Capítulo Veintisiete
En camino a casa, las gotas de agua no paraban de caer sobre el auto que manejaba el pelinegro. Su nerviosismo podría ser por tener el parabrisas activado, o por el mensaje extraño y comprometedor de Taehyun.
¿Acaso Taehyun estaba...? ¿O simplemente era su mente podrida distorsionando todo? Porque el rubio podría estar pasando un mal momento mientras que él se imaginaba cosas incorrectas, y eso estaba terriblemente mal.
BeomGyu estacionó el auto afuera de la gigantesca casa, esperando que la puerta principal se abriera por completo.
Nunca había salido de una cama tan rápidamente por nadie, y tal vez era por eso que se sentía incrédulo ante lo que estaba haciendo, subiendo las escaleras con cierta rapidez, pero bajando el ritmo cuando llegó al pasillo.
Ir a la habitación de Taehyun a las dos de la madrugada ya era una costumbre, pero esta ocasión se diferenciaba a todas las demás. Esta vez no sabía si encontraría al menor intranquilo por las pesadillas y ataques, o si Taehyun lo estaría esperando con otra intención, que desde cualquier punto de vista era incorrecto y fraude, pero que aún así BeomGyu no se negaría a cumplir.
Ni siquiera tocó la puerta antes de ingresar a la habitación del menor, encontrándose con esta completamente vacía y oscura, con la cama desordenada. Entonces Taehyun estaba en la suya.
Y sí era así. BeomGyu no se sorprendió al encontrar al menor en medio de sus sábanas, sentado como si supiera que vendría. Era muy predecible, BeomGyu era débil cuando se trataba de él, el mayor era jodidamente débil.
Tragando duro, Choi se acercó a su cama hasta quedar al borde, al lado del rubio que tenía la mirada baja en completo silencio. Tenía unas ganas insaciables de acariciar su cabellera rubia, bajar su mano hasta rozar su cuello y acercarlo para que se sentara en su regazo, pero aquello era muy íntimo para dos personas que apenas cruzaban palabras en medio de la madrugada.
— ¿Estabas llorando?
Taehyun se encogió un poco cuando esa voz susurró muy cerca de su oído y levantó la mirada. Aún con la oscuridad, BeomGyu pudo ver como las marcas de las lágrimas seguían en las mejillas rosas y húmedas del menor. Este hizo un esfuerzo en asentir, notándose en sus ojos el tonto terror que sentía por la cercanía.
— ¿Tuviste alguna pesadilla?
— Sí.
— Ya veo... —Musitó el mayor, paseando la mirada por el rostro pálido de Taehyun, quien se encogía cada vez más en su lugar—. ¿Te traigo un vaso de agua? ¿Quieres comer? —ofreció, levantándose de la cama apenas el menor asintió a sus preguntas.
Era extraño, su cuerpo se sentía extraño. Tal vez era el remordimiento de pensar en algo incorrecto que claramente nunca pasaría, y siendo mucho más doloroso al notar que pensó de esa forma cuando Taehyun solo quería compañía.
Con eso en mente, BeomGyu llevó un pequeño envase de su helado favorito, el cual siempre le negaba cruelmente al menor cuando eran solo unos niños. Pensó que le gustaría a Taehyun, y no se equivocó: las pupilas del rubio parecieron dilatarse de solo verlo, tomando el envase de sus manos y abriéndolo sin siquiera decir alguna palabra en agradecimiento.
BeomGyu tomó asiento a su lado, viendo al menor llevar una pequeña cuchara a sus labios y saborear el aperitivo. Mirar a Taehyun comer era satisfactorio, aliviador de alguna forma, porque su corazón ya había dejado de latir como si hubiera corrido por horas. Todo estaba tranquilo antes de que Taehyun comenzara una conversación.
— ¿Ya están bien?
— ¿Qué?
— Eunsoo —remarcó, sin mirarlo—. ¿Ya están bien?
— Sí, ya lo arreglamos todo.
— ¿Entonces?
— ¿Entonces? —repitió BeomGyu sin comprender. Taehyun se veía extraño, estaba actuando de forma rara sin darle una mirada ni dejar de comer ansiosamente el helado, como si se lo fueran a quitar o como si no hubiera comido en años—. Entonces... supongo que ya estamos bien.
— Y te irás con ella.
— ¿Qué?
— Me dejarás, ¿no? —Taehyun se lamió el labio superior antes de mirarlo. Era increíble como sus ojos hipnotizaban sin esfuerzo. BeomGyu se sentía en su burbuja, en una burbuja compartida y ahogante mientras las pupilas de Taehyun lo culpaban sin razón, haciéndolo sentir miserable—. ¿Lo harás?
— Taehyun... —susurró incómodo—. Tú y yo-
— ¿No te soy suficiente?
— ¿Has consumido algo?
— Helado.
La atmósfera intrigante se rompió en menos de un segundo cuando una sonrisita burlona escapó de los labios manchados del menor.
Y BeomGyu también sonrió con alivio, permitiéndose libremente limpiar el labio inferior del menor con su dedo pulgar. Taehyun solo estaba bromeando, Taehyun solo estaba jugando con él al hacerle preguntas extrañas.
— ¿Te asusté, hyung? —susurró el rubio aún sonriendo, y aunque aquello se le hiciera raro a BeomGyu, le siguió la broma.
— Me asustarás más si derramas el helado en mi cama —Taehyun rodó los ojos, soltando pequeñas risitas muy fuera de sí—. La señora Kim es capaz de matarme si la encuentra sucia.
— Pero la puede lavar —musitó sonriendo. Los ojitos del menor parecían brillar, BeomGyu no sabía si era por las lágrimas que estaba acumulando o por la diversión de tal charla—. Todo puede quedar limpio.
— Taehyun... estás extraño.
— ¿Sí? —preguntó sin importancia, llevándose otra cuchara de helado a los labios, pero tan solo rozándola con estos y dejando que se mancharan de blanco. BeomGyu frunció el ceño por aquello, aún más cuando el rostro del menor se acercó con lentitud al suyo—. Límpiame.
— Sí, en serio estas actuando extraño —respondió con seriedad, pero haciendo caso y acariciando sus labios con el pulgar hasta quitar el rastro de estos. No lo hacía con dobles intenciones, pero el suspiro dulce que salió de los labios del menor en medio de la acción lo hizo tragar duro—. Pareces... no lo sé, solo- hey, no.
— Limpia —mandó el menor luego de haber cometido lo mismo, sonriendo divertido sin importarle que BeomGyu pareciera estar perdiendo la paciencia—. Vamos, hazlo, hyung —dijo, soltando una risita más cuando BeomGyu volvió a caer en su juego. Parecía borracho, riendo tontamente por cualquier cosa—. ¿Una vez más?
— No —cortó Choi antes de lamerse el pulgar, Taehyun estaba confundiéndolo con esas bromas ridículas— Ya deja de embarrarte con eso, Taehyun. No eres un niño pequeño para jugar así.
La alegría del menor se esfumó con la respuesta tan seca de BeomGyu, su sonrisa desvaneciéndose poco a poco hasta llegar a un puchero sutil. Al rubio no le gustaba que le hablaran de forma tan fría y desinteresada, por lo que un pequeño resentimiento se formó en su garganta antes de sonreír de nuevo hasta acercar su rostro por completo al del mayor, quién agrandó los ojos apenas sintió como Taehyun se apoyaba en sus hombros para juntarlo a él.
BeomGyu se quería alejar, mas la respiración profunda del menor sobre su oído lo dejaron inmóvil.
— ¿Puedo embarrarme los labios con algo que no sea el helado de vainilla? —susurró rozando sus labios con la piel de la mejilla de Choi, sintiéndolo tensarse—. ¿Me darías permiso?
— ¿Qué? —tartamudeó antes de tomarlo de la cintura y alejarlo un poco, mirándolo directamente a los ojos cristalizados—. Mierda, ¿estás provocándome apropósito para luego burlarte? —reprochó el mayor con el ceño fruncido, sintiendo como la frustración lo embargaba de tan solo ver la pequeña sonrisa divertida tan cerca de su boca—. Deja de jugar conmigo.
— No estoy jugando.
— Sí lo estás haciendo. Ya recuéstate y-
— ¿Quieres besarme?
— Taehyun, basta, ¿de acuerdo?
— ¿Quieres hacerme tuyo?
— No.
— Yo sí quiero —susurró el rubio, deshaciéndose de su sonrisa poco a poco y dándole paso a un mirada necesitada. El menor se mordió con delicadeza el labio inferior, desviando la mirada a la boca de Choi y encendiéndolo sin darse cuenta—. Fóllame, Gyu... No te voy a detener.
El pulso del mayor se detuvo por unos segundos mientras mantenía la mirada fija sobre los ojos del pequeño. Taehyun se veía extraño, su palidez ya no era tan notoria como cuando lo encontró llorando, pero a pesar de eso seguía viéndose miedoso.
Se quería negar a ello, pero las mejillas del rubio se encendieron en un rosa desprevenidamente al levantar la mirada, como si recién se diera cuenta de lo que estaba pidiendo. Y en vez de retractarse, su cuerpo se inclinó más al del mayor, paseando sus manos por el cuello y hombros en caricias suaves.
— Termina con tu novia... Hazlo por mí —susurró mientras se sentaba en el regazo del chico con el corazón acelerado. Se sentía irreal tener a Taehyun con las piernas abiertas sentado en él—. Hazme gemir tu nombre, Gyu... Para que te quedes conmigo.
BeomGyu no desvió la mirada de los ojos del rubio, sin saber como reaccionar hasta que el mismo menor lo besó. La boca del chico sentado en su regazo comenzó con un ritmo delicado hasta que apretó su cintura, robándole un suave gemido y abriendo paso a una actitud de adultos.
BeomGyu nunca había llegado a follar con Taehyun, pero sí supo usar la boca del rubio como le placía. Hubieron unas cuantas noches donde tomaba los cabellos -antes castaños- del inocente chico para mover su cabeza a un ritmo más acelerado. Evitaba cerrar los ojos y así ver como su duro miembro desaparecía entre los lindos y deseables labios del menor, quien aguantaba la respiración y el calor que le daban sus mejillas rojizas.
Y fueron esos mismos labios húmedos y dulces moviéndose a un compás caliente los que animaron a BeomGyu a poseerlo por completo. A poseer la rota alma de un chico con la memoria quebrada. Con un cuerpo hecho trizas que buscaba arreglarse y limpiarse con las manos de otros, aún si sabía que esa no era la forma correcta.
— Ayúdame a sentirme mejor, Gyu.
No he revisado el capítulo, así que perdón si hay alguna falta ortográfica o incoherencia 😭
Es la primera actualización del año LANLSNWO nO SE QUE DECIR PERDÓN ES QUE TENGO SUEÑO AHHHHH, bai bebés, los amo ❤️
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