Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Seis

La visita de un niño que no conocía lo intimidó aun más. Tenía la idea de que probablemente fuera igual que SooBin y Beomgyu, y tan solo eso era suficiente para no mirarlo ni acercarse.

Pero cuando el par de amigos se fue corriendo a la habitación del último a buscar otro juguete, y el niño nuevo se acercó a él, Taehyun notó la diferencia entre ellos.

— ¿Por qué no vienes a jugar con nosotros?

El pequeño castaño bajó la mirada con miedo, sentado en el sillón y sus pies nerviosos balanceándose, contestó. — Hyung no quiere que juegue.

— ¿Por qué?

— Dice que no soy grande.

— ¿Y eso qué? —Taehyun levantó la mirada, notando la molestia en el rostro del otro niño así como en su voz—. Eso es tonto.

El menor se mordió el labio inferior evitando afirmar la opinión de ese niño, quien fruncía el ceño mirando la escalera por donde había subido el otro par. Luego de haber estado pensando un rato, miró al pequeño sentado en el sillón individual, ofreciéndole su mano para que bajara.

— Ven, juguemos los dos.

Taehyun había dudado en tomar la mano del mayor, su mirada viajó de esta hacia el rostro desconocido, quien sonreía para darle confianza.

— Pero-

— Seamos amigos.

El sentimiento de "felicidad" se quedaba corto al lado del rostro de Kang, quien no había esperado más por tomar la mano del más grande para saltar del sillón y quedar enfrente suyo, haciendo una pequeña reverencia como le había enseñado su maestra cuando debía presentarse.

— Soy Taehyun —la timidez no pintó su voz en ningún momento, animándose aún más por la sonrisa que le dedicó el otro niño—. ¿Y cuál es tu nombre?

— YeonJun.

— ¡Tu nombre es lindo! —el más grande había soltado una carcajada avergonzada por el alago del menor, y este se contentó al darse cuenta que al parecer sí le caía bien al otro niño—. ¿En serio serás mi amigo?

— Cla-

— No.

La escena fue interrumpida por el niño que llegaba con varios peluches en manos, posicionándose al lado del mayor de todos.

— Es mío.

Taehyun enarcó la ceja con molestia, para luego mirar el rostro de su amigo quien solo había rodado los ojos ante la enojada mirada que le tiraba Soobin al pequeño Kang.

— Él no puede ser tuyo —musitó Taehyun, siéndole demasiada tonta la forma en que SooBin tomaba el brazo del mayor para acercarlo más, para alejarlo de Taehyun—. No es una cosa.

— Es mío —repitió SooBin, sin soltar el brazo del niño que se veía notablemente incómodo—, papá me lo compró.

— Los niños no se pueden comprar.

— Todo se puede comprar.

Porque a SooBin le compraban todo.

Desde tener como mascota a una mosca, hasta un caballo.

Tener simples camisetas sin estampados, hasta algunas que brillaban en la oscuridad.

Pantuflas feas, hasta patines de ruedas decorados con diamantes reales.

El único hijo de una de las familias más importantes en Corea era celoso con todo lo que era suyo; podía quitarte de las manos su crayón que no usa desde sus cuatro años, hasta hacer un berrinche porque tal persona tocó a su tortuga.

SooBin odiaba eso, definitivamente repudiaba que se apropiaran de sus cosas, porque todo se lo compraba su papá, y eso automáticamente los volvía suyos. Papá me lo compró, papá todo lo iba a comprar.

Fue una mala costumbre, o manía, o lo que sea que fuera, porque SooBin creía que todo sería suyo, hasta el propio mar, y solo para él.

Por eso no fue de sorpresa que hasta le pidiera a su papá que le comprara algo que nunca en la vida se podría, a no ser que el hombre le entrara a lo ilegal.

Era un día donde la ama de llaves, YoonSu, trajo a su pequeño y muy responsable hijo a la mansión donde trabajaba porque tenía que viajar por una semana con la familia que reponía toda su confianza en ella, y obviamente no dejaría a su retoño solo por tanto tiempo.

SooBin alistaba todas sus cosas "necesarias" en varias mochilas y las bajaba sin ayuda por las escaleras para poder meter todo en la camioneta de su padre, pero sus torpes pies y la nula visión que tenía por llevar tremendas cosas lo hicieron tropezar.

Gracias a algún milagro que el niño estaba ya en el último escalón, y si caía tal vez se le haría algún hematoma, pero nada grave.

Aún así, un YeonJun de apenas siete años que justo cruzaba por ahí ayudó a que el otro pequeño no se golpeara, abrazándolo y hasta dejando que el menor cayera encima suyo.

Los ojitos asustados lo miraron desde arriba, demasiado atónitos luego de lo que creía que sería el último día de su vida, y fue inevitable para SooBin levantarse y correr a su papá sin si quiera decir gracias a YeonJun, tan solo chillando.

— ¡Papá, es el súper héroe que vimos ayer!

El dolorido pequeño que estaba tirado en el suelo consideró aquella admiración algo tierno.

El niño de mejillas bonitas había traído a su papá de la mano jaloneándolo antes de señalar a Yeonjun, quien aún estaba sentado en el suelo por el dolor que habia causado ser el soporte del otro niño.

Le daba gracia aquella emoción que emanaba SooBin, sus ojitos se hacían ligeramente más pequeños, brillando mientras lo miraban como si fuera algún dios, cuando en realidad solo fue pura casualidad.

Al principio, según todo lo que le había contado su mamá, creyó que SooBin sería un niño malcriado y molestoso, pero justo en ese momento, mientras aquel pequeño emocionado chillaba diciendo que lo salvó de una tragedia, lo sintió agradable.

Claro, hasta que el pequeño Bin dijo algo que lo dejó atónito.

— ¡Cómpramelo!

YeonJun se levantó rápidamente del suelo antes de mirar con una ceja enarcada al menor que lo señalaba con su dedito insistentemente a la vez miraba suplicante a su padre, este último solo sonreía divertido, y YeonJun lo único que esperaba era que dijera que su hijo estaba loco, pero...

— Te lo compraré.

— ¡Yupi!

Desde ese momento, el pequeño Yeon parecía el muñeco favorito de SooBin, quien no dejaba de abrazarlo ni de darle besos en su mejilla, susurrándole a cada rato "mío" como esa molesta caricatura amarilla de Lazy Town.

Eso era malo, definitivamente, pero su madre no apoyaba la idea de que YeonJun le remarcara a SooBin que estaba equivocado; por lo que solo le quedaba soportar y mantenerse callado, aún si de esa forma perdía amigos. Uno de ellos, Kang Taehyun.

— Vámonos —SooBin tiró suave del brazo del mayor, quien solo rodó los ojos antes de darle una mirada a Taehyun, el último entendió perfectamente lo que quería decir.

El pequeño castaño de ojitos bonitos miró a los tres niños retirarse para ir a seguir jugando, uno en contra de su propia voluntad, ese era el que podía ser su amigo.

A Taehyun le gustaría jugar con YeonJun, solo con él, porque los otros niños no le gustaban, eran muy egoístas y malos. YeonJun no: YeonJun era demasiado amable, YeonJun tenía ese aura que hacía sentir protegido a cualquiera.

Cualquiera como Taehyun.

Y cualquiera como SooBin, quien ya lo había "comprado", aunque YeonJun no tenía ninguna preferencia por el niño de hoyuelos, simplemente le habían enseñado desde muy pequeño a ayudar y proteger a los demás.

Algo que afectaba en la cabecita del menor que creía que YeonJun era su guardián, su súper héroe, su ángel, su todo; para SooBin, YeonJun era lo mejor que pudo haberle comprado su papá, porque él lo cuidaba de los niños que lo molestaban, sanaba sus heridas cuando tropezaba, y hasta lo dejaba dormir sobre su hombro en los paseos.

Y SooBin cuidaba muy bien sus cosas, era muy celoso con ellas, tanto que no permitiría una relación más que de conocidos por parte de Yeon y el pequeño Kang, quien no quería algo más que ser el amigo del primer niño agradable que había conocido a sus cortos cinco años.

"Los niños buenos juegan con sus amigos, ¿tú eres malo?"


Nota que eliminaré en unos días: He estado publicando estos capítulos de forma seguida porque son más que todo "introductores". KANDKSBDIJS me siento cool hablando seria, adiós bebés 😎👊

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro