en su voz, el rubio siguió sonriendo como si le causara gracia. Nayuta quiso golpearlo.

—Esta es mi clase y siempre me he sentado en esta línea —explicó amable, su voz seguía siendo igual de suave como recordaba. Nayuta quiso golpearse contra la mesa, había olvidado que él era de la clase 3… O lo había olvidado a él, no estaba segura—. No me mires como si fuera tu peor pesadilla.

—Eres mi peor pesadilla en este momento —apuntó sujetando su mochila dispuesta a ponerse de pie y buscar otro lugar—. Me voy. —Fue interrumpida cuando el muchacho la agarró de la muñeca deteniéndola, Nayuta se soltó como si quemara. Los amables ojos mieles de su compañero se vieron heridos por un segundo cuando retiró su mano, pero lo disimuló al hacer un ademán hasta el aula.

—No creo que sea lo adecuado —aconsejó, Nayuta entonces miró en la dirección que indicó. Toda la clase había detenido lo que hacían y se encontraban mirándolos, algunos incluso tenían el descaro de inclinarse y susurrarse entre ellos.

Nayuta se congeló, un sudor frío corrió por su espalda y las ganas de vomitar volvieron a impactarla. En otro momento hubiera dicho algo totalmente descarado, tal vez retarlos a que sigan mirando, pero en cambio, esta vez se movió en automático y se sentó en su lugar de nuevo, maldiciendo al chico de atrás. Chasqueó la lengua escuchando cómo volvían a sus actividades diarias, entre ellas murmurar sobre ella. Nayuta casi sonrió, recién era el primer día y ya estaba dando que hablar. Al menos era buena en algo.

El rubio no volvió a molestarla, agradecida por ello esperó con ansias que la clase empezara. El chico era Daisuke Maeda, próximo capitán del equipo de fútbol y alguna vez fue mejor amigo de su ex novio. Ella había arruinado aquello. Con un suspiro renegó todas sus acciones pasadas.

Poco sabía que su infierno recién empezaba.

—🐍—

Cuando la primera campana del primer receso sonó, se apresuró a salir antes de que Daisuke le hable o la detenga, no iba a permitir otra escena similar de nuevo. Además, tampoco deseaba estar cerca de él, la culpa por hacerle daño aún calaba fuerte y no sabía como arreglar algo así. Como lo supuso, Daisuke se puso de pie con las claras intenciones escritas en su rostro, Nayuta se deslizó rápidamente fuera de la clase solo para ser recibida por la cantidad de alumnos que también salían.

Se arrepintió de declinar la sugerencia de mudarse, estar en Karasuno la hacía sentir como una presa fácil. Todos parecían conocerla mejor, porque creían más en rumores que en sus propias palabras. Alzó la cabeza pasando frente a la clase contigua, no vió a los lados y solo se fijó en su camino. Era diferente al terror que sentía con Daisuke, con él podía admitir su error, pero con Shinsuke Yamada era todo lo contrario. Lo odiaba por romper su corazón, lo odiaba por nunca tomarla en cuenta, lo odiaba por muchas cosas pero lo detestaba porque seguía impune de lo que le hizo.

Cuando cruzó por la puerta abierta y sus compañeros salieron de ella, Nayuta pudo sentir sus ojos sobre ella pero siguió su camino. Los ojos de su ex novio, que alguna vez adoró, le siguieron el rastro con el deseo tonto de recibir al menos una mirada. Shinsuke frunció el ceño al no recibir nada de lo que quería, cuando la sombra de Daisuke cruzó a lado de él, siguiendo a la pelinegra, abrió los ojos. La incredulidad se dibujó en su rostro, como si no tuviera la culpa de nada. Bufó rodeando el hombro de la chica rubia a su lado y caminando del lado contrario, sin entender esa molestia que le causó que Nayuta Mizuhara no le diera ni una sola mirada.

Nayuta bajó las escaleras dirigiéndose hasta el comedor, hace un año había estado rodeada de sus amigas, hablando y riendo de lo apuestos que eran los chicos del club de fútbol. Aunque no le agradaba el sentimiento de estar sola, si agradecía no tener a ninguna persona falsa a su lado. Al final era mejor estar sola que con alguien que te apuñalaría en cualquier momento.

Iba a comprar una bebida de la máquina expendedora y luego iría al club de teatro a recibir a los de primer año. De resto no le importaba mucho, ella solo daría lo mejor este nuevo año y los demás podrían irse al demonio. Respiró al encontrarse sola en el pasillo frente a la máquina expendedora, sin nadie mirando pudo finalmente bajar los hombros y cerrar los ojos. Dejó su frente sobre el vidrio de la máquina sintiendo el ardor en sus ojos. Se incorporó de nuevo, no quería llorar, no quería aparecer en clases o en el teatro de esta forma. Soltó un gran suspiro antes de poner algunas monedas en la máquina y seleccionar el yogurt de fresa.

Escuchó algunos gritos mientras lo abría para tomar de su contenido, curiosa se acercó hasta la esquina que daba hasta el gimnasio del club de vóley. Frente a las puertas cerradas se encontraban dos chicos, un pelinegro y un pelinaranja de baja estatura, hablando a gritos a quienes estaban dentro del gimnasio, ya que podía notar las sombras desde la ventana. Nayuta alzó una ceja para nada sorprendida, había visto comportamientos peores con los futbolistas. Cuando comenzaron a pelear entre ellos, rodó los ojos y se dió la vuelta para dirigirse al teatro al otro lado del campus.

—Jugadores —espetó.

Ya había tenido suficiente de los jugadores y ya no quería saber nada de ellos.

no me gusta este capítulo 😠 pero voy a dejarlo pasar porque recién es el primero y aún faltan cositas por venir.

pero anyways empezamos jump then fall, espero les haya gustado, comenten xfa 🥺

¡nos vemos!

mag.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro