CHAPTER 10
Todo un fin de semana perfecto. Si es que se le puede llamar así a tantos momentos llenos de muchos sentimientos que disfrutar. Claro que esos hermosos momentos llegan a su fin cuando la alarma de mi habitación hace su momento de aparición indicando que ya es hora de levantar se. Y que el fin de semana terminó. «el fin de semana debería de ser más largo»
La vida no es justa.
Lili es la primera en levantarse, y claro que también tengo que hacerlo yo. No quiero recibir otro de esos momentos en los que si no me levanto terminaré siendo arrastrada por toda la habitación en manos de aquel individuo que Andrew decidió llamar "pastelito" no sabe de qué está hablando.
Las primeras horas pasan un poco rápido. Al ir a desayunar mamá ya no estaba y Maggie había llegado un poco más temprano. Ryan nos espero dentro del auto y al verlo recordé que aún no nos ha contado como le fue con Dennis. Así que durante el trayecto al instituto nos contó que al principio estuvo un poco nervioso, pero que luego empezó a relajarse y a fluir así que disfrutaron la compañía del otro.
La iluminación que hay en sus ojos al mencionarla me hace dudar que en verdad le parezca un tanto aburrido aquellos amores de los cuentos. Lo veo relatar y sonreír como bobo, eso, nos hizo sonreír a Lili y a mí al darnos miradas de soslayo mientras escuchamos su versión.
Ya veo boda...
El resto de la mañana estuvo pacífica, y me agradó.
—¡Chicos! Iré a la biblioteca. Nos veremos luego—Anuncié ya estando de pie. Pasé a un lado de los chicos para depositarles un beso en la mejilla a cada uno y luego irme.
Los pasillos están un poco desiertos, solo hay en ellos algunas personas que no les gusta estar en la cafetería a la hora del almuerzo. Ignoro todo a mi alrededor notando que, Izan y Andrew tomaron en cuenta las palabras de Lili y no se han pasado por nuestra mesa. Cosa que por un lado me tiene un poco preocupada.
Mi camino a la biblioteca sigue siendo tan pasivo como el transcurso de la mañana. Feliz de que todo continúe así, tomo un libro en la sección de fantasía para empezar a leer lo primero que cruce delante de mi vista. "Enamorada de un fantasma" es el nombre que encabeza lo que mantendrá mi mente ocupada por unos instantes.
Tanteo el libro por unos instantes y paseo por el lugar con la mente en blanco. tomo asiento sin notar en qué área estoy y empiezo con mi lectura.
—Jamás pensé que al verte nuevamente estarías tan hermosa.
Esa voz...
Todo en mí se detiene, a excepción de mi corazón que late desbocado con un remolino de sentimientos al escucharlo otra vez.
Levanto la vista del libro en mis manos para observar detenidamente aquellas hebras de cabello rojo que tanto amaba peinar en su momento, esos ojos tan azules que amé en un tiempo pero que ahora solo me dan deseos de odiar a toda costa. Y esa sonrisa... trago saliva al mirar aquellos labios que en algún momento mintieron diciéndome "te amo"
—Sabía que al verme te enamorarías nuevamente, pero preciosa, tampoco es para que te quedes sin habla.
Esa palabras fueron suficientes para voltearle la cara de un bofetón. Respiré pesado «Emma, no llores» me decía una y otra vez intentando calmar toda una tormenta con un simple y pequeño paraguas.
—Estás tan equivocado al pensar que volvería a cometer aquel error—Hablé entre dientes dedicándole toda la furia que siento dentro con solo la mirada. Sonrió cínico ocasionando que mi furia aumentara más.
—¿Qué? ¿Ahora te haces la difícil?—Soltó una sonora carcajada que me hizo sentir pequeña junto a él —Disfrutaste cada segundo a mi lado preciosa. Ahorremos todo el espectáculo haciéndote la inocente que olvidarme es un caso perdido.
¿Se puede sentir impotente, furioso, dolido y confundido a la vez?
Porque así es como me siento al tener a Adam Grainger nuevamente frente a mí.
—Te crees cosas que no son Adam. Y una de esas es que mí mundo no gira entorno a tí, aceptalo.
Volvió a reír con más fervor ante la situación, y yo cada vez me sentía más diminuta, ¿Porque aún tienes ese poder sobre mi?
—No querida. Tú eres la que no supera el hecho de que fuiste una presa demasiado fácil—Otro bofetón de mi parte vuelve a hacer eco en el lugar. Bastante tengo con sentirme como la mierda con solo verlo, como para que agregue sus palabras tan agudas y filosas como un cuchillo.
—¿Ves hermosa? No aceptas la verdad.
—¿Que quieres? Ya ganaste.—«ya me destruiste» — ¿Porque simplemente no me dejas en paz? —«¿no te bastó con hacerme mierda?»
Intentó acariciarme el rostro pero me alejé lo suficientemente rápido para evitar el contacto «eso si que no Grainger» sonrió ante mi alejamiento.
—No te dejo en paz, porque te quiero a tí.
Escuchar esas palabras fue lo que hizo falta para que sintiera la respiración pesada y el mundo entero sobre mí. Eso fue más que suficiente para que me dieran ganas de desaparecer en ese instante. ¿Porque no existe alguna máquina que te haga desaparecer en el instante en qué lo necesitas? « necesito salir de aquí »
Estoy tan ocupada intentando que mi cerebro retome su función que no noto cuando se acerca a mí y me acaricia la mejilla derecha levemente con sus nudillos.
—¿Lo ves preciosa? Te dije que olvidarme no es tarea fácil—Su cercanía y su contacto me hacen pegar un salto de mi lugar y alejarme lo más que puedo de él. Me arde el pecho, mi cerebro y mis pulmones no quieren funcionar, y como si eso fuese poco mi corazón está queriendo huir a toda costa de su caja torácica al igual que yo de este mundo.
—No te vuelvas a acercar a mí en tu puta vida Grainger—Demandé cuando por fin encontré la función de mi voz.
—No me temas hermosa. La pasamos bien juntos, tienes que aceptarlo. Lo único que lo arruinó fue que escuchaste algo que no debías—Con cada palabra se acercaba un poco más a la vez que yo retrocedía.
—¿No era de mi incumbencia saber que yo era una apuesta..?—Enfurecí a la vez que mi voz se apagaba un poco más. El continuó acercándose.
—Si no lo hubieses escuchado seguiríamos siendo felices—Un paso más y su rostro estuvo a centímetros de mi rostro. Estoy perdida.
—Claro. En la gran mentira que me construiste.
—Siempre te amé, debiste de conformarte con eso—Se acercó un poco más y su aliento fresco rozó mis labios ¿Porque coño tienes ese poder sobre mí aún?
—Aléjate Adam—Pronuncié como pude intentando apartarlo.
—Sabes que no quieres que lo haga—Pegué mis manos a su dorso e impulse con todas mis fuerzas para alejarlo. Atrapó mis manos junto a su dorso para impedir algún tipo de forcejeo de mi parte. «Estoy más que sólo perdida»
Cada vez un poco más cerca « Dios ¿Porque no cae mi Ángel guardián del cielo? » demasiado cerca, necesito salir de aquí, ahora.
—O te alejas o te fracturo las costillas.
Sentí que el alma volvió a mí al escuchar la voz de Izan a pocos metros de nosotros. Adam volvió su vista al individuo que acaba de llegar y siento que el mundo queda atrapado en mí al notar que no tiene intenciones de soltar me.
—¿Porqué las amenazas Black? Puede que no esté pasando nada malo. Solo dos personas intentando reconciliarse. —«tragame vida que la tierra está de vacaciones»
—¿Ah si? ¿Y porque no la sueltas entonces?
Adam me echó un vistazo antes de soltarme lentamente, y aunque ya había pasado casi un año desde que estuvimos en una relación sé que eso significa: " haz algo fuera de lugar y me las pagas" tragué saliva, tanta pasividad en el día me pasó factura a último momento.
—¿Ves? La solté. Si pasara algo que ella no quisiera ya hubiese corrido a ti ¿No crees?
Me tiembla hasta el alma en este instante, no sé que hacer, no sé cómo reaccionar. Mi cerebro está apagado, mi corazón está que dudo que aún no escuchen el sonido que ejerce desesperadamente pidiendo ayuda por mi.
—Si, lo creo. Me vas a disculpar, pero esa castaña me la llevo aunque ni tú ni ella estén de acuerdo—Sentenció Izan y fue como recibir aire fresco por primera vez.
—¿Con que moral hablas de que estaba haciendo algo que no es de su agrado cuando estás aquí y ahora te contradices al decir que te la llevarás aunque no nos apetezca?
—Con la moral que tú no tienes al volver a ella, Grainger—Quedé sorprendida al escuchar a Izan ¿Acaso estará refiriéndose a lo que creo?— Emma, por favor.
Dudé, si que lo hice, ¿Y quién no? Tomando en cuenta la conversación entre estos dos individuos podría jurar que se conocen muy bien, y no solo eso, sino que también me conocen a mi más de que lo que incluso yo podría pensar.
Extendió su mano para que la tomase. No miré a Adam, a pesar de estar en duda, simplemente emprendí marcha para tomar la mano de Izan. Al dar dos pasos Adam sujeta mi muñeca fuertemente impidiendo que continúe, me congelo, no otra vez.
—Nos volveremos a ver, preciosa. Recuerda que jamás dejarás de ser mía—Susurró antes de soltarme y sonreír como si nada hubiese pasado.
Ésta vez quien giró fui yo, y al igual que él me acerque y también susurré—: recuerda que mi mundo no gira en torno a tí, Grainger.
Su sonrisa torcida me erizó la piel. No esperé nada más y caminé a paso apresurado en dirección a Izan.
Al estar lo suficientemente lejos de Adam, Izan detuvo sus pasos a mitad del pasillo e hizo que yo también los detuviera. Giró para que quedemos frente a frente y extendió sus manos en mi dirección. No sabía porqué lo hacía si no me conocía lo suficiente como para saber que justo eso necesitaba, pero tampoco sabía porque accedía yo.
Sin pensarlo ni un segundo me arrojé a sus brazos esperando en ellos la seguridad de que no iba a colapsar en ese instante. Me abrazó fuerte, como si entendiera que al soltarme solo un poco podría desvanecerme. Sentí paz, seguridad, sentí todo tipo de emociones que necesitas cuando todo de ti grita que solo desea dónde refugiarse aunque fuese solo por unos instantes.
—Tranquila. Todo estará bien.
Eso fue suficiente para sentir que el mundo se desvanecía a mi alrededor y cada vez sentía el peso de las palabras un poco más lejos de mí. Porque eso es, a veces solo necesitamos a alguien que sin cuestionar nos abrace y nos asegure que todo estará bien. Qué sin cuestionar nos resguarde con fuerza, que llegue de la nada y te saque de aquel abismo en el que estabas a punto de caer.
—¡Emma! —La voz de Lili me hace separarme de Izan para lanzarme a los brazos de ella—Gracias a Dios te encuentro.
Me envolvió en sus brazos y lo agradecí en gran manera.
—Iremos a la dirección. Le diremos que no te sientes bien para que puedas ir a casa ¿De acuerdo?—Sujetó mi rostro con ambas manos a lo que solo asentí en respuesta.
—Tu no te preocupes. Yo la llevaré por ti.
No me sorprendió el ofrecimiento de parte de Izan para llevarme a casa. Estoy tan sumida en mi misma que lo único razonable que puede pasar por mi mente como importante es como desaparecer.
Lili nos observó por unos instantes como si estuviese meditando si aceptar o no, hasta que al parecer decidió acceder.
—Cuídala bien si aún aprecias tus bolas—Lo amenazó, y por un momento una media sonrisa se asomó por mis labios con esa advertencia.
Por lo que veo no fui la única, ya que Izan también sonrió de lado a la vez que me acercaba a sí para emprender marcha a la oficina del director. Estuve perdida en todo el proceso así que no presté atención a lo que sea que decía Izan para que me diesen el permiso de ir a casa.
Al salir del instituto Izan me hizo subir a un auto que no me molesté en preguntar de quién era, simplemente quería ir a casa, arrojarme a mí adorada cama y acurrucarme por un tiempo determinado.
Al llegar a casa invité a Izan a pasar y tomarse algo, se negó a tomar algo pero si me acompañó a mi habitación. Me arrojé sobre mi cama apenas estuve allí y no pasó mucho cuendo quedé totalmente dormida.
————————🌹————————
—Deberíamos despertarla ya—Escuché una voz un tanto lejana.
—No idiota, no la despertaremos.
—pero si quiero saber que está bien. Quiero que ella me lo diga—Resopló la primera voz.
—Yo también, pero déjala descansar—Esa segunda voz era de una chica. Sentí que acariciaron levemente mi cabello.
—Vamos Li, me estoy desesperando.
—Ryan. Te voy a patear las bolas si no la dejas en paz—Claro que debía de ser Lili, quien más si no es ella.
Parpedee un par de veces para poder adaptarme a la luz de mi al rededor, ya estaba oscuro.
—¿Acaso dormí toda la tarde?—Cuestioné bostezando con una media sonrisa.
—¡Enana!—Exclamaron los dos abrazándome ¿De que tanto me habré perdido?
—Asegurame que estás bien estúpida. Mira que estoy aquí en lugar de estar en mi casa por tí—Me amenazó Ryan apuntandome acusadoramente.
Me reí, ya no se puede dormir por mucho tiempo aquí con estos dos.
—Ryan, déjala. Ya estás como si ella tuviese la culpa de que aquel desperdicio de oxígeno exista—Defendió Lili acariciándome la espalda en forma de apoyo.
—Estoy bien. Tranquilos—Respondí con una sonrisa. ¿Cómo no estarlo con estos dos individuos de amigos?
Ryan pasó a un lado y se inclinó ligeramente para tomar algo de sobre la mesita.
—¡Uy! Tu príncipe azul te dejó una nota—Se acercó y me entregó una pequeña nota envuelta en un sobre de un color opaco.
La tomé, observé la envoltura por unos instantes y luego la rasgue de un lado para tomar su contenido. Desenvolví la nota:
Querida Hamilton, ocurrió un percance en casa y por esa razón no esperé a que despertaras para asegurarme de que estabas bien. Espero verte mañana en el instituto, y aseguraré salvarte de Adam todas las veces que desees que sea tu "Ángel guardián"
PD: mantén tus pensamientos en tu mente.
ATT: I.B
Reí con ganas a la vez que me avergonce por el final de la nota. Jamás imaginé que hubiese dicho eso en voz alta en aquel momento.
Ryan y Lili me miraron con una ceja alzada, Lili fue la primera en comentar.
—A ver qué te dijo—Me arrebató el papel de las manos. Sus ojos repasaron la nota en un instante —Con que tú "Ángel guardián" ¿eh? —Hizo las comillas con sus dedos y sonrió coqueta.
—No fue muy linda la situación —Reí nerviosa intentando tomar la nota nuevamente de las manos de Lili, pero Ryan fue más rápido y se la arrebató para leerla él, Lili lo fulmino con la mirada y yo reí.
—¿Lo dijiste en voz alta? Mujer pero en qué estabas pensando—Sacudió la nota en sus manos —Olvida eso, tú piensas cuendo te conviene— Puse los ojos en blanco. Ryan y sus frases fuera de lugar.
Aproveché su distracción y le arrebaté la nota, me fulmino con la mirada, volví a poner los ojos en blanco.
—Ya. Dejen ser, no noté que lo había hecho, ahora ¿Me dejan dormir otra vez?—Cuestioné acomodando mejor mis cobijas.
—No señor. Usted no vuelve a dormir aún—Demandó Lili poniéndose de pie.
—¿Por qué no?
—Tiene que comer algo. Qué aquí morirá de lo que sea menos de desnutrición—Señaló la puerta en señal de que me ponga de pie.
Miré a Ryan quien solo asintió estando se acuerdo con la pelinegra, suspiré con dramatismo.
—¿Y si mejor me dejas dormir?—Achique mis ojos con amor en un intento de que me dejara, claro que eso con la señorita White jamás funciona.
Tomó mis pies y empezó a arrastrarme por la habitación.
—¡¿LILI, QUÉ HACES?!—Miré al castaño en busca de ayuda—Ryan ¿Me ayudas?
Ryan se acercó a nosotras y sonreí, al menos me ayudaría esta vez.
—Deja y te ayudo a cargar la—Pronunció Ryan y dejé de sonreír al instante. La traición.
—¡ESTÚPIDO SEAS RYAN!—Grité y patalee como loca en un intento para soltarme, al ver que no funcionaba me dejé llevar. Ya para qué luchaba si solo era comida.
Para que resistirme a dos personas que lo que mejor saben hacer es cuidarme. A su retorcida y hermosa manera, me cuidan.
Nota de la autora: nos volvemos a encontrar señores. He aquí nuestro capítulo en la "conocicion" de el esperado Adam.
Gracias a aquellas personitas que continúan aquí en cada capítulo y que también han votado y/o comentado en sus fragmentos preferidos. Se continúan ganando un pedacito de mi corazoncito negro, soo.
Nada más que decir, nos vemos en el próximo capítulo hermosuras.
Los quiere, Stefany 🌹
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro