Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un Mixtape Para El Fin Del Mundo

¡Felicidades! Al leer esto, ha realizado un acto de autodeterminación. Usted, queridx lectorx, ha tomado las riendas de la vida y ha tomado una decisión. De todas las cosas que podrías haber hecho hoy, decidiste abrir esta historia y leer esta oración en particular. Nadie te obligó a hacerlo, y ninguna situación de vida o muerte te forzo el tentaculo.

Ahora puede cerrar esta historia y estar contento con su día sabiendo que ha afirmado su libre albedrío como ser consciente. ¡Sigue adelante, bestia sin amo, porque tienes la opción de hacerlo!

O puedes quedarte. Cualquiera que prefiera, no le forzaremos de una forma u otra. Pero al elegir cerrar la historia o continuar leyendo, lo cual, si está leyendo esto, significa que todavía está leyendo y continúa leyendo mientras lee esto, esto y esto, está afirmando un mínimo de agencia.

La agencia, como la describen todos, desde Rousseau hasta Nietzsche y el usuario de Reddit aina09, es la capacidad de una persona para tomar decisiones sin verse influenciada por su entorno, contexto o cualquier factor limitante que obstaculice su razonamiento. Para ponerlo en términos sencillos, es la capacidad de tomar una decisión que haría avanzar la trama de tu vida, en lugar de reaccionar a una fuerza externa.

Ejercitar su poder de agencia es el equivalente a conducir a un Wendy's después de una noche de copas para comprar nuggets de pollo, sabiendo muy bien que podrías vomitar en el estacionamiento mientras buscas a tientas algo de cambio. Una falta de agencia es tener a tu conductor designado yendo a McDonald's porque estás demasiado borracho para conducir y lo único que puedes decir es "quiero nuggets lele pancha" una y otra vez mientras tomas tequila reposado, la bebida humana equivalente a no tener agencia—porque sabe horrible y todos lo beben solo porque Chad vio a su hermano comprarlo una vez cuando eran niños y pensó que se veía genial.

Podemos decir que, si tener agencia es la máxima forma de libre albedrío, carecer de albedrío es ser un pasajero en un bote de papel atravesado por una corriente de eventos. Lo que nos lleva a la única persona en esta historia con una falta total de agencia: el mismo Chuck Colt.

Él había sido el barco de papel metafórico sobre el que ha girado esta historia, pero ha tenido poco que influir al respecto. Fue básicamente obligado por Smokey a tomar una decisión, luego por Marraine Pené, luego por Charquitos, seguido por Jacque, los Trevor e incluso un demonio. Y, sin embargo, su inclusión en la historia, casi como su inclusión en el plan ahora fallido, ha sido incidental.

Tenemos que recordarle a nuestra audiencia que Chuck es un fantasma y podría haber desaparecido fácilmente en el momento en que los atraparon, pero debido a que no tenía una agencia propia, se quedó con el grupo, principalmente porque podría haber jurado que el Doctor Risitas lo estaba siguiendo con los ojos, y como se dijo anteriormente, Chuck tenía un miedo mortal a los payasos. Incluso cuando era el epítome de la libertad, completamente fuera del superego y sin ataduras a nada terrenal, estaba programado para ser un perdedor.

Y qué perdedor fue, flotando penosamente por un pasillo lleno de payasos, sus amigos con grilletes hechos con varios pañuelos de colores atados juntos, y tratados a punta de bocina por una sirena de gran tamaño, todo por algo que no recordaba haber hecho. Su falta de agencia ni siquiera podía protegerlo de sí mismo.

Pero aún tenía que tomar una decisión, cualquiera que fuera. Todavía tenía recuerdos que recuperar, un misterio que resolver y una vida a la que volver.

—¿No se suponía que tú eras nuestro amuleto de la suerte, gitana? —preguntó Trevor Workee, todavía tratando de sacar pedazos de Jacque de sus dientes.

Marraine Pené, que avanzaba sin grilletes mientras el tejido de sus pañuelos se desgarraba, se encogió de hombros y le dio un último lametón a su bastón. Le tomó 6730 lametones terminar el dulce. —Mon cher, ni siquiera sé quién es el cumpleañero. ¡Ni siquiera traje un regalo! Qué grosero de mi parte. Debe ser alguien importante. Mire cuantos payasos tiene para su fiesta.

Un payaso rápidamente le entregó una pequeña caja y una palmada en la cabeza. La caja será importante más adelante. Tal vez. No podemos ver el futuro.

El grupo fue empujado dentro de un remolque estrecho justo detrás del escenario principal, también repleto de payasos. Ese es su poder más aterrador: poder meterse en los lugares más pequeños sin comprometer su integridad física. Chuck comenzó a tener un ataque de pánico, pero debido a que los payasos se alimentan del miedo, solo funcionó para hacerlos más fuertes.

—Está bien, está bien, está bien —dijo una voz suave y suave que le recordaba vagamente a Chuck las mascotas de los cereales y los villanos de Disney amenazadores—, papi necesita algo de espacio. ¡Todos ustedes, váyanse pal carajo!

Y al igual que un nido de cucarachas cuando las enciendes con una linterna, salieron corriendo del tráiler, dejando solo al grupo, Doctor Risitas, Helga la bruja y una figura misteriosa. Dicha figura misteriosa parecía que se habia vestido lanzando una tienda de ropa de segunda mano completa a una trituradora y parándose del otro lado mientras estaba cubierto con pegamento y usando lo qué se le pegara. Lo único remotamente coincidente era su sombrero de copa a rayas negras y amarillas y sus dientes de oro.

—¡Hey, Chuck-e-cheese! Mi pana, mi bro, mi hermanito. Sabía que lo lograrías, siendo mi fan número uno. ¿Q'hubo, carnalito? ¿Y ahora tienes una pandilla? Veo que has estado ocupado.

Aqui fue. El mismisimo demonio estaba frente a ellos. El infame DJ Belluz en persona. ¿Qué feroz batalla de ingenio se produciría ahora que nuestros héroes estaban frente a él? ¿Darían ellos el primer golpe, o el demonio tomará represalias con uno de sus traviesos planes? ¿Revelará por qué Chuck se partió en dos? ¿Obtendría su "Recompensa"?

—¡Feliz cumpleaños! —dijo Marraine Pené, entregándole al demonio el pequeño regalo en un proceso de agencia anticlimático, pero apropiado.

—Oh, ¿deveritas? —dijo DJ Belluz, rompiendo el paquete para revelar un Ring Pop, sabor a frambuesa—. ¡Gracias, abuelita! Pero yo no como los dulces. Me jode los dientes. Te lo puedes quedar.

Colocó el caramelo en la parte superior de su bastón, seguido por ella lamiéndolo y comenzando de nuevo. —Qué dulce joven.

—Eh, disculpe —dijo Chuck—. Creo que tal vez tengas algo que una vez me perteneció, tal vez.

—¡Y mío! —dijo Charquitos.

—¡Y mío! —dijo Jacque.

—¡Dulce! —dijo Zuck, pero si pudiera articular, debería quedar bastante claro que sus sentimientos residían también con el grupo.

—¡Y vete a la mierda! —dijo Trevor Workee.

—Y yo soy Marraine Pené— dijo Marraine Pené.

DJ Belluz dijo un cordial "wow" antes de retroceder con una sonrisa dorada. —¡Hey, Chucky, tu grupo ta loquito! Diles que le bajen dos. Todos somos amigos aquí. Especialmente la abuela y Zombie Chuck. Son cool. ¿Quieres algo? Helga, ¿qué tenemos para nuestros invitados?

—Gomitas y Dr. Pepper dietético —dijo la bruja.

—¡Gomitas! dijo Zuck, usando su fuerza sobrenatural para cortar los pañuelos y zambullirse de cabeza en un tazón de Trululus. Para su consternación, todo eran sabor regaliz, porque DJ Belluz era un imbécil, y solo los imbéciles querrían comer regaliz. Y niños, pero la línea entre esos dos ya es bastante vaga.

—Come lo que quieras —dijo el DJ—. En cuanto al resto, ¿cuál es su peo conmigo?

—¿Flatulencia? —preguntó Zuck.

—Es un dicho, amigo —corrigió el DJ. Se sentó en lo que Chuck inicialmente pensó que era un sillón tipo puf muy carnoso, pero cuando el sillón comenzó a respirar, quedó claro que era un ser humano, uno que Chuck había visto antes en la televisión. Era la alcaldesa, casi completamente catatónico—. Ahora, ¿por qué viniste corriendo por los desagües como cucarachas? Chuckmeister, podrías haberme pedido un pase. Te habría dado algunos boletos VIP, mi loco.

Jacque fue el primero en intentar ponerse de pie, y fue el primero en volver a ser golpeado con el gran bate de comedia del Doctor Risitas, que todavía estaba cubierto de sangre. —¿No me recuerdas?

—No, ¿debería? —dijo el DJ, hurgándose los dientes con una de las uñas de la alcaldesa Mantecosa.

—¿Edad Media? ¿Alquimista? ¿Te vendi mi alma por la inmortalidad?

DJ Belluz se quedó boquiabierto durante unos segundos antes de que se diera cuenta. —Tú eres ese loco, Jacque, ¿verdad? ¡Por supuesto que te recuerdo, bro! Esa fue mi epoca darks. Todo sombrío y mierda. ¿Cómo has estado?

—¡En un infierno viviente, gracias a ti! —dijo Jacque, golpeado una vez más cuando trató de liberarse.

Chuck pensó que iban a tener una gran "Prueba", una batalla final con el gran malo, o algo así. Hasta ahora, había sido más como una conversación levemente irritante.

—¡Oye, oye, no me vengas con esa, bat-man! —dijo el DJ—. ¿Te obligué a hacer el trato?

Jacque, sabiendo muy bien que actuó por su propia voluntad, solo pudo negar con la cabeza. Una causa directa de esto fue que el Doctor Risitas una vez más golpeó su cabeza hacia abajo.

—N-no. Pero... —comenzó a decir el vampiro entre balbuceos antes de ser interrumpido por DJ Belluz.

—Pero nada, chico. Todo pendejo, todo enano, tu —dijo el DJ—. Hicimos un trato justo y honesto. Tú tienes tu inmortalidad, yo tengo tu alma.

Con un chasquido de su dedo materializó un iPad y un PDF en dicho iPad que mostraba el contrato inicial. Como cualquier demonio del siglo XXI, tenía todo su trato subido a una nube: una nube de la marca Apple, la más malvada de las empresas. —Aquí está tu firma, ¿no? 'Ta todo legal, papá. Un trato es un trato.

Y solo para asegurarse, hizo zoom en la Cláusula 69, anexo 87, subsección ii, la cláusula "Tomalo o Dejalo," que es una de las reglas humanas más básicas que se aplican en los parques infantiles de todo el mundo, escenificando que una vez que haces un trato, no hay vuelta atrás, como lo confirma el ahora infame caso "El Pueblo v Pedrito Aguilar del 3er Grado, seccion B."

—¿Y que hay de mi? —dijo Charquitos. —¡Nunca pedí que me convirtieran en le rougapug más adorable de la historia!

—¡Yo también te recuerdo! —dijo el DJ. —Mira, tu contrato aquí decía que querías ser famose, nunca dijiste cómo. Y mira cuantos seguidores tienes en Instagram. 3 millones es lo suficientemente famoso. ¡Así que, no sea pajue! Nuevamente, todos ustedes voluntariamente me dieron sus porqueriosas existencias. Es su culpa y solo suya. Además, necesito que ustedes dos hagan que mi plan funcione esta noche, así que siéntense y relájense, porque todos ustedes son mis invitados VIP.

—Y yo soy Marraine Pené —dijo la vieja mientras lamía un caramelo de regaliz una vez y lo volvía a poner en el tazón.

—¡¿Qué planeas hacer, demonio?! —preguntó Trevor Workee—. ¡Revélamelo, ahora!

—Trevor, no lo hagas —susurró Sabrina—. No puedes ganar. Por favor.

—¡Vaya, vaya, vaya! —dijo DJ Belluz mientras se levantaba de su asiento carnoso—. Cuida tu tono. Dime, ¿no eres el asistente de mi Mantecosita?

—Soy tu peor pesadilla —dijo Trevor Workee.

—¿En serio? No pareces un caballo con dientes humanos preguntándome qué hora es una y otra vez.

Trevor logró ponerse de pie, pero justo cuando el Doctor Risitas estaba a punto de jugar un juego rápido de Whack-a-mole con su cabeza, DJ Belluz le indicó que se detuviera.

Sus piernas temblaban como gelatina. La gelatina es médula ósea hervida, que normalmente se encuentra en los huesos de las piernas. Por lo tanto, sus piernas temblaban como jugo de piernas, pero estaba decidido. —Mi nombre es Trevor Workee. En el nombre de Trevor Cristo, estoy aquí para detenerte, oh mal ancestral. Rompe los grilletes que te atan a esta Tierra. ¡Soy el verdadero Trevor, y aquí es donde termina todo!

—Ah, sí, la profecía —dijo DJ Belluz. Se acercó tanto a Trevor que sus narices chocaron. Para no ser superados, Trevor y DJ Belluz tuvieron una breve pelea de espadas usando sus narices. Fue un empate—. Entonces, ¿crees que eres el verdadero Trevor, el que me detendrá?

—Claro que yes —dijo Trevor con una sonrisa—. No sé qué planes tienes, pero estoy seguro de que los derribaré.

—Te gustaría machacarlos, ¿no? ¿Asi bien sabrosos que me duela?

—¿Alguien siente la extraña tensión sexual en el aire? —preguntó Charquitos, pero sus palabras se perdieron en el alboroto.

—¿Quieres saber lo que tengo reservado? ¿Cuál es mi plan? —se burló DJ Belluz. Su sonrisa dorada era casi labio a labio con la de Trevor.

—Me gustaría eso. Me gustaría conocer cada centímetro para poder destruirlo.

Pero con eso, DJ Belluz retrocedió dos pasos y lo saludó con una dulce sonrisa. Le siguió el bate del Doctor Risitas, peleando con el cráneo de Trevor para ocupar el mismo espacio. La física eligió al bate como ganador, ordenando a la gravedad que dejara caer el cuerpo sin vida de Trevor al suelo.

—¿Conoces la razón número uno por la que los planes malvados no funcionan en las películas? —preguntó DJ Belluz, usando un pañuelo para limpiar pedazos de Trevor de encima suyo—. Monólogos. Cada vez que el villano empieza a monologar, el héroe lo engaña. Eso es lo que Chuckme enseñó. ¿No es así?

Una vez más, Chuck se quedó en silencio, porque no sabía lo que estaba pasando, pero fuera lo que fuera lo que estaba pasando, era horrible. Pero tenía razón. Los monólogos son la pesadilla de los villanos.

—¡No! —gritó Sabrina, quien se arrojó encima de Trevor—. ¡Teníamos un trato, bastardo! Me dijiste que no lo lastimarías.

—Y no lo hice —dijo DJ Belluz, agachándose para verla a los ojos—. Fue el Doctor Risitas quien lo hizo. Sabes, les tiré un hueso a ti y a tu patética banda porque tu tía Helga me lo pidió, ¿y tú vienes y me escupes en la cara, ayudando al enemigo?

Mientras Sabrina lloraba sobre el cuerpo aún caliente de Trevor, solo había una palabra en su mente. —¿Por qué?

—¿Por qué? —dijo Helga. —¿Por qué, qué?

—¡Sí, eso es lo que pregunté! —dijo Sabrina, pensando al menos unas pocas palabras más desde la última vez.

—¿Quieres decirle, o...? —preguntó DJ Belluz.

Helga dio un paso adelante y se agachó frente a su sobrina con la única ternura que un ser con uñas de 3 pulgadas de largo podría mostrar. —Princesa, el mundo está jodido. Las personas estúpidas tienen todo el poder mientras nosotros en la comunidad paranormal somos cosificados, marginados y burlados. Maldita sea, cada repetición de Hechizada es un dedo medio para las brujas en todas partes, y cada fanfic de hombre lobo, y Los libros de Crepúsculo y Gasper, el maldito fantasma. Esas son formas de opresión. Pero no más. Nos negamos a ser el blanco de la broma por más tiempo. Hoy, nos levantamos bajo un nuevo líder. Uno que nos ha jurado que no vamos a tomar esto acostados. Un líder que es tan antiguo y sabio que gobernará el mundo con mano de hierro y nos hará a todos iguales.

—¿Carlos Marx? —preguntó Sabrina.

—No. Yo —dijo DJ Belluz.

Se levantó del suelo, ajustándose el pañuelo al tiempo que arrojaba a un lado sus gafas oscuras para revelar dos brillantes ojos amarillos. —Esta pequeña farsa de que el mundo está dirigido por personas malvadas que fingen ser buenas se volvió obsoleta. Ya es hora de que alguien tome las riendas con una buena dominación mundial a la antigua, por el bien de la gente y esa mierda.

—Eso suena como comunismo con pasos adicionales, ¿non? —dijo Marraine Pené, quien logró encontrar una gomita rojo cereza en el tazón.

—Patata, tomate, la misma diferencia —dijo DJ Belluz—. Pero ahí es cuando ustedes entran.

El DJ volvió a sentarse sobre la alcaldesa Butterman y la usó para limpiarle gotas errantes de sangre de Trevor como si fueran un moco. Se quito su sombrero de copa para revelar un conjunto de cuernos malvados, retorciéndose por toda su cabeza, para terminar en dos puntas irregulares. —Solo puedo venir aquí una vez al año durante Walpurgisnatch, ¿no? Entonces, para quedarme aquí un poco más, necesito un recipiente humano. La cuestión es que los humanos son difíciles de fabricar. Necesito de un cuerpo —dijo, señalando a Charquitos—, un alma humana como ancla —dijo de nuevo, señalando a Jacque—, y un poco de dinamismo para unirlos. Y fue entonces cuando Chuck cayó sobre mí como un regalo del cielo, vendiéndome su ego, que es el superpegamento perfecto para todo esto. Ustedes tres son los únicos seres que existen lo suficientemente tontos como para venderme una parte de ustedes. Entonces, felicidades por eso, idiotas. La jodieron, y yo gano.

El DJ volvió a sentarse y se sacó la chaqueta para revelar un par de alas, negras como la noche misma, como si estuvieran hechas del cuero de mil chaquetas de motociclistas. —Pero incluso eso no es suficiente, porque todavía necesito un último ingrediente para hornear toda esta mierda. Si pueden revisar el reverso de sus pases para el backstage, en la letra pequeña...

El grupo volteó los pases, con Charquitos liderando la lectura. —La Ciudad no se hace responsable de los daños y perjuicios que el concierto pueda-

—¡No, no! La letra pequeña entre la letra pequeña.

Efectivamente, entre la letra pequeña en la parte posterior había una letra aún más pequeña, escrita en latín y cursiva, los dos idiomas más malditos.

—Dice —dijo Jacque—, que al canjear este boleto, le otorgas año de tu vida para DJ Belluz, y también estás obligado escuchar su álbum de Soundcloud.

—Y eso, cariños, es por lo que presioné a Mantecoza para que hiciera todo este festival —dijo Helga—. Engaña a la gente con tragos y fiestas salvajes, y engánchalos al final con un concierto con nada menos que el mismísimo Bad Bunny.

—Solo que no hay Bad Bunny —dijo Scratch—, y están voluntariamente dándome su tiempo. 100% por su propia voluntad. Después de todo, no hay razón para tener un cuerpo humano si no tengo tiempo de usarlo. Tal es la locura de los hombres, perder tiempo por su propia voluntad. Demasiado para su sentido de agencia. Así es como muere la democracia, amigos, con los dulces sonidos de EDM .

—Eres un monstruo —dijo Sabrina—. Un bicho raro. ¡Eres un bicho raro!

—Ouch —dijo DJ Belluz—. Eres una cosita valiente, ¿no? Claro, cuando lo hago, soy malvado, pero cuando Apple obtiene acceso total a tu hígado en el acuerdo de usuario, nadie se inmuta. Vamos a hacerte un poco más conforme, ¿de acuerdo?

Puso su mano encima de ella y comenzó a cantar "In mari meri miri mori muri necesse est: una y otra vez, lo que para nosotros es un montón de tonterías, pero ¿quiénes somos nosotros para juzgar? La cultura demoníaca es rica y profunda y no nos atreveríamos a criticar, pero en "Jugando con Cerillas" nos gustaría absolvernos de toda responsabilidad por lo que pueda ocurrir después de leerlo. Si lo que sucedió después es una indicación, puede pararse derecho con los ojos vacíos y mirar fijamente a la nada al mismo tiempo.

Como regla de vida, no lea hechizos que vea por la calle. Nunca se sabe lo que puede pasar.

—¿Quién es una buena chica? —preguntó DJ Belluz.

—Soy una buena chica —dijo Sabrina.

—¿Ves? Todo mejor.

—¿Ves? Todo mejor —repitió Sabrina.

—Deja de repetir —dijo el DJ.

—Dejaré de repetir.

—Más te vale.

—Más me vale —dijo la bruja una vez más.

—¿Saben qué? Salgan todos —dijo el DJ—. Helga, prepara el alma, el cuerpo y el ego para la ceremonia. Nos quedan 20 minutos, así que vete. Excepto tú, Chucky. Tú quédate.

—¿Yo también? —preguntó la cenil bruja.

—Sí, abuelita.

—Oh, está bien —Marraine Pene—. ¡Espero que tengas un feliz cumpleaños!

—Y tú, Burbujitas —le dijo a Sabrina—. ¡Prepárate para tocar con todo tu corazón, porque vas a abrir para el mejor artista de este siglo!

—¿Bad Bunny? —preguntó Samantha.

—¡Carajita, no esite Bad Bunny! Nunca ha habido un Bad Bunny. ¡Es un mito de la música! Como la nota marrón o Kurt Cobain. Es solo una persona creada por las disqueras para hacer que los latinos gasten plata en discos en vez de piratear. ¡Despierta, oveja!

—Vamos, niños —dijo el Doctor Risitas, agarrando a Jacque y Charquitos como si fueran bolsas—. ¿Han oído el chiste sobre el ladrillo?

Después de unos segundos, la habitación estaba vacía, excepto por Chuck, Zuck y el DJ. Una vez que se aseguró de que no había nadie alrededor, DJ Belluz bajó la guardia y comenzó a reírse como un loco.

—Oh, mierda —dijo, riendo y cacareando con la cabeza echada hacia atrás en un ángulo antinatural mientras batía las alas—, ¿puedes creer esta mierda? ¡Las brujas realmente creen que quiero ayudarlas! ¡Qué montón de tontos! ¡Me entiendes! ¿verdad? Estoy enfermo y cansado de pretender que soy este cabrón con jerga cool. Ah, se siente bien ser yo mismo. ¿Recuerdas lo que hablamos en el bar? Que locas veinticuatro horas han sido. De paso, quiero que escuches este mixtape. Lo hice. No es mi mejor, pero es un comienzo, ¿verdad?

Aqui fue. Trevor estaba muerto. Todos estaban afuera. Apenas podía ver la luz del amanecer asomándose desde más allá del horizonte. Esta era su "Prueba." Le tocaba a él derrotar al demonio, recuperar su memoria, y salvar el dia. ¿Y qué hace Chuck?

Permaneció flotando durante unos segundos antes de inhalar una gran cantidad de aire y dejarlo salir con el relajante sonido de un acordeón dañado. —Mira, no te conozco y estoy un poco asustado de que me estés tuteando familiaridad. No es que no quiera ser amigo de un demonio, pero literalmente no recuerdo haberte visto nunca. Esta noche ha sido un poco extraña porque aparentemente me ahorqué y eso es un poco extraño porque no recuerdo haber hecho eso y tampoco recuerdo nada y honestamente siento que no tengo el control de mi vida y solo quiero volver a casa y dormir en mi cama y olvidar todo lo que acaba de pasar, así que si puedes, por favor, devuélveme mi ego y no te molestaré y tú no me molestarás, eso sería genial, tal vez incluso podamos ver una película despues o algo, quiero decir que no pareces un mal tipo, no sé, solo por favor ayúdame.

DJ Belluz lo miró con una sonrisa vacía mientras se limpiaba el cuerno derecho con un pañuelo. —¿Qué quieres decir con que no me conoces? ¡Pasamos toda una noche juntos! Te conté mis secretos y tú me contaste los míos. ¡Somos amigos! Friend-os. Los tres amigos, pero dos. Bueno, tres ahora con el monstruo comegomitas de allí.

Lo gracioso es que Chuck era alérgico al regaliz. Pero tal era su agencia que decidió comérselo de todos modos.

—Lo siento. Nunca te he visto en mi vida. Perdí la memoria de ayer. No sé por qué te vendí mi Ego, y no me importa. Solo lo quiero de vuelta. Por favor.

—Esto no está bien. Déjame revisar algo.

Una vez más, DJ Belluz materializó el iPad y comenzó a leer un documento en él. —Mira, esta es tu firma, ¿verdad?

Dado que Chuck nunca quiso comprometerse con una firma, la cambiaba de vez en cuando. En su mayoría formas geométricas básicas. Pero podía reconocer su propio triángulo isósceles en cualquier parte. —Sí, es mía.

—Aquie, tú, por tu propia voluntad, me vendiste tu ego. Eso no es negociable.

—Pero-

—¡Sin peros! —gritó el demonio.

Chuck podría haber jurado que vio un rizo de llamas saliendo de su cabeza, pero se fueron tan pronto como llegaron.

—Veo que tomé algunos de tus recuerdos por error, y eso no era parte del trato. Oye, nadie es perfecto, ¿verdad? Espera chico, vas a recibir una dosis de mierda mental.

20 MINUTOS HASTA EL AMANECER

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro