—¿Cuando empezarás a contar cuál es tu plan? —pregunta Ryan por tercera vez en el día. Si algo es desesperante en Ryan es su manera de insistir en un tema, y más aún si ese tema en específico le interesa.

Si continúa así me dará un dolor de cabeza, y jaqueca.

Ya es hora del almuerzo y estamos camino a la gran cafetería que más bien parece un comedor gigantesco. Más elegancia y lo confundes con un restaurante.

—Luego de comer—pronuncié acelerando un poco más el paso.

—bien.

Respiré aliviada al momento en que dejó de hacer preguntas durante el trayecto de la fila para tomar nuestra comida. Lili no decía nada y lo agradezco, bastante tengo con soportar el interrogatorio de Ryan como para agregarle un posible segundo interrogatorio de parte de Lili. Aunque si lo pienso mejor, no sé porque alargo este tema, tomando en cuenta que de igual modo no habría manera de ocultarlo, no a personas que conocen hasta tu manera de respirar ¿exagerado? Lo sé, pero es la pura verdad.

—Bien, empieza a cantar —declaró Ryan tomando asiento frente a nosotras. Colocó el plato con papas y brócoli sobre la mesa, y como si se hubiese acordado de algo me apunto con su tenedor ya en manos y agregó —: y no hablo de una canción en específico y lo sabes.

Rodee los ojos ante su actitud y su manera de estar apuntandome con ¿Un tenedor?

Bueno sí, me está apuntando con un tenedor. Y me sorprende que no me haya apuntado con un brócoli.

—Primero: deja de apuntarme con el tenedor, pareces haber perdido hasta la conciencia del juicio si es que eso existe—Acomodé mi cabello ligeramente hacia atrás antes de continuar—: y lo que te dije, es que, ojalá me ayude hasta satanás a destruir a... — ¿como menciono el nombre de ese imbécil? — ese.

—y yo que pensé que faltaba tiempo aún antes de que perdieras la cordura —murmura Lili ganándose una mirada asesina de mi parte.

Esta mujer es como la sal a todo tipo de heridas, y aún así la amo.

Ryan parpadeó unas doce veces seguidas, y eso solo lo hacía cuando yo le contaba alguna estupidez grande o cuando no entendía ni mierda de lo que le decía. En este caso sabemos que es la primera opción. Hay una pequeña diferencia entre ellas porque como en este momento me está mirando cómo si me hubiese salido un tercer ojo en la cara.

Ya veré como me acostumbro a esas miradas porque presiento que será la que más me darán en el transcurso de la semana.

Pasaron unos minutos y cuando pensé que me diría que me estaba volviendo loca o algo parecido, suspiró, se inclinó ligeramente hacia el frente y apoyó sus codos de la mesa que se interponia entre los dos de modo en que su comida quedó entre medio de sus codos.

Estamos en una de las mesas que dejan ver claramente las personas que entran o salen del comedor, es prácticamente el centro.

—Sabes qué, ya sé. Si tanto quieres lastimar a alguien te propongo algo.

Los ojos de Ryan dejaron de verme a mí para dirigir toda su atención a Lili quien había hablado nuevamente. Yo por mi parte solo me crucé de brazos y también le preste atención a la pelinegra a mi lado.

—Bien. Te escuchamos—respondimos Ryan y yo a la vez.

—hagamos algo parecido a una apuesta.

—¿Una apuesta...? —preguntó Ryan.

Por el tono de su voz noté que su pregunta no había Sido por el hecho de no haber entendido, sino porque para él suena interesante. Por mi parte, solo visualice mi cabeza enterrada en uno de los futuros agujeros que construiré en mi jardín.

—Ryan y yo apostaremos a qué no puedes hacerlo—Golpe bajo. Lili es tan directa y dolorosa como una aguja incrustada en el culo.

La miré incrédula aún con los brazos cruzados «¿Dos contra uno White?»

—¿Por qué están los dos en mi contra?

—Porque aún no estamos de acuerdo con lo que quieres hacer—La respuesta de Lili hace que mi pregunta suene estúpida al instante. Pero tiene razón así que asiento y ella continúa con lo dicho —. Empezaré con lo más importante: si ganas o si pierdes—Al parecer mi cara mostraba lo confundida que estaba así que suspiró con fuerza y agregó—: si ganas que Ryan le pida matrimonio a Dennis Carson.

—Lo hará de igual modo—rebati tomando en cuenta lo embobado que está por esa chica.

—Pero discretamente— defendió Ryan.

—Bien, si gano será en grande—Me miró por unos segundos y suspiró, eso significa un sí—. Pero ¿Y tú qué harás?

—Yo nada, soy como el juez o algo así—Lili se encogió de hombros y Ryan solo pudo rodar los ojos a la par que yo.

No discutiremos eso con ella, suficiente tendré con saber que Ryan hará algo.

—Bien, y ¿Qué pasa si pierdo?

—Aún no lo sé, tendría que pensarlo.

Lo ví adaptar una pose pensativa con el dedo índice, pulgar y un poco del mayor para masajear su mentón lentamente de modo en que parecía que en verdad estaba pensando, aunque casi nunca lo hacía. Y al parecer Lili tampoco sabía que decir ya que el silencio reinó entre nosotros, todos con las mentes en todo lugar menos aquí.

Mientras ellos piensas les aclararé quien es Dennis Carson:

Ella es una chica delgada, mide unos metros menos que yo -lo que la hace ver adorable a los ojos de Ryan-  sus ojos son de un verde combinado con amarillo lo que le da un toque extrañamente hermoso a su rostro. Su cabello color lila cae hermosamente hasta sus hombros, y creo es su corte favorito porque cada vez que le crece se lo vuelve a cortar de igual manera. Su color de piel es un poco pálida y encaja perfectamente con el color de su cabello, en conclusión: es una belleza extraña. Y es la chica por la cual Ryan está más que solo chiflado, ya está hasta idiota el muchacho este.

—No se me ocurre nada. Así que, dejemos que el karma haga su trabajo.

Reacciono al instante al escucharlo decir aquello ¿En serio acaba de decir eso?

claro que si mi Ciela, aún no estás sorda

Pongo los ojos en blanco ante la bocecita en mi cabeza que se hace llamar mi subconsciente, ya estaba tardando mucho en venir a restregarme algunas cosas en la cara, o a mi mente

genial Emma, ya estás queriendo discutir con tu mente.

Me ignoro nuevamente, ya estoy perdiendo la cordura.

—Ya se nos fué—comenta Lili pasando sus manos de un lado a otro frente a mi rostro—. Emma, ¿Estás ahí?

—Bien. ¿Qué hay que hacer?—pregunto al despertar de lo que sea que dormí ignorando tanto el comentario de Ryan como el de Lili.

Lili y Ryan se observan cómplices como si estuviesen combinados antes de empezar esta conversación, y creo que sí se comunicaron con las miradas de modo en que parecía que ella le había cedido el resto de la idea a Ryan.

El último mencionado se inclinó ligeramente hacia atrás para observar la puerta de entrada a la cafetería/comedor. Para eso tuvo que voltear un poco el cuello ya que estaba de espaldas.

Dirigí mi mirada al mismo punto que miraban Lili y Ryan justo en el momento en que Andrew Mcchesney hacía su gran aparición de entrada como el chico popular que es.

Y como ya mencioné, el es Andrew Mcchesney: el chico por el cual suspira medio instituto, y no niego que hasta yo llegue a suspirar por el en tiempo pasado. Es hermoso hay que admitir. Es rubio con dentadura, estructura, cuerpo, color perfecto. Sus ojos son de un verde intenso, podrías perderte en ellos si quisieras.

—Ya sé que harás—comenta Ryan captando la atención de las dos al instante. Lo miramos a la espera de la respuesta—. Tienes que enamorar al segundo chico que aparezca por esa puerta.

«si cruza alguien con la fama de Justin Bieber me arrojo por la ventana»

—Y ya que querías destruir a alguien, ahí la oportunidad. —concluyó Lili como si solo se tratara de un Sprite que había que apuntar y presionar para que expulsara el contenido y listo.

Dicho ésto, los dos individuos: uno frente a mi y la otra a mi lado, chocaron los cinco como si hubiesen triunfado en alguna práctica de matemáticas y en esa misma hubiesen coincidido, yo solo quise golpearlos por estar los dos en mi contra.

—¿Y eso que tendría que ver con Adam? — «estúpido seas, acabo de mencionar tu nombre.»

—Él sigue pensando que eres suya. Dale un buen golpe en sus bolas de arrogante demostrándole que puedes estar con quién se te antoje porque no eres—Me apuntó con seguridad—Y jamás serás propiedad de nadie.

«¿Quién mejor que Lili para darle un toque de maldad al momento? »Pues nadie.

Y como si la vida supiera, en ese instante entra el mejor amigo de Andrew y enemigo a muerte de Adam: Izan Black.

«ay destino! ¿Qué pretendes hacer? ¿En qué tipo de juego me acabas de involucrar»

Ryan voltea a mirar me de golpe:

—No podrás hacerlo—Parpadeo como idiota ante la sencillez en aquella simple oración ¿Y quién no? En pocas palabras me acaban de decir que soy una incompetente.

—¿Crees que no puedo enamorarlo?—pregunté ofendida ¿Y cómo no? Al menos hubiese tomado la molestia de decirlo con más amor, ya se está contagiando la sinceridad de Lili.

—No seas idiota Emma. Claro que puedes enamorar a quien se te antoje, hasta  al hijo de Odín  que te aparezca ahora mismo y diga que bailes. O sea mírate, eres un bombón, el problema es que pasas la mayor parte del tiempo llorando por cosas sin importancia que no te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor—Claro, si no me daba una patada en el culo con sus palabras tan directas, no sería Lili—Ryan se refiere al hecho de enamorarlo y luego destruirlo.

—¿Y porqué?

—Es más que obvio. En toda novela, libro, película, o lo que sea, cuando se trata de una apuesta como ésta siempre termina con los actores enamorados y al final nadie destruye a nadie. Y terminan felices por siempre. Y bla bla bla.

Casi, casi me echo a reír por su manera  para nada soñadora de hablar de aquellos cuentos mientras mastica con lentitud un poco de su brócoli. Eso me recordó que aún no había probado nada de mi plato con papas y una manzana, no soy muy amiga del brócoli, y no tenía deseos de comer lo demás.

Y claro que aún con aquellas palabras de Ryan no lo dejaría estar, ¿Por qué? Si ésta era una apuesta en la que usaría a uno para destruir al otro.

¿Notas lo horrible que se escucha eso?

«tú te callas»

—Bien. Entonces. ¿Apostamos? — si ya saben que me volví loca para que preguntan. Estoy decidida a intentarlo al menos. Si fallo terminaré mejor que en mis relaciones anteriores. Y si gano, pues, ya veré qué será más adelante.

—¡Wao! Cuánta decisión—Puse mi mejor cara de “¿es enserio?”—vale. Hecho.

Al decir eso, estrechamos las manos con nuestro saludo de apuesta, chocamos cinco y las volvimos a estrechar. Si, a Ryan le encanta ser original con sus saludos.

Y para sellar nuestra apuesta -porque es como si el universo mismo estuviese planeando todo con nosotros- sonó el timbre que indicaba que la hora del almuerzo había culminado.

—Vaya vida que te ha puesto justo al enemigo de aquel imbécil—comentó Lili tomando su mochila del suelo.

—No pudo haber nada mejor...

Tomé mi mochila del mismo lugar en el que estaba junto a la de Ryan y empezamos a caminar uno al lado del otro, discutiendo sobre cómo sería el momento en que él le pediría matrimonio a Dennis, mientras mi mente calculaba unas cuantas maneras de patearle el culo a Adam.

Nota de la autora:  se pone candente señoras, jajaja- ignoren ese comentario de arriba-  aquí su autora aún no favorita (nehh como quieran llamar) está aquí enviando saludos a todas esas hermosuras que aún siguen aquí disfrutando de este comienzo. Seguimos en la “conocicion” con un poco más de momento así que a los que siguen aquí se ganan un pedacito de mi corazon Negro. Hoy no tengo mucho que decir, solo les recuerdo que si te gustó el capítulo pica le a la estrellita mi corazoncito se los agradecería mil, soo. Eso es todo,  Nos leemos luego hermosuras.

Los quiere, Stefany 🖤