Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CHAPTER 19


Nada mal para toda una semana.

Mi fin de semana estuvo totalmente entretenido; mis padres se lo pasaron en casa, jugamos, conversamos, e hicimos un maratón de películas. Definitivamente me encantó.

Durante la semana empezamos mejor, Ryan Lili y yo pasamos esa semana completa en casa estudiando y convenciendo al padre de Dennis de que la dejara pasar el viernes con nosotros en casa. Después de tanto alboroto y mucho drama conseguimos que le diese el permiso por fin. Saltamos de alegría todos juntos cuando pasamos a buscar a la susodicha.

Todo el viernes estuvo de estudio, juegos y uno que otro momento divertido, dónde Ryan acababa siendo golpeado por Li.

Lo normal.

Estamos todos tirados en diferentes lugares de mi habitación, cosa que está hecha un completo desastre gracias a todos los libros, lápices y cuadernos esparcidos por doquier.

Lili sostiene un libro de historia en el que lee y apunta de vez en vez en su cuaderno. Acostada en la alfombra boca abajo con el libro justo a la altura de su rostro. Dennis sostiene su móvil y su cuaderno descansa sobre sus piernas cruzadas como indio a un lado de mi cama. Ryan también sostiene su móvil mientras que su cuaderno reposa sobre sus piernas estiradas hacia adelante y su espalda se apoya de la pared más cercana a la alfombra dónde se encuentra Lili. Y yo, pues no sostengo nada porque todo está sobre mi escritorio a mi espalda.

—¿A quien llamas?—inquirió Lili observando a Ryan llevar el móvil a su oído.

—Llamo a unos amigos para que nos acompañen el fin de semana.

Lili alzó la mirada de su móvil desde su posición para mirar en dirección al castaño también.

—Eso no, pan tostado—Lo apuntó con su lápiz.

—¿Pan tostado?—Ry alzo una ceja con confusión—¿A qué se debe eso?

—Va contigo a la perfección. Siempre quedas estampado de las puertas de cristal que están antes de salir al patio. Estás tan distraído que pareces ciego.

Las mejillas de Ryan se tornaron un poco carmesí. Parpadeo infinitas veces para poder creerlo y asegurarme de no estar alucinando

¿Ryan avergonzado? ¡Que ilusión!

—Li, me estás avergonzando—susurró al aclararse la garganta y rascarse la nuca con disimulo.

—¡Patrañas!—exclamó,—Avergonzado mi culo, y tú no llamas a nadie.

—Tarde, el mensaje ya se había enviado antes de decirlo aquí—Volvió a rascar su nuca y desvió la mirada de todas nosotras.

Porque sí, yo también lo quería matar.

—Hijo de...

—Déjalo li, tal vez no sea mala idea que vengan unos amigos—La interrumpí, encogida de hombros.

No había tanto problema en que lo hiciera. Lili se tranquilizó un poco, estaba casi cediendo. Solo faltaba a qué Dennis también se pusiera de acuerdo.

—¿Y tú Dennis, estás de acuerdo?

—Yo no cuento, recuerden que me iré más tarde a casa, papá solo nos permitió este día—Sonrió un poco.

¡Cierto!

—Oye Dennis, perdona nuestros planes, pero pensábamos convencer a tu padre por teléfono para que te dejara quedarte aquí el fin de semana.

Dennis miro a Lili con sorpresa, incluso Ryan y yo.

No recuerdo haber platicado eso, y por la cara de Ryan deduzco que tampoco tenía idea. Lo que deja dicho que esa declaración ha Sido improvisada ahora por Malefi... perdón, Lili.

—Será difícil convencerlo.

—Haremos un ritual si es necesario—Animó Ryan y todos dimos respuestas afirmativas—Ahora a llamar a tu padre.

Asentimos y así fue.

###

—¡Nataly, no corras por las escaleras!

Ese grito fue de Dennis. Y la mencionada es su hermana menor de seis años.

—¡Greg, te digo que Ryan no es un caballo!

Ese otro grito fue de Lili. Ya conocen al pequeño Gregory.

Eso, es solo el comienzo de un fin de semana agotador.

Luego de la conversación en mi habitación, todos nos encaminamos a hablar con el padre de Dennis por teléfono. La que tendría la oportunidad de convencerlo sería Lili, también nos aseguramos de que solo se escucharán voces de chicas, así que alejamos a Ryan a más no poder.

Nuestra sorpresa fue instantánea cuando la respuesta fue positiva, y nuestros rostros se desfiguraron cuando nos dieron el famoso "pero" que, como ya han notado, ha Sido la condición de que Nataly -hermana de Dennis- se quedaría con nosotros, solo así Dennis podría quedarse todo un fin de semana completo.

—¡Greg, no toques eso!

—¡Nataly, Ryan no es un caballo, baja!

Cómo les decía.

Los padres de Lili también se les ocurrió la maravillosa idea de tener el mismo trato con Lili.

Y aquí estamos, intentando que dos pequeños vayan a la cama en lugar de estar de un lugar a otro con la energía a mil por segundo.

—¡Nataly, ya te han dicho que es hora de dormir, no de jugar!

Esa exclamación fue de una Lili totalmente despeinada mientras sostiene a una pequeña castaña oscura en un intento de detener su recorrido.

—¡Greg, anda, a la cama!—Esa fue Dennis, que está en las mismas fachas y situación que la mencionada anteriormente.

Ryan estaba tirado en el suelo, pobre. Lo habían tomado de caballo desde que llegaron.

—Gregory, cariño—El mencionado dejó de moverse apenas lo llamé—Ven aquí.

Extendí mi mano, no tardó ni dos segundos en zafarse del agarre de Dennis para correr hacia mí sin dudarlo.

Le sonreí

—Nataly—La mencionada no esperó a que terminara de hablar y también corrió a mi dirección.

Cada uno se posicionó a un lado de mí y me tomaron de las manos. Los lleve a mi habitación y les indique recostarse. Se recostaron entre risas y al instante su respiración se torno tranquila y pausada. El cansancio les acaba de pasar factura.

Volví a la sala de estar que se había convertido en todo un desastre por los pequeños terremotos que pululaban por aquí. Llegué y Lili junto a Dennis me observaban con la boca abierta, pestañaban incontables veces en mi dirección.

¿Ahora qué? ¿Olvidaron como hablar o que mierdas?

—Ryan, iremos a tu casa. Winter les será una buena distracción—dije y asintió—Bueno, a limpiar, que hay un lugar al que nos debemos de mudar.

Todos asintieron y nos pusimos en marcha con la limpieza.

###

Una hora después de organizar todo a como estaba, Ryan ayudó a Dennis y luego a Lili a cargar a los pequeños hasta el auto.

August, el chófer encargado de llevar a mi madre junto a la madre de Ryan a trabajar es quien nos llevará a casa de Ryan. Parece tener la misma edad que Robert, y es totalmente contrario, no mira en nuestra dirección ni intenta ser sociable, solo está ahí conduciendo sin más.

Durante el camino todos vamos en silencio, cada uno pensando en algo distinto o lo que sea.

Mientras a mi solo me inquieta la actitud de Izan aquel día. Miro mis manos y mi mente viaja sin permiso a ese pequeño instante en qué pude prestar más atención al calor que emanaba de sus manos mientras sostenía la mía. Ese pequeño instante en el que retiró su mano de la mía pidiendo disculpas me desequilibró bastante, me encontré a mí misma pensando que quería sostener sus manos otra vez.

«¡Y no sé a quién culpar!»

Pero creo que gran culpa tengo yo, no fui tan valiente como para mentalizarme a sentir distintas emociones por mí misma. Para sentirme feliz, Adam tenía que estar ahí, sonriéndome como siempre. Para querer llorar enserio, Adam me tuvo que destruir sin previo aviso, y ahora, por sentir aquel pequeño instante de unas manos sosteniendo las mías me torturaba porque no dejaba de pensar en Izan.

¡Estúpidos sean!

«No, estúpida yo.»

Apenas August estacionó en casa de Ryan salí disparada escaleras arriba para organizar las cobijas de su cama y hacer espacio para los pequeños. No pasó mucho cuando Lili se hacía a un lado sosteniendo la puerta para dejar un a Ryan que sostenía una pequeña castaña y a un August que sostenía a un pequeño pelinegro pasar. También les di espacio para que recostaran a los pequeños.

Le agradecimos a August y se fue a pasar su acostumbrado fin de semana con su familia.

Bajamos a la cocina y encontramos a Dennis haciendo espacio para preparar algo de cena, mi estómago gruñó al percatarse de aquel espléndido momento. Lili se acercó a ayudar y yo quedé con Ryan en el sofá de la sala de estar. No tenía ánimos para ocasionar un incendio en casa de los Wilson así que decliné la oferta de ayudar en la cocina.

Me desparrame apenas unos centímetros cerca del sofá en forma de L y me aseguré de caer en él, la caída no sería muy buena para lo que queda de mi trasero.

Sentí a alguien derrumbarse a mi lado, abrí un poco los ojos para mirar en dirección al individuo y me encontré con Ryan. Volví mi vista al techo y cerré los ojos otra vez.

—¿En qué tanto piensas Enana?

Abrí los ojos para encontrarme con unas bolas color miel mirarme con fijeza, le devolví la mirada con confusión.

—No me mires como si no entendieras de que hablo. Estás un poco distante, y eso no es normal en tí.

Relajé mis músculos que se habían tensado sin notarlo.

—¿Qué te hace pensar que algo me pasa?

Se acomodó para no mirarme.

—Aparte de estar distante, eres más transparente que la lengua de Lili, tus expresiones no me engañarían jamás.

Medio sonreí y también clave la vista en el techo.

Eso era cierto, aunque jamás le preste atención a eso, ahora que lo pensaba tenía razón. Suelto un suspiro cansino.

—Es exactamente parte de lo que me preocupa—Me balancee en mi lugar.

—¿El hecho de que tus expresiones sean fácil de leer?

—No—Medio mentí—Es el hecho de que dependa siempre de alguien para sentir emociones distintas.

Soltó una carcajada que me hizo mirarlo con confusión ¿Acaso te ríes de mi desgracia?

—¡Enana! Déjate de tonterías. Eso es normal—Alcé una ceja incrédula—O ¿Acaso crees tú qué sentirás distintas emociones estando tú sola?

Desvíe la mirada. Otra vez el estúpido de uno de mis grandes amigos tenía razón.

—¿Sabes, enana? Los humanos somos una especie complicada. Necesitamos la soledad para notar que amamos la compañía, y la compañía para notar que amamos la soledad. Y aunque parezcan indefensos por ser simples sentimientos hay que tener cuidado, porque ese mismo sentimiento que te hace necesitarlo, puede destruirte si te vuelves adicto a él.

Hoy fue mi día de sorpresas, ni me inmute ante las palabras, no solo tenía razón, era meramente irrefutable lo que acababa de mencionar.

Tenía que dejar de pensar.

Rato después nos quedamos en silencio, no pasó mucho cuando Lili junto a Dennis hicieron aparición, apenas sus pies dieron marcha para acercarse el olor que desprendía lo que Dennis tenía en manos nos abofeteo sin piedad. Olía más que delicioso.

—Aquí tienen

Depositó Dennis sobre la mesa apenas llegó a nosotros.

Ese olor tan exquisito era solo una pizza. Eso nos dejó a Ryan y a mí con la boca abierta.

Todos tomamos una porción.

—Oye Lili ¿Ahora eres chef?—Soltó Ryan apenas probó el primer bocado.

Lili soltó una risa.

—En realidad, la receta fue hecha por Dennis, yo solo aprendí de ella.

Y nuevamente nos quedamos con la boca abierta.

Ryan tosió y continúo masticando, tragó y miró a Dennis.

—Aparte de hermosa e inteligente, también chef.

La cara de Dennis se torno roja totalmente, se notaba a leguas por su piel pálida, a Lili y a mí no nos quedó de otra más que mirar a la chica con ternura.

Ahora que recuerdo...

—Oye Ryan—Todos los presentes miraron en mi dirección, puse los ojos en blanco—¿A cuántas personas invitaste?

—Solo a dos.

—¿Y cuando vendrán?

—Mañana.

Respiré con calma, no sé de quién se traten las personas que se supone que Ryan invito sin nuestro permiso, pero agradezco infinitamente al cielo que no será justo hoy que estarán aquí. Al menos nos dará tiempo a planear y organizar dónde dormirán todos.

Dejamos nuestros bocados a medias cuando escuchamos el timbre sonar. Ryan se puso de pie y salió disparado en dirección a la puerta.

«Que sea la madre de Ryan. Que sea la madre de...»

Ryan apareció.

Dos personas hicieron aparición detrás de Ryan interrumpiendo mis súplicas. Miré a Dennis quedar tan quiera como una estatua, a Lili disparar cuchillas con los ojos, y yo no tengo idea de que cara poner o a quien matar primero.

Junto a Ryan estaban Andrew Mcchensey e Izan Black. El segundo mencionado llevaba consigo una pequeña mochila colgada en su hombro derecho.

—¿Ustedes qué pintan aquí?

Lili como siempre tan considerada con las palabras.

¿Si notaron el sarcasmo?

Yo no preguntaré, ni esperaré la respuesta, es más que obvio que los invitados de los que hablaba Ryan se trataban de esos dos amenos que estén aquí sin ser invitados.

Andrew se acercó y tomó asiento en el lugar que había estado Ryan.

—Es bueno verte después de tanto, pastelito—Y tomó una porción de la pizza.

Izan también se acercó y tomó asiento cerca del otro individuo.

—¿por qué traen esa mochila?—pregunté yo.

Tengo idea de la respuesta, pero quiero confirmar.

Izan también tomó una porción.

—¿Quien en su sano juicio va a pasar un fin de semana en un lugar sin llevar nada?—respondió Andrew.

Eso me quedó más que claro.

—¿Fin de semana?—Lili los miró incrédula.

Dennis apenas respiraba.

—Así es—Afirmó esta vez Izan.

Lili buscó en todas direcciones hasta que su mirada encontró lo que buscaba, o mejor dicho, a quien buscaba, le apuntó con un tenedor, lo más cercano a su alcance.

—¡AHORA SI TE MATO. PAN TOSTADO!

Y el huyó, como el cobarde que era...


















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro