Capitulo 2.
DISCLEAMER: Tanto Jujutsu Kaisen como Highschool dxd no me pertenecen, claramente. Todos los derechos están reservados para sus mangakas y sus respectivas editoriales.
Posdata: ¡Vas a caer, Gege!
______________________________________
Capitulo 2: El que sufre y el que ríe.
______________________________________
| Issei |
La última semana no había sido más que una montaña rusa literal de emociones…
Prácticamente morí a manos de mi novia (ex), me trajeron a la vida convertido en un Demonio, había experimentado un poco de sus deberes como tal ¡Conocí a una linda chica de la iglesia…! ¡Ayudé a esa linda chica de la iglesia a liberarse de unos tipos malos…!
Y morí otra vez… Bueno, casi, de hecho.
Ignorando el suceso que hizo despertar mi Casred… ¿Rear? Gear… ¿Real? Bueno, ¡Esa cosa de Dio- ¡Ooouch’...! Cierto, cierto, no más nombrar al gran tipo.
Ejem’.
Ignorando el suceso donde desperté mi súper habilidad, ayer casi muero otra vez a manos de mi novia (ex)...
Envenenamiento por luz, así lo llamó mi Maestra; Rias Gremory.
¡UNA MALDITA BELLEZA…!
Diose- ¡AAARAGH’! ¡Mierda, bien, lo olvido!
Por… ¿Satán..? Uh, si, eso servirá supongo.
¡Por Satán! Esa chica realmente es hermosa de pies a cabeza, no tiene maldito sentido. ¿Todos los Demonios femeninos son así…? No, no puede ser, Rias-buchou debe ser de otro maldito mundo, no tiene sentido haber nacido con tanta belleza.
Es demasiado, demasiado hermosa… Pechos como cocos, trasero enorme, piernas gruesas con muslos suaves…
"Buehehe~..."
¡Y eso lo sé, malditamente si lo sé!
¡DESPUÉS DE TODO, RIAS GREMORY DURMIÓ CONMIGO EN LA MISMA CAMA!
¡DESNUDA!
¡JAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA!
¿ACASO ESTÁS VIENDO, DIO-
Dolor
Joder, lo olvido.
Bien, me emocioné un poco, si…
De cualquier forma, Rias-buchou mencionó que era casi imposible permanecer firme para cualquier Demonio cuando era atravesado por lanzas de luz literales. Pero que yo, de alguna forma, pude seguir peleando aun con esas heridas.
No pude evitar notar algo de su enojo por mi imprudencia, pero no era algo que podría haber negociado.
No, no hubo negocio en lo absoluto, no después de todo lo que le hicieron a Asia-chan… En ese momento sentía que debía seguir luchando, no importa lo lastimado que terminase.
Aunque, bueno, el resultado fue el envenenamiento y los cuidados intensivos de mi Maestra así que… Si, probablemente quiera lastimarme más a menudo.
Hehehehe~...
¡De cualquier forma!
Eso fue un poco de mi semana realmente agitada, bastante emocionante; no como la maldita escuela.
Uno pensaría que la vida de un Demonio sería a todo dar en todo momento, pero no, la escuela seguía siendo una responsabilidad… Una mierda, si me lo preguntas. Pero bueno, tampoco podría evitarlo para siempre…
— Bien, hora de levantarme.
Me había quedado unos minutos más en la cama luego de que Rias-buchou se fuera más temprano con la excusa de prepararse para recibir al nuevo integrante de la… De la… ¿Cómo dijo exactamente?
Nobleza, ¿Verdad…? Si, algo así era. Nobleza.
El tipo… Bueno, no podía decir si me agradaba o no porque se la paso durmiendo como un vago toda la semana. ¡Quiero decir, por favor…!
¡Se había perdido mis inicios como futuro Rey del harem! ¡Una historia que estará en boca de todos en un futuro!
Y el tipo tenía el descaro de dormir tanto…
Si, me caía mal…
Bueno, a decir verdad aquello era mentira.
El tipo lo había pasado mal. Si bien fue bastante impresionante el cómo luchó contra esa cosa, -No tan impresionante como mi gran hazaña- no pudo evitar el golpe final de ese maldito bicho y acabó con casi todo su cuerpo siendo carcomido por ese ácido…
Si, una forma horrible de morir donde las haya. Más que la mía, si tengo que comparar.
Escalofríos
Igualmente, parecía que ya había despertado si la urgencia de Rias-buchou era una indicación, así que me alegraba un poco.
Estuve muy consciente de que, en toda esta semana, sus pensamientos giraban en torno a los Caídos y el tipo de pelo rosa.
¿No es eso algo tierno? Realmente, ese sujeto y yo tenemos suerte de tener un maestro tan amable.
"Ise, cariño, ¿Ya te vas a la escuela?"
Oh, esa es la voz de mi madre; Futaba Hyoodou.
Una mujer de cabello castaño claro, lacio, el cual llegaba un poco por debajo de sus hombros y de ojos marrones casi del color de la miel, como los míos.
Vestía su atuendo habitual; unos pantalones marrones junto con un suéter de lana gris y un delantal verde de cocina por encima.
Uh, ahora que lo pienso. Estuve divagando por tanto tiempo que ni siquiera me di cuenta de que había bajado…
Supongo que mi cuerpo simplemente hizo todo de forma robótica antes de bajar.
"Mamá, buenos días… Si, ya es hora."
"Ten, llévate el almuerzo al menos ya que no vas a quedarte a desayunar."
Me había extendido un bento, el cual al tomarlo se notaba realmente cálido y, por favor ¡Olía demasiado bien!
¡Un bento de mamá era siempre un buen bento que probar!
"¡Gracias mamá! ¡Te veré más tarde, dale mis saludos a papá también…!"
"Lo haré hijo…"
Y antes de salir por la puerta, mamá me dió un pequeño beso en la frente por el cual realmente me avergoncé un poco… Pero no tenía el corazón para impedir aquello.
Mamá siempre era así de cariñosa; desde que era realmente pequeño, hasta ahora, no ha cambiado en lo absoluto.
Algo sobre embarazos difíciles y demás cosas... Papá me había explicado algo hace un tiempo cuando fuimos de pesca aquella vez que rompí su caña…
Uh, si, eso no es algo que quiera recordar a decir verdad.
— Ten cuidado y suerte en la escuela, hijo.
"Lo tendré mamá."
Y con eso dicho, me encaminé hasta la academia a paso ligero.
De hecho, llegaría a la academia en diez minutos si mantenía el ritmo; cosa que era ilógica para cualquier persona puesto que se tardaría al menos media hora a pie realmente.
Pero, bueno, ellos no corrían con la ventaja de ser un Demonio literal.
Joder, esto simplemente estaba roto.
Me cansaba muchísimo menos en, bueno, en casi cualquier actividad física y eso que nunca fuí alguien atlético realmente.
Fufu~... Podía sentirlo en mis venas.
¡La etapa! ¡Esa etapa tan anhelada por todos! ¡Mi putisimo prime…!
Si, estaba aquí, ya puedo saborearlo…
[Si bien desconozco lo que es un "prime" perse, me siento aliviado de que mi anfitrión actual sea tan positivo sobre su futuro]
"Por supuesto que sí, ¿Cómo no iba a ser positivo cuando tengo tantas bellezas a mi lado? Asia-chan, Koneko-chan, ¡Akeno-sempai! ¡Rias-Buchou…!"
[Aunque esa positividad sea gracias a mujeres, por supuesto]
"¡Oye, oye! ¡¿Estoy escuchando decepción en tu voz, Matsuda?!"
[Muchacho, yo no soy Matsuda]
"¿Hah? ¿De qué estás hablando gran… Tonto…"
Espera, espera, espera, espera…
"¿Matsuda, Motohama…?"
Miré hacía ambos lados y no había pista de ellos, solo las miradas raras que me obsequiaban los transeúntes por estar hablando solo.
— ¿Estoy imaginando cosas, verdad?
[Para nada, muchacho, mi presencia es tan real como cualquier otra.]
"¡Mierda…!"
Y más miradas extrañas.
[Aunque, bueno, consideraría mantener el perfil bajo. No creo que sea normal para los humanos eso de hablar aparentemente solo.]
“Si, bien, entendiendo… Pero por Satán… ¿Quién se supone que eres? Diría que casi me cago del susto, pero una voz en mi cabeza sería lo menos raro que me sucedió en esta semana a decir verdad.”
[Puedo estar de acuerdo con eso, si. Para mantener las presentaciones cortas, mi nombre es Ddraig Goch o mejor conocido como el Dragón Gales; soy el Dragón que habita en tu Boosted Gear; uno de los pocos Longinus que existen en el mundo]
“¿Long ano…?”
[...]
“Hehe', lo sé, lo siento, broma mala.”
[Mmph’... De cualquier forma, pensé que me recordarías. Después de todo ya has soñado conmigo en una ocasión]
“Si, bueno, cualquier sueño que no tenga que ver con tetas o cualquier parte del magnífico cuerpo femenino suele olvidarse con facilidad. Lo siento amigo.”
[Puedo dar fe de ello, dejé de indagar en tus sueños cuando ví que se repetían una y otra vez, mi anfitrión.]
“¿Qué te puedo decir? Las cosas hermosas hay que recordarlas siempre. Ha y, por favor, llámame Issei.”
[¿Mmn’? ¿Por qué?]
“Uh, bueno, seremos socios a partir de ahora, ¿Verdad? Sería extraño que me llames todo el tiempo ‘anfitrión’, y esas cosas.”
[Mmph’... Eres raro, Issei.]
“Si, bueno, también me gustan mucho las tetas.”
[¿Qué?]
“Pensé que estábamos señalando lo obvio, Ddraig.”
Podría jurar que oí una pequeña risa, pero no estaba del todo seguro.
[Ciertamente, ciertamente.]
“Aún así, no creo que me hayas hablado solamente para presentarte, ¿Verdad Ddraig…? Ugh', sabes que, llamarte por tu nombre suena mal. Hay algo en mi acento que simplemente hace que suene mal. De ahora en adelante serás compañero o bro.”
[Compañero suena mejor… Y si, hay algo más. Ahora que finalmente pude comunicarme contigo me gustaría advertirte sobre algunas cosas ahora que el Boosted Gear despertó por completo.]
“Bueno… Soy todo oídos. Todavía es bastante temprano y, de cualquier forma, el primer periodo tengo que pasarlo en el club así que no creo que se molesten si llego un poco más tarde.”
Y luego de eso, mi bro comenzó a hablarme sobre cosas que realmente me darían dolores de cabeza más tarde…
Bueno, al menos le podría pedir (rogar) una almohada de regazo de Akeno-senpai para aliviar ese dolor.
______________________________________
No había podido dormir en lo absoluto…
Según Kiba, aquello era completamente normal puesto que los Demonios en sí están en su pico de energía cuando cae la noche. Pero Itadori sabía que no era por ello…
Demonio, la simple palabra le recordaba una millonada de cosas que, si no mantenía bajo control, podría ocasionar otra visita al baño para vaciar el contenido inexistente de su estómago.
Él ahora era un maldito Demonio.
Él era un Hechicero que de alguna manera viajó en el tiempo y acabó convertido en demonio luego de morir.
Si, morir… Había muerto.
No se había quedado herido o prácticamente moribundo como sucedió en su pelea con Choso.
Había muerto, muerto en serio.
Y eso lo llenó de una angustia insoportable…
Había incumplido el último deseo de su abuelo al morir realmente solo, sin nadie que se preocupara por su bienestar o llorara su pérdida.
No solo eso, tampoco había podido responder a los deseos de Nanami puesto que prácticamente había huido de todo.
Le había fallado a él, a su maestro y a…
Kugisaki… Si, le había fallado a ella tambien.
Era un bastardo, un cobarde, un inútil…
Un… Un monstruo.
Era todo eso y más.
[¿Cansado de revolcarte en tu miseria, mocoso?]
Pero era imposible tratar de darle un sentido o un cierre a todo cuando tenías a un imbécil jugando con tu paciencia a cada minuto.
[¿Qué vas a hacer ahora?]
Ignorando la continúa y extraña atención de Sukuna, se levantó de la cama donde estuvo las últimas horas y comenzó a estirarse por completo; logrando que algunos de sus huesos suenen, obteniendo algo de placer al ya no sentirse tan rígido.
Y en relación a su cuerpo, había cambiado bastante en el esquema general de las cosas.
Si bien era cierto que un Hechicero debía tener un cuerpo fuerte para lidiar con las Maldiciones, ahora mismo el suyo estaba al menos dos o tres veces por encima del que tenía cuando llegó todo ese dilema en Shibuya.
Podía sentirlo, era diferente.
Lo sentía más ligero, más fuerte, algo extraño considerando que no hizo nada más que dormir por una semana entera si lo que dijo Kiba antes de irse era cierto.
Esperaría haber perdido algo de músculo puesto que prácticamente no había comido, pero todo estaba como antes o, mejor dicho, mejor que antes.
Supuso al instante que era gracias a ese extraño artefacto que usaron en su cuerpo para reencarnarlo.
Evil Piece, si no recordaba mal.
Según había explicado Kiba, dichos artefactos estaban basados en un juego europeo de estrategia, ajedrez de hecho. Tenía algo de curiosidad, pero él simplemente le dijo que las respuestas que faltaban iban a ser respondidas por Rias Gremory.
Su Maestra… O al menos eso le dió a entender Kiba mientras explicaba algunas cosas más.
Itadori ahora mismo era un esclavo de un señor demonio o algo así…
Era simplemente demasiado, demasiado para asimilar y actuar en consecuencia.
Él simplemente quería volver, volver a la Shibuya destruida y reunirse con sus amigos. Formar un maldito plan, acabar con Noritoshi Kamo y liberar a su maestro de una vez por todas.
Y luego, si eso, ver cómo estaba Ozawa…
"No, no la merezco… No merezco nada."
[Kehehehe'... Tus pensamientos contradicen a tus deseos, mocoso]
"Vete a la mierda."
Había llegado al límite de su paciencia.
[Lo haría si pudiera, créeme.]
"Tch’... ¿Por qué tu-
Knock knock knock
"¿Itadori-kun…?"
Una voz del otro lado de la puerta
— ¿Estás despierto ya?
"¿Kiba-san…?"
"Si, soy yo. Solo quería dejarte algo de ropa nueva y una toalla por si querías asearte. Hay una ducha funcional en la sala de reuniones… Pensé que querrías usarla."
De hecho, no sonaba nada mal aquello.
Aunque, bueno, ignoraría el simple hecho de que haya una ducha pegada a la sala de reuniones.
Algo le decía que no sería lo más raro que tendría que experimentar por aquí.
"S-Si, si... No me vendría nada mal de hecho."
Girando la llave de la puerta, fue recibido por el rubio; quien le extendió una bolsa con lo que parecía ser un uniforme parecido al que llevaba él mismo, un calzado y una toalla blanca.
"La ducha está a la derecha una vez entras a la sala de reuniones. Tomate tu tiempo, de cualquier forma aún es bastante temprano."
"Claro, gracias Kiba-san."
No hubo más palabras.
De hecho, podía notar como Kiba evitaba ligeramente el mirarlo a los ojos…
No quería hacer suposiciones, pero aquello podría ser a causa del pequeño-gran número que hizo en la madrugada; cuando soltó prácticamente todo en el inodoro antes de que Kiba pudiese terminar de explicarle su situación actual.
Vamos, que él también estaría bastante incómodo si tuviese que lidiar con la persona que dejó un desastre en su baño.
Tuvo que negar con la cabeza varias veces en su camino a la ducha para quitar esos pensamientos.
Tal y como estaban las cosas, no servía de nada seguir lamentándose por eso… Simplemente pediría disculpas y trataría de escuchar y entender todo lo que esa chica, Rias Gremory, tenía para decirle.
Después de todo, hasta ahora, no habían demostrado malas intenciones a pesar de que realmente no conoció a nadie.
Pero si los demás al menos eran la mitad de amables de lo que fue Kiba, entonces, nuevamente, trataría de escuchar sus razones.
Después de todo, el hecho de que le salvaron la vida era algo que no podía negar.
Demonio o no, Itadori Yuji le debía la vida a esa chica.
— Joder…
El agua tibia chocando con su piel hizo milagros en su mente llena de tribulaciones.
De hecho, ni siquiera había estado del todo lúcido en su camino al baño debido a dichos pensamientos. Esperaba, al menos, haber cerrado correctamente la puerta.
— Uh, supongo que sí.
Un vistazo rápido al pestillo fue suficiente prueba.
[Detesto repetirme, mocoso… Pero lo haré de todos modos. ¿Qué harás ahora?]
"¿Puedo hacer algo para que cierres la boca?"
[Matarme, aunque eso está fuera de tu alcance ahora y dentro de mil años.]
No podía decir que no, no podía negar ese hecho aunque quisiera.
Sukuna era un monstruo, tanto en carácter como en poder.
Y eso solo enojaba aún más.
"Quizá, pero si encuentro los cinco dedos que faltan entonces será tu fin. No habrá más oportunidades para tí."
[¡Qué altruista de tu parte! ¿Estarías dispuesto a morir solo para eliminarme a mí también?]
"El mundo sería un lugar mejor si tú ya no existieras, imbécil."
[¿En serio crees en tus palabras…?]
No, no lo hacía en absoluto.
Itadori sabía que el mundo estaba jodido, que el ser humano estaba corrupto hasta la médula.
[Bah’, no tiene sentido seguir hablando si no vas a responder.]
Pero eso no importaba ahora, el estatus quo bien y podría pudrirse.
Sukuna le estaba hablando activamente, desde que llegó aquí y se enteró que había viajado en el tiempo, no paró de hablar ni por un segundo.
Y eso le molestaba.
Después de todo, Sukuna ya había demostrado que no hacía nada al azar realmente.
"¿Qué quieres…?"
[¿Mmnh’?]
"No has parado de hablar desde que llegamos aquí. Nunca fuiste tan comunicativo… Ni siquiera para burlarte de mi."
[Oh’… ¿Te incómoda eso? Kehehe’... Es solo que, ya sabes, pensé que sería buena idea confraternizar con un colega.]
"Tú no eres mi colega, no eres nadie a quien pueda llamar cercano. Eres una plaga, Sukuna."
Afilado, tosco, lleno de ira, su voz era una combinación de todo ello.
Aún cuando su cabeza estaba apoyada en la pared; dejando que el agua resbale por su cabello y cuerpo, se podía notar el ceño fruncido y los dientes apretados.
[Kahaha~... ¿Estás seguro, mocoso? ¿Un Demonio y una Maldición están tan separados como creés…?]
"Cállate."
[De hecho, antes de reencarnar, ya eras uno… Después de todo-
"Silencio."
[Has matado a miles de personas en Shibuya, muchacho.]
"¡Que te calles!"
Y golpeó, la pared dónde se estaba apoyando ahora tenía un hueco enorme gracias a su cabezazo.
Restos de concreto caían al suelo de la ducha, yéndose por el desagüe aquellos pedazos lo suficientemente pequeños.
[Kahahaha~... Me gustaría ver a cuánto sube tu conteo de muertes ahora que eres un Demonio. Estaré viendo cada paso que des, mocoso.]
"¡SUKUN-
Knock knock knock
"¿Itadori-kun, está todo bien allí?"
Era Kiba, otra vez…
[Manténlo bajo, mocoso… No querrás que se den cuenta de nuestra pequeña conversión.]
Tuvo que contenerse, no podía dejar que Sukuna se siga metiendo debajo de su piel cada vez que hablaba.
Respira.
Inhala.
Exhala…
Itadori Yuji era mejor que esto, Itadori Yuji no era un asesino. No era un monstruo, no era nada de lo que Sukuna decía…
Itadori Yuji era un hechicero, nada más ni nada menos.
Podía con esto, él podía con esto.
Nanami y Gojo le habían enseñado a ser mejor que esto…
— ¿Itadori-kun?
La voz sonó otra vez, dejando en evidencia un tono más preocupado.
"S-Si, si… Está todo bien, Kiba-san… Lo siento, me golpeé sin querer."
La mentira más estúpida que había dicho en siglos.
Por unos segundos hubo silencio.
"Entiendo. Solo avísame si hay algo mal, ¿De acuerdo?"
Y con eso, parecía que el rubio se había alejado de la puerta.
Itadori solo pudo dejar salir un suspiro mientras seguía en la labor de ducharse.
Ya sin Sukuna molestando, se dejó caer en la tina llena de agua tibia.
Su cuerpo parecía agradecer entre lágrimas el tratamiento térmico que le estaban dando, puesto que por cada mínimo movimiento crujían sus huesos; otorgándole más relajación si acaso era posible.
No quiso estar demasiado, aún cuando realmente lo deseaba. Simplemente no quería aprovecharse de la situación más de lo que ya había hecho.
Pasaron al menos cinco minutos para que Yuji se levantara del agua, agarrando la toalla colgada en el proceso y quitando la tapa para que la tina se vaciara lentamente.
Mientras se secaba, no pudo evitar mirar su imagen en el espejo que se posaba por encima del lavabo.
Dos cicatrices marcadas en su rostro.
Una que cruzaba el espacio entre sus cejas, llegando hasta el lado derecho de la nariz y la otra al borde de sus labios en el lado izquierdo.
Marcas de la noche en Shibuya.
Marcas que no eran castigo suficiente por su pobre acción en todo ese suceso.
Marcas que hubieran escalado a más si Todou no hubiera llegado a tiempo para rescatarlo.
"Patético…"
Esa era la opinión que tenía sobre su reflejo en el espejo borroso por el vapor.
Sin perder más tiempo, terminó de secarse y continúo con lo siguiente, lo cual era probarse la ropa que Kiba le había dado.
La cual, lastimosamente-
— ¿Por qué mierda está tan apretado…? ¡Nnnhg’...! esta camisa es demasiado pequeña.
De hecho lo era, ni siquiera le cerraba en el pecho.
Los pantalones eran cómodos y el calzado también, pero no había caso con la camisa y el saco.
Simplemente no le entraban, no había manera.
— ¿Talle M…? Diablos, tiene sentido.
De hecho, Itadori era un L casi llegando al XL debido a su estructura física.
Pesaba ochenta kilos, no sesenta, por el amor de Dios.
— Supongo que tendré que avisarle a Kiba-san…
Conteniendo un suspiro agotado, simplemente agarró la fregona y secó el suelo húmedo por las gotas que habían caído de su cuerpo.
No era demasiado, así que fue tarea hecha en unos segundos.
Ahora sí, con camisa y saco en manos; dejando su torso al descubierto, abrió la puerta del baño con intención de buscar a Kiba para ver si tenían otro par de prendas un poco más grandes.
"Ara ara~... Gracias por la vista, kouhai-kun."
"Otro pervertido."
"¡Kuuh’! ¡Maldita sea, otro niño bonito! ¡No mires, Asia-chan!"
"¿Qué sucedió, Itadori-kun? ¿La ropa no es de tu talla?"
"Uwawawa~’... Se supone que ahora soy un Demonio, estás cosas no deberían afectarme, pero por Dio-¡Ooouchie~’...!"
"Joder…"
Vaya primera impresión.
Joder, de hecho.
______________________________________
Bien, pues, hola.
Este capítulo se cocinó más rápido de lo que había planeado en un principio. Supongo que mi cabeza pasó de ser un horno de barro a cocina industrial de repente...
De cualquier forma, espero que les esté gustando todo el lento desarrollo y demás.
En el siguiente capítulo nuestro gallo conocerá a la pandilla completa y, por supuesto, a nuestro pervertido favorito; Issei.
¿Cambié a Issei? Si, no del todo pero si. Después de todo, un Issei gracioso es un Issei mejor.
Me niego a relegarlo como un simple personaje de fondo. El chico tiene potencial, al menos en los Fanfics que he leído sobre dxd; culpen a Danzy y a Nosferatu de FF por hacer que Issei me parezca un buen personaje.
Bien, supongo que eso es todo de momento.
Voten positivamente si les gustó y, por supuesto, no duden en dejar su opinión en los comentarios.
Activen la campanita para que se les notifique el próximo vidio, chaval.
Okey, bromas aparte.
Cada comentario y voto realmente me motiva a seguir escribiendo este desvarío mental que ustedes llaman historia.
Sin más, nos leemos pronto, supongo.
•Nasho-Sama•
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro