Capítulo Dieciséis
Aviso antes de leer el capítulo (y para la historia a continuación):
Este capítulo y algunos de los próximos tienen encuentros sexuales entre menores de edad, si te incomoda, es mejor dejar de leer o saltarse hasta otras escenas. Perdón por la demora y gracias por el apoyo :(
(La notificación del capítulo quince tal vez no te haya llegado, hubieron errores).
— Deja de mirarlo de esa forma.
Toda su atención dejó de estar en el cuerpo de Taehyun para dirigirse al rostro de RyuJin, quien lo miraba de forma extraña, y todo se podía considerar peor por la demanda que había hecho con aquel tono de voz.
BeomGyu frunció el ceño sin llegar a comprender, por lo que su prima rodó los ojos.
— Te estoy diciendo que pares —RyuJin tenía el rostro de piedra, no hacía ninguna mueca mientras decía eso. BeomGyu entendió que estaba dando una orden—. Odio que sexualices de esa forma a Taehyun.
— ¿Sexualizar?
— Sí, sexualizar.
BeomGyu sonrió automáticamente, casi burlándose de la furia en la chica que estaba a su lado en el sillón. Tal reacción fue lo que desató aún más el enojo en RyuJin, que sentía una repulsión fuerte hacia BeomGyu y a la forma en que paseaba la mirada por la curva de Taehyun.
Este último no estaba haciendo nada, tan solo echado en el suelo del living con los codos apoyados para poner su mentón en la palma de su mano. Taehyun no estaba haciendo más que reír suavemente por los balbuceos de la bebé de dos años, quien paseaba las pequeñas manitas por sus mejillas, causándole cosquillas y sacándole varias risitas características del menor.
Pero en vez de ver tal escena tierna -como hacía Lia-, BeomGyu comenzaba a dirigir la mirada por el cuerpo del menor, enfocándose en la curva de su espalda baja, en sus piernas cubiertas solo por unos shorts, en todo lo que no debería de mirar.
Eso RyuJin lo podía notar claramente, y no le agradaba en lo absoluto.
— ¿Te parece gracioso lo que digo? —insistió sin dejar de mirar el perfil de BeomGyu, él la había comenzado a ignorar—. No sé qué te pasa en la cabeza, pero te recuerdo que Taehyun tiene catorce. Deja de verlo como si fuera un pedazo de carne.
— ¿Quieres bajar tu tono de voz? —BeomGyu volteó a mirarla con el ceño fruncido, fastidiado de lo que decía—. ¿Acaso quieres que todos te escuchen?
— Créeme que si te sigo viendo esa estúpida mirada perversa, haré que todos me escuchen.
RyuJin no espero más para levantarse, zafándose del agarre de BeomGyu en su muñeca rápidamente: no iba a hacer caso a reclamos idiotas. El joven la siguió con la mirada hasta que ella subió las escaleras hacia una de las habitaciones, y suspiró rendido.
Se sentía mal por ver a Taehyun como si tan solo fuera un juguete, un juguete demasiado lindo riendo con una bebé. Claro que era tierno, pero con los pocos días que había visto al menor, y con la frase insinuante de la tarde, BeomGyu no podía asegurarse de si Taehyun en serio era inocente tal como se veía.
Ni siquiera se veía puro, en realidad. O tal vez solo eran las hormonas de BeomGyu quienes le decían a sus neuronas que no era culpa suya, que no había nada de malo en que su cerebro crearan imágenes subidas de tonos por movimientos muy normales en la vida cotidiana, pero hechos por un rostro y cuerpo atractivos, hechos por Taehyun.
La bebé en algún momento tiró uno de sus juguetes de hule hacia donde estaba BeomGyu, la nena instantáneamente riéndose por el puchero que había formado Taehyun, quien se sentía muy flojo como para levantarse a recoger el objeto.
A Lia se le hacía muy linda la escena, tanto que no aguantó las ganas de salir del sillón y apachurrar a la bebé mientras Taehyun gateaba sin ganas hacia el patito de juguete que estaba al costado de los pies de BeomGyu.
Este último no quitó la mirada del menor, su prima estaba sentada en el suelo dando la espalda hacia ellos, RyuJin se había ido a su habitación, las gemelas estaban en el jardín, no había alguien que estuviera mirándolos.
Para el mayor, esa era la razón por la que Taehyun ahora no se iba de enfrente suyo. El castaño se había olvidado del juguete solo por levantar la mirada hacia los ojos del mayor, quien no tenía ninguna expresión en el rostro.
Taehyun parpadeó para luego mirar hacia la copa que BeomGyu tenía agarrada sobre sus muslos, y esta tenía su postre favorito.
El menor no tenía ninguna complicación que le impidiera pedirle un poco del postre de forma verbal. Beomgyu no entiende por qué es que Taehyun tenía que acercarse de rodillas a él, apoyando las manos en sus muslos y formar un puchero, pidiéndole con eso un poco del platillo.
— ¿Quieres?
Taehyun asintió con la cabeza, y la copa con el postre fue acercada a su boca, invitándolo a lamer.
Las escenas de personas comiendo helado eran las perfectas para insinuar cosas sin sentido, una acción simple debería dejar de ser tomada tan sexualmente.
Pero en el caso de BeomGyu, no había necesidad de que el menor hiciera presión en sus piernas, y tuviera que mirarlo directamente a los ojos mientras sus labios se manchaban con el dulce aperitivo.
La lengua rosada se asomó por segunda vez para tomar un poco más, y los ojitos de Taehyun junto a ese rubor en sus mejillas enloquecieron a las hormonas de BeomGyu, quien mantuvo el helado en el mismo lugar, buscando que el menor siguiera dándole tal espectáculo lascivo.
Taehyun lo entendió, y fue en su tercera aparición que su boca se abrió completamente dispuesta, tomando una buena porción de lo que BeomGyu no podría probar por estar tan sumergido en sus fantasías.
Esa idea provocó una pequeña sonrisita en el menor, lamiéndose los labios y alegrándose aún más de que BeomGyu fuera tan atento con él como para limpiar el resto del helado que estaba en la esquina de su boca con su dedo gordo.
Este último se metió en la boca del menor lentamente, pero completamente duro cuando los labios de Taehyun lo aceptaron al chupar y lamer la longitud con su tibia lengua, completamente gustoso de la sensación.
El menor era hábil, o eso es lo que le hacía ver a BeomGyu mientras que su lengua jugaba con el dedo del mayor entre los labios deseables, ahuecando las mejillas por diminutos segundos. La necesidad de cambiar el dedo por algo más desesperaba a ambos adolescentes, el menor liberando a BeomGyu solo para lamerlo desde abajo hasta la punta, última acción antes de que el mayor acariciara sus labios con delicadeza.
Pero aún habían dos personas atrás suyo, por lo que Taehyun se deshizo de las insinuaciones a BeomGyu, dejando un besito en la punta de su dedo gordo para alejarse con el patito de hule en mano y volver con la bebé y su prima.
— ¿Verdad que la bebé del tío JungHan es una linda? —SunHa dijo mientras acariciaba la mejilla de su hijo, quien estaba preparado para dormir.
— Sí, ¡y quiere hablar! Pero le cuesta, solo balbucea —dijo el menor, su carita creando una mueca triste al agregar—: Intenté que dijera mi nombre, pero solo balbuceó "To".
SunHa sonrió divertida, pellizcando la mejilla del menor para luego inclinarse a dejar un beso en su frente: ya era hora de dormir.
— De seguro mañana podrá decir "Tae", tienes que ser paciente —la mayor finalmente se levantó del borde de la cama, alejándose de su hijo para irse—. Duerme en los brazos de Morfeo, cariño.
— Lo haré —musitó el menor antes de cerrar los ojos y acurrucarse en las sábanas, sacándole una sonrisa enternecida a la mayor parada en el umbral de la puerta, que con esa respuesta terminó por apagar las luces y poner el pestillo en la habitación.
El silencio en el oscuro lugar facilitaba que Taehyun cayera dormido aún sin estar acostumbrado a ese horario, pero hoy debía resistir. Inflando las mejillas con distracción, sus ojitos terminaron por abrirse luego de que su madre se fuera, mientras sus pies se movían inquietos e impacientes.
No fue mucho tiempo luego que unos nudillos chocaron suavemente con la puerta, haciendo un sonido demasiado satisfactorio que logró sacarle una sonrisa emocionada al menor. Taehyun se quitó las sábanas de encima, y en puntillas para no hacer mucho ruido, se dirigió a abrir la puerta de la habitación, encontrándose con BeomGyu, que estaba en su pijama azul oscuro.
Ni siquiera le dio tiempo a saludar para cuando sus labios fueron interrumpidos por los del mayor, quien tampoco demoró en tomarlo fuertemente de la cintura y pasear aquellas manos por todo su cuerpo.
Con el alto devorando sus labios, Taehyun se junto mucho más a él, sin antes tantear la puerta hasta encontrar la manija, a la que le puso el pestillo para dejarse acorralar contra esta.
Además del ardor en sus labios por culpa de BeomGyu, que no quería ser delicado ni piadoso con el pobre Taehyun, también le quemaba la piel, aquella de su abdomen y cintura, la cual BeomGyu tocaba con agilidad, colorándose aún más.
Los besos de BeomGyu eran magníficos, BeomGyu besaba como lo haría alguien mayor, lo guiaba por un lugar más oscuro, y a Taehyun le encantaba que esas manos lo tocaran descaradamente, haciéndolo jadear con anticipación sobre la boca del mayor.
Taehyun se tenía que aguantar para mantener el silencio en la mansión, pero no era divertido estar callado mientras que BeomGyu lo manoseaba, así que intentó bajar su mano del pecho del mayor hacia sus pantalones, lentamente, muy contrario a lo acelerada que estaba su respiración.
Sus dedos llegaron, tanteando con suaves toques la dura longitud en el pijama del mayor, acariciando sobre esta y recibiendo rápidamente una mordida en su labio, robándole un susto por lo desprevenido y doloroso que había sido.
— Quita tu mano.
— Hyung —musitó por la dura mirada que estaba recibiendo.
— Quítala.
El menor se alejó para hacer un puchero adorable, sin dejar de acariciar la erección por sobre los pantalones. BeomGyu se veía fuera de sí, cada vez apretando más fuerte la cadera del menor que miraba suplicante hacia sus labios.
— Quita tu mano.
Y apenas la cabeza del pequeño negó por dos segundos, un ardor junto a la ruidosa palmada acarició su trasero, haciéndole soltar un gemido adolorido más el shock. ¿Por qué BeomGyu había hecho eso? Con los labios entreabiertos y las mejillas rojas de la vergüenza, sus ojitos fueron a buscar una explicación, pero ni siquiera pudieron encontrarla, el mayor se adelantó a empujarlo contra la pared, comenzando a friccionar su pelvis contra la suya como si quisiera empotrarlo.
Taehyun era muy ruidoso, por lo que sus labios tuvieron que ser cubiertos nuevamente por BeomGyu, dulces gemidos desesperados ahogándose y uniéndose con los del mayor, quien no soportaba más el dolor en sus pantalones.
El menor se dio cuenta de eso, y sin aguantar más, empujó al mayor para que se alejara, obligándolo a sentarse en el borde de la cama. BeomGyu entendió el propósito del lindo menor que cayó de rodillas delante suyo, Taehyun estaba dispuesto a cumplir su fantasía. Lo malo era que este último ni siquiera estaba seguro de hacerlo cuando vio el pene del mayor, avergonzándose aún más al darse cuenta de lo que estaba por hacer.
Miró por unos segundos la erección, levantando luego la mirada hacia el rostro de BeomGyu, quien enredó los dedos en su cabellera castaña al notar esa dificultad y así animarlo a seguir.
La mano del mayor acarició su cuero cabelludo suavemente, y como una recompensa, Taehyun se lamió los labios antes de acercar su boca a la erección del mayor que aseguraba un dolor en la mandíbula, pero eso era algo que Taehyun no entendería a tal edad. Casi tímido, sus labios suspiraron sobre la dura longitud dejando un besito en el glande del pene del mayor, quien jadeó por la simple ternura de su menor.
Con un poco más de seguridad, Taehyun observó atentamente la erección antes de acercarse a la base de esta, donde se apoyó para lamer el recorrido hacia la punta frente la atenta mirada del mayor. Este apretó la mandíbula evitando soltar alguna grosería de lo sucio y lindo que se veía el menor abajo suyo.
En el glande la curiosidad llevó al menor a dibujar un pequeño círculo caliente con la punta de su lengua, complicando inconscientemente la respiración de BeomGyu cada vez más.
Su mirada fue hacia arriba y el mayor le sonrió jadeante, lo estaba haciendo bien, demasiado excitado al ver las mejillas rojas y ojos confundidos del menor.
— ¿Quieres abrirte para mí? —la cabeza de Taehyun se movió de arriba a abajo, tal como debería de hacer con la erección pero entre sus labios—. Antes tienes que cumplir, pequeño.
Eso fue suficiente para que el menor hiciera caso abriendo la boca y recibiendo de inmediato la dura longitud de BeomGyu dentro suyo sin preparación.
Pero es que el chico que llegaría pronto a los dieciséis no pudo resistir más para sumergirse en la tibia cavidad bucal del menor, quien sintió una arcada al momento que el pene entre sus rosados labios golpeó su garganta sin cuidado, provocando que unas pequeñas lágrimas humedecieran las esquinas de sus ojos y mostraran lo vulnerable que podía llegar a ser.
Así de fácil era complacer a BeomGyu, dándole comienzo a una noche silenciosa pero uniéndola a una habitación de negro llena de sonidos sucios y morbosos que personas en sueños no podrían escuchar.
SE ACERCA COMEBACK EN OCTUBRE LANDOSNDOEN AHHHHHHHHHHHH PREPÁRENSE MENTAL Y VIRTUALMENTE
Y MIREN A MI BEBITO AGÚ AGÚ DICE AHHHHHH ESTA CHIQUITITO VOY A LLORAR DE LO CHIQUITO QUE ES BONITO CHIQUITO BEBÉ AHHHHHHHHHHH 😭😭😭😭😭😭😭😭😭😭
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