Sí, hemos vuelto a Jujutsu Kaisen. ¡Yay!

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Es mi último fanfic en crear. Y no, no es porque tenga malas circunstancias o porque me siento desmotivado. (Para los que preguntan por el fanfic de "warhammer 40,000: Bajo los ojos de todos", no, todavía sigue en emisión, no se preocupen. Ya llegué demasiado lejos como para abandonarlo).

Quiero escribir libros de verdad, y no puedo hacer eso si sigo estancado en hacer fanfics. Es decir, quiero una chamba de verdad.

Así que, haré un fanfic de reencarnación que en el pasado yo nunca quería hacer por miedo a arruinar la historia: Yo.

Más específicamente, yo en Jujutsu Kaisen.

Todas las versiones de protagonistas que vieron tanto en mis fanfics borrados como existentes (excepto algunos borrados muy malos como el reencarnado en chisaki y el yo como espartano, puro CRINGE mío de hace más de 2 años) son solo protagonistas "originales" por así decirlo. Es decir, que NUNCA fueron yo.

Este fanfic lo que tiene pensado, aparte de ser mi despedida total por el bien de mi vida, tiene como objetivo explorarme, es decir, que yo como autor me explore a mi mismo, tanto mi lado oscuro como luminoso. Ver cómo puedo llegar a mi PEOR versión, y como llegar a mi MEJOR versión.

Sin embargo, a diferencia de TODOS LOS DEMÁS FANFICS, pienso añadir una moraleja, todo sufrimiento ya NO será para mi placer (o traumas), sino que tendrá el objetivo de añadirle peso y relevancia a la moraleja final. Mi primera y última moraleja como escritor de Wattpad.

Así que, este es el aviso de Contenido:

Depresión.

Desesperación.

Sufrimiento.

Violación o temas relacionados con la inmoralidad sexual.

Traumas.

Crecimiento tanto como persona como espiritual.

Temas de suicidio.

Venganza.

Crueldad.

¿Ship? No estoy seguro, esto depende de cómo esta versión mía avance.

Abandono.

Tentación.

Confrontación de uno mismo. (Esto es más para mi, pero puede que les afecte)

Cristianismo pasivo y CRUEL.

Horror.

Resumen: Contenido no apto para menores de 18 o gente de débil voluntad.

Dicho todo esto, podemos continuar:
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Jujutsu Kaisen: Desesperación en la Fe (+18).

Prólogo.

El sol se levantaba lentamente. Los pájaros cantan, los grillos dejan de cantar. El cielo gris alumbra con nostalgia los árboles y calles.

Mis ojos al igual que mi cuerpo yacían pesados. Una vez más, me desvelé y tuve que extender mis horas de sueño un poco para compensarlo.

Me levanté perezosamente de la cama, estiré las piernas... e inmediatamente me bajé de la cama como si hubiera recordado que tenía energías.

Bajaba de las escaleras una vez que salí de mi cuarto, descalzo, pisando el suelo duro y frío de los tablones de piedra, dirigiéndome a la cocina, observando solo un enorme tablón de piedra muy bien sostenida, con 4 sillas grises muy altas de 4 patas en fila, excepto por una que estaba a un lado diferente. No había nada interesante más allá del microondas y las ventanas que revelaban la presencia gris de la luz.

Agarré una bolsa de panes de hotdog, plato extendido, vaso, leche deslactosada, ketchup, la omnipotente mayonesa, el cuchillo sin filo y 3 salchichas. Despellejé las salchichas de su asquerosa piel de plástico, solo para luego despojarme de tal infestación de las salchichas en la basura.

Coloqué las salchichas frías en el plato extendido, luego inserté el plato en el microondas, no sin antes ponerle la tapa de plástico. Cerré la ruidosa puerta del microondas, toqué 3 veces los teclados, indicando un minuto en el microondas, y luego fui por la leche.

La leche deslactosada la abrí con facilidad, a pesar de ser nueva. Estaba fría, y eso es suficiente para calmar mi sed. La vertí en el delgado vaso con avidez, luego cerré la leche con la tapa para finalmente guardarlo en el refrigerador con rapidez.

Observé que esa acción me tomó más tiempo de lo planeado al observar que quedaban 20 segundos en el microondas. Suspiré y me quedé parado observando cómo se calienta.

Cuando llegó el último segundo, inmediatamente le chasqueé los dedos, imaginándome a mi mismo como un poderoso genio que, con tan solo un chasquido de dedos, puede convertir esas frías salchichas en deliciosas y ampolladas salchichas.

El sonido del microondas llegó a mis oídos, lo cual me hizo inmediatamente sacar las salchichas, pero suspiré con enojo al notar que no hacía sacado los panes de hotdog de su bolsa.

Quité el hilo que tapaba la bolsa e inmediatamente acomodé tanto las salchichas como los 3 panes de hotdog, solo para luego volverlos a meter en el microondas, en la mitad de tiempo.

Al terminar de calentarse, inmediatamente embarre la mayonesa en los 2 lados con el cuchillo, vertí parte del ketchup con cuidado en una línea recta justo en el centro de los panes con cuidado de evitar que el ketchup se derrame en otro lado.

Coloqué las salchichas en medio de los hotdogs y procedí a comerlos, imaginándome a mi mismo como una bestia, un monstruo o un animal que disfrutaba de su sangrienta merienda, incluso masticando con la boca llena a propósito para poder escuchar el sonido de la carne aplastada, aprovechando que nadie me estaba viendo.

—...—

Bueno... se suponía que nadie me estaba viendo, hasta que una enana no dejaba de mirarme como una loca, o quizás simplemente una expresión de burla mezclada de locura.

—...—

Le devolví la mirada, incapaz de responderle. No sabía si estar indignado por esto o simplemente reírme de su expresión.

Como si ella fuera una personaje de caricatura, tan solo agarró algunos útiles de la alacena, útiles que no me importaba ni me molesté en mirar, solo para luego irse de puntitas.

—...—

Seguí comiendo, solo que esta vez como humano normal, frustrado y avergonzado de ser visto.

Escuché pasos bajar, retumbando. Me hubiera escondido en silencio para espantarlo de no ser porque sigo comiendo. Comí el último hotdog y luego tragué como un becerro la leche, complacido con el sabor y la frialdad que me recibió en la garganta.

—Hola Diego, ¿otra vez hotdogs?— Preguntó una mujer con una voz que... no sé cómo describir sin terminar confundiéndolos aún más, o peor, a mi mismo.

—¿Qué tiene?— Reclamé un poco molesto por tal pregunta.

Más pasos retumbantes se escucharon. Tanto la mujer como yo miramos hacia arriba, notando a un hombre.

—Buenos días.— El hombre besa a la mujer con un ligero beso, luego me mira. —¡Hola chango!— Me sentí molesto, no tanto por cómo me llama, sino por el hecho de tener que hablar con él... y por su tono... no de piel, desafortunadamente.

—Hola...— Respondí, tratando de ocultar mi molestia con simple indiferencia.

—¿Qué estabas comiendo?— Preguntó el hombre.

—...— Me tomé un tiempo, pero, lamentablemente, no para controlar o cambiar mi molestia. —Hotdogs.—

No podía evitar preguntarme, ¿porque quieren forzarme a hablar? Solo para luego recordar que estoy siendo demasiado quisquilloso, considerando lo muy poco sociable que soy con mi familia, causando que siempre me tragara comentarios descuidados.

Después de evadir muchas futuras conversaciones, volví a mi cuarto y tomé mi celular. Observé la aplicación de Wattpad con molestia, recordando que tengo que continuar con la historia de "warhammer 40,000: Bajo los ojos de todos".

Aparte de la gran pérdida de fans por ESE capítulo, también la quemada de cerebro me ha detenido, pero he llegado demasiado lejos como para abandonarlo. Por lo que escribí una parte y me fui a la sección de comentarios.

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Maldito. ¿Cómo se atreve a hablarme de las capacidades de Maki Zenin? ¿Qué no sabe que la doxeo más de 100 veces al año solo para saber una cosa más de ella y analizarla? Puedo perdonar que crea que sabe más de jujutsu kaisen que yo, puedo perdonar incluso que sea fanboy de Gojo... ¡¿PERO OSA CREER QUE SABE MÁS DE ELLA QUE YO?! ¡PEOR AÚN!, ¡¿INTENTA CREERSE UN SABELOTODO CON UN VIL CÁLCULO "PRECISO" DE UN FANDOM NO CONFIABLE?!

Estoy rodeado de tontos y necios. Pensé.

No podía evitarlo. Mi orgullo me envenenó y lo papeé con mi sabiduría suprema del manga, con cálculos generales, lo suficientes para evitar muchas confusiones, pero también lo suficientes para evitar equivocarme. Yo nunca hago cálculos precisos, ya he visto varios YouTubers que intentan hacer cálculos precisos de personajes ficticios y en la mayoría FALLAN.

En resumen: Le tiré 3 tremendos factos. Mientras me imaginaba a mi mismo como si estuviera en un manga, dándole puñetazo tras puñetazo, como si cada poderoso y sangriento puñetazo fuera un facto.

Luego está jujutsu kaisen phantom parade. El único videojuego gacha que si lo juego y le entro ganas. Algo que el pésimo juego muy gráfico de one punch man no puede hacer. Montón de inútiles.

Sin embargo, estaba aburrido. Simplemente no tenía más ganas de hacer algo con el celular, además de que me dolía mucho la cabeza como para andar de esquizofrénico en mi mundo.

Me fui al baño, y miré mi reflejo mientras me lavaba los dientes.

No lo comprendía, ¿porque la gente que conocen mis padres dice que soy muy guapo? Era como si todos conspiraran en contra mía para darme una percepción de la realidad completamente alterada...

Toqué mis costillas... si, costillas, no lonjas o carne, costillas. Miraba mi cuerpo delgado. Mi madre me decía que mi cuerpo mejoró en salud y apariencia, pero solo podía verme con una mirada rara.

No soy guapo.

Toqué mis lentes mientras observaba mi cuerpo con cierta... ¿decepción? ¿Indiferencia? No lo sé. A veces no entiendo mis propias emociones.

Raramente salgo de casa por voluntad propia, muy raramente. Pero esta vez sentí la necesidad de salir, por el dolor de cabeza y por el aburrimiento.

—Ma, Pa, voy a salir.— Avisé mientras tomaba una llave y me preparaba para oír la respuesta.

—¡Está bien!— Mi madre respondió de vuelta.

Salí de la casa. Observé el cielo gris y los árboles. Me gustaba ese ambiente. Nada de sol asfixiante.

El aire golpeó contra mi cuerpo. Sentía frío pero me agradaba. Respiré hondo... imaginándome a mí mismo como un alto y musculoso guerrero de armadura negra con abrigo blanco en medio de un invierno furioso mientras respira aire blanco.

Pero luego un sonido muy fuerte llega. Volteé a ver rápidamente, viendo un carro llegando a toda velocidad.

Inmediatamente corrí hacia un lugar sin carretera por puro reflejo, pero el carro fue muy rápido... y todo lo que siguió después...

—¡AAAAAAAAAGH!—

Fue un dolor agonizante...

Estaba en el suelo, no podía moverme bien a pesar de los esfuerzos mentales que me azotaba a mi mismo para poder moverme. Sentía un dolor inmenso en las piernas, sentía un líquido muy caliente saliendo de mi boca, mientras no podía respirar porque me estaba ahogando con ese mismo líquido caliente.

—¡%#%€>!— No podía escuchar nada más que gritos muertos.

Mi visión se hacía borrosa mientras el miedo y dolor me acompañaban. Intenté murmurar palabras por el inmenso miedo, pero no podía, así que lo hice mentalmente.

—Dios... te entrego... mi espíritu... y... mi alma...— Pensaba con mucho esfuerzo, para luego caer en la oscuridad absoluta.

En un espacio desconocido, fuera de la realidad anterior.

Me levanté como si despertara de una pesadilla, pero no me sentía en mis cálidas cobijas, sino en un frío lago que llega hasta los pies.

Me levanté inmediatamente, observando el ambiente oscuro pero extrañamente visible, mientras observaba el lago infinito extenderse hasta fuera de mi vista.

—Jamás creí que llegaría a este punto, pero, aquí estamos.— Un hombre de lentes oscuros envuelto en tela blanca como cobija caminaba hacia mi, dejando un eco de movimiento de agua con cada paso.

Volteé a mirarlo... y me di una cachetada... pero lo que miraba no cambiaba.

—No...— Dije... con un sentimiento de horror creciendo en mi.

—Tranquilo. Dios si existe y todo eso. En cuanto a la otra mitad, bueno...— Dijo el hombre sin importancia, con un toque de diversión en lo último de sus palabras.

Retrocedí, sentía miedo, mucho miedo... a pesar del alivio anterior de que Dios si existe.

—Iré directo al grano. Te tengo unas... 5 aclaraciones antes de iniciar tu viaje. Sugiero que memorices todas las preguntas sin importar lo complicadas que sean. ¿Quedó claro?— Su tono se volvió frío muy rápidamente.

Me quedé paralizado, procesando la información. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero asentí.

—Cambié de opinión, creo que es mejor que no los sepas. Hasta entonces, asegúrate de sernos un gran... espectáculo.— Dijo para luego chasquear los dedos, y todo volverse de negro.