CHAPTER 30
Luego de aquel encuentro, pasó todo un mes, para darle paso al verano. Durante aquello, los chicos nos llevamos mucho mejor, siempre juntos en la cafetería del instituto, y, de paso, uno que otro paseo en el que había que arrastrar a Lili porque bueno, dramática al fin.
Nos habíamos vuelto a reunir igual en varias ocasiones, nos enteramos que Ryan en realidad fingió desmayarse para que Lili no se fuera, cosa que lo hizo ganarse varios golpes de parte de la pelinegra, que se negaba a afirmar que de verdad la había pasado bien ese día, y todos los demás.
Durante ese mes, los chicos se organizaron-cosa totalmente extraña- para salir con nosotras a distintos lugares, y así fue. Caminamos por el parque, salimos un poquito de la ciudad un día al anochecer, y, en todas las ocasiones habíamos Sido todos juntos, solo que llegado un momento Ryan jalaba a Dennis lejos de nosotros, e Izan me arrastraba lejos de ellos para caminar solo los dos tomados de la mano, y no les mentira al decir que por más tiempo que pasaba aún no me acostumbraba del todo a ello, me picaba toda la piel justo cuando sus manos hacían contacto con las mías. Lili nos quería asesinar al notar que nos habíamos alejado, pero Andrew hacía todo lo posible por no permitirle salir de ese pequeño momento a solas.
En uno de esos paseos, volvimos a ser testigos de una Lili totalmente furiosa que iba tras un Andrew muy sonriente al haberle robado un beso nuevamente a nuestra querida amiga. En esa ocasión solo mirábamos, no habíamos estado dispuestos a mover un dedo por ese idiota que buscaba solito su muerte con Li, Izan también hizo lo mismo, me tomó tan desprevenida al besarme así, que di un salto en mi lugar ocasionando que el causante de mi sobresalto se riera abiertamente en mi cara. Me había puesto tan roja, que tuve que girar a mirar en otra dirección, justo cuando Ryan estaba mirando en dirección a Dennis tan rojo, que ya no supe quién de los dos batía el récord al enrojecimiento de esa noche.
Y nos seguimos encontrando, todos, porque siempre arrastrábamos a Lili, y convencer al padre de Dennis se hizo cada vez más fácil, solo teníamos que dejar a la pequeña Nataly en casa junto a Greg y Winter, y fin del caso.
Me arrojo sobre mi cama con una gran sonrisa en el rostro que intento borrar antes de que la pelinegra a mi lado la vea, pero ya es demasiado tarde. Lili cierra el libro en sus manos con tranquilidad y me observa desde el otro lado de la cama con atención.
Siento mis mejillas arder al instante.
—Entonces—Empieza y quiero enterrarme en cualquier lugar lejos de ella—¿Izan, No?
—¿Qué pasa con Izan?
—Vamos Emma, no te hagas la desentendida ahora—Se acomoda en su lugar para dejar el libro sobre la mesita de noche junto a ella.
—No me hago la desentendida. Es solo que mencionaste a Izan nada más, sé más específica.
—Te enamoraste—Más que una pregunta, sonaba a afirmación.
Alce una ceja incrédula.
—¿Qué te hace pensar eso?
—Sonreíste como idiota hace un momento.
—¿Y que pasa si así es?
—No pasa nada—Se acomoda y sé que viene sermón en camino—El problema en sí, es que en medio hay una apuesta desde el principio, las intenciones de coqueteo entre ambos se nota a millas, y lo peor, es que el final de la apuesta decía que debías destruirlo.
Respiro profundo. Siento que ya sé hacia donde va todo esto, pero aún así, decidí preguntar.
—¿Qué pasa con todo eso Lili?
—Que tienes dos opciones:—Enumera con los dedos—Decirle la verdad, o esperar a que lo averigüe por si mismo.
—¿Por qué debería de decirle la verdad?
—Porque serían un intento de relación a base de una mentira.
—¿Y si dejo que se entere por si solo?
Me mira como si quisiera partirme en dos en ese instante.
—Todo se irá a la mierda. Y tanto tú cómo él perderán. No habrá un ganador en esta apuesta, Emma.
Pienso un momento lo que me acaba de decir, su primer punto tiene razón. Pero ¿Cómo que no habrá ganadores? Eso, no tiene tanto sentido. Se suponía que jugaba, yo más que nadie, algún día debía acabarse ese pequeño juego, pero con un ganador ¿No?
Suspiró con pesadez al darse cuenta que quedaba perdida pensando en lo que había dicho, así que se acomodó mejor y tomó mis manos entre las suyas.
—Emma, si juegas a esto, lo vas a lastimar y te vas a lastimar a ti también—Continúo en silencio—Porque si destruyes eso que hay entre ustedes, vas a terminar como Adam, que cada que puede se acerca a buscarte, porque sabe que lo que perdió no lo encontrará en nadie más. Así que termina con esto y si vas a estar con Izan, pues que estés con él, sin mentiras.
La mención de Adam en el momento fue como un golpe bajo. Entendía lo que quería decir, y tenía razón. Aunque Adam no fuese el mejor ejemplo de ello.
Respiré, y medio sonreí cuando recordé algo más en medio de todo este hilo.
—¿Cómo haremos para que Ryan le pida matrimonio a Dennis?
Lili se echó a reír en ese instante, y me abrazó con fuerza aún sonriendo
.
—Lo vamos a obligar, tú no te preocupes.
Nos separamos y la ví guiñarme un ojo, está vez fui yo quien sonrió.
Pasaron varios minutos en los que la habitación quedó en total silencio. Lili volvió a su lectura, y yo quedé en mis pensamientos sobre nuestra pequeña conversación.
Un pequeño golpecito en la ventana de la habitación me hizo sobresaltar. Mire a Lili que seguía tan pasiva con la vista fija en su libro, bueno, tal vez solo fue mi imaginación.
Giré a tomar mi móvil y ver qué eran pasadas las diez justo en el momento en que otro golpecito volvió a sonar en la ventana. Me puse de pie luego de echarle un segundo vistazo a Lili y notar que seguía igual. Me acerque más específicamente al balcón, y al salir, casi me echo a reír al ver a Izan de pie en el patio de mi casa con una piedrecita en manos mirando en mi dirección. Sonrió al verme salir y yo no pude evitar sonreír igual.
—¿Qué haces aquí?
—Venir a buscarte ¿Qué acaso no es obvio?
Reí con ganas al escucharlo. ¿Venir a buscarme? ¿Qué no notaba la hora que era o ya había perdido la cordura? Sea cual sea la opción, creo que eso me hizo sentir un poco más estúpida al verme sonreír una vez más por su causa.
—¿Sabes lo tarde que es?
—Esa es justo la parte emocionante.
Su sonrisa se ensanchó, dándole paso a su hermoso hoyuelo en su mejilla derecha. Giré a mirar a Lili como pidiendo permiso, y la encontré sonriendo en mi dirección como si nada. Volví mi vista a Izan.
—Bajaré en un momento—Mencioné dispuesta a dar la vuelta para salir de la habitación.
—¡Baja por el balcón, Enana!
Su exclamación detuvo mis pasos abruptamente y me volví a mirarlo ¿Estaba hablando en serio? O simplemente, de verdad había perdido completamente la cordura.
—. Sabes que puedo salir por la puerta como alguien normal ¿Verdad?—Inquirí mirándole con una ceja enarcada.
—Si, lo sé. Pero deberías de hacer algo fuera de tus reglas por una vez en toda tu vida Emma. No estaría nada mal salir por el balcón a casi media noche. Suena incluso romántico, ya te siento como Rapunzel.
Una carcajada escandalosa brotó de mi garganta sin poder evitarlo. ¿Rapunzel? Nooo ¿La idea de salir por el balcón a retar mi suerte y ver si termino con un hueso roto, o, estoy mejor y caigo con la grasia de un hipopótamo?
Eso era descabellado ¿A eso le llamaba normal? Ya no lo preguntaba, en realidad, era más que seguro que si estaba loco.
Pero, al final, no supe si el descabellado era él por tal idea, o yo por haber aceptado y gritar como histérica mientras buscaba la manera de bajar de allí a su encuentro. Y Lili, Lili solo se reía de mi como si no hubiese un mañana. Cuando al fin estuve abajo, abrazada a un Izan que también se ría de mi mientras yo intentaba golpearlo, pude ver a Andrew salir de algún lugar y empezar a subir de alguna manera hacia el balcón, sonreí, y negué con la cabeza, estaba casi segura de que saldría volando por el balcón antes de terminar de subir. Pero mi sorpresa fue otra cuando el rubio sí logro llegar hasta lo más alto, y recibir incontables objetos lanzados en su contra «Lili y las bienvenidas eran un clásico»
—¡No vayas a arrojar algo mío Lili!—Grité, con la esperanza casi en el piso al ver tantos objetos volar por la habitación desde la distancia.
—¡Asegura que no tengas nada que ver con el hecho de que este descolorido este aquí. Porque si lo estás arrojo todas tus cosas Emma!—Me grito ella de vuelta.
No pude responder nada más, ya que Izan tiró de mi mano y empezó a correr. Y sonreí, mientras corrimos como idiotas lejos de casa por unos minutos. No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que luego de un tiempo en el que corrimos sin rumbo, tomamos un descanso para luego empezar a caminar aún con las manos entrelazadas y sin un punto en específico. Solo éramos nosotros dos, por las desoladas calles disfrutando de un buen momento a casi media noche, charlamos de cosas sin sentido, sonreímos, tropecé en varias ocasiones porque no podía seguir con exactitud el paso de Izan, y el idiota termino burlándose de mí cada una de esas veces. Al final lo golpeé, y eso ocasionó que escuchara su risa ronca y un poco escandalosa.
Y lo ame, amé cada minuto que pasé ese día, cada paso que dimos y cada risa que escuché de él. Me besó justo antes de que fuertes gotas de lluvia empezasen a caer, y volvió a tirar de mi para echar a correr bajo la lluvia. Llegué totalmente empapada a casa, pero eso no impidió que le sintiese totalmente feliz.
###
Estaba terminando de abrocharme unas sandalias a los pies cuando Lili entro a la habitación cambiada con notables intenciones de salir. La miré con extrañeza, no recuerdo que me hubiese dicho que también saldría.
—¿Y tú adónde vas?—Pregunto, pasando las manos por mi pelo suelto.
—¿Tu que crees?—Responde obvia y yo sigo en el aire—Emma, ni pienses que me voy a quedar aquí mientras tú estás por ahí con Izan. Es más que obvio que cuando estés por ahí, el estúpido de Mcchensey aparezca por aquí—Suspira con dramatismo al pasar por mi lado—Y no quiero eso.
Rio mientras avanzo hasta pasar por su lado y salir de la habitación.
—¿Y dónde te quedarás?
—Llegaré hasta donde estén y luego me iré por ahí.
Niego con la cabeza y sonrío, a veces esta mujer es un nivel mayor de comprensión.
Y para ponerlos al tanto, les cuento que han pasado unas semanas más desde que Izan me ha estado invitando a salir a cada nada. Y, tal y como dijo Lili, Andrew siempre se aparece en casa para hacerle compañía, Ryan ha estado más tiempo en casa de Dennis que aquí, y así de felices estamos todos. A excepción de Lili, claro.
Hace una hora, recibí un mensaje de Izan junto con una dirección de dónde lo podré encontrar hoy. Me pareció extraño, ya que él es quien suele venir a buscarme directamente, pero no protesté y aquí estoy, de camino a la salida de mi casa con una Lili decidida a no quedarse aquí.
Al llegar a la sala de estar, me despido de mi madre que sube las escaleras hacia la habitación justo cuando Ryan aparece sin tocar y entra como si la casa fuese suya.
—¿Adónde vamos?
—¿Por qué hablas como si estuvieras invitado, pan tostado?—Lili a mi lado, dando sus cordiales bienvenidas como siempre.
Ryan rueda los ojos.
—Tú y tus ganas de decirme pan, y de insultar—Pasa a mi lado y se engancha de mi brazo—Pero, aún así, iré en compañía de Emma, así que imagina que no estoy.
—Imposible.
Sonrío y pongo los ojos en blanco, al menos sé que Ryan y Lili se harán compañía al llegar. No protesto cuando Ryan jala de mi a la salida y empezamos una caminata con una conversación amena entre los tres. Decidí no pedirle a Robert que nos llevará esta vez porque la dirección indicaba lo cerca que estaba el lugar.
Unos veinte minutos más pasaron cuando llegamos a una parte del parque que siento haber visto una vez, pero no recuerdo cuando…
Seguimos caminando en la oscuridad de la noche cuando Lili propone volver a la claridad del parque y llamar a Izan ya que no parece haber movimiento en el lugar aparte de estar tan oscuro. Decido no protestar y estoy apunto de volver sobre mi eje cuando escucho una voz no tan lejana hablar. Hago señas a mis amigos de hacer silencio para asegurarme de no haber escuchado mal.
—No puedo creer que estemos teniendo esta conversación. No, de hecho, no puedo creer que de verdad llegué a este lugar.
Esa voz… la reconocería donde fuera, era Izan. Pero ¿Con quién hablaba?
—Si, yo debería de estar con mi pastelito.
—Me largo—Susurro Lili al escuchar la segunda voz responder, la sostuve fuerte de la muñeca. Ryan se mantuvo tranquilo todo el tiempo.
—Estamos teniendo esta conversación porque Emma parece importarte más de lo que me has contado, querido Izan.
Todo mi cuerpo entró en tensión cuando la tercera voz hizo aparición, esto no podía ser cierto.
En ese momento tuve una especie de dejá vu, y recordé de golpe la vez que estuve en este lugar. Había escuchado una conversación similar, justo la que me hizo darme cuenta que era una apuesta para Adam… y de la nada, las voces hicieron eco en mi cabeza. Eran ellos… eran Izan junto a Andrew que habían tenido esa conversación con Adam en aquella ocasión. Me faltaba el aire ¿Cómo no noté quienes eran los demás? Me sostuve con más fuerza de Lili que parecía leerme los pensamientos junto a Ryan que también se había acercado.
—No es que parece, es que es importante Adam—Volví a prestar atención cuando Izan volvió a hablar—Sabes qué, me largo. Esto no tiene sentido
.
—Eso no es cierto. Si fuera tan importante como dices no le habrías hecho eso—Respondió Adam, alzando un poco la voz.
—¿Y tú de qué hablas?
—Creo que deberíamos irnos…—Susurró Lili.
—No—La interrumpí cuando intentó tirar de mi brazo.
—No sé porqué pensante que jamás lo notaría, pero era más que obvio que te acercaste a Emma para sentirte menos culpable por no haberla alejado de mí en su momento. No es a ella a quien intentas hacer feliz, intentas estar bien contigo mismo, acéptalo.
Mi cuerpo entero tembló, y no sabía exactamente cuál de los sentimientos fue peor. Si la sopresa mezclada con un dolor agudo que me costó el aire, o si mis manos que apretaba en demasía en torno al brazo de Lili.
—No sabes de qué hablas—Zanjó Izan.
—Sé lo suficiente para saber que a Emma no le habría gustado que existiera una posible relación entre ustedes a base de algo así—Grita de vuelta—¿No es así, Emma?
Ese fue el momento justo en el que se creó una tensión tan fuerte, que todos permanecimos en un silencio ensordecedor, tiesos. Nadie movió un dedo, no hasta que Adam apareció de dónde sea que hubo estado y me sonrió, Lili tiró de mi hacia atrás de su persona y Ryan adoptó una pose de hermano mayor protector delante de Lili con la mandíbula apretada. Andrew e Izan hicieron aparición también, y este último me miraba arrepentido, eso fue el detonante mayor, su mirada confirmó lo que había dicho Adam, y estos son unos de esos momentos dónde no sé que rayos estoy sintiendo.
—Me alegra saber que recibiste la invitación querida Emma.
Escuchar la voz de Adam, a pesar de estar cubierta por dos personas sobreprotectoras me hizo estremecer y salir del estupor en el que me encontraba. Eso me impulsó a verme un año atrás, dónde volví a salir huyendo de aquel lugar con el corazón acelerado. Corrí escuchando las voces de todos llamándome, pero no me importaba, lo único que quería era salir de allí.
No me sentía bien, no estaba bien. Esto no pudo haberme pasado de nuevo.
«En este juego no puede haber un ganador Emma»
las palabras de Lili resuenan en mi mente y no sé si lo decía por mi decisión o porque intuía que algo peor podría pasar, pero lo que fuera, ahora noto que tenía razón. Aunque de algún modo, no fue mi decisión exactamente la que ocasionó todo esto. Siento una mano detener mi huida y no tengo que girar para saber que es Izan quien está sujetándome agitado, seguro tuvo que correr un buen tramo.
—Emma… no, yo no…
—Está bien—Lo interrumpo y me giro a verlo mirarme con confusión—Lili tenía razón, en este juego no pudo haber un ganador Izan.
—.¿Q..que?—Balbuceó—¿De que hablas?
Sonrío con tristeza.
—Yo para ti era una apuesta contigo mismo para sentirte bien. Tú eras una apuesta con mis amigos para sentirme mejor por rencor a Adam. Estábamos en el mismo juego sin notarlo, y tal como Lili había pensado, no habría un ganador.
—No, tú no… no lo harías.
—Perdimos Izan. Por tener la osadía de imaginar que nos podemos burlar del destino o incluso del mismo karma. Y está bien.
—¿Jugamos a perder?—Susurró y sonreí con lágrimas deslizándose por mi rostro. Lágrimas que por más que quise, no pude detener.
Y pensar que esta vez no lloraría o me sentiría diferente por aquella decisión. Cómo me había mentido a mi misma.
—Jugamos a perder, Izan.
Él asintió, con la mirada perdida, una lágrima se asomo por su hermoso rostro, y, tal vez para evitar que yo la viese, y para al mismo tiempo yo evitar echarme a llorar en ese instante nos giramos los dos a la vez y nos dimos la espalda. Y antes de siquiera pensarlo, estábamos andando uno lejos del otro en direcciones totalmente opuestas.
Y Adam tuvo razón en su momento, cuando una vez me dijo, que para amar debes de estar preparado para perder.
Y así fue. Izan y yo no habíamos hecho más que jugar a perder. Porque en el momento en el que amas, ya has perdido todo, incluso la pequeña llave dispuesta para aquella cerradura que se encarga de que no te lastimen. Porque si te enamoras, pierdes, y si pierdes, cedes el poder.
Ryan dijo que podríamos haber terminado profanandonos amor para acabar con la apuesta de una vez, pero no hubo estado más equivocado al pensar que las historias siempre van a terminar igual.
Unas tienen un hermoso final, otras simplemente tienen un final.
FIN.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro