fluyo en el mar,

en el mar que es mi cuerpo,

en el mar que es el tiempo

y me ahoga.

debo ser arrastrado, sometido a sus reglas, a su persona.

siento el odio nadando hacia arriba

como burbujas de gaseosa,

suben, se juntan y luego explotan.

si la botella está mal cerrada

se acaban las burbujas.

pero si mi cuerpo

fuera una lata de rojita

estaría sellada

y agitada

y agitada

y las burbujas

no se acabarían.

me disuelvo en fantasías donde me permito matarte.

siento el odio recorrer mi cuerpo como efervescencia.

siento el odio adueñarse de mi pensamiento 

y recrear historias donde hay una villana

y la villana soy yo

y el héroe sos vos.

lo acepto,

me he ahogado en el mar,

en el mar que es el tiempo

al cual someto mis pensamientos

y no me dejo pensar

cuando deseo parar de pensar

porque debo someterme al mar

al mar que es el tiempo,

el tiempo de la humanidad.

soy adulto, 

debo seguir reglas de adulto.

no debo pensar en burbujas de gaseosa,

no debo pensar en el mar.

debo juntar mi pies

y saltar sobre la tierra

una vez, solo una vez,

y quedarme ahí.

debo tocar la grama, 

debo sentir la tierra hundiéndose en mis uñas

pero no quiero.

no quiero ser un hombre nuevo,

quiero ahogarme en el mar

en el mar que es el tropel de mis pensamientos,

quiero eludir la realidad

y concentrarme

en las cosas que me gustan.

para vivir

se debe respirar

y para respirar

se debe comer bien, se debe pagar.

hoy no siento ganas de llorar

pero abro el grifo,

le doy una probada a la gaseosa,

y chorreo su contenido en la computadora,

solo así sigo vivo,

solo así siento que vivo.