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Capítulo Catorce

— ¿Qué quieres de comer para mañana?

— ¿Helado?

— Para el almuerzo, cariño.

Taehyun miró el techo de la habitación de invitados que le habían asignado para buscar alguna opción mientras que su madre lo arropaba. Era tarde, y SunHa no quería que su hijo se fuera a dormir sin siquiera cruzar alguna palabra antes de dormir.

— No lo sé, cualquier cosa está bien.

SunHa asintió con una sonrisa ligera, inclinándose hacia el menor a plantarle un beso en la frente y así ya dejarlo descansar. Tal plan fue interrumpido por la voz de Taehyun, quien la tomó de la muñeca antes de irse.

— ¿Puedo salir mañana?

— ¿A dónde? —preguntó curiosa y con una sonrisa en su rostro, le agradaba demasiado que su pequeño socializara.

— No lo sé, Beomgyu no me dijo a dónde iríamos.

— ¿BeomGyu?

Los cabellos castaños de su hijo se sacudieron cuando este asintió con la cabeza a su pregunta, y una mala sensación se esparció por todo el pecho de la mujer.

Terminó por sentarse de nuevo al borde de la cama, buscando la forma de explicarle al joven que la miraba con anticipación la razón por la cual creía que era una mala idea.

— Cariño, BeomGyu... —SunHa tragó duro, desviando la mirada hacia el librero en frente suyo—. Él no me termina por convencer, ¿sabes?

Taehyun frunció el ceño, a lo que SunHa suspiró.

— No estoy diciendo que sea malo, las personas cambian con el tiempo, pero... no quiero que te moleste.

— No lo hará.

— Tú no sabes eso, Taehyun.

— No creo que lo haga.

La mayor se pasó el dorso de la mano por la frente de alguna forma para no alterarse, Taehyun era demasiado insistente en algunos casos, este parecía ser uno de ellos.

Su hijo formaba un puchero, al parecer le emocionaba demasiado salir con aquel niño que no quería ni tenerlo cerca cuando eran pequeños.

Tehyun seguía siendo su pequeño bebé.

— Me llamarás si hace algo... extraño, ¿bien?

El menor sonrió, y en menos de cinco segundos, él ya se estaba quitando las sábanas de encima para dejar un beso en la mejilla de su madre, quien no pudo evitar atraparlo en un abrazo. Taehyun era bueno manipulándola, Taehyun era bueno manipulando a las personas, y SunHa lo sabía.

Lamentablemente como cualquier madre, no se preocupaba por corregir aquello.

— ¿Qué color quieres para las uñas?

— Mmm, ¿azul?

— ¿Azul?

— Uhum.

Lia asintió antes de comenzar a buscar el esmalte que eligió RyuJin en su pequeño maletín, pero cuando volteó con aquel envase lista para hacer manicura, su hermana había desaparecido.

Para ser más exactos, RyuJin ahora miraba a BeomGyu con una ceja alzada en la puerta principal de la mansión, notando aquel perfume que uno usaría solo cuando va a salir.

Esperó alguna explicación, que le dijera la razón por la cual no estaba invitada, pero BeomGyu solo se encogió de hombros con una sonrisa desinteresada característica de él.

— ¿Sabes que es malo dejar de lado a otras personas cuando estas podrían simplemente acoplarse?

— Le dije a Taehyun que solo iríamos los dos.

— No podías ser más gay.

— ¿Qué?

— Que no te sumaré a mis planes de esta semana, quédate con Taehyun a solas si eso es lo que quieres.

Y sin más, RyuJin le sacó la lengua y se fue dejando que sus tenis pisaran con fuerza el piso. Estaba enojada, ¿o se sentía traicionada? BeomGyu creyó que probablemente fuera lo segundo.

Sacó su celular y miró su bandeja de mensajes, respondiendo algunos importantes mientras esperaba al menor. Eran las cuatro de la tarde, el almuerzo ya había sido consumido, y había decidido darle tiempo a Taehyun para que se alistara.

No podía negar que sentía una atracción física hacia aquel menor, pero supuso que era normal. En realidad, era demasiado normal, siempre y cuando no se pasara de la línea amistosa.

Algo que BeomGyu dudaba poder lograr si Taehyun tomaba como costumbre besar su mejilla cada vez que se encontraban.

— ¿A dónde iremos? —preguntó el más bajo mientras enganchaba su brazo con el suyo.

BeomGyu decidió ignorar eso. El sol no alumbraba demasiado aquel día cuando el mayor abrió la puerta, el cielo estaba por nublarse, así que el hecho de que ambos estuvieran llevando abrigos ya puestos los salvaría de muchas cosas.

— ¿Al centro comercial? —respondió no muy seguro, el perfume dulce del menor junto a su calidez lo estaba distrayendo— ¿O hay algún lugar que te gustaría conocer?

— Uhm, no quiero alejarme mucho de aquí —musitó antes de morderse el labio, acción que no pasó desapercibida para el mayor—. ¿No hay parques de diversiones cerca?

Sí, había uno a tan solo diez minutos de caminata, pero BeomGyu no estaba tan socializado con aquel tipo de lugares. Tener el sol quemándolo, o el ruido estresante de las personas emocionadas alrededor no lo atraía.

Lo único que lo parecía tentar en esos momentos era el rostro suplicante del pequeño chico que no lo soltaba. Taehyun formaba pucheros mientras sacudía su brazo insistentemente, cosa que lo terminó por convencer lo suficiente. Un beso más en su mejilla fue su recompensa.

— No quiero subir, me da miedo.

— Eres el que quería venir aquí, vamos.

— Pero me da miedo.

BeomGyu estaba disfrutando de eso. Taehyun se veía muy tierno abrazando su brazo solo para detenerlo de subir a la montaña rusa. Claramente no lo obligaría a ir, simplemente se quería divertir mirando el rostro del menor formando pucheros como si estuviera entrando en pánico.

— No quiero —repitió el más bajo, su rostro mostrando indicios de que se pondría llorar, y terminando por abrazar el torso del mayor para detenerlo—. Hyung, no quiero, no quiero.

Si SunHa estuviera ahí, probablemente hubiera tirado miles de lisuras a BeomGyu, quien se comportaba como un idiota divirtiéndose por el sufrimiento de su hijo bajo la blanca luz de la luna.

— Ya compré las entradas.

— Devuélvelas.

— No.

— Hyung.

BeomGyu tiró una carcajada cuando los ojitos del menor dejaron escapar una pequeñas lágrimas de miedo, pero no se dio el lujo de burlarse si sabía que Taehyun en serio estaba llorando. Tomó el delgado cuerpo del menor en un abrazo asfixiante mientras sonreía divertido al ver el lindo rostro que se marcaba por las lágrimas.

Taehyun suplicaba con la mirada que no lo obligara a subir a aquel lugar, negando varias veces con la cabeza mientras sollozaba en medio del agarre. Pero solo había una forma para BeomGyu de "aceptar", y este se la hizo saber señalando su propia mejilla.

Taehyun parpadeó algo confundido sin comprender, quedándose estático en el mismo instante que BeomGyu simuló un beso con sus labios, dejándole en claro qué era lo que quería.

¿Obligarlo a hacer cosas que no le nacían a cambio de lo que quería era correcto?

El menor se pasó el dorso de la mano por debajo de sus ojos tratando de regular su llanto y quitarse las lágrimas del rostro, haciendo caso al pedido del mayor ahí mismo. Era fácil besar la mejilla de BeomGyu, y lo haría cada vez que necesitara que el mayor le hiciera caso.

— Muy bien, bonito —el halago del mayor hizo que Taehyun sonriera de lado. Se sentía bien que BeomGyu lo tratara de esa forma, que lo mirara con aquel deseo extraño.

Pero era una pena que el primer beso de Taehyun fuera arranchado inesperadamente por la persona que abrazaba su cintura. Unos labios demandantes que hacían doler los suyos en jadeos y sensaciones calientes, moviéndose con hambre mientras que Taehyun solo podía quedarse quieto como un muñeco para recibir aquello.

Un chico de quince años con las hormonas revueltas podía conseguir un fácil desahogo en los labios del menor al que no volvería a ver luego de una semana. Ese era el inmaduro pensamiento de BeomGyu mientras mordía el labio inferior del pequeño para robarle gemidos, importándole muy poco corromper una mente probablemente inocente.

Las brazos de BeomGyu asfixiaban el cuerpo de Taehyun, y el dolor en los labios del menor, que nunca tocaron otros, podían fácilmente combinarse con cosquillas.

Cosquillas que alimentaron tanto su curiosidad como para corresponder tal beso indecente y darle el placer a BeomGyu de acceder más allá. Dejándole entrar a su boca, dejándole jugar con su lengua, y dejándole faltarle el respeto al permitir que unas manos bajaran sin cuidado por su silueta.

Sonidos desapercibidos por el bullicio lejano, y escenas camufladas por la oscuridad de la noche.

Shh.

Condición que Taehyun aceptó con una linda sonrisa, y fue ahí cuando un humano comenzaría a profranar sus labios, acción que disfrutaría sin alguna duda o remordimiento.

Nota: ¿Booktrailer de Juguete? ¿Qué les parece? LANODJSOS

hace tiempo que estaba haciendo uno, pero como era mi primera vez editando salió bien feo 😔

Ahora que ya llevo ¿dos semanas? le agarre un poco la onda, y según mi mejor amiga, la persona más sincera del mundo, el ultimo edit que hice salió decente.

Y bueno, también acabo de encontrar una canción que va un poco con la trama 😎✊ (canción que no conocía hasta ayer JAJAJJA tiene como 200 millones de reproducciones pero como vivo bajo una piedra ni enterada de que existía)

Si lo llego a hacer, se los publico por aquí, bai bebés, cuídense❤️

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