—Si abuela, ya hablé con tu doctora, está todo listo.

—Mi Dan ¿Estás seguro de que puedo quedarme allí?

—Por supuesto abuela— comenzó a envolverla con las sábanas de la camilla —Te va a gustar mucho quedarte allí, el pent-house tiene una vista muy bonita de la ciudad.

—Ya mi niño me convenciste ¿Cuándo dijiste que iría?

—La doctora me había dicho que la próxima semana, pero como recibiste bien tu ultima quimio dijo podrías irte mañana, pero antes debo hablar con el señor Joo porque este es nuevo.

—Está bien— lo toma de las manos —Le mandas mi saludo a tu amigo y le agradeces por lo bueno que ha sido con nosotros.

—Por supuesto abuela.

—Ay... quien diría que ese joven sería tan generoso con personas como nosotros, debes cuidarlo bien.

Dan sonrió un poco incomodo. No podía negar que cada vez le era más difícil ocultarle la verdadera relación que tenía con el luchador, no quería mentirle a la única persona que tenía, pero entendía perfectamente que si su abuela llegase a conocer de ello sufriría y Dan mil veces prefería sufrir por mentirle, que verla sufrir por culpa suya.

La vida no tardo en enseñarle que está llena de sacrificios, su abuela dejó de alimentarse correctamente muchas veces por darle de comer a él, a pesar de que su abuela había recibido muchas amenazas de los cobradores ella nunca dejó que nada esencial le faltase, trabajaba sin descanso día y noche solo para que él tuviera una buena infancia y podría seguir con una lista infinita de cosas que su abuela sacrificó para que su nieto fuera lo que es hoy. Gracias a ella, él logró terminar su carrera y salió profesional.

Si bien no había tenido una vida de lujos, él estaba agradecido con todo lo que su abuela le dio y en comparación con lo que su abuela sufrió esto no era tan grave o bueno, al menos así quería verlo.

La amaba, Dan la amaba tanto que, sin ella su vida no tendría sentido alguno, todo lo que sufría al trabajar con el luchador valían la pena con solo verla sonreír, al ver aquel brillo de vida en sus ojos era todo lo que necesitaba para continuar.

—Te amo mi pequeño.

La abrazó con tanto cariño que al segundo de tal contacto sintió como unas enormes ganas de largarse a llorar lo hubieran invadido, sin embargo, ya no podía hacerlo, el ya era lo suficientemente grande como para soportarlo, además tenía que ser fuerte, fuerte por los dos.

—Yo también abuela.

Estuvieron abrazados durante unos buenos minutos hasta que una de las enfermeras los interrumpió para verificar los signos vitales.

—Mire que buenas amistades tiene su nieto, ahora pasará estos días en un pent-house.

—Es que mi pequeño es un sol.

—Enfermera Yuri, quería saber si no tendría problemas por atenderla antes de la fecha dada, hable ya con la doctora y dijo que podía llevarla.

—Por supuesto que no, usted solo me confirma y me envía la dirección para que vaya a ayudarle, es un nieto muy bueno.

—Verdad que si— dijo la abuela —Ahora incluso lo veo mucho más guapo.

—¡Abuela! No digas esas cosas.

—Tu abuela al fin y al cabo mentiras no dice.

Dan avergonzado sacó su celular al escuchar que le llegó un mensaje, lo vio durante unos segundos confundido.

—¿Sucedió algo mi niño?

—No, pero surgió algo de ultima hora y debo irme.

—¿No es algo grave?

—No, para nada abuela, mañana vendré otra vez y con algo de suerte con buenas noticias.

.

.

.

—Señor Choi, lamento la demora.

—No, gracias a ti por sacar un poco de tu tiempo cuando te hablé tan repentinamente. ¿Quieres que pida un café?

—No, estoy bien, muchas gracias, va a disculpar que se lo diga, pero hoy tengo un poco de prisa, se me acumularon algunos pendientes.

—Oh claro.

—¿De qué quería hablar conmigo?

—No pensaba decirlo tan directamente, pero te hable para decirte que me rindo.

—¿Ehh?

—Ya me has rechazo dos veces y no me mal intérpretes, estas en todo tu derecho de hacerlo, pero pensé que si insistía un poco más, lograría ganarme tu corazón y hacer que me llegases a querer mínimamente.

—Amm y-yo lo... lo siento.

—Pero después de lo de anoche decidí que no intentaré nada más contigo, comprendí que lo que siento por ti nunca será reciproco y no quiero seguir incomodándote con citas que no disfrutas en su totalidad, sé que te esfuerzas para que yo no lo noté, pero no puedo simplemente ignorarlo.

—En verdad lo siento... nunca quise causarle esto.

—Lo sé, descuida no te estoy reprochando nada, solo quiero que sepas lo que siento y pienso.

—Agradezco su honestidad, pero verá en este momento de mi vida tengo otras prioridades y dentro de ellas está mi trabajo, por ahora solo puedo concentrarme en cuidar de Jaekyung— baja la mirada —Aun hay muchas cosas que debo hacer para que el se encuentre en un mejor estado físico, tengo que esforzarme aún más.

—Lo entiendo.

—Espero que comprenda que no estoy buscando ningún tipo de relación, mi trabajo es demante y no puedo pensar en nada más— levanta la cabeza —Disfrute mucho todo el tiempo que compartimos, viví experiencias que estaban lejos de mi alcance y usted lo hizo posible, estoy seguro de que encontrará a alguien mucho mejor que yo.

—Ay... en serio Joo Jaekyung no te merece— Dan lo miró extrañado —El tiene toda tu atención y tiempo, estando él cerca ni siquiera podré acercarme a ti, porque si lo hago, seguramente el terminará matándome.

—¿Él a usted? — preguntó incrédulo —Además, n-no hay motivo para que el señor Joo haga eso.

—Acaso... ¿Aún no te diste cuenta?

—¿De qué? No lo entiendo señor.

—Creo que Jaekyung siente algo por ti.

—¿Qué?

Dan al escuchar aquello quedó anonadado, sus mejillas enrojecieron rápidamente, su cuerpo se quedó tieso ante tales palabras, se encontraba totalmente perplejo ante ello. Sintió como si todo a su alrededor se hubiera detenido, el silencio reino durante unos milisegundos.

¿Jaekyung teniendo sentimientos por él? No eso es algo imposible ¿Verdad? Sintió la mirada fija del actor y él no sabía que decir.

—Pensé que lo habías notado, es evidente para quienes lo conocen desde ya un tiempo— bebe un breve sorbo de su bebida —Él se pone gruñón y malhumorado cuando nos ve juntos— apoya sus codos sobre la mesa —Eso es porque le gustas, esto casi seguro.

—Eso es imposible...

Susurró recordando lo ocurrido en la mañana, si, era imposible que el campeón sienta algo por alguien como él, no tenía gracia alguna, tampoco era alguien atractivo o cualidades para que este se enamorase, el solo es una herramienta para contrarrestar la maldición con la que carga Jaekyung, no había de donde hacerse ilusiones, el es solo un instrumento para que este llegue a una buena condición.

—Espero no haber cometido un error al decirte esto, amm... me imagino que ya debes irte ¿No? — el mayor asintió con la cabeza —No dudes en llamarme si ese salvaje te trata mal o si necesitas algo, siempre cuentas con mi ayuda, no olvides que tengo contactos.

—Oh si, claro y muchas gracias, señor Choi.

Muchas gracias por el apoyo hacia este fic, quería informarles que el especial queda cancelado, me dio C0vid TT aunque bueno ahora ya me encuentro mucho mejor y con mas energías, espero que les esté gustando mi historia, si es así no olviden apretar la estrellita aquí abajo o dejar un lindo comentario. 

Los quiero 

MissLemons