CHAPTER 15
En su determinado momento, Izan y yo tomamos direcciones opuestas, pensó en acompañarme a casa de Lili pero me negué y continúe mi camino con Winter más tranquilo que al principio de la tarde.
Al llegar a casa de Li, Winter avanzó los veinte pasos desde la entrada hasta las escaleras con velocidad tan pronto dejé caer la correa que lo sujetaba. Miré hacia la izquierda al pasillo que conectaba en dirección al gran salón que de paso continuaba con la cocina, volví mi vista nuevamente al frente y subí las escaleras dejando el camino de la cocina para después.
Al estar en la habitación de Li, la encontré en sus mismas fachas de unos momentos atrás con excepción de la habitación que ya no hacía parte del desastre que alguna vez fue.
Winter estaba acostado plácidamente sobre la cama a un lado de Lili que miraba el techo pensativa.
—Llegas tarde—Susurró apenas y solté el pomo de la puerta al cerrarla.
Busqué entre lo más recóndito de mis pensamientos algo que me hiciera saber el porqué de su acusación con respecto a que he llegado tarde. Observé nuevamente la habitación y es como si mi cerebro hubiese conectado el lugar con mis recuerdos y decidiera ponerse en práctica porque en ese mismo instante recordé lo que había dicho.
—Lo siento Li —Me acerqué con pasos lentos.
—Tus disculpas ya no harán nada, pero te perdonaré.
Rodee los ojos y me acerqué con pasos más firmes a la cama, tomé asiento a su lado.
—Me encontré con Izan, y pues no presté atención al tiempo— Expliqué. Li sé sentó de inmediato.
—Eres una irresponsable terrible. Pero cuenta, ¿Qué pasó?
Sonreí por su-casi- insulto y le conté desde el momento en que llegué al parque, perseguí a Greg y luego a Winter, el plan de Ryan y la extraña conversación entre Izan y yo.
No presté mucha atención a las expresiones de Li, porque sé que es una chica que no deja pasar tantas expresiones por su rostro, solo deja ver las más relevantes y esas ocasiones eran muy escasas.
—¡Vaya! Eso fue un día loco Enana—Se puso de pie dejándome acostada casi sobre Winter.
—¿Qué piensas hacer ahora?
Se detuvo a mitad de camino, me miró sobre su hombro y sonrió—: Después de tanto trabajo, tengo que reponer fuerzas.
Eso es un pase seguro a la cocina. Me puse de pie de un salto y la seguí escaleras abajo.
Apenas llegamos a la cocina, Lili no dudó en pasearse por ella en busca de ingredientes, pasó por la despensa, los muebles de la cocina e incluso sobre la isla de la cocina para depositarlos todos allí. No presté mucha atención a lo que tomaba, estaba sumida en mi misma pensando en todo y en nada a la vez. Tal vez debería de decirle que tome algún momento para enseñarme lo que sabe sobre cocina, porque definitivamente en ese lugar soy un desastre.
—...Emma ¿Me estás escuchando?
Me sobresalto y tengo que sujetar el taburete para mantener el equilibrio ¿Cuál es la necesidad de asustar así?
—No. Perdona ¿Qué decías?
No tardó en rodar los ojos y negar con la cabeza.
—Te decía, que si tal vez no tendrás tu móvil cerca, creo que Ryan se tardó mucho ya.
Asentí. Palme mi cuerpo completo al buscar el móvil hasta que recordé que tal vez lo dejé en la habitación de Li.
—Espera, iré a buscarlo—Lili asintió y continúo con la cocina.
Me puse de pie y caminé por el gran pasillo que dirigían al salón principal, visualice las escaleras al estar allí y las subí con calma, al son de alguna canción imaginaria. Terminé de subir las escaleras, tomé el pomo de la puerta y lo giré justo cuando el sonido de mi móvil indicando una llamada entrante hizo aparición en la habitación. Me volví a sobre saltar por décima vez en el día y avance a pasos rápidos al lugar de donde provenía el sonido, era a un lado de Winter sobre la cama.
Tomé el móvil y observé que es un número desconocido, dudé tanto en tomarlo que dejó de sonar. Apegue el móvil a mi pecho y suspiré con pesadez. Avancé unos pasos para dirigirme a la salida y nuevamente sonó el mismo tono. Miré la pantalla, es el mismo número. Medite un momento, respiré hondo y lo tomé.
—¿Hola?
—Pensé que no responderías—Escuché del otro lado.
Esa voz.
—¿Usted es?—Cuestioné y una suave risa se escuchó al otro lado de la línea.
—Acabamos de vernos ¿y ya olvidas quien soy?
Busqué entre lo más recóndito de mi memoria algo que me dé una pista de lo que está diciendo la persona que está al otro lado, que lo único que tengo claro es que es la voz de un chico.
Me dijo que acabamos de vernos y es un chico, la única persona que acabé de ver antes de Lili es…
—¿Izan? —Dudé al cuestionar, tal vez estaba equivocada, aunque era a quien por ahora recordaba.
—Bingo.
Sonreí y Ni siquiera supe la razón con claridad.
Aunque…
—¿Cómo tienes tú mi número?
Escuché un “Mmm” de su parte mientras yo retrocedía para tomar asiento sobre la cama.
—Digámoslo así —Hizo una pausa—Pastelito, enojada, venganza.
Mi cerebro conectó tan rápido esas simples palabras que me asustó. Debí de imaginar que la venganza de Li por haberle dado su número a Andrew sería pagarme con la misma moneda. Y eso me alivió, ya no tendré que estar casi en vela por causa de no saber cuáles serían sus represalias en mi contra. Andrew debió de nombrarla Maléfica, porque nadie mejor que ella para vengar, y en definitiva amerita el nombre.
—Comprendo.
Se formó un silencio en el que pensé que tal vez colgaría la llamada, pero no pasó. Acaricié a Winter mientras espero lo siguiente, incluso le preguntaría si pensaba colgar, hasta que habló y dijo:
—Estabas hermosa hoy.
Detuve mis manos en ese instante, de todas las cosas que esperé escuchar, esa sin duda no formaba parte ¿Acaba de decir lo que creo que acabo de oír?
—¿Tu por qué me dices eso?
—Porque aunque tu cabello parecía querer ser un desastre, lo luciste y estoy seguro de que no era para complacer a alguien—Dijo cada palabra con pausa, y mi corazón hacia todo lo contrario a esa acción—Sé que te estarás preguntando qué tiene eso que ver, y te digo que no hay nada más hermoso que cuando vives y haces las cosas por ti.
—¿Me estás diciendo que estaba hermosa porque tenía el cabello hecho un desastre?—Si era así lo tomaré como ofensa.
Río con ganas del otro lado y sonreí por inercia.
—Emma, te digo que estabas hermosa porque jamás dejaste de ser tú. Es hermoso conocer a alguien que pueda decir con sus acciones un “ A la mierda lo que piensen los demás”
Esta vez quien rio fui yo, no creo haber estado haciendo eso, simplemente estaba apurada porque Lili era desesperante cuando quería. Pero no le diría eso, era lindo lo que pensaba aunque de mi parte ha Sido por accidente.
—¿Qué pasa si hubiese estado apurada, y por eso no logré peinarlo?—Lo tente y rio con suavidad.
—Tratarías de disimularlo cada cierto tiempo.
—¿Qué tanto crees que me conoces Izan?
Un silencio nuevamente se formó, pero ésta vez, en este silencio la pregunta fluyó en el aire buscando respuesta. Respuesta que en verdad quería saber.
—Dame un año para responder aquella pregunta—Y nuevamente sus palabras me han dejado sin habla.
Respiré con calma falsa.
—¿Es una clase de reto para tí o para mí?
—Digamos que Para ambos. Quien sabe, tal vez te pregunte lo mismo algún día Emma.
—No acepto el reto—Mencioné sin dudar en ese instante.
—Yo sí —Mi respiración se congeló—Hasta pronto, Hamilton.
—Hasta pronto, Black…—Susurré antes de escuchar el sonido que indica que la llamada se ha colgado.
No aceptaría ese reto, mi apuesta es enamorarte y vengarme Izan, no conocerte, eso está más que claro en mi mente.
Caminé fuera de la habitación escaleras abajo. Recordé la razón por la que estaba allá arriba y maldije internamente al notar que nuevamente había dejado el móvil. Estando ya en el último escalón, decidí retomar mi camino hacia arriba cuando un sonido en la entrada llamó mi atención. Corrí hasta esconderme debajo de los escalones, en aquel pasillo que dirigían al patio trasero. No sé porqué, pero quise esconderme al escuchar cuál era la voz.
—Estuvo divertido Tío ¿Volveremos? —Esa sin duda era la alegre voz de Greg apareciendo en el salón.
—¡Claro! Cuando quieras campeón—Ese es Ryan.
Escuché sus pasos acercarse y me quedé tranquila. Greg salto con alegría el primer escalón.
—¡HEy! Greg, no saltes así que te puedes lastimar. Pero ve, sube a buscar a tu hermana en su habitación para que sepa que ya estás aquí ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Eso es, ahora sube.
Escuché solo los pasos del pequeño subir los escalones. Asomé mi cabeza hacia afuera solo un poco para ver a un Ryan con las manos en los bolsillos de sus jeans mirar las escaleras en espera de algo. Cuando los pasos de Greg ya no se escucharon, lo ví girar y dirigirse al pasillo que da hacia la cocina.
Esperé unos segundos antes de salir de mi escondite. Ordené a mis pasos ir en la misma dirección de Ryan
—¡Tía Emma!—Exclaman desde los escalones a mis espaldas y pego un brinco del susto.
¿Hoy es el día de asustar a Emma o qué?
Giro para ver al pequeño Greg venir hacia mí, subo unos escalones y lo recibo con los brazos abiertos.
—¡Pequeño! ¿Qué haces aquí abajo?
—No encontré a mi hermana, solo está Winter en la habitación.
Me golpeo mentalmente, claro que dejé a Lili en la cocina.
—Ve, y duerme un poco. Yo le diré a Lili que estás arriba—Pedí y asintió con calma. Besé su mejilla y lo ví en su intento de subir las escaleras de dos en dos. Reí por lo tierno que se veía y lo observé hasta que desapareció por el pasillo.
Giré sobre mis talones y volví a retomar mi camino en dirección a la cocina.
Caminé sin hacer ruido, pasee por los pasillos que se conectan entre sí.
Al llegar a la cocina me detuve justo detrás de las puertas dobles de ésta.
—Si viene de ti no me ofende.
Aquella oración detuvo mis manos antes de que tocara alguna de las puertas. Esa es la voz de Lili.
—Ya no sientes nada por mi, es por eso que lo que diga ya no es nada—Respondió Ryan.
¿Sentir? Acaso, seguía algo más entre ellos.
—Ryan, no es momento ni lugar para hablar de eso.
—Entonces dime ¿cuándo lo es?—La voz de Ryan se escuchaba fría, una frialdad que no era característica en él—Para ti nunca es el momento.
—No seas terco, en serio este no es el momento, mucho menos el lugar.
—¿Por qué? Estamos solos, en tu casa— Puntualizó Ryan.
—Porque Emma podría llegar en algún momento y enterarse de lo que no debería.
La voz de Lili sonaba tan calmada y lejana, que por un momento dudé y pensé que tal vez me habría equivocado al pensar que quien hablaba allí dentro era ella.
—¡Emma es nuestra amiga ¿Por qué no puede ella enterrarse?!—Exclamó Ryan perdiendo la calma de hace unos momentos.
—Porque ella es quien siempre dispersa la tensión que se crea entre nosotros. Si ella se entera, dime Cómo será estar en una habitación los tres si apenas podemos estar los dos ¡¿Cómo?!
La voz de Lili, ¿De tanto me había perdido? ¿Por qué nunca conocí ese lado de mis amigos? ¿Cómo es que jamás los escuché hablar así?
El casi romance que hubo entre ellos siempre lo supe, estuve allí, escondida en varias conversaciones en las que reían y eran más que solo amigos siendo felices, siempre esperé que me contaran por su cuenta, pero ahora que la conversación es totalmente diferente a las muchas que he escuchado, entiendo que no se pueda contar por el momento. Y entiendo perfectamente la razón por la cual no pensaron en decirme hasta el hoy.
—¿Que pasó Lili? ¿Como se arruinó todo?
—Eso ya no es importante— Susurró Li.
—¡Si. Si es importante joder! ¡¿Cómo terminó todo?!—Pegué un respingo. Ryan casi gritó exaltado.
Incluso detrás de las paredes que los separaban a ellos de mí, pude sentir a Ryan romperse. Yo me rompí.
—¡DENNIS!—Gritó Lili—ESO PASÓ—Ahogué una exclamación.
Tape mi boca con la palma de mi mano para evitar soltar un grito. Dennis…
—¡ALAN LLEGÓ PRIMERO!—Ryan también gritó y apreté el agarre de mis manos.
—Yo jamás lo traté como si fuera el amor de mi vida… —Fue como un último aliento dado por ella, se estaban lastimando.
Tengo que hacer algo, no puedo dejar que terminen de romperse.
Miré en todas direcciones, caminé hacia atrás unos cuantos pasos, respiré hondo y volví a caminar hacia adelante haciendo todo el escándalo necesario al caminar, empujé las puertas de la cocina y entré como si nunca hubiese escuchado la conversación.
Al entrar me encontré con Lili que fingió estar preparando algo de espaldas a mí, al igual que Ryan también me daba la espalda sin ninguna excusa.
—Entonces aquí estabas Ry—Mencioné acercándome a la despensa — Li, Greg estaba preguntando por ti.
Introduje la mitad de mi cuerpo en la despensa, no buscaba nada, pero quería darle espacio para que fuera a su habitación sin que yo la viera, sé que eso es lo que quiere.
—Esta bien, iré a mi habitación—Dijo y escuché sus pasos alejarse.
Salí de la despensa cuando el sonido de las puertas indicó que ya estaba fuera de la cocina.
Ryan aún seguía de espaldas a mí, así que corrí hacia él y lo abracé con fuerza desde atrás.
Se sorprendió, pero aún así giró y me rodeó con sus brazos.
—Si te han hecho algo prometo partirle las costillas— Murmuró sobre mi cabeza. Reí y negué.
Esta vez yo cuidaré de ti.
—Tu tranquilo y solo abrázame.
Suspiró y apretó su agarre, palme su espalda con calma asegurando le que siempre voy a estar, aunque finja no saber nada los voy a cuidar así como siempre me han cuidado a mí. Pasaron unos minutos más en los que lo sostuve con fuerza. Al soltarme dijo que se iría a casa, le sugerí llamar a Winter desde las escaleras y así lo hizo antes de irse sin olvidar darme un beso en la coronilla de mi cabeza.
—Gracias Enana—Pronunció antes de irse con Winter a su lado, actúe como si no hubiese entendido nada, aunque sabía qué quería decir en realidad.
Subí las escaleras a toda prisa, entré a la habitación y tan rápido como lo hice Lili se puso de pie y fingió estar buscando algo alrededor de su cama. Me acerqué a ella y la abracé tan bruscamente que nos tambaleamos y caímos a un lado de la cama. Reímos por la caída y sentí su risa salir amarga. Apreté mi agarre con fuerza.
—Dime quien fue y ahora mismo voy para darle su merecido en las bolas de imbécil que tenga—Murmuró ella.
Reí.
—Nadie hizo nada, así que tranquila y abrázame.
La escuché reír por lo bajo y luego rodearme con sus brazos sin dudar.
Un momento con los dos, solo eso necesitan, ser abrazados. Voy a fingir no saber nada, incluso podré hacer de cuenta que quien lo necesite soy yo porque sé que cuando la situación sea ésta no me dirán que pasa, y estará bien. Que se empeñen en cuidarme si quieren, pero hoy no es día de cuidarme a mi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro