Narra Lui

Destapé la caja que contiene las pociones y ingeri la correspondiente al día de forma lenta, tenía un presentimiento de que algo muy raro estaba por ocurrir. En cuanto acabé de beberla salió una honda expansiva de la caja de pociones y los 3 ahí presentes caímos al piso inconsientes.

Desperté en un lugar extraño y ya no estaban ni Free ni Cristina, era un corredor rosa con muchas puertas y señales con mensajes raros cómo: "entra ahí, pero no entres", "peligroso como una bola de algodón" y muchas otros letreros que me tenían confundido.

De pronto escuché el tic toc de un reloj y pasos que venían en mi dirección junto con unos murmuros de una voz familiar, una cabellera albina se movía al compás de su andar y sus ojos rojos miraban un reloj mientras apresuraba más el paso.

Shu: tarde tarde, es demasiado tarde, más de 2 minutos tarde.

Shu se veía muy extraño, tenía una vestimenta más formal acompañada de un chaleco y un reloj plateado del que no despegaba la mirada, pero sin duda lo más raro eran las orejas de conejo sobre su cabeza y la bolita de algodón que tenía por cola, ambas de color blanco almidonado.

Ni siquiera me miró y siguió con su camino, mientras yo seguía observando sumamente confundido, sin más que hacer lo seguí, pero se hizo pequeñito y cruzo por una pequeña puerta, ésto ya era demasiado loco.

Sentí un pinchazo en un pie repentinamente que me hizo dar un brinco y escuché una vocecita cerca de mi oído.

???: Gigante! Gigante! Fuera fuera! Invades el territorio de su majestad la reina de corazones!

Me sacudí para quitarme el pequeño ser que tenía en mi hombro, y un pequeño Wakiya cayó junto a un diminuto Rantaro que sostenía la lanza con la que me había pinchado el pie anteriormente.

Lui: a mi ésta locura me huele a que me drogaron y ni cuenta me di...

Sentí que me pinchó de nuevo con esa molesta lanza con punta en forma de corazón y todo me empezó a dar vueltas hasta que era del mismo tamaño que el par de rubias locas.

Wakiya: se hace tarde! Rápido rápido! No hay que llegar tarde a la fiesta de su majestad! -y ambos se fueron tan rápido como llegaron-

Mire al rededor confundido por la rápida salida de esos dos y no había nada más en ese enorme pasillo más que la pequeña puerta que ya no era tan pequeña, la atravesé sin más opciones y aparecí en un edificio que no era tan extraño.

Eran los Raging Bulls en Estados Unidos...

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Jajaja loco verdad? Quieren otra parte si o no?

Les gustó?