Capítulo 25 - Error
—Buenas noches señor Jung.
—Buenas noches, señor Kim— se acercó el guardia hacia el ascensor para llamarlo —Que descanse —hizo una reverencia mientras el castaño ingresaba.
—No debería molestarse, pero muchas gracias.
Mientras el fisioterapeuta subía al pent-house no podía evitar recordar su cena un tanto incomoda con el actor, aun no sabia que mas decirle para que este se detuviera en su conquista, si bien lo había rechazado por segunda vez, vio en su rostro aun entusiasmo para seguir insistiéndole.
Suspiró cansado.
Ahora esto significaba tener aun mas cuidado que los chicos del gimnasio no noten aquello y que el actor desista, porque lo que menos quiere es que Jaekyung esté de mal humor por ello, aun mas con su nuevo acuerdo de exclusividad, quería evitar mal entendidos con él, puesto que dialogar con el luchador era algo complicado.
Al escuchar que llegó a su destino ingresó nervioso al interior.
—Uff, pensé que llegaría más tarde.
Dejó su bolsón en el armario de la entrada para dirigirse a la cocina, donde bebió un gran sorbo de agua apoyado contra el mesón cuando sintió cierta molestia sobre su nuca, por lo que volteo lentamente encontrándose con el luchador de brazos cruzados en el umbral.
—S-señor pensé que estaría durmiendo.
—El sonido de la puerta me despertó— respondió serio —Y no eres para nada silencioso.
—L-lo lamento, y-yo no...
—¿Piensas que esto es un hotel y puedes llegar a la hora que quieras?
—No... Por supuesto que no.
—Ahora ya no podré dormir otra vez— se acerca lentamente hacia el castaño —Y todo por tu culpa.
—Puedo darle un masaje relajante.
—¿Solo eso?
—Tengo unos aceites relajan...
—Ni hablar, mi sueño no volverá con eso.
Se da la vuelta con intensión de irse, pero se detiene repentinamente durante unos segundos, para luego acercarse a él con calma susurrándole contra su oído derecho lo siguiente.
—Si quieres remediar tu error, hay algo que puedes hacer.
—¿E-en serio? Dígame, señor.
—Te lo explicaré los detalles luego, primero date un baño que apestas a colonia barata.
—¿Hmm? E-espere ¿Lo haremos?
—Si.
—Pero anoche ya lo hicimos...
—¿Y? Quiero hacerlo ahora y... probar unos nuevos juguetes— lo miró fijamente —O ¿Estás cansado para hacerlo conmigo?
El fisioterapeuta entendió casi al instante lo que Jaekyung quiso decirle.
—No lo estoy, en 50 minutos estaré en su habitación.
—No.
—¿Hmm?
—Quiero cambiar un poco el ambiente— apoya su cuerpo en la pared tras de él —Así que lo haremos en la sala.
—¿E-en la sala?
—Si y tienes 40 minutos.
—Pe... bueno...
Dan extrañado subió rápidamente las escaleras oliendo su ropa en el trayecto.
—Creo que debo cambiar mi desodorante porque no uso colonia.
Sin pensar mas en ello ingreso a su habitación, hoy debía prepararse aún más que ayer porque aún se encontraba adolorido por la actividad de la noche anterior, pero al menos ahora no le tomaría tanto tiempo el dilatarse.
Si bien debido a sus anteriores trabajos ponía su cuerpo al límite, nunca había experimentado el tipo de cansancio que sentía luego del sexo con el luchador, esta era una actividad a la cual no podría adaptarse nunca.
Mientras tanto Jaekyung aun molesto tomó su celular y comenzó a escribir con rapidez un mensaje que en un futuro le traería un gran problema.
Si quieres saber que somos Dan y yo, ven a mi casa ahora mismo.
.
.
.
A la mañana siguiente
—¿Por qué se detuvo? — suspiró.
Esta era una de las muchas preguntas que rondaban por la cabeza de Dan, quien muy preocupado preparaba el desayuno al luchador.
Desde que había despertado no había dejado de recordar lo ocurrido la noche anterior.
Jaekyung le hizo probar unos juguetes nuevos, los cuales por más pena que sintiese debía admitir que le asustó, nunca se había sentido tan expuesto ante alguien, tener las manos y piernas atadas, sumando aquel antifaz con esos audífonos, no tenia control de su cuerpo.
—Estoy casi seguro de que anoche escuché la puerta ser azotada— cortaba los vegetales —Pero eso es imposible, Jaekyung dijo que no había nadie— colocaba las vegetales en los platillos preocupado —Aunque... él ayer no se vino... yo fui el único.
Su rostro tomó un color rojizo al recordar las sensaciones, pero, con la misma velocidad con la que se ruborizo su semblante decayó al percatarse de un par de cosas importantes.
—Él dejó de hacerlo a la mitad y sin venirse ¿Se cansó de mis quejas? Ahora debo ser mas cuidadoso con lo que digo, no puedo cansarlo...
Dan sabia lo mucho que este odiaba detener el sexo a medias, pero anoche lo dejó tirado en la sala y se fue a su habitación sin decirle nada, no era un comportamiento muy raro el terminar y que cada uno vaya por su lado, pero no había sentido tan frio al luchador antes como ayer.
Antes de que sus pensamientos continuasen carcomiendo su tranquilidad, escuchó la puerta abrirse, había llegado. Acomodó rápidamente su desayuno sobre la mesa con cuidado, el campeón se sentó sin dirigirle la mirada.
—Buenos días, señor— saludo dejando su desayuno.
Pero Jaekyung no lo miró ni saludó, Dan a pesar de que estaba acostumbrado a sus repentinos cambios de humor no significaba que esto doliera menos, este tipo de actitud del luchador solo provocaban que este se ponga aún más ansioso y que comience a sobre pensar todo, desde lo que hizo, hasta la mínima silaba que hubiera salido de su boca.
Sintió como un pequeño dolor en la boca de su estomago comenzó a formarse, ante lo cual llevó sus manos hacia allí en un inútil intento de detener aquella molestia.
—¡¿Qué mierda?! — tiró los palillos sobre la mesa — ¿Qué es esto?
Dan asustado se acercó para ver que había pasado y se encontró con pedazo de plástico entre las verduras que había cortado.
—¡P-perdón! N-no me percate de ell...
—Cocinar era de las pocas cosas que hacías bien y ni para esto sirves ahora— se levanta molesto.
—S-eñor en un minuto le prepar...
—No quiero nada, ya no quiero comer nada más, a saber con qué otra mierda me encuentro.
—S-señor... yo...
—Me arruinaste el desayuno, carajo — camina hacia las escaleras —Solo hazme el batido de siempre, al menos eso podrás hacer bien, no es muy complicado.
Dan asintió y comenzó a preparar hábilmente el batido, maldiciéndose por dentro el haber estado tan distraído.
Se culpaba fervientemente por arruinarle el desayuno al luchador, sabia lo importante que era esta comida para él y por su descuido ahora él tendría que irse a su entrenamiento sin estar bien alimentado.
A los pocos minutos el campeón bajó a la cocina serio con su bolsón clásico de entrenamiento.
—Mas te vale que esté bueno— tomo con torpeza el frasco con el batido —Hoy no te llevaré, voy tarde.
—No se preocupe señor— respondió en voz baja recogiendo los platos de la mesa —Yo me iré en el autobús.
Jaekyung salió del lugar sin nada mas que decir, se sentía extraño, no podía describir lo que le ocurría, era una sensación extraña y detestaba eso. Mientras manejaba no podía dejar de pensar en el castaño, tanto en cómo le habló y en lo que le hizo anoche.
—Él es de mi propiedad.
Detuvo su vehículo cerca de un estacionamiento y respiró profundamente.
—¿Por qué hice eso? — apoyo su cabeza en el volante —Actúe peor que un chiquillo.
Buscando despejar su mente decidió revisar su celular y como esperaba tenía una infinidad de mensajes, pero vio uno que le llamó su atención, un mensaje de su abogado.
Buenas tardes, señor Joo mis hombres terminaron con la investigación y obtuvieron un dato importante que se explica en el documento que le envió.
El azabache un poco confundido decidió abrir aquel dichoso documento, puesto que no esperaba recibir nada mas de él.
Este es un resumen de todo el contenido señor Joo, si quiere leer a detalle lo encuentra más adelante.
El señor Kim Dan tras asentar la denuncia hacia el director, recibió una contrademanda millonaria por parte del antiguo hospital donde respaldaban a su personal, motivo por el cual retiró los cargos. Pero durante el periodo de investigación se descubrió que este doctor había sido previamente denunciado por cargos similares en 2 oportunidades en el mismo hospital y otras 3 más en diferentes nosocomios donde trabajo.
—¿Qué?
Una ex empleada de la sección de limpieza del hospital con la que me contacte dijo que ese doctor había acosado al señor Kim en diferentes ocasiones, además de amenazarlo en repetidas oportunidades diciéndole que su familiar no sería atendido debidamente si decía algo al hospital.
—Hijo de puta.
¡He vuelto!
Lamento la demora, me ausente un poco porque no sabia como introducir lo que en estos caps se vendrá... es algo que si o si quiero que suceda. Espero seguir contado con su apoyo, que tengan buenas fiestas y si tengo algo de vida, tal vez haga algún especial, aunque no les aseguro nada.
Los quiere
MissLemons.
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