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Capítulo Veintiocho


Cuando Taehyun gimió su nombre por última vez en aquella noche fría, BeomGyu quiso regresar el tiempo atrás y nunca haber leído esos mensajes. El problema no era EunSoo, quien de pronto había llegado a su mente, tampoco SunHa, quien llegaría a su mente luego de meditar lo de su novia, y si lo juzgaba mejor, tampoco el problema lo era él.

El causante del conflicto interno era Taehyun, el muchacho rubio abajo suyo que jadeaba pesadamente con los ojos cerrados. BeomGyu se tomó un respiro antes de besar sus labios delicadamente, sin recibir la correspondencia del menor, quien a pesar de eso tampoco lo rechazó.

Y eso era lo que le acusaba incertidumbre desde que lo había tomado. Taehyun no parecía tener ganas de nada, mas tampoco se negaba a los toques sutiles luego del sexo. BeomGyu no podía quitar sus manos del cuerpo tembloroso abajo suyo, no por sed de más, sino por la curiosidad vívida de estar siendo el único partícipe en ello. 

Se sentía extraño ser el que llevara la iniciativa en absolutamente todo, como si estuviera jodiendo el cuerpo de un muñeco, o el de un esclavo que no tenía voz ni voto en lo que se le hacía. Le perturbaba a tal grado de que si no fuera por los suaves suspiros del rubio, hubiera escapado de esa escena errónea.

Por unos minutos solo se escuchó un silencio religioso como el de alguna iglesia abandonada, en donde BeomGyu siguió moviendo sus labios sobre los del joven rendido, esperando que en algún momento Taehyun también siguiera el beso, o que simplemente lo empujara para detenerlo. Ninguna de esas dos opciones pasó, lo que lo obligó a separarse un poco del rostro del menor para poder mirar sus ojos y buscar alguna respuesta en ellos.

Por primera vez, Taehyun mostró algo de sentimiento en la acción de Choi, lo cual era confusión por haber roto el beso tan rápidamente. El de cabellera azabache alzó las cejas, como si buscara alguna respuesta del menor, quien se vio obligado a hablar.

— ¿Qué sucede? —musitó Taehyun, comenzando a sentirse intimidado por la mirada profunda en su rostro, lo que lo llevó a tragar duro—. ¿BeomGyu?

— ¿Te sientes bien? —el mayor respondió de la misma forma. 

Tal vez estar acorralando al rubio en la cama no era la mejor posición para hacerlo hablar, pero ello por lo menos le aseguraba que estaba ahí. Taehyun desvió la mirada por unos segundos hacia un lado de la habitación, evadiendo la de BeomGyu que parecía poder descubrir lo que sentía, cuando eso claramente era imposible.

— ¿Por qué preguntas?

— Porque... te ves raro. 

— Estoy cansado.

— Has estado así desde que llegué.

— Porque he estado cansado desde antes de que llegaras. —Taehyun dejó escapar una pequeña sonrisa antes de enredar sus brazos alrededor del cuello del mayor, quien se veía algo confundido de esa respuesta incompleta—. Duele hacerlo dos veces seguidas.

BeomGyu sintió sus palabras atascarse en su garganta en el mismo instante donde todo su miedo se convertía en un mar de celos. Su pecho se oprimió de tan solo imaginar a Taehyun siendo tocado por otra persona, y su respiración se entrecortó, mirando la sonrisa del menor, que era de completa diversión, casi burlándose de él.

Se sintió agobiado, más porque Taehyun no parecía tener vergüenza de lo dicho. Tanta era su ira que ni siquiera recordó el estado desastroso del menor cuando lo encontró en su habitación, o cuando encontró la desastrosa habitación del rubio. Y en lugar de ponerse a pensar y conectar puntos, se imaginó otras escenas que nada tendrían que ver.

Tomó las muñecas del menor hasta apresarlas contra el colchón, sus ojos tirando desconfianza hacia el pequeño rubio. Él no lograba pensar bajo presión, y a aquello se le sumaba un sentimiento de humillación por la burla que Taehyun reflejaba hacia él con esa sonrisa vacía. No lo meditó mucho antes de apretar el agarre en las delgadas muñecas del rubio, cada vez más enojado.

— ¿Quién? —preguntó, su paciencia desapareciendo mientras más veía el lindo rostro sonriente de Taehyun—. Dilo, quién fue.

Pero el rubio no abrió la boca más que para reír suavemente, casi volviendo loco al peli-negro que no entendía que tanto le acusaba gracia. Sentía que Taehyun estaba jugando con él, tal vez no era cierto, tal vez el lindo chico solo buscaba hacerle una broma.

— Taehyun, por favor —suplicó inseguro, provocando que las risitas del rubio abajo suyo aumentaran, burlándose completamente de él—. ¡Maldita sea, Taehyun! ¡Dilo!

— ¿Qué harás con él? —Taehyun por fin habló, sin detener esas risillas tontas que solo ponían nervioso al mayor—. No harás nada, ¿para qué te lo voy a decir?

— Quién es —demandó sin hacer caso a las palabras del menor—. Dímelo, Taehyun. Quién diablos es, deja de sonreír como idiota y dilo, ¡Taehyun, dilo de una puta vez!

— Tú sabes quién es.

— ¡No lo sé!

Cuando el rubio se mordió el labio inferior en medio de su sonrisa como ejemplo de que no diría nada, BeomGyu quiso rendirse. Se sentía ridículo perdiendo la cordura por un chico que lo único que buscaba era divertirse con él, jugando con su mente que solo sabía distorsionar todo erróneamente.

— ¿Es YeonJun? —susurró con un tono desesperado, a lo que Taehyun solo movió su cabeza de un lado a otro:"Tal vez"—. ¿Algún empleado? —"Puede ser"—. ¿Un desconocido? ¿Un amigo? Taehyun, di quién es. —Pero por más que intentara, el chico tumbado en la cama solo le sonreía como si hubiera algo divertido en el rostro decepcionado del mayor.

— Solo quería jugar contigo, Choi BeomGyu...

Y este soltó un suspiro rendido, tragándose ese nudo molesto que solo lo hacía sentir débil frente el frágil chico abajo suyo. No le importaba lo que había dicho, podía jugar todo lo que quisiera, pero solo necesitaba saberlo. Ahí sería cuando se sentiría "tranquilo". 

— Bebé, dímelo, por favor...

La necesidad por saber a quién se refería el pequeño lo cansó por completo, apoyando finalmente la frente en su pecho. Hace tan solo unos minutos había tomado con tanta confianza el cuerpo del menor que ahora, con esa noticia, se sentía ajeno a sus sentimientos.

Tal vez era humillación lo que sentía, o decepción: logró pensar por unos minutos que Taehyun en serio lo quería con él, que lo quería de verdad, que lo necesitaba de la misma forma que él lo necesitaba. 

La habitación estaba completamente fría, teniendo como única fuente de calor el cuerpo delgado en el que ahora depositaba escasos y simples besos. ¿En serio Taehyun solo estaba jugando? ¿Era tan indiferente a lo que BeomGyu sentía? Este se detuvo unos segundos antes de regresar sus labios al cuello del menor, donde lo besó con delicadeza, sin intención de poseerlo una vez más como haría en cualquier otro caso.

Tal vez fue sentir cariño lo que llevó a Taehyun a deshacerse de esa sonrisa forzada. El nudo en su garganta comenzó a ahogarlo, complicando su respiración mientras sentía los cálidos labios de BeomGyu tocar esa zona que horas antes había sido maltratada. 

En serio quiso verse desinteresado como siempre, mas las manos del mayor acariciando sus piernas y vientre con delicadeza fueron el plus que lo llevó a sentirse más dolido y vulnerable. Porque el peli-negro lo acariciaba como si fuera frágil, lo estaba tratando como si supiera que habían heridas invisibles en su piel que necesitaban ser tocadas con cariño si quería que sanaran en vez de empeorarlas.

Taehyun apretó los labios con miedo, su respiración complicada sin ser percibida por el mayor.

— Te enojarás si te lo digo...

BeomGyu miró con cautela al menor, negando inmediatamente para acercarse a su rostro y besar su frente. Todo se sentía cada vez más extraño, empeorando al ver los ojos cristalizados del menor, quien se veía asustado.

— No, pequeño —El mayor aseguró antes de acariciar la mejilla del rubio con delicadeza en algún gesto de ganar su confianza—. Te lo prometo.

— Yo no quería —oyó decir, Taehyun había comenzado a llorar, rompiéndole el corazón aún si sentía que este se había paralizado al igual que su respiración—, no estoy mintiendo... ¿Me crees?

BeomGyu asintió varias veces, su ceño se había fruncido sin darse cuenta, sin saber como reaccionar cuando Taehyun se abrazó por completo a él, escondiendo el rostro entre su cuello y hombro.

El azabache no sabía que hacer, terminando por cambiar de posición en la cama para que el cuerpo del menor se apoyara encima del suyo. Tener al rubio en sus brazos lo obligaba a suavizarse a tal punto de corresponder su abrazo, acariciar su espalda para que dejara de llorar.

Su llanto le sofocaba, y los sollozos tan cerca a su oído solo le traían dolores de cabeza que eran acompañados por recuerdos que justo ahora no quería recordar, no cuando tenía a la respuesta de sus preguntas justo en sus brazos.

— N-no estoy mintiendo, él es malo, él me lastima.

— Lo sé, bebé —susurró, ajustando el agarre en su cintura, de pronto su voz se había roto, sus manos temblaban al igual que el cuerpo que abrazaba—. No quieres jugar con él...

— No quiero jugar con el señor DangHoon.

Chequeen la obra de arte de @MoonsPalette 😭😭😭 LA PORTADA ME GUSTA MUCHO AaAaAaAa GRACIAS POR ACEPTAR MI PEDIDO

No he entrado a wattpad muchas veces, y escribir en la computadora a veces me complica el trabajo porque los guiones me salen mal :( en fin, espero que no hayan fallas por ahí, y si las hay, perdón 😭

Muchas gracias por esperar, bebés, en serio. Y perdón por la demora, espero poder publicar otro capítulo para lo más pronto posible ❤❤ cUÍDENSE MUCHO, y aprovechen sus vacaciones si es que las tienen, pERO APROVÉCHENLAS BIEN, no se queden todo el día en el celular -carita enojada- bai, los amo ❤

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