El castaño se encontraba acorralado contra la pared por el gran cuerpo de Jaekyung, quien no había dejado de degustar sus labios desde hace un buen rato, Dan sentía como estos besos eran más intensos en comparación a los anteriores que había recibido y los odiaba.

Esto se debía a que provocaba que su cuerpo ultra reaccione ante su tacto, el más simple roce de las manos de Jaekyung sobre su piel causaba que los vellos de su cuerpo se erizasen.

—Oh...no —gimió apretando con fuerza el puño que había formado con sus manos — Ha... — Estaba de vuelta esa horrible sensación de calor que nacía en su interior — Mierda...

Muy a su pesar la sensación que tanto odiaba ahora solo despertaba aquello que poseía entre sus piernas, ¿Por qué su cuerpo se había convertido en esto?

El menor era consciente de lo que causaba en él y lo disfrutaba, ver como su cuerpo reaccionará de una manera tan provocativa y solo para él, lo cual subía su ego aun más, deslizaba con picardía sus manos sobre sus prendas.

—Están muy sensible — comentó juguetón alejándose para observarlo con detenimiento.

Divisó como el miembro erecto de Dan amenazaba con escapar de ese pequeño traje, pero no le importó porque lo alzó sin dificultad obligando a que el mayor enrede sus piernas alrededor de sus caderas, soltando en el transcurso leves gemidos cuando el luchador comenzó a succionar sus pezones.

Algo que el luchador no termina de entender era por qué esos sonidos que salían de los labios del castaño lo estimulaban como ningún otro, al punto que se percató desde hace unas semanas que ahora sus pensamientos se enfocaban en buscar nuevas maneras de torturarlo en la cama para escucharlos.

—¡Hmng! S-seño... —gimió mordiéndose los labios — ¡Ahhhh!

El menor no dejaba de observarlo, le fascinaba ver como el rostro de Dan le brindaba todo tipo de expresiones puesto esto se había vuelto en uno de sus pasatiempos favoritos a la hora del sexo.

—Va-vamos a la cama señor — pidió jadeante con una mirada avergonzada.

Este no se opuso y lo llevó alzado hasta la cama sin ninguna dificultad, una vez allí lo dejó caer de espaldas con poca fuerza, Dan traía el rostro enrojecido con la respiración irregular que para Jaekyung no era más que una invitación a continuar con la acción.

El menor buscó con rapidez el lubricante que había en el primer cajón de la mesita de noche del cuarto de Dan para comenzar a dilatarlo con prisa, pero con cuidado.

El fisioterapeuta al sentir los grandes dedos del azabache ingresando lentamente en su agujero tragó en seco, creía que nunca se acostumbraría a esa sensación extraña, lo miró temeroso mordiéndose su labio inferior en un débil intento de no gemir, su respiración se paralizó cuando el luchador había rozado su punto sensible.

Jaekyung se encontraba concentrado en su parte baja abriendo con embestidas duras ocasionando que este arqueé su espalda ante el estímulo.

—Mmmm... Oh no — agarró con fuerza las sabanas — No otra vez — ese exquisito estímulo que le provocaba placer infinito amenazaba con hacerlo eyacular.

Los dedos del menor eran hábiles, ahora conocía mejor donde tocarlo para hacerlo venir, como deseaba penetrarlo ya, observó anhelante y con mayor detalle aquel pequeño traje antes de continuar.

—Hay que buscar más de estos — dijo con la voz ronca mientras masajeaba sus pequeños senos ansioso apretando la cima delicadamente con sus uñas, mientras lo observaba de reojo para encostrarse con sus ojos aguados debido a la excitación —Carajo... — sentía como se ponía aún más duro su miembro.

Estaba gozando como los succionaba dejando una notoria marca, los apretaba, mordisqueaba y jugaba con los rosados pezones erectos, que poco a poco estaban tomando un color más rojizo.

—Ahhh no... ahí no...

—¿Por qué? Si te gusta.

—N-no...

Aquello solo provocó que este lo haga gritar de la excitación, fascinaba hacerlo retorcer de placer, posteriormente su mano derecha fue descendiendo lentamente por su abdomen con lentitud hasta llegar a su entrepierna donde tras la pequeña prenda se podía evidenciar su erección.

—De...deténgase por favor, ya no juegue — le rogó mientras sentía como el peso de Jaekyung empezaba a comprimir su pecho —Ya esta lo suficientemente suelto.

—Tienes razón — lo tomo con fuerza de las caderas levantando su cuerpo con facilidad, luego agarró sus muslos.

—S-señor ¿Qué está haciendo?

—Sostente fuerte y enreda tus piernas en mi cintura si no quieres caerte.

—¡No, no, no espere!

Sin importarle, Jaekyung prosiguió, ahora Dan estaba en una posición muy incómoda, no sabía cómo reaccionar o que hacer, así que solo hizo como el luchador le dijo, con ambas manos se sostenía de sus hombros, estando su espalda en contacto con la fría pared.

—Escucha bien lo que te diré, Kim Dan — dijo serio — Yo te compré, me perteneces.

Antes de que pudiera responderle Jaekyung lo penetró de golpe sin aviso alguno. Este era consciente de su rudeza con el mayor, pero por alguna razón quería dejar mas que claro que no encontraría a alguien que le dé mejor sexo que él, no quería que Dan piense en tener sexo con algún otro bastardo.

—¡Aaah! — gritó clavando sus uñas sobre los hombros de este —M-muy repentino...

Su vista se nublo por unos segundos y como su cuerpo se adormeció, hacia tiempo que no lo penetraba tan rudo, sentía como su espalda chocaba en repetidas ocasiones contra la pared, escuchaba salir palabras de los labios del luchador, sin embargo, se sentía tan mareado que no entendía que le decía.

—Entiendes

—¿Eh?

—Grábalo en tu cabeza, tienes prohibido entregar tu agujero a alguien más

—¿Ah? — el mayor lo miró un poco aturdido procesando lo que este le había dicho.

—Digo... —Jaekyung se percató de sus palabras — Al menos mientras nuestro contrato siga.

—E-está bien — respondió jadeante sintiendo como este volvía a prepararse para embestirlo —Se... señor hagámoslo en la cama.

Este lo miró de reojo haciendo caso omiso a su petición, por lo contrario, lo penetro con fuerza incrementando la velocidad, el mayor solo podía sostenerse de él y gemir, mientras volvía a ser consciente de su alrededor.

¿A que venía este acto de posesividad? O que es lo que había hecho para que le vulva a recordar que le pertenece, que absurdo, como en pleno siglo XXI y aún sigue existiendo la esclavitud.

¿Cuánto tiempo más tendría que seguir humillándose? No... era mejor no darle importancia a esto, solo tiene que estar contento con tener un trabajo de donde pueda cubrir los gastos de su abuela.

Era cierto que hubo varias ocasiones en las que consideró en prostituirse, pero al pensar en cómo su abuela se culparía por ello lo detuvo, razón por la cual no dejó de buscar empleos decentes —Mírate ahora Kim Dan.

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—S-señor... pare por favor — pidió jadeante —M-muy pro...fundo ¡Hmgh! —gimio a gran voz contra el oído del luchador arañando con fuerza su espalda mientras se corría — Mmmm...

—Parece que te tomaste muy enserio tu papel de gato — dijo con la voz ronca — Mira como me clavaste las uñas — respondió contra sus labios.

Dan cansado y sin fuerzas no le respondió. Estuvieron en esa posición durante unos minutos, luego Jaekyung lo dejó caer contra el piso, pero las piernas flaqueantes de Dan causaron que este casi caiga, siendo sostenido de la cintura por el menor.

—¿Aun no mejoras tu resistencia?

—La posición... era muy difícil.

—Pero si yo hice casi todo.

Dan lo vio ofendido, ¿Qué debería responderle? Era cierto que no había tomado una actitud activa, pero la posición en la que estaba le pedía mucha resistencia a su cuerpo.

—Pero yo no soy un atleta.

—Ciertamente — Dio la vuelta a Dan causando que este apoye ambas manos contra la pared — Abre sus piernas

—¿0tra vez?

—No estoy satisfecho aún — colocó ambas manos con firmeza en las caderas del castaño, abrió el espacio entre sus nalgas observando como su semen comenzaba a escurrirse — Es una pena que lo que te di ya se esté saliendo.

—Ugh...

—¿Acaso no quieres seguir?

—No importa lo que yo quiero.

Este lo vio en silencio, su mano derecha ascendió con lentitud por su columna hasta llegar a su nuca, donde con fuerza la tomó —Eso es cierto, los juguetes no hablan — dijo mientras comenzaba a ingresar en el nuevamente.

—Anhg

—Pero ah... esperaba más de tu agradecimiento — susurró contra su oído.

Dan volviendo el sí, giró sobre sus hombros encontrándose con sus oscuros ojos llenos de deseo ¿Eso había una amenaza?

—Solo es sexo, Kim Dan, solo sexo — giró levemente su torso sin cortar la penetración — y los juguetes no tienen sentimientos — alzó su brazo alcanzando la cabeza del azabache quien lo miraba confundido — ¿Con esto se ve mi agradecimiento? — susurró antes de poseer sus labios con fiereza.

Lamento mucho la demora, su servidora enfermó y con las idas y venidas al hospital en esta parte del charco, créanme que el tiempo faltaba, pero ahora ya me encuentro mejor de salud, casi completamente recuperada.

Espero volver al anterior ritmo de actualización y muchas gracias por sus votos  y comentarios me animaron un montón. 

Los quiere 

MissLemons