CHAPTER 05
—Recuerden estudiar para el exámen chicos.— anunció el maestro Snake tomando sus apuntes sobre su escritorio.
Todos en el salón empezamos a salir, ésta era nuestra última clase del día, clase en la que también estaba Izan.
Colgué mi mochila sobre mi hombro derecho y salí del aula con intenciones de buscar a los chicos para irnos a casa, la clase de matemáticas me daba jaqueca. Y los pensamientos de que debía de acercar me a Izan me carcomía un poco más que los problemas matemáticos.
—¡Emma!—Escuché una voz detrás de mí, fruncí el ceño, esa voz no la podría reconocer del todo.
Detengo mis pasos a mitad del pasillo y giro para ver al individuo dueño de aquella voz.
«Y el universo tiene que estar jugando me una mala broma, o tal vez buena.»
—¿Izan?—Eleve una de mis cejas en clara señal de confución y sopresa.
Al parecer tuvo que correr un poco para alcanzar me, porque apenas llegó hasta mi se recostó de la pared a mi izquierda y respiro en gran manera. Luego de unos segundos se enderezó y cruzó de brazos, imite su acción y apoye mi hombro de la pared.
—Este... Quiero pedirte disculpas por mi comportamiento de esta mañana
«Estoy empezando a creer que estoy en otra vida»
—Solo chocamos porque los dos andábamos de distraídos. Pero tranquilo, todo bien.
Ya debería de acostumbrar me a que mi día de hoy estuvo más raro que cuando Ryan decide no admitir que es hermoso.
—Bueno tienes razón—Empieza a balancearse de un lugar a otro con sus manos puestas en los bolsillos de sus jeans—. También quería saber si te apetecía ir por un helado.
Tentador y raro.
Esas son las dos palabras que describen el momento que estoy pasando justo ahora.
Me encantaría decirle que no por la razón de que no me quiero convertir en una chica más de su colección. «estúpidos Ryan y Lili»
—Esta bien. Tú dime cuándo-Sonreí levemente.
—¿Mañana tal vez?—Asentí en respuesta—perfecto. Te espero a las cuatro, a dos calles de aquí.
Se despidió con un gesto de la mano y desapareció por los pasillos dejándome completamente absorta en un sinfín de preguntas acerca del día de hoy. Solo falta que Ryan deje de ser un lindo, pero estúpido chico anormal y que Lili deje de ser directa para que mi vida se convierta en una especie de película de la que no me gustaría jamás ser protagonista.
Sacudo la cabeza como si así pudiese sacar todo pensamiento de duda que circulan por mí mente en estos precisos momentos, continúo mi camino en dirección a la salida.
Logro ver desde donde estoy a Ryan junto a Lili algo desesperados, como si hubieran esperado varias horas ahí parados y eso es exageración.
—Hasta que por fin sales. Un minuto más y entraba a buscarte arrastrándote por los pies— gruñó Ryan sin despegarse de su lugar. Está recostado del auto en la parte trasera.
—Solo fueron unos treinta minutos. Tampoco es Para tanto—Me acerqué al auto y entré. Saludé a Robert quien me respondió con una sonrisa.
Lili solo me miraba a mi y luego a Ryan sin decir nada. Solo entró al auto antes de Ryan.
—Hablaremos de eso en casa. Qué por cierto me quedo con ustedes hoy. —Jugueteo con sus cejas de modo coqueto chocando contra el hombro de Lili.
Lili le pegó a modo juego y sonrió, yo solo estoy felizmente agradecida que lo único raro fue el repentino acercamiento de Izan.
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Apenas llegamos a casa Ryan no dudó en lanzar su mochila al sofá más cercano que ha encontrado en el cuarto de estar y correr a la cocina. Lili y yo imitamos su acción acompañándolo en un abrazo que le regalaba a Maggie.
Pasamos un arduo rato jugando con Greg en la cocina, correteando de un lado a otro, hasta que el pequeño ya cansado cayó rendido en un profundo sueño en los brazos de su madre.
—Oye Lili ¿Podrías haberme lanzado con más talento? —cuestioné haciendo espacio para mí mochila sobre el escritorio de mi habitación.
Maggie ya se había ido sin Robert y mamá aún no ha llegado.
Ahora estamos en mi habitación preparándola Para hacer todas las estupideces que se nos puedan ocurrir cada vez que Ryan se queda con nosotras.
—¿De que hablas Emma?—habla la inocente Lili dejando su mochila a un lado del escritorio—No he hecho nada.
Era buena mintiendo, pero la delataban los movimientos constantes que hacía con los ojos sin darse cuenta de ello ¿De que me serviría conocerla si no puedo notar cuando miente?
—Cuando tropecé con Izan. Sé perfectamente que haz sido tú la causante de aquello—Caminé hasta las puertas de mi armario pintado de azul en los bordes. Observé en el espejo de cuerpo completo a la chica castaña de ojos grises devolverme la mirada.
Tomo unos short blancos junto a un top del mismo color. Camino en dirección a mi cama y los dejo ahí
—wow. Alto ahí ¿De que película me perdí esta mañana? —habló Ryan, quien a diferencia de nosotras había puesto su mochila sobre el sofá que está cerca del balcón de mi habitación.
Me retiré mi camiseta rosa con el nombre de Ángel escrito delante en líneas azules con contornos blancos quedando solo en sostén.
—No fue una película. Lili prácticamente me arrojó hacia Izan ocasionando que cayera de culo —Me deshice de mis shorts para quedar en ropa interior al igual que Lili—. Aunque lo agradezco, gracias a eso me invitó a tomar un helado mañana a las cuatro.
Lili tomo asiento sobre la cama con su toalla colgada sobre su hombro derecho en señal de que esperaría un momento antes de darse una ducha. Por otro lado, Ryan también se había retirado su camisa de cuadros de diferentes tonos verdes y sus jeans de azul que podrías confundir con negro, quedando solo con un boxer negro con algún escrito que no logro ver desde donde estoy.
—Aun así no hice nada—rebatió la pelinegra dejándose caer sobre la cama, yo aún seguía de pie frente a ella.
—Mientes—dijimos Ryan y yo al mismo tiempo.
Ryan se acercó a nosotras mostrando mejor los pectorales que tanto se esmeró en mantener perfectos para cuando Dennis lo vea desnudo, y debo aceptar que hizo un buen trabajo.
Se arrojó al lado de Lili sobre la cama dejando caer su brazo derecho sobre el plano vientre de Lili, lo que lo hizo recibir un golpe de vuelta en el estómago a puño cerrado por parte de ella.
Me reí con ganas al ver la expresión de fingido dolor en el rostro del chico.
—¿Por qué creen que miento?
—Porque mueves los ojos constantemente cuando mientes. —Ryan posicionó su mano libre debajo de su cabeza.
—Esta bien. Si lo hice, pero no te arrojé, solo te di un ligero empujón. Y no es mi culpa que Izan haya estado tan distraído como para no mantenerse en pie.
No dije nada más, solo caminé en dirección al armario nuevamente. Tomé mi toalla la colgué a mi hombro y camine en dirección al baño.
Tal vez crean que es algo raro el hecho de que los tres estemos semidesnudos en una misma habitación, pero en nosotros es normal, el pudor que alguna vez tuvimos entre nosotros se perdió el día en que nos encontramos los tres por accidente desnudos en la habitación:
Ryan se estaba duchando aquella vez, Lili estaba en la habitación continúa a la mía mientras que yo estaba en el armario buscando algo que poner me. Por cosas de la vida, los tres decidimos entrar al mismo punto de la habitación al mismo tiempo y al estar tan absortos en nuestros teléfonos olvidamos que podría haber alguien más en la habitación. No sé porque Lili y Ryan habían soltado sus prendas en ese momento, yo lo había hecho porque necesitaba textear algo. Tampoco sé porquer los demás levantaron la vista en ese instante, yo lo hice porque escuché el sonido de alguien más aparte de mi tecla.
Nos observamos atónitos, y gritamos. Ni idea de porque carajos habíamos gritado aquella vez pero lo hicimos. Y lo peor es que estábamos tan sorprendidos que no sabíamos si correr, cubrirnos o desmayarnos. En serio pensé en la última opción.
Después de aquel trágico día, los tres podemos estar en la misma habitación en solo ropa interior, sería lo mismo que estar en la playa con bikini de dos piezas.
Al salir de la ducha no pude evitar reír me ante la imagen que presenciaban mis preciados ojos: Lili y Ryan están en una pequeña pelea en la que Ryan está colgando de la cama tratando de no caerse, cosa que sé veía graciosa porque en fracción de segundos Lili había empujado a Ryan lo suficientemente fuerte como para que terminara de culo en el piso.
Eso nos hizo reír a los tres. Por cosas como esas es que amo tener a estos dos individuos conmigo.
Lili al notar que ya había terminado de ducharme, se pone de pie con gracia y camina en mi dirección, pasa a mi lado y chocamos los cinco como si fuésemos complices, aunque yo no tenía ni idea de que esto iba a pasar. De hecho debí de imaginarlo, esos dos juntos son la tercera guerra mundial.
Camino al lugar en donde Ryan está tirado, lo encuentro tumbado sobre el suelo boca arriba con una pose cómoda, posicionó una de sus manos debajo de su cabeza y la otra tapa parte de su cara. Sin previo aviso me siento sobre su abdomen recargando mi espalda de mi cama.
—Hueles bien enana—susurró sin quitar sus manos de dónde están.
—Es obvio, me acabo de duchar. En cambio tú apestas a perro—respondí en forma de broma, a pesar de haber sudado aún poseía el rico olor a perfume de hombre.
Elevó la comisura de sus labios en una pequeña sonrisa que apenas y pudo verse.
—Es obvio, a diferencia de ti, yo no me he duchado.
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—Bien Emma ¿Qué piensas hacer?—habló Ryan al darle un mordisco a su hamburguesa.
Estamos los tres sobre unas cobijas tendidas en el suelo en mitad de la habitación, cada uno con algo en manos. Lili está pendiente de su móvil, yo intento leer y Ryan, bueno, está comiendo con entusiasmo su preciada hamburguesa.
—¿Que haré con que?—Depósito el libro a un lado.
—¿Aun quieres seguir con la apuesta?—Continúa cuestionando Ryan dejando de masticar por un momento, lo decía en serio.
—Apenas estoy empezando, tranquilo. Además, creo que será divertido—Retomo mi lectura para esconder el por ciento de duda que aún me tiene inquieta.
Aunque en estos momentos estoy un poco más convencida, solo un poco. Estoy cansada de que siempre termine tan lastimada, tal vez esta vez vuelva a suceder lo mismo, pero me dolerá menos al saber que yo también estuve jugando, es más creo que por una vez en mi vida podré tener un final diferente. O al menos no lloraré por lo mismo en el jardín.
—Yo solo quiero ver a Ryan pidiendo matrimonio —Comentó Lili aún sin despegar su mirada del móvil.
—Se cagaría antes de siquiera pensarlo—dije riendo, pero realmente quiero ver ese momento.
—¡Hey! Por si no lo notas sigo aquí al lado— exclamó Ryan con fingida ofensa sin dejar de darle mordiscos a su hamburguesa.
Rodee los ojos con diversión, amo este chico.
Nota de la autora: hola hermosuras seguimos avanzando. Espero que estén disfrutando de esta emocionante historia.
Mil gracias a los que aún continúan aquí, se les quiere un montón y tienen guardado un pedacito de mi corazón negro, soo.
Aquí opiniones amores de que les parecen los personajes?
Recuerda picar le a la estrellita si te ha gustado este capítulo. Nada más que decir hermosuras así que me despido esperando encontrar los en el próximo capítulo.
Los quiere, Stefany 🌹
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