Las tres mosqueteras.

Si, eso parecemos nosotros al caminar por los pasillos del instituto en dirección a la cafetería, sin cambiar el orden de siempre, Ryan en medio.

En el transcurso del camino mis pensamientos solo estaban en ir a la biblioteca, mientras que el de ellos estaba en ir al campus luego de comer. Hace tiempo que no nos dirigíamos a lugares que no fuesen la cafetería o las aulas.

Al principio me pareció interesante, pero luego preferí pasar por el mundo de la lectura y dar algunos vistazos a mis libros favoritos.

El día de hoy transcurrió con normalidad, los chicos han estado conversando de cosas que no logro escuchar por el hecho de estar sumida en mis pensamientos, las únicas palabras que he dicho son un "umm" al momento en que me han preguntado algo, y cada que digo eso me excluyen automáticamente de la conversación. Estaría demás decir que no estoy prestando atención.

Por fin llegado el momento de tomar asiento, los tres nos dejamos caer sin mucho cuidado en las sillas del lugar como si estuviésemos esperando una vida para poder sentarnos.

—Chicas ¿han visto a Dennis? Necesito hablar con ella—preguntó Ryan, y eso fue más que suficiente para que le prestara atención al instante.

—¿Y de que vas a hablar con ella?—habló Lili esta vez tomando de su sorbete ruidosamente.

—De su color favorito—respondió Ryan como si fuera lo más normal del mundo, y aunque en verdad lo era, no le quitaba el hecho de ser un poco gracioso.

Y aquí estamos en posiciones totalmente distintas:

Ryan está cruzado de brazos, y conociendolo, estoy segura de que está por subir sus pies a la mesa en confirmación de que esta realmente relajado. Lili se atraganto con su bebida y ahora está tosiendo por estallar en risas en el momento equivocado. Y yo, pues, yo estoy riendo con ganas mientras le doy golpecitos a Lili en la espalda para intentar calmarla.

—Estás de suerte, campeón. Ahí viene tu princesa —digo al ver por detrás de Ryan la aparición de Dennis en dirección a nosotros.

Al instante Lili deja de toser para observar a Ryan quien se ha puesto demasiado alerta.

—¿Y como me veo? —empezó a peinar su cabello con sus manos—No, no me respondan, sé que estoy guapo.

Y ahí está. Sin ese aire de estar consciente de que esta hermoso, no sería un Wilson.

Dennis se acerca a nosotros con una gran sonrisa en el rostro, mientras que Ryan está intentando parecer normal y calmado.

—¡Hola, chicos! Qué bueno que los veo, necesito su ayuda—la voz alegre de Dennis se hace escuchar a la vez que toma asiento junto a Ryan. Éste último esta casi perdiendo el aire y el color, pero lo disimula a la perfección.

—Claro. ¿Que se te ofrece?—pregunté al notar que Ryan estaba demasiado concentrado en ella para contestar, y Lili, bueno, ella está intentando no estallar en risas por la expresión de estúpido en el rostro de Ryan.

Dennis pasó una de sus manos por los hombros de Ryan, tomando así una pose más relajada y confiada obviando por completo que el individuo a su lado pasó de ser tan blanco como un papel, a ser rosa.

—Madre mía... —susurró Ryan dejando salir un suspiro.

Ryan no ha hablado con Dennis aún, lo sé porque lo conozco lo suficiente como para darme cuenta del por qué está de ese modo. De hecho, sabemos quién es gracias a que Lili la conoció por accidente en la clase del señor Harris hace unos meses. Lili nos la presento y al conocerla Ryan la considero su alma gemela, linda historia ¿no?

—¿Dijiste algo Ry?—cuestiona Dennis dulcemente al posar su atención en Ryan, el negó con la cabeza lentamente. Dennis sonrió y volvió su vista nuevamente hacia nosotras —bueno. Necesito su ayuda para que me acompañen a revisar el campus si no es mucha molestia.

Dennis es una chica realmente dulce, aunque no demasiado, he hablado muy pocas veces con ella, y ha sido agradable, seria una gran amiga aunque cierta persona a mi lado la prefiere como todo.

Lili y yo compartimos miradas, y estoy más que segura de que está pensando lo mismo que yo.

—Yo no puedo tengo que ir a la biblioteca—. Me excuse un poco apenada, pero con una pequeña sonrisa en el fondo.

—Yo tampoco. Tengo que ir a bañar a mi gato —expuso Lili deteniendo frenéticamente cualquier música relajante imaginaria a mi alrededor. Tanto Ryan como Dennis y yo la miramos con una clara expresión de "¿es en serio?" —¿Qué? Tengo un gato.

—Los gatos no se bañan Lili— replicó Ryan recobrando su color natural tomando así una pose más relajada. Lili lo fulmino con la mirada.

—El mío es un tanto peculiar—rebatió Lili removiendo sus manos para darle un poco de énfasis al momento.

—Estamos en la escuela—impugno Dennis sonriendo levemente.

—Lo traje por accidente—Dicho esto, Lili salió prácticamente corriendo de la cafetería con su mochila colgando de su hombro derecho.
Yo solo me quede observando la excusa que acaba de dar Lili, fue original, pero ¿en serio? ¿un gato? Hasta bañar un perro habría sido más creíble, pero bueno, quien la entiende.

Dennis acepto que Ryan sea quien la acompañe, yo me despedí de ellos deseándole un "buena suerte" a Ryan y un beso en la mejilla.

Empecé a caminar con un sinnúmero de pensamientos pasar por mi mente, imaginando todas las escenas que podrían pasar le a Ryan al estar demasiado nervioso, o, también está la opción en donde podría salirle bien al actuar natural y relajado. Entonces también recuerdo lo apurada que estaba Lili, podría haber dicho que iría conmigo a la biblioteca, pero dijo que bañaría a su gato, loco ¿no? De hecho, yo lo note raro. En fin.

Me siento en una de mis áreas favoritas de la biblioteca, en donde se encuentran los principales libros de fantasía, mitos, entre otros parecidos. Dejo salir un largo suspiro, siento como si mi mente estuviese cansada y tal vez sea cierto, no he dejado de pensar en toda la noche y durante gran parte del día en el que no he tenido que prestar mucha atención a clases, eso no sería factible para mi memoria. Deposito sobre la mesa el libro que había tomado, no podría concentrar me lo suficiente como para disfrutar de mi lectura, así que dejo salir otro suspiro y cedo a mi mente la tranquilidad y el silencio del lugar para que haga lo que ha estado haciendo últimamente: pensar.

—Con tantos suspiros podría pensar que esta enamorada de algo lejano, señorita Hamilton —pego un brinco del susto al escucharlo hablar tan cerca, ni siquiera lo escuche llegar.

No era necesario levantar el rostro para saber de quien se trata, pero aun así lo hice. Se sentó de golpe frente a mi dejando así que el viento sople en mi dirección batiendo mi cabello con su aroma de niño rico.

—Tu tranquilo que lo que piensas me vale un pepino—respondí con un gesto de la malo restándole importancia. No suelo ser así de grosera, pero cuando se trata de ellos lo soy, aunque por la apuesta tendré que dejar de ser así con uno de ellos.

Reitero: estúpidos sean Ryan y Lili.

Lo escuche reír como si acabara de decir un chiste del bueno, lo fulmine con la mirada y dejó de reír.

—Tranquila Emma, vengo con banderas blancas — levantó las manos en son de paz, yo solo rodee los ojos, en serio que este tío podía llegar a irritarme y aún no lo conocía

Tomé mi libro con claras intenciones de ignorar lo, pero al parecer él tenía otras intenciones porque me arrebato el libro antes de darme tiempo siquiera a sostenerlo.

—¿Que quieres Mcchesney? —brame un poco frustrada por la interrupción de mi momento de tranquilidad. No tenía idea siquiera del por qué me esta hablando justo ahora, no es algo que acostumbrara a hacer antes.

—Pensé que no conocías siquiera mi nombre — Se recargo de la silla con expresión y porte relajado, todo un Mcchesney.

Reí con ganas, ¿Quién en este instituto no sabe quien es? Tendría que estar viviendo con la cabeza en la luna como para no saber quien es Andrew Mcchesney.

—Eso debería de decirlo yo— imite su posición recargándome en mi lugar.

—Eres una de las personas mas ricas del instituto ¿Cómo no saber quién eres? Aunque me pregunto porque solo te conocen por tener dinero y no por ser popular—Mi cara debe tener una gran expresión de fastidio, por lo que decide erguirse en su lugar para mirarme directo a los ojos y decir—: bien. Solo quería conocerte un poco. ¿empezamos de nuevo?

Crucé mis brazos sobre mi pecho y enarque una ceja para observarlo extenderme la mano, respire profundamente y estreche su mano con cansancio.

—Como ya sabes, soy Emma.

—Un placer. Sabes que soy Andrew —sonrió, y me agradó, porque no lo hacia con galantería o con una expresión que diga que sabe que esta guapo.

Solté su mano y detallé su rostro. Jamás lo había visto tan cerca y no es algo que me interesara de igual modo. Sus ojos color verde adquirían un tono un poco más oscuro, su pelo rubio estaba perfectamente despeinado.

Admito que es hermoso, pero la fama no me ha dejado saber ni conocer quien es realmente, así que veremos que tiene que decir.

Pasamos un tiempo conversando y cada vez me sorprendo mas de las cosas que suceden a mi alrededor, de las personas que se ocultan bajo tantas mentiras y fama. Andrew y yo hablamos de muchas cosas y debo admitir que fue entretenido hablar con él. Rei en un par de ocasiones a carcajadas, el también y he de admitir que su risa escandalosa es encantadora, es casi como conocer el lado humano de alguien que juzgaz desde un principio sin saber una mierda quien es. Puedo de hecho hasta argumentar que es una persona divertida, y que puede llegar a gustarte aún sin fijarte solamente en que es hermoso y millonario.

—¡Enana! Olvide que...

Otra persona que me hace pegar un brinco por su repentina llegada. Apunté mentalmente no volver a sentarme de espaldas a la entrada de la biblioteca porque si no me verán desparramada en el suelo un día de estos por un susto que me hará hasta desmayarme, y lo sé, soy exagerada y dramática. Giro con pereza para ver a Lili acercarse a mi con los ojos bien abiertos.

—¿Que decías, brujita? — cuestioné al posicionarse a mi lado. Por su expresión deduje que la presencia de Andrew mantenía su cerebro ocupado de solo pensar en las tantas preguntas que deben de estar calentando su cerebro en este momento.

—Que olvidé que estabas en la biblioteca, te he estado buscando— respondió Lili acercando su rostro al mío formando un pequeño circulo confidencial y murmurar con mucho cuidado de que el rubio no la escuche—: ¿Que hace aquí Mcchesney?

Sin destruir el circulo confidencial, murmure—: te explico después.

Asintió y se irguió en su lugar rompiendo así el circulo formado por ella.

—Entonces, brujita ¿eh? —habló Andrew ganándose la atención de la chica a mi lado —no creo que ese sea tu nombre ¿o sí?

—Eso no es de tu incumbencia —respondió Lili cruzada de brazos con toda la tranquilidad que hay en ella. Creo que ya han de saber de donde he sacado mi manera tan sutil de ignorar al niño rico.

—Entonces no te molestará que te llame de ese modo.

Justo en el punto: Lili siempre a odiado que cualquier otra persona que no seamos Ryan o yo le digamos de esa manera, y esa de parte de Andrew ha sido una muy buena jugada.

Andrew sonrió y se puso de pie dispuesto a marcharse dando así por terminada la conversación, eso solo hizo que la chica de largo cabello negro se cabreara un poco más.

—Es Lili. Lili White —cedió ella aceptando que ha perdido, y eso no hizo mas que ensanchar la sonrisa en el rostro de Andrew y aumentar la furia de Lili.

«Creo que el rubio ya me cae mejor»

Lili tiene que enterarse de lo que has dicho.

«Tú te callas pinche gusano.»

—Un gusto Lili, pero ya me había gustado llamarte brujita—dijo él dando golpecitos a la mesa frente a nosotras. Lili le dio una clara señal de advertencia con una mirada —pero tranquila, que ese no me gusta. prefiero decirte pastelito.

Dicho esto, se marcho del lugar dejando a una Lili indignada y furiosa, y yo, pues no pude hacer más que reírme de la situación. Creo que este chico es mas entretenido de lo que creí. Y a pesar de que mi amiga aquí a mi lado lo está empezando a odiar, a mí me ha caído de maravilla.

— ¿Qué coño fue lo que paso Emma?—bramó señalando el lugar por el que se había ido el rubio. Quise reír por su reacción, pero aguante las ganas de hacerlo, eso solo haría que Lili se enfadara más y ella así no le haría bien a nadie.

Tomé nuevamente el libro que Andrew me había arrebatado y lo deposite en su lugar, empecé a caminar fuera de allí con Lili casi pisándome los talones con paso apurado y un poco histérica, bueno, demasiado histérica, debería decir.

—Tranquila Li, solo quería conocernos. Pero no me preguntes la razón porque no la sé.—me encogí de hombros restándole un poco de importancia al tema.

No dijo nada más con respecto al tema en el resto del camino a nuestra siguiente hora de clase, y se lo agradecí mentalmente. Por ahora solo hay una persona que tengo en mente al mirar la hora en el reloj de mi muñeca, y esa persona es Black, muchas cosas pueden pasar durante esta tarde, y no quiero que nada lo arruine. O, tal vez si...

Nota de la autora: hermosuras. Hello, nos vemos nuevamente. Aquí más agradecimientos a aquellos que continúan aquí, continúan ganándose un pedacito de mi corazón negro, soo.

Nada que decir por hoy, así que me despido hermosos, espero encontrar los en el próximo capítulo.

Los quiere, Stefany 🌹