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Uno ♡

4 de abril - Club "The Black Sky"

- ¡Sharon! ¡Es tu turno! -un leve grito fue escuchado por la japonesa que todavía se arreglaba en frente del espejo. Un considerablemente corto top negro que cubría sus hombros junto a un short que apenas cubría lo que debería, botas un poco largas pero no exageradamente ocultaban sus pies y daban toque a sus prendas. Su cabello no estaba de ninguna manera atado, estaba suelto libremente ondulado, este mismo resultaba dando un toque que a los clientes solo podían quedar encantados por la vista; perfecto para esa noche.

- ¡Voy! -respondió mientras una mujer la terminaba de maquillar- ¿Esta lleno? -preguntó cerrando los ojos cuando la mujer se lo pidió.

- Cada que es tu turno esta demasiado lleno -contestó la mujer sonriendo a Mina- Woo está considerando hacer un lugar más grande, dice que cada vez es más y más la gente que viene -agregó mientras terminaba de maquillar un párpado de la pelinegra- Tambien hay muchas quejas cada que no es tu turno y ellos se equivocan -soltó una risa que acompañó a la de Mina- Todas piensan que deben colocar un cartel que informe sobre el horario y día que tu das el espectáculo -la japonesa no pudo sentirse más orgullosa.

No era secreto que el club aveces estaba lleno solo por ella, que tanto hombres como mujeres millonarias -la mayoría hombres- la veían dar un espectáculo y ofrecían muchísimo por ella, pero al respuesta era una negación directa por parte de todos. Sabía muy bien que cuando saliera la iba a recibir gritos y silbidos que solo era una cosa de lo que recibía.

- ¡Listo! Ahora ve y demuestra quien es Sharon -alentó llamándola por el nombre que más de a uno le sacaba un suspiro, y no tanto de enamoramiento, sino de la lujuria y deseo que su cuerpo causa en todos y todas ellos. Sharon era por lo que era más reconocida, su nombre era solo un rumor para muchos ya que nunca lo ha dicho a ningún cliente, solo sus compañeras y jefa lo saben aparte de su cercanos fuera del trabajo.

- Fácil -susurró a si misma mientras se escuchaba relajo de música y voces en la primera planta. Se levantó echando un vistazo a su reflejo del espejo y sonrió, estaba más que bien para empezar.

Y como se esperaba totalmente, salió escuchando como muchos la llamaban invitandola a tragos que ella rechazó amablemente y subió directamente a la plataforma donde todo aquel que entró en el club estaba hechizado desde que comenzó la música.

Es que simplemente con ver sus movimientos llenos de delicadeza pero seguridad era hipnotizante, ver como resaltaba sus atributos con los movimientos era motivación para todos los que gritaban y lanzaban hasta fajos de billetes a el pequeño escenario el cual era suficientemente grande para que nadie pudiera tocar o interrumpir a la causante de todo el bullicio. Nadie se escapaba del atacante efecto que causaba la famosa Sharon en el club.

- ¿Cuánto por ella? -preguntó un hombre mayor, hacia la mujer que tenía en sus piernas, mientras se deleitaba con el espectáculo que carecía de final. La mujer soltó una risa corta para luego contestar.

- Ella no da esos servicios, es la más pedida aquí pero por eso es tan deseada... porque es fruto prohibido -contestó en un susurro cerca del oído para que pudiera escuchar por encima de la música.

- Mil dólares por ella -ofreció firmemente pero no espero que a tan gran suma de dinero la mujer solo riera lo cual lo desconcertó.

- Eso es solo probablemente un décimo de lo que han ofrecido por ella... o menos, ella solamente se niega y a todos les gusta -contestó sin quitar su vista del hombre, después de todo, se veía con dinero.

El hombre se resignó a pagar tanto solo por una bailarina a lo que solo se levantó mientras se llevaba a la mujer consigo a alguna habitación que se podían usar por cortesía del club, alguien se encargaría de él esa noche y ese alguien estaría feliz por el dinero que le daría.

Y no solo era su caso, muchas más personas con dinero ofrecían mucho más por ella, pero la respuesta seguía siendo una negación de la pelinegra y una resignación para ellos.

Los espectáculos de la pelinegra reconocida por Sharon eran tan largos que también eran reconocidos por durar horas, las cuales no te cansaría de verla, tampoco era tan repetitivo ya que de alguna manera se encargaba de sacar algo nuevo que encantará a cualquiera que la vea.

Así que terminando todo, a muchos clientes nuevos le sorprendieron la gran cantidad de billetes que acumulaba la bailarina, a otros solo ya se lo esperaban, aveces era hasta mucho más.

- Nunca fallas, eh -después de tomar una botella de agua e irse de todo el mar de gente que le ofrecía dinero, la recibió la misma mujer que la maquilló- Deberíamos regresar a casa hoy, sabes que a Woogi no le importara que hoy te vayas... después de todo, siempre se lo recompensas con todo el dinero que le haces llegar -y era verdad que a la jefa no le molestaría para nada que su bailarina favorita se tomara un pequeño descanso.

- Hay mucha gente, todavía falta que salga una ultima vez -al parecer, este día iba a bendecir a muchos con otra aparición- Esta será corta, no tardaré mucho y luego nos vamos -agregó cuando su hermana la iba a reprender, sabia que a Momo le preocupaba el tiempo que se quedaba en el club y también que estaba enojada por otra cosa.

- No, tu no quieres ir porque tenemos cena familiar -con esa cosa y confirmó cuando Mina bajó la cabeza soltando un bufido de molestia.

- Con el desastre del año pasado ya es mucho para mi vida, solamente no entiendo cual es el empeño de que yo vaya -contestó mientras se cambiaba libremente, al parecer ya no daría la bendición que dijo- Nadie me quiere ahí -y cuando su hermana estaba por replicar la interrumpió- Aparte de mi madre, Sana y tu -Momo ya no tenía con que contestar- ¿Nos vamos? -la mayor no tuvo otra opción más que seguirla agarrando sus cosas.

Era aceptable el porque Mina no quería regresar a esa casa, no mientras estaba toda la familia que obviamente estaban enterados de su gran espectacular trabajo, y que se note el sarcasmo entre ellos porque a ninguno le gustaba que alguien de la familia se dedicara a ser prostituta y según ellos, Mina lo era.

Así que cuando el auto fue estacionado, Momo salió de asiento del piloto y Mina del copiloto, ambas no fueron ni siquiera saludadas más que por una alegre Sana y una mujer mayor feliz que era su madre.

- ¡Mina! Hoy fui al mar y recogí varias caracolas la cuales tengo guardadas, hay diferentes colores... -llegaba su hermana menor, Sana con una pequeña caracola en su mano la cual se ponía de vez en cuando en su oído con la excusa de que se escuchaba el mar dentro de ella- ¡Escucha! -Mina sonriente se inclinó para que la menor de quince años le colocara felizmente la caracola en su oído.

- Mmmh... si se escucha claramente, muy bonito -contestó haciendo feliz a Sana.

- ¡¿Verdad que si?! Es fantástico. Tengo una caracola bonita para ti... -dijo luego dándose cuanta de la presencia de su hermana mayor- ¡Momoring! -saltó hacia la japonesa mayor- Tengo muchas caracolas adentro, tengo una para Mina y, para que no te pongas celosa, también tengo otra para ti.

- Ya estaba por enojarme, vamos adentro para que me las muestres -Sana energéticamente tomó su mano y estaba por tomar la de Mina cuando Momo volvió a hablar- Mina se quedara a hablar con mamá, luego nos alcanza -pero Sana no se movió, en su mente tenía la idea de esperar lo que quisiera decir Mina para despues ir las tres a ver sus caracolas nuevas.

- Me alegra que pudieras venir -habló la mujer mayor con una sonrisa que Mina correspondió.

- Una loca... -apuntó no tan discretamente a Momo- ... Me obligó -su madre rió.

- Loca tu madr... -calló dándose cuenta de que la mencionada estaba presente- Tu madre bonita, alegre, joven y hermosa -terminó con una sonrisa mientras Sana reía aún esperando a Mina.

- Eso espero. Vamos que la cena está casi lista y todavía tienen que ver las hermosas caracolas de su hermana -Sana volvió a saltar cuando mencionaron las caracolas.

- ¡Vamos, Mina y Momoring! -la madre solo pudo reír por la forma que sus hijas mayores eran arrastradas por la menor hacia su habitación donde tenía sus "tesoros", como le gustaba decirles ella.

Y es que no solo eran caracolas las que coleccionaba dentro de su habitación, el gran espacio era más llenado por grandes estantes llenos de piedras de colores llamativos, caracolas de diferentes tamaños y formas, o incluso monedas que no sabia su valor, tal vez ni siquiera tengan uno.

Sorprendentemente, la pequeña Myoui era muy cuidadosa con todas sus pertenencias, nadie podía entrar a su habitación más que su amiga y compañera de la secundaria, sus hermanas y su madre. Todo estaba prohibido sacar de su lugar, las únicas que podían tocar y mover sus cosas eran sus hermanas y estaba considerando que también su amiga, pero eso lo decidiría después.

Caminó hacía un estante el cual apenas estaba llenado con cosas que había conseguido esa tarde. Tomó una caracola de espiral no más grande que su dedo índice, color grisáceo con leves rayitas negras, no parecía vieja ni que se destrozaria pronto, era dura y bonita.

- Esta es para Momoring -susurró la menor, casi como si tuviera miedo que con solo su voz todos sus tesoros se destrozaron- Y esta para Mina.

Tomo una color verdoso grisáceo, se podía confundir de ambos colores y era una caracola de punta circular, como el cuerno de los unicornios caricaturescos que Momo ve cuando piensa que nadie se da cuenta pero hasta la pequeña Sana se enteró de ello.

- Es muy bonita Na -comentó Mina mientras Sana sonreía por el elogio, a ella claramente le gustaba regalar cualquier cosa a sus hermanas, más cuando estas le aclaraban lo bonitos que estaban sus regalos o que agradecían su esfuerzo en dárselos.

- La guardaré junto a las demás -informó Momo sonriendo todavía con la caracola en la mano, no era como si pudiera ponerla en algún otro lugar, su habitación era muy pequeña para sus cosas y tenía un cajón especialmente para cualquier regalo pequeño que su hermana menor le daba- Me gusta el color negro leve.

- ¡¿Verdad que sí?! -se emocionó mientra saltaba- Ro dijo que era hermosa y era buena para regalar ya que le comenté que a ti te gusta los colores obscuros -Momo sonrió por el dato verdadero sobre ella.

- Dile a la tal Ro que es muy bonita.

- ¡Momoring! -se quejó la menor- ¿No conoces a Ro? -preguntó recibiendo un movimiento de cabeza lado a lado de parte de Momo- Es mi amiga de la secundaria, la alta y morena.

- ¿No era la que te tenía loca? -preguntó Mina mientras todavía observaba su caracola. Sana solo se sonrojó mientra apretaba los labios; una mueca enojada que parecía más adorable, en opinión de las mayores.

- Pero eso no se dice a los cuatro vientos, Mina. ¿Que hicieras si ella hubiera entrado en ese momento eh? -se notaba lo alterada que estaba porque nadie se diera cuenta de su joven enamoramiento.

- Ella no entraría porque ni siquiera está en la cas... -unos toques en la puerta y luego una cabeza asomándose con timidez la interrumpieron totalmente.

- ¿Sana? -la joven se dio cuenta que había estrado interrumpiendo un momento familiar y se arrepintió enseguida- Oh, lo siento, pensé que Sana estaba sola -la joven enseguida quiso cerrar la puerta y lamentarse.

- ¡Tzuyu! -exclamó la japonesa menor para extrañeza de sus hermanas.

- ¿No que era 'Ro'? -preguntó en un susurro Momo hacia Mina.

- Callate -al parecer la hermana menor se le fue el cariño- Ella no sabe que le digo así -a eso las mayores solo suspiran mientras mejor guardan silencio viendo a la joven de estatura alta y piel morena- No me dijiste que vendrías hoy, me alegra que estés aquí -pasó un brazo por los hombros de la chica, como podía, ignorando completamente a sus hermanas y charlando sobre sus cosas con su amiga.

Las Myoui mayores se miraron por un buen rato hasta que mejor preferían dejar que su hermana incomode a su amiga con acercamientos intencionales como lo hace ahora ignorandolas por completo, incluso la joven Tzuyu estaba incomoda por la presentes pero aún así le prestaba atención a su amiga.

- Bueno, nosotras vamos a cenar, Sana -informó Momo.

- Aja. Y esta se dice que la usaban para... -regresó su atención a su amiga hablando sobre una caracola peculiar que encontró e investigó.

- Llevas a ¡TU NOVIA! a cenar en unos minutos, vamos Mina -claramente a la Myoui mayor no le gusta que la ignoren.

- Aja. Esta se usaba par... espera que? N~nonono e~ella no es mi... -Momo la interrumpió; si la ignoraban se lo cobraba.

- ¡No niegues a tu pareja, Sanita! -y después la mayor salía casi corriendo con una Mina riéndose tras de ella. Sana solo puedo apretar los labios para no chillar y volvió a su platica ignorando sus propias mejillas sonrrojadas y las ajenas igual.

- Yo a su edad ni siquiera salía de mi habitación -comentó Mina caminando tratando de respirar con regularidad, después de correr detrás de Momo había quedado con el corazón acelerado.

- Y en esos tiempos yo que pensaba que no saldrías de ahí nunca -rió junto a la menor- Ahora no sales del club -y llegaron a la mesa grande donde ya había empezado la cena, estaban absolutamente todos, tanto menores como mayores y todos hablaban pero se notó el silencio -menos de los más pequeños- cuando ellas llegaron.

El silencio fue más causado por Mina pero pues como Momo estando con ella, ya piensan que esta detrás de los mismos pasos. Afortunadamente, cuando se sentaron no les dirigieron la palabra; ninguna quería responder a cosas obviamente falsas de todos los que dicen tener su sangre, pero Mina quiere negar con todo su ser que seres tan estupido son de su sangre. Lamentablemente no pudo durar toda la cena así.

- ¿Y cómo va tu trabajo, Mina? -preguntó una mujer ya muy mayor. Todos callaron, incluso Momo miró a Mina para ver que respondía. La mencionada se quedó con un trozo de pollo en camino a su boca pero lo apartó para poder responder

- Normal -respondió en tono seco -. Nada fuera de lo común -esperó con todas ansias que ninguno le hablará para poder comer con la poca de comodidad que le queda.

- Sí vas al médico ¿verdad? No quisiéramos que te contagie de algo por ahí -ay señora, quédese callada mejor. Momo apretaba los labios, si la familia seguía así, Mina nunca volvería a una cena familiar y tendría mucha razón en el porque de no asistir.

- No necesito ir a un médico porque mi trabajo no lo necesita pero voy cada mes -comentó intentando seguir comiendo -. Igual gracias por preocuparte por mi salud, tía -agregó sonriendo. Parece que la misma mujer ya no podía sonreír como lo hacía antes porque tenía una verdadera mirada asesina hacía su, lamentablemente para ella, sobrina.

- ¿Y cómo se llama el lugar en que trabajas, Mina-ssi? -preguntó uno de sus primos. Bueno, a otros no necesariamente les disgusta con tal de poder ver.

- No necesitan saberlo -contestó Mina. Se quedarán con las ganas entonces.

- Se llama The Perry's House -contestó Momo mientras Mina casi se ahogaba con el jugo que quería tomar. Las dos aguantandose la risa como podían, incluso su madre disimuló pasar una servilleta por sus labios cuando estos amenazaban con curvarse hacia arriba.

- Me imagino que ya debes estar renunciando, -una mujer mayor que parecía totalmente alguien haciéndose pasar por joven habló- Una señorita no debería trabajar en esas cosas, menos en nuestra familia.

- ¿Así como en nuestra familia no debería haber gay's? -preguntó haciendo recordar a el joven Myoui que fue echado por ser gay hace unos meses, explícitamente fue el hijo de la misma señora que habló.

La misma que acaba de enfurecer.

- El solo necesita pensar. Esta confundido y con el tiempo se curará -asintió pero parecía más un convencimiento para si misma que para los demás.

- ¿Confundido por cinco meses? -y llegaba la pequeña Sana con una joven Zhou tomada de la mano para cenar-, Pobrecito entonces, debe tener mucha confusión en la cabeza como para que dure tanto tiempo fuera -se hizo la triste mientras sentaba al lado de Momo y atraía una silla a su lado para la joven Zhou.

- Habló la niña -un susurro que se llevó la peor de las miradas de parte de Sana y sus hermanas.

- No soy la única con un hijo gay, esa chica es lesbiana y esta aquí cenando con nosotros -apuntó a una joven de no más de diecisiete años la cual apenas y le ponía atención.

- Bueno, y a usted que le importa? -la misma chica era defendida por su hermana, la cual parecía que se comería viva a la señora que habló.

Desde ahí empezó una discusión de toda la mesa de la cual Mina se escabulló con su comida para poder cenar en otro lugar. Momo al siguió con una joven Sana preocupada. Lamentablemente para Zhou que se ofreció a visitarla después.

- ¡Mina! Vamos a mi habitación -la más pequeña se llevo a su hermana con su característico entusiasmo a su habitacion para que esta pudiera comer sin ninguna interrupción de por medio.

Bueno por lo menos la japonesa podía llenar su decepción con la alegría que su hermana desbordaba siempre.

¿𝐉𝐮𝐠𝐨 𝐃𝐞 𝐔𝐯𝐚?

5 de abril - Habitación

- ¡Vamos, Mina! A levantarse -la energética Sana parecía un rayo de sol que se cuela por su ventana y la despierta- Tenemos que ir al mar por algunas cosas que entierre para que nadie las tocara.

- Debo ir a trabajar, Sana -comentó pero la menor no se daría por vencida, de igual modo Mina ni se movía de la cama para ninguna de las dos cosas: ni para ir con su hermana ni para irse a su trabajo.

- Pero... nunca vas al mar conmigo -puso su mejor carita triste que derritió a su hermana y esta por fin aceptó, le cambio la cara en un instante cuando escucho la confirmación de la mayor.

- ¡Momo! Si yo me levanto temprano, tu también -una almohada chocó contra la cara de la japonesa mayor la cual todavía estaba dormida, aunque con el gran impacto parecía desmayada. Mina pensaría que se desmayó por el impacto sino fuera porque la mayor se volteó y quedó dormida de nuevo- ¡Bien!... ¡Sana! ¡Momo va con nosotros! -avisó y la pequeña entraba de nuevo en escena para brincar hacia su hermana mayor. Listo, si no se desmayó con el impacto de la almohada se iba a desmayar con los brincos de Sana en su espalda.

- Sana... Sana... Sana... ¡Sana! -hasta que gritó pudo ganarse que la pequeña se mantuviera quieta pero esta se sentó y le regaló una sonrisa- Ya voy -pero la menor no se movió, esta estaba al tanto que su hermana se dormiría si no se levantaba de la cama- Esta bien, mocosa -dijo levantándose mientras se estiraba, haciendo tronar uno que otro hueso que le sacaba un suspiro de alivio- Idiota -insultó a su hermana Mina la cual ya estaba lavándose los dientes y ni siquiera la escuchó.

- Deja de insultarme y vente a arreglar -o si lo hizo.

Ya en por la orilla del mar eran dos pelinegras persiguiendo a una menor la cual corría esquivando muchas piedras con la cuales podría lastimarse.

- ¡Sana, deja de correr tan rápido! -la menor ni atención le prestó y solo paró abruptamente cuando llegó a un especifico lugar.

- ¡Aquí está! -señaló la menor hacia el suelo, donde de una bolsa rosada sobresalía solo un pedazo de la misma, por causa de que Sana así marcaba donde enterraba sus cosas.

- Esta bien, pero no vuelvas a correr así. Ay, estos vieja -se dijo a si misma la mayor.

- Que bueno que lo aceptas -la pequeña Sana haciendo de la suyas mientras con cuidado desentarraba la bolsa rosada.

- ¿Qué dijiste, mocosa? -la mayor rodeó el abdomen de la más pequeña para hacerle cosquillas mientras está se retorcía y carcajeaba- Solo yo puedo decirme vieja, mocosa del diablo -soltó a la menor cuando esta casi se quedaba sin aire.

La pequeña al fin recuperó el aire perdido y salió de los brazos de su mayor para volver su atención a la bolsa que todavía estaba enterrada entre tierra y rocas.

Con sus pequeñas manos sacaba la bolsa -o lo que quedaba de ella- y la abría sacando varias cosas de ella, tanto caracolas como algunos objetos de metal que encontró en ese mismo mar. Observó todo con atención para luego mostrarlo a sus hermanas.

Las Myoui mayores no eran tan admiradoras de esas cosas pero no podían negar que les gustaba ver los ojitos brillosos de la menor cada que le gustaba algo que conseguía, y también que las cosas que conseguía eran realmente hermosas, mucho más las caracolas la cuales eran la mayoría.

- ¡Ten Momoring! -le dio una piedra rojiza y grisácea ovalada que la mayor tomó con gusto- Y Mina, te toco otra caracola -le informó mientras le daba una caracola amarillenta con tonos blancos- Ahora nos podemos ir -dijo tomando la bolsa para amarrarla y que no se le caiga nada.

- Aja... espera ¿ya? -la menor asintió- Pero si acabamos de llegar -se quejó Momo y mucho más cuando la pequeña Sana solo rió y corrió, obviamente para que sus mayores la persigan como cuando iban de ida hacia el mar- Le voy a quitar el chocolate -Mina asintió mientras volvía a correr detrás de la pequeña Myoui.

Ya en casa llegando agitadas afortunadamente todos los familiares ya no estaban o estaban por irse, por milagro de Dios porque ninguna de las hermanas quería toparse con alguno de ellos.

La única que las recibió fue su madre la cual parecía buscar algo por todo el patio y suspirando cuando no lo encontraba.

- ¡Mamá, mira lo que traje para ti! -la llamaba Sana mientras corría hacia su madre la cual la recibía felizmente con los brazos abiertos- ¡Mira! -colocó delante de su madre una piedra con colores anaranjados y blancos un poco circular.

- Es muy bonita, la encontraste hoy? -el rostro de Sana cambiaba a un ceño fruncido mientras la mujer tomaba la piedra.

- No, al encontré ayer pero la tenía enterrada en esta bolsa -mostró la casi destruida bolsa- Mejor voy a llevarla a mi habitación -al parecer la pequeña Myoui sabia que la bolsa no resistiría más así que corrió directo a su habitación en cuanto su madre dejó de abrazarla.

- Pensé que se habían ido, las estaba buscando -con que eso era lo que buscaba. La mujer se acercó a ambas- ¿Han hablado con el padre de Sana?

- Solo fuimos a acompañar a Sana y no, tampoco es como si quisiéramos verlo -respondió Momo mientras tomaba camino a ninguna dirección en especifico. Mina y la señora Sachiko Myoui la siguieron.

- ¿Ya cedió a dar el dinero? -esta vez preguntó Mina hacia su madre

- No, dice que Sana ya es muy grande y que nosotros podemos pagar sus gastos -al parecer alguien no es muy buen padre.

- De que podemos, pues podemos -pues Momo tenía razón- Pero es su deber como progenitor de la mocosa, no se irá fingiendo que no tiene una hija menor.

- No lo hará, ya debe estar considerándolo, tampoco es como si el quisiera perder más de lo que le pedimos -ahora simplemente las Myoui asintieron.

Lo que pasaba era que el padre de Sana, Hinata Minatozaki, no se quiso hacer cargo de nada cuando se divorció de Sachiko, con la vaga excusa que Sana podía trabajar a su edad cuando esta estaba estudiando y entraría a preparatoria en menos de un año. Es innecesario decir que ninguna de las Myoui dejaron eso así.

Y un dato es que ninguna de las hermanas eran del mismo padre, el padre de Momo ni siquiera se le conoce ya que fue por donación, el de Mina falleció cuando esta apenas tenía meses de nacida y pues el de Sana está apunto de ser demandado si no paga lo que debería.

Y cambiando completamente de escena, de noche en el club "The Black Sky" llegaba una chica de cabellera castaña quejándose por la mano que la arrastraba en contra de su completa voluntad.

- Yo no quería venir -se volvió a quejar y lo bueno es que la mano de su amiga la soltó pero ya habían llegado a la barra donde su amiga rubia había pedido ya dos tragos- Yo no tomo.

- Son para mí -informo la rubia tomando el primero- Y me debes esto desde la semana pasada así que sin quejas, te sientas -la castaña se sentó obedientemente para no tener más problemas- Este es el club más deseado de pasar una noche y tu no quieres asistir, deberías conseguirte algo o yo que se - le ofreció pero al castaña negó decidida.

Ella solo venía a acompañar a su amiga para que no se vaya a casa ebria o que alguien quiera abusar de ella por su estado, no quería dejarla sola pero estaría mucho mejor en casa haciendo ejercicio, acostada leyendo cualquier cosa en su teléfono o releyendo sus libros de su estante, eso le recuerda que tiene que comprar nuevos y las sagas siguientes de los que tiene.

- Ayer dijeron que estaba repleto por una bailarina -comentó la rubia- Ahora si pude conseguir ya que estaba menos repleto aunque todavía está bastante lleno -la castaña asintió sin tener realmente interés en cualquier cosa.

Miró todo del club, habían varias bailarinas bailando en la plataformas, las luces brillantes, debajo de algunas mesas había alfombras pequeñas al parecer para que el movimiento de las mesas no dañe la lisa madera que tiene como suelo, el techo color blanco con luces bien colocadas cada dos metros más o menos y estas se prendían por un segundo y luego apagaban por tres segundos, paredes con carteles de los precios de las bebidas para que no hubieran confusiones en los pagos, también muchas mujeres servían cosas a clientes y otras eran las clientes, no estaba repleto como para ser sofocante pero sí incomodo para la castaña, una mesera que la miraba coqueteandole que sinceramente le daba incomodidad y otros que la miraban de reojo probablemente juzgandola por su ropa común.

Im Nayeon vestía de tan solo unos pantalones sueltos y una camisa igual, zapatos negros simples y su cabello suelto. Estaba completamente hermosa pero eso no pensaban los ricos que pasaban por al lado de ella, se veía pobre, se podría decir aunque ella tenía dinero suficiente para comprarse ropa de marca o trajes negros comunes para que por lo menos piensen mejor de ella, igual no le importa demasiado.

- Bueno, nos vemos mañana cuando recuerde quién eres -y lo aceptaba completamente, la rubia llamada Dahyun se iba a probablemente pasar una noche embriagada hasta no recordar ni su nombre. Nayeon asintió mientras tomaba su mochila donde sacó un jugo de medio litro de cartón sabor uva, seria una larga noche de sabor uva, ya que tenía más de diez jugos por lo cual su mochila estaba pesada con cinco o más litros de jugo de uva, obviamente se veía que le encantaba ese sabor.

Solo pudo observar como su amiga se embriaga cada vez más y terminaba pegada a su brazo contándole quien sabe que entre balbuceos o palabras arrastradas.

- No debí hacer una apuesta -susurró para si misma cuando Dahyun iba por otro trago, o pensó que susurró porque de inmediato una chica mesera se rió de su situación.

- ¿Problemas con tu amiga? -la pelinegra bastante bonita le preguntó. Nayeon solo asintió mientras tomaba más del popote cuando se dio cuenta que su jugo estaba vacío- Primera vez que veo a alguien no tomando nada con alcohol aquí ¿sabes?

- No me gusta el alcohol, no me gusta no estar consciente de mis cosas -sacó otro jugo de su mochila

- Me gusta tu pensar ¿es por eso que cuidas de tu amiga? -la castaña asintió queriendo pinchar todavia con el popote al abertura pero le costaba ya que era muy dura.

En cuanto levanto la cabeza frustrada por su intento pudo darse cuenta lo tapada que estaba la chica a diferencia de las demás meseras, traía un suéter grande color negro con gorro que lograba tapar la mitad de su rostro, lo inferior no lo podía ver pero imaginaba que era casi lo mismo, supuso que tenía frío ya que el lugar era fresco por el aire acondicionado.

Miró un pequeño cuchillo detrás de la chica en una mesa a por lo menos dos metros, luego miró a su jugo, después terminó por ver a la chica y le extendió su jugo sellado.

- ¿Podrías abrirlo con aquello? -preguntó sorprendiendola cuando apuntó al pequeño cuchillo que se usaba para cortar algunas frutas la cuales acompañaban varias bebidas- Por favor -dijo cuando la chica no se movía. La pelinegra asintió sonriendo pero en igual de ir por el cuchillo solo extendió su mano- Uh

- El popote, intentaré con el popote -Nayeon no dudó mucho en darselo viendo con visible sorpresa como la pelinegra traspasaba el aluminio con el plástico y encajaba el popote sin dificultad alguna, totalmente diferente a como ella lo hizo- Listo -se lo devolvió riendo por la sorpresa de la castaña.

- ¿No estaba difícil? -para su sorpresa la chica rió, se dio cuenta que tenía una risa delicada y tímida pero también alegre.

- Será secreto -dijo la chica con diversión por la cara supuestamente confundida de la castaña - Ahora puedes tomarlo, que importa como se abrió -dijo haciendo que la castaña la mirase

- ¿Pero como abriré los otros? -la pelinegra se sorprendió ahora al saber que tenía más ¿pues cuanto tendría en una mochila? Eso mismo se preguntaba la supuesta mesera.

- ¿Tienes otros? -la pelinegra la vio tomar su mochila y abrirla, esperó un rato hasta que la castaña terminara lo que sea que este haciendo.

- Sí, quedan nueve -especificó, la pelinegra entendió que estaba contando cuantos le quedaban para darle respuesta concreta a su pregunta.

- ¿Nueve?... pues aquí estoy yo, te ayudo a abrirlos cuando quieras -ofreció tomando la expresión de la contraria como aceptación- Soy Mina -se presentó.

- Soy Nayeon. Pero si en casa tu no estarás ¿cómo abriré los jugos en casa? -siguió con el tema mientras volvía a tomar del popote.

- Mmmh... - Mina se daba cuenta que su expresión no había sido de aceptación- En casa hay herramientas que te ayudan a abrirlos -Nayeon pensó un momento y asintió.

- Aunque en casa no me dejan tomarlo tanto porque me hacen mal cuando es demasiado -dato curioso de parte de Nayeon.

- Pues deberías regular el consumo -aconsejó Mina- Como tomar medio litro por día o cerca de eso, también tomando agua necesaria para no enfermar ¿no? -pensó un rato más mientras Nayeon se dedicaba a escucharla- Es como el alcohol -Nayeon frunció el ceño.

- El jugo de uva es más bueno -tomó otro sorbo del jugo, confirmando que sí, es muy bueno.

- Tal vez lo sea pero se asemeja con sus consumidores; el alcohol lo regulan para no embriagarse tanto o tener resaca profunda y tu puedes regular el jugo para no enfermarte -Nayeon miró su jugo por un rato y luego asintió feliz.

- Otro -Mina no se dio cuenta cuando Nayeon ya había sacado un jugo y se lo dio.

Mina hizo lo mismo que con el anterior, con la punta del popote presiono el aluminio duro y lo traspasó con facilidad, pero cuando lo intentó devolver Nayeon se quedó pensando y luego movió su cabeza de un lado a otro.

- ¿Eh? Pero es tuyo -la castaña volvió a negar mientras tomaba otro sorbo de el popote.

- ¿No te gusta? -preguntó recibiendo un asentimiento de la pelinegra- Para ti -ahora Mina pudo entender y rió tomando el jugo, ella no era tan admiradora como lo parecia Nayeon pero igual le gustaba el sabor muy bueno a uva- Este si abremelo, por favor -la castaña se había dado cuenta que se acabo otro y entonces había sacado otro más para que la pelinegra se lo abriese- Gracias -agradeció cuando la pelinegra se lo devolvió ya abierto.

- Que te parece el lugar? -Mina no estaba dispuesta a que la castaña se fuera o lo que sea, así que ¿que mejor que sacar tema de conversación?

- Es bonito aunque no me gusta -la respuesta en parte sorprendió a Mina, no había casi nadie que no le gustase el club, ya que era muy reconocido porque era perfecto para cualquiera. Más interesada estaba en Nayeon con cada palabra que suelte de sus labios.

- ¿Hay algo en específico que no te guste? -tomó un sorbo del jugo mientras miraba como la castaña giraba su cabeza viendo el lugar, como buscando que decir primero.

- La alfombra; solo hay pedazos de ella por donde hay mesas, estaría más bien que en la mayoría del suelo hubiera -fue lo primero en ser un disgusto para ella- Aunque sería difícil limpiarla por la cantidad de liquido que se cae en el suelo, tendría mal olor a alcohol -dirigió su vista a más cosas- Las luces; el parpadeo te ciegan por segundos, a muchos le gustan pero a mi no -agregó otro disgusto- La musica me aturde, me gusta el silencio -asintió para si misma mientras Mina veía las cosas que ella tomaba como insignificantes.

Pues la atención la llevaban los millonarios, las chicas coquetas, las bailarinas en ropa interior y las bebidas alcohólicas, lo demás era minoría de atención que tenían. Al aparecer para Nayeon lo menos importante eran la personas, para ella era sentirse cómoda su centro de atención, y lo único que lo hace cómodo es la chica con la que habla.

- ¿Te gustaría que yo esté en silencio? -preguntó teniendo la inquietud que su intento de conversación fuera no del gusto de la chica.

- Me agrada tu voz -Nayeon admitió. Si alguien llenaba el silencio que tanto le gustaba esperaba que fuera Mina y nadie más que ella, aunque la acabase de conocer.

- Me agrada que te agrade -contestó tomando más jugo.

- Me agrada que te agrade que me agrade -un trabalenguas solto la castaña que confundió momentáneamente a Mina.

- Eso es mucho agrado... me agrada eso -la interrumpió un sollozo de la chica mocosa como le diría ella de ahora en adelante.

- Ella es Dahyun -presentó la castaña ignorando que la rubia estuviera llorando y que por poco los mocos salieran de su nariz, de ahí vendría el apodo "chica mocosa" que le acaba de poner Mina- Dahyun ella es Mina -ahí Mina recordó que debería decirle que casi nadie le dice así en el lugar.

- H~hola -pudo decir la rubia cuando un sollozo al interrumpió. Nayeon solo frotó su espalda mientras tomaba más de su jugo, sin prestar verdadera atención a su amiga.

- Debería llevarla a casa ya -a eso Dahyun refunfuño y quiso pelear pero no tenía fuerzas para hacer otra cosa más que llorar- Esta muy ebria -informó lo obvio.

- ¿Te acompaño a la salida? -se ofreció Mina recibiendo un encogimiento de hombros por parte de Nayeon que tomó como un 'Sí', así que salió detrás de la barra por una pequeña puerta y acompañó a la castaña que llevaba arrastrando a Dahyun la cual balbuceaba y lloraba al mismo tiempo.

Ambas llebando a rastas a la rubia hasta un auto blanco, perteneciente a Dahyun, y luego subiendola como pudieron ya que Dahyun podía seguir pataleando aún cansada.

- Perdón si fue difícil, Hyun es así ebria -se disculpó pero la risita de Mina la interrumpió.

- Descuida, si alguien sabe de comportamientos de ebrios soy yo, trabajo allí -apuntó detrás de ella a la puerta trasera del club, obviamente se ha topado con mucho ebrios/a.

- Cierto -dijo mientras miraba a su lado un contenedor de basura y echaba ahí su cajita de cartón.

- ¿Vendran mañana? -preguntó antes que la castaña se subiera al auto.

- ¿Vendremos mañana, Hyun? -aunque la aludida estaba casi desmayada la vio asentir con la cabeza por fuera de la ventana- No esta consciente pero creo que ella mencionó algo así cuando apenas entramos, así que creo que sí -asintió hacía Mina.

- Esta bien, igual si ella no viene puedes venir tu... ¡Ah! Y te digo que casi nadie me conoce como Mina, es mi nombre real pero no lo uso así que dentro llámame Sharon -la castaña asintió un poco confundida.

- Sharon -asintió de nuevo y se adentró en el auto.

- Nos vemos, Nayeon -se despidió la pelinegra regresando su caminata a la puerta del club.

- Nos vemos, Mina... o Sharon -y Mina pudo ver una minúscula sonrisa tanto en los labios rosados de la castaña como en sus ojos achicandose unos milímetros, la más pequeña sonrisa que a Mina le ha encantado.

Después de que el auto arrancara, Mina entró por la puerta trasera de el club, encontrándose con Momo que la miro de manera extraña.

Solo fue a la barra de nuevo para despedirse y se encontró con una mochila negra que conocía perfectamente, no tanto así pero sabía de quién era y mucho más cuando tenía una mancha de lo que asumía era de jugo de uva.

La tomo y efectivamente, tenía varios jugos de uva que serían el festín que Nayeon se tomaría esa noche sino fuera porque olvido su mochila.

Solo pudo llevársela para que nadie la tomara y la colocó como sus pertenencias, en un estante donde ella ponía varias cosas, de esos había varios, uno para cada quien específicamente.

Ahora regresando con Momo en el auto a casa sin ningún chiste o comentario dramático por parte de Momo, y tenía la gran sospecha que observo todo lo relacionado con Nayeon. Confirmó cuando Momo llegó diciendo a Sana que tenía novia.

- ¡Sana! No están quitando a Mina, ¡ven ahora! -la pequeña japonesa llegó emocionada por ver a sus hermanas pero también enojada por quien sea que según saliera con su hermana.

- ¿Quien es y donde vive? Que para mañana no está viva -la menor parecía hasta la más peligrosa aunque Mina solo se le hizo tierna cuando quiso hacerse la enojada y amenazante. Sana se enojó más cuando Mina se rió de ella- ¡No estoy jugando! Momoring saca los huevos que vamos a bombardear una casa -anunció la pequeña pelinegra corriendo a la cocina- ¡No hay huevos! ¡Momoring, tendremos que usar mis piedras! -informó mientras Momo se aguantaba la risa y Mina miraba como Sana corría por soluciones- ¡Oh no, mis piedras no! Vamos a intentar con otra cosa ¡piensa Momoring! -al parecer tenían una mini Momo dramática.

- Apenas la conocí hoy -dijó algo que si interesó a Momo pero que no ayudó en lo dramática a Sana

- ¿Y? A mi me gustaba Ro desde que la vi por primera vez, eso no te lo compro Mina.

- ¿Cómo, dónde y cuándo te gusta quién, Myoui Sana? -la pregunta sería de su madre que veía junto a la presencia de la joven Zhou paró el dramatismo de la menor que se volteó con su mejor sonrisa.

- Eeh... me gusta Ro... Ro... Ro... ¡el Rock! ¡Sí! eso es -y después de eso vino una actuación digna de premios donde Sana hacia como tocar una guitarra imaginaria- Me gusta el Rock -informó y le envió una no muy bonita mirada a Mina que quería reírse- Y Mina tiene novia -al parecer todas las Myoui son vengativas.

- Solo porque hable con alguien hoy, no significa nada Sana -contestó pero Momo replicó.

- Ese es el caso, tu nunca hablas con nadie... -otro punto para Momo- Cambiando de tema ¿quién era la bonita rubia que acompañaba a esa castaña? dime que no son pareja por favor -pidió Momo.

- ¿La chica mocosa? -preguntó confundiendo a Momo pero como no recordaba a otra chica que estuviera con Mina, asintió- Es su amiga, la castaña la acompañaba para llevarla a casa cuando no estuviera en sus cinco sentidos -el alivio llego a Momo.

- Porque me coqueteo bien descarado cuando pase por ahí y me interesa -comentó todavía recordando el momento que la rubia llegó un poco ebria hacia ella preguntando por su nombre y comentando lo bonita que era hasta que Momo tuvo que irse porque buscaba a Mina pero aún así la rubia le dijó que luego se verían- Toda chiquita pero esta bonita -siguió hablando más para si misma que para las demás presentes.

- Y bueno ¿cómo se llama? -preguntó Sachiko mientras todas la miraban confundidas- La chica castaña y al rubia de la que ahora parece ser tendencia entre ustedes -especificó y Sana volteó a ver a Mina, al parecer no solo perdía a Mina, sino que también a Momo ¡a su Momoring!

- ¿Para que quieren saber? -pero Mina no les diría tan fácil.

- ¡Agh! -se quejó Momo- ¡Pues para que probablemente esa rubia sea mi futura esposa, Mina! ¿Cómo que para que? -la pelinegra mayor tenía toda una vida hecha con una rubia que ni sabía el nombre.

- ¿Que harás si tiene pareja? -Mina le bajaba las esperanzas con solo una pregunta a su hermana mayor.

- ¡Mina! Deja que tu hermana se ilusione por un rato, y dile el nombre antes de que llore -Momo quería pelear pero se dio cuenta que era su madre así que mejor se calló- Tzuyu, toma asiento con Sana en el sofá si gustas -la joven Zhou dio un bajito 'gracias' y Sana solo la abrazó para irse al sofá juntas- Sana, hay alguna galletas en un cajón de la cocina, agarren si quieren -la menor felizmente se fue por sus galletas.

- Tu futura esposa se llama Dahyun -le cumplió la petición a Momo- Yo le dijo chica mocosa -rió por el "bonito" nombre que le puso aunque a Momo no le gustó pero decidió solo seguir pensando en la rubia.

- ¿Y TU futura esposa? -Mina miró como Sana masticaba una galleta esperando al respuesta a su pregunta.

- Se llama Nayeon -a eso Momo otra vez se metió.

- ¡No niegas que es tu futura esposa! -se dio cuenta del importante no tan importante detalle- ¡Mina va con todo! -exclamó quitando una galleta "sigilosamente" de Sana pero recibió un manotazo, aunque si pudo tomar la galleta a tiempo y rápidamente la comió para que Sana no se la quitara.

- ¡Momoring! -se quejó la pequeña Myoui pero se calmó cuando se dio cuenta de su Ro estaba presente- Quitate -le susurró y se acercó a Tzuyu- Pero Mina dime el apellido ¿Así como puedo buscarla y llenar su casa de huevos? -Mina negó- ¿No que? -a la pequeña Myoui no le gustaba que le negaran algo.

- No lo se, solo me dijo su nombre -especificó- ¿Hay jugo de uva? -uy, al parecer alguien tiene un nuevo gusto solo por una persona.

- Debe haber uvas en el refrigerador pero jugo no -informó Sachiko sentándose a comer las mismas galletas de Sana en el sofá- Da igual, tu nunca tomas jugo de otro que no sea de naranja -y ahí Mina solo pudo asentir sentándose igual a comer galletas.

- Uy, pues se acaban tragonas -se quejó Sana mientras era observada por Tzuyu, algo que la puso a comportarse pero aún así la joven Zhou apenas apartaba la mirada de la joven Myoui.

- En el refrigerador debe haber más -ahí Sana aprovechó para escapar de la mirada de la joven Zhou que empezaba a ponerla nerviosa y más cuando no podía descifrar con que ojos la miraba, ya que casi nunca podía descifrar lo que Tzuyu expresaba, al parecer para la joven Zhou era difícil expresarse.

- Tensión -susurró Momo a Mina riéndose pero callaron con la mirada que su madre les regalaba con gusto

¿𝐉𝐮𝐠𝐨 𝐃𝐞 𝐔𝐯𝐚?

6 de abril - Sala de la casa Myoui

- Por favor, Mina, Minita de mi corazón acelerado y alegre, angel de todos mis cielos, enamorada de esa tal Nayeon, amor de mi vida, hermana de vida para siempre de los siempre, eterna maravilla que amo... -y la lista seguía.

- No, Sana -volvió a negar haciendo que su hermana pequeña se aclarara la garganta para decir muchas más cosas.

- Hermana del alma, la más bonita del mundo, amor de la vida eterna y no eterna, diosa egipcia y de todos los países que quieras, por lo que más quieras, llévame a tu trabajo -volvió a pedir estando de rodillas con su mejor cara de perrito machacado, al parecer la pequeña Myoui era insistente porque llevaba más de una hora así.

Mina no sabía de donde sacaba tanto cumplido... ni siquiera la misma Sana lo sabía.

- ¿En que trabajas, Mina-ssi? -preguntó la joven Zhou con curiosidad, la chica nunca le dio por preguntar al profesión de la japonesa en ningún momento y ahora estaba más que curiosa por la desesperación de Sana por ir.

- Soy bailarina -contestó la japonesa mientras intentaba todavia arreglar un top, este se había roto un poco pero con una aguja, hilo y trabajito ya estaría como nuevo.

- ¿Porque tanto esmero en ir, Na? -preguntó Tzuyu hacía Sana, la curiosidad de si a Sana le interesa el baile le gana. Sana soltó una carcajada.

- Porque no es bailarina de ballet o algo así Tzuyu. Mina es Striper y me va a llevar con ella hoy -la confesión sorprendió a Tzuyu y Mina simplemente negó de nuevo.

- No irás. Hoy tengo turno y hay muchos ebrios que son tan idiotas como para poner la manos en una niña, Sana -explicó pero Sana todavía tenía una alternativa.

- Que me cuide Momoring -su última oportunidad y Mina rió de ella.

- Sana, Momo estará ocupada coqueteando con la chica mocosa como para cuidarte de todos los ebrios, prefiero que te quedes con Tzuyu en una pijamada o algo -dijó haciendo que las mejillas sonrrojadas aparecieran en la joven Zhou, más recordando lo que pasó en su última pijamada- Aparte de que mis turnos no son para tu edad y el club solo permite mayores de edad -Sana estaba por rendirse pero Myoui Sana no se rinde.

- ¡Que Tzuyu vaya conmigo! -Tzuyu se atragantó con su propia saliva mientras Mina la miraba como si estuviera loca.

- Ni siquiera le has preguntado, y las dos son menores -otra vez Mina ganaba.

- Cierto... ¿quieres ir Tzuyu? -preguntó haciendo a la joven sobresaltarse por la cercanía repentina de la joven Myoui.

- Ehh, Mina-ssi dijo que no -trató de excusarse la joven Zhou pero Sana no quedo satisfecha.

- Esa no fue la pregunta ¿Quieres ir o no? -volvió a preguntar mientras Mina rodaba los ojos.

- Pues si tu vas sí, pero Mina-ssi dijo que no -volvió a repetir la joven pero ahora con la respuesta que Sana necesitaba.

- Dijo que sí -informó lo obvio a su hermana que había escuchado todo pero aún así está negó- Solo quiero ver tu espectáculo y ya, después me traes a casa -intentó convencer.

- ¿A quién traen a casa? -una Momo adormilada bajaba las escaleras apenas conciente de lo que pasaba.

- A Mario Bros -jugó un poco la menor- Y estoy considerando traer a la princesa beaches o como se diga -Momo asintió sin prestar atención de verdad hasta que llegó con Mina y la vio arreglando un top.

- ¿Ese usaras hoy? -preguntó mientras Mina asentía todavía pasando la aguja por la tela en concentración- Deberías usarlo junto a él short con mallas de cuadros -aconsejó dejando a Mina pensando un poco y luego asintiendo cuando lo imaginó y quedaba bien en ella.

- Momoring amor de mi vida y de~

- ¿Que quieres que consiga ahora? -al parecer la mayor sabía de la intenciones de su hermana menor. Sana frunció el ceño pero igual habló.

- Quiero ir con ustedes... yo y Tzuyu queremos ir con ustedes -incluía a su amiga en todo- Solo para ver el turno de Mina, luego nos pueden devolver.

- Esta bien -contestó la mayor con simpleza desconcertando a todas presentes.

- ¡¿Que?! -ni siquiera se distinguió de quien fue el grito más fuerte y sobresaltaron a Momo, la cual las miró perdida.

- Que esta bien -volvió a arepetir tapándose los oídos por si acaso pero esta vez quedó un grande silencio- ¿Que tiene de malo?

- Momo, son menores, en mi turno esta lleno y no quiero que alguien las vaya a tocar, aparte de que no las cuidarás porque estarás con la chica mocosa -enumeró con sus dedos mientras Momo no le hayaba problema.

- Mina, las llevamos con nosotros como tu a mi, recuerda que yo ni trabajo ahí, solo las ayudo de vez en cuando, lo vería desde la barra junto a meseras, y solo las cuidare por ese tiempo después me voy con Dahyun -si Mina tenía excusas, Momo tenía soluciones y Sana alegría.

- ¡Tzuyu! ¡Vamos a tu casa para que pidas permiso a una pijamada! ¡Aunque hoy nadie duerme! -salió corriendo para cambiarse y estar presentable para los Zhou, o futuros suegros como desearía ella. La joven Zhou fue tras de ella.

- ¿Que le acabas de decir a un demonio, Momo? -preguntó Mina cuando ninguna de las menores estaba presente- Sabes que Sana es muy inquieta -Momo solo hizo una ademán despreocupada.

- Con su "Ro", que quien sabe que signifique eso, es más calmada, siempre se comporta porque piensa que ser comportada le atraería más a Tzuyu -punto para Momo.

- No es apto que a su edad miren a mujeres semidesnudas coqueteando con todo lo que se mueve -Momo soltó una carcajada

- Mina, a esa edad nosotros mirábamos a asiáticas en animación follando en el computador -comentó Momo como si nada.

- No lo digas tan así, te pueden escuchar y ahorita traen una bendición al mundo por curiosidad -punto para Mina.

- Ninguna tiene pene, Mina -ah no, no hay punto para Mina- Solo verán tu turno y las traeremos a casa, o nos vendremos a descansar todas si no es que tu te quedas con Nayeon y yo con mi futura esposa -lo decía tan simple que Mina solo pudo asentir y seguir arreglando el top- Creo que solo deberías usar sostén -Mina pensó un rato y asintió.

En otro lado, una coreana caminaba pensando un poco mientras su amiga se cambiaba para ir al club, mismo club al cual la acompañaría y no se quejaba tanto porque ahora tenía algo que hacer en ese rato más que tomar jugo, ahora podía hablar con Mina... o Sharon.

Incluso podía hablar de jugo y Mina le seguía la platica como podía, no como los demás que cambiaban de tema cuando les aburre, parece que a Mina no le aburre el hablar temas sin sentido con ella, y eso para Nayeon era perfecto.

Aparte de que en ningún momento se sintió incomoda porque la pelinegra se acercase y le hable como si la conociera desde niñas, sino que le alegró el que pueda entablar una conversación fluida sin distraerse.

- Asahi dijo que ya se estaba llenando así que debemos ir antes que tengamos que sobrepasar a toda la gente -anunció Dahyun mientras tomaba su bolso y miraba a Nayeon- ¿Y tu mochila? -Nayeon volvió a recordar su mochila, la recordó el día anterior cuando llegó a casa y sus jugos de uva no estaban en ningún lado, la recordó es mañana cuando quería buscar una pastilla para dolor de muscular ya que le dolía el hombro al dormir de lado y la acaba de recordar en ese momento.

- La olvidé en el club -Dahyun solo espero que no hayan tomado nada de ahí porque a Nayeon le darán una crisis porque alguien tomase sus cosas- Vamos -ambas emprendieron camino a el auto blanco, pero la sorprendieron cuando otra pareja estaba esperándola en un auto negro.

- ¿Vamos o que? -preguntó una voz añiñada junto a una risita infantil a la que ambas conocían muy bien.

- No se permiten niños -comentó Dahyun divertida pero aun así caminó hacia el auto siendo seguida por una silenciosa Nayeon.

- Entonces tu no podrías entrar -otra vez la voz añiñada se hacía presente acompañada de una risa- Nayeon te ves bien -comentó la chica que ahora si se dejaba ver, Chaeyoung Son era la que sonreía y fingía una vozesita añiñada bastante buena.

- Gracias -aúnque la castaña ni siquiera se había arreglado para tanto. Solo traía unos pantalones sueltos pero ahora impecables, un camisa negra sin ninguna decoración y un suéter café, sus zapatos nuevos cortesías de su padre y una gorra. No podía fingir que no se había esforzado porque vería a Mina, aunque estaba toda tapada.

- Te confiare mi auto, Im -otra voz más grave se hizo presente- Cuando todas estemos ebrias, no quiero que mi auto sufra ningún rasguño -amenazó solo recibiendo una asentimiento despreocupado de Nayeon.

- Ya cálmate Yoo, Nayeon fácilmente te puede dejar tirada ebria en la ciudad asi que el amenazar no es buena opción para ti -Dahyun ganaba.

- Solo bromeaba ¿Verdad, amiga Nayeon? -ahora era amiga. Nayeon se encogió de hombros, no estaba prestando verdadera atención y eso todas lo notaron por solo un acto; no interrumpió a Jeongyeon para decir que no eran amigas.

Nayeon siempre decía que su única amiga era Dahyun y las demás estaban todavía en examen, por lo tanto siempre que ellas dicen ser sus amigas, la castaña las corrige diciendo que son conocidas o solo cercanas.

- ¿Que paso? ¿Ya pasé mi último examen? -bromeó Chaeyoung y solo así pudo sacar a la chica Im de su estado de perdida y prestó atención a sus cercanas.

- No, estoy distraída -se sinceró completamente y recostó su cabeza en el asiento cuando entró al auto- Quiero ver a Mina -eso fue raro para las tres presentes, ya que ninguna vez Nayeon dice lo que quiere sin que se lo preguntes antes- Y quiero jugo de uva -eso fue más normal.

- Jugo de uva lo tendrás luego ¿quién es Mina? -preguntó Dahyun, al parecer si olvido todo de esa noche.

- Es la mesera -Nayeon se sorprenderá realmente al ver que en realidad no es mesera.

- Yo solo recuerdo a una pelinegra a la que le coquetee bien del asco -Dahyun no podía quitarse la vergüenza de tener leves imágenes de eso, y mucho menos quería verla a la cara.

Nayeon se silenció en todos el camino solos escuchando las cosas que decía Jeongyeon y los insultos de Chaeyoung y Dahyun. Ella era mejor oyente que habladora y le gustaba.

Al llegar solo esperó calmadamente a que las chicas bajaran del auto y recibió las llaves de Jeongyeon para luego empezar a caminar.

- ¿Nayeon? -y cuando pensó que no al escucharía hasta que entren ahí esta, Mina presente con una, aparentemente, niña de la mano- Sana, deja de querer separarte -a Sana no le gusto para anda el regaño.

- ¡No soy una niñ...! -quería pelear pero se dio cuenta de la audiencia que tenía- ¡Hola! -la mejor actuación inocente que he visto en mi vida se hizo presente.

- Tan inocente que te ves y eres todo un desastre -la pesadilla de Dahyun se hacia presente, Momo con una joven Zhou al lado llegaba a detener cualquier intento de inocencia de Sana.

- ¿Iban a entrar? -Mina ignoraba a todas y se dirigía solamente a Nayeon la cual le prestaba completa atención solo a ella. La castaña asintió- Bien, pueden entrar por la puerta trasera, la principal estará repleta y apenas entrarán sin ser tocadas por un montón de personas -Nayeon y sus amigas, o conocidas, fruncieron el ceño y solo una se animó a hablar.

- Pero todavía tenemos que pagar en la entrada -Mina hizo un gesto despreocupado al comentario de Chaeyoung y abrió la puerta dejando pasar a una tímida Tzuyu junto a una emocionada Sana, solo Momo se quedó y porque tenía una gran bolsa de tela donde estaban varias cosas que irían directo al estante de Mina, la mayoría eran conjuntos que Momo compró y otras cosas que Mina decidió que usaría luego.

- Solo pasen, el entrar son solo una pequeña cantidad de la paga de Mina... muy minúscula diría yo -contestó Momo- Igual Mina lo paga -Chaeyoung fue la primera que camino.

- Bueno, se aprovecha cuando se puede, gracias Mina-ssi -fue lo que dijo la de baja estatura para después entrar siendo seguida por Jeongyeon.

- Gracias Mina-ssi, te lo pagaré luego -prometió la peliazul y entró siguiendo a su amiga. Dahyun entró luego esquivando a todos lo que da la mirada y sonrisa de Momo.

- Gracias Mina-ssi.

- Sabes que te buscara aunque te escondas en los baños de varones ¿No? -susurró hacia la coreana refiriéndose a Momo. Dahyun solo agachó la cabeza y Mina rió.

- ¡Lo que sea que te dijo de mi no es cierto! -exclamó Momo viendo su interacción. Dahyun por fin se adentró sonriendo a la japonesa mayor lo cual la dejó sorprendida un momento- Y sigue la protagonista -susurró para si misma cuando Nayeon se acercó- Y el encuentro amoroso de ambas protagonistas, sería una pena que lo... interrumpiera -cuando iba a gritar algo que sería vergonzoso para ambas, Sana salió corriendo de adentro.

- ¡Momoring! Una chica tiene tatuada una caracola espiral en su hombro, vamos -y Momo despareció junto a Sana para fortuna de la dos protagonistas, como diría Momo.

Nayeon se acercó hasta quedar frente a Mina ladeó su cabeza a la izquierda, Mina bien la ladeó pero a la derecha para tener el mismo angulo de la castaña.

- ¿Paso algo? -Mina rompió el silencio mientras Nayeon solo la miraba.

- ... ¿Mi mochila? -recordó de nuevo su mochila llena de jugos.

- La guarde, nadie la toco -Nayeon suspiró, ella enserio no quería que nadie tomara algo de ahí así que estaba aliviada que la pelinegra la guardara.

- Gracias -agradeció y se adentró siendo seguida por Mina la cual se encargó de cerrar la puerta bien para que nadie pudiera entrar más los que tenían la llave.

Al entrar Momo ya había guiado a las demás para que pudieran estar cómodas en la barra, las únicas que no fueron eran Sana y Tzuyu que se quedaron detrás de la barra viendo todo.

- Los diablos aquellos finalmente dejaron de hacer preguntas y se quedaron observando todo -informó Momo llegando con una bebida de quien sabe que, como le diría la castaña- Las demás te están esperando -ahora se dirigió a Nayeon la cual asintió y se dejó guiar por Momo.

- ¡Mina! ¿Tu en que plataforma estarás? -fue lo primero que pregunto, ya sé hacia dado cuenta que había más de tres en todo ahí.

- En la más grande -dijo simplemente y se quedó congelada por unos momentos la recordar algo importante.

- No te acordabas que Nayeon te podrá ver ¿cierto? -la voz de Momo la sobresaltó y más porque tenía razón.

Ella no tenía en cuenta que Nayeon pensaba en ella como una simple mesera, y aparte de que no preparó nada nuevo ese día tiene que improvisar con algo.

Y que tiene que hablar con la jefa para porque tiene que avisar que se irá temprano.

- ¡Vamos! Ve a cambiarte que ya debe empezar el espectáculo de la noche -la apoyó Momo empujándola a los vestidores, donde ahora sería Sharon.

- Solo espero que no sea como mi familia -suspiró la pelinegra -Aúnque estando en un lugar como este pues no lo creo mucho -la japonesa rió para si misma y entró a cambiarse junto a Momo la cual se encargaría del maquillaje.

Nayeon solo esperaba pacientemente a que Mina apareciera y abriera su jugo, Dahyun se ofreció a abrirlo pero negó de inmediato, Mina ya había dicho que ella los abriría cada que estén en ese lugar así que solo esperaría su llegada.

Aunque escuchó mucho bullicio, ella buscaba por donde aparecería Mina y cuando le abriría su jugo de uva.

- Nayeon... espero que puedas controlar a Junior -Dahyun le susurró. La castaña se desconcertó mucho porque no encontraba el porque su miembro debería ser controlado si no hay nada que lo provoque pero al voltear exactamente se encontró con el espectáculo que a "Junior" le encantaría.

- Uh -fue lo que soltaron sus labios cuando su mirada se encontró con la de Mina, esta le sonrió tímidamente y empezó el verdadero espectáculo.

Las cercanas a la castaña solo miraban como todos, igual de hipnotizadas como la mayoría. Nayeon no podia quitar su mirada de cualquier movimiento que hacía el buen cuerpo de Mina.

- ¡Tzuyu mira! -Sana estaba notablemente emocionada- ¡Mira! ¡Mira! ¡Mira ¡NO!... -pero paró en seco pensando un poco- ¡No mejor no mires! -con una mano tapó los ojos de su amiga la cual solo sonrió- ¡O mejor si! ¡Mira! -Tzuyu disfrutaba del espectáculo pero también de la atención que Sana le daba- ¡O mejor no! -alguien estaba muy bipolar.

En Mina no se podía notar pero trataba de no avergonzarse por la atención tanto de sus hermanas y Nayeon, la cual en ningún momento cambió su expresión pero tampoco quitó al mirada de ella. Tenía nervios más por Nayeon que por otra persona pero aun así lo disimuló muy bien.

En un momento se arrodilló, moviendo sus rodillas por el suelo y sentándose de vez en cuando con sus piernas flexionadas y luego colocaba sus manos en el suelo para menear su cabello y que este dejara su hombro a la vista.

El top solo tapaba sus pechos y dejaba descubiertos ambos hombros los cuales eran mayormente escondidos por su cabello, el short que Momo había escogido apenas cubría su trasero, las mayas negras de cuadros resaltaban su color pálido de las piernas y se pegaban a su muslos resaltandolos, las botas un poco largas también daban un toque a su vestuario.

Era obvio que Nayeon no podría despegar su mirada de Mina.

Incluso Sana no podía despegar su mirada de su hermana, los movimientos eran precisos y se daban en el momento correcto que sonaba la música, la delicadeza y firmeza que desbordaba era digna de admirar.

Más la belleza de Mina, todo en el espectáculo era perfecto, sin nada incorrecto aunque para muchos sería mejor que estuviera desnuda pero da igual.

Momo se divertía con la reacciones muchos, se notaba que asistieron muchos nuevos y quedaban prendados de la bailarina, reía de aquellos que tenían la quijada hasta el piso y se asqueaba con los que tenian baba.

Decidió mirar a la que en realidad quería una reacción y solo la encontró con un rostro inexpresivo que la confundió, Nayeon no mostraba nada, solo veía el escenario com atención pero su rostro no podía decifrarse.

¿𝐉𝐮𝐠𝐨 𝐃𝐞 𝐔𝐯𝐚?

Ya llegue prrs

Perdón, no se muy bien como describir un baile o vestuario de estos pero buscare para poder describir una buena escena para ustedes

Igual no hay más escenas de estas casi... creo

Pero bueno, espero les guste

Nos vemos en un día o en un mes.

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