1er Acto: Esta Vez De Verdad
Se le da mucha importancia a la primera línea de un capítulo, así que usemos esto y eliminémoslo.
La primera línea es uno de esos malos necesarios del medio escrito con los que nos vemos obligados a lidiar, como la mala gramática, y tener que darle frascos de nuestras lágrimas a nuestro editor para nuestras pruebas semanales de tristeza mientras nos abofetean por no implementar la regla de tres en nuestros ejemplos. El por qué tienen que usar una regla real como una monja gorzeliana que encuentra a un escolar fumando especia detrás de la biblioteca, no tenemos idea.
Hasta que Netflix empiece a responder a nuestros mensajes de Splorgo—lo que nos recuerda que verifiquemos si tienen Splorgo para recibir mensajes, siendo monos con tecnologia de edad media galactica y todo eso—tenemos que contenernos con el medio que mejor se adapte a nuestro presupuesto, que casi nada. Wattpad es el único medio que nos ha dejado publicar nuestra historia, y eso después de un silencio implicado.
En cualquier caso, dado que carecemos de un escenario adecuado que solo un medio visual podría ofrecer—y no, no nos referimos a un psíquico al que realmente le gustan las zanahorias—no podemos hacer un supercorte de escenas con Ahumado que en realidad fueron momentos de Chuck desde el otro lado. Si bien esta sería una oportunidad perfecta para permitirle volver a leer la historia con el conocimiento de que Ahumado fue Chuck todo el tiempo, se sentiría forzado, ya que tu, hermosx lectorx, ya lo leerás de nuevo, ¿no? Porque te gustamos, ¿no? Quieres vernos triunfar.
Pero solo para atar algunos cabos sueltos, intentaremos hacer una viñeta de escenas de Ahumado para atar algunos cabos sueltos y mostrar cómo paso del apartamento de Chuck al apartamento de Chuck nuevamente con ⅔ de una broma religiosa de bar.
Los humanos dicen que la brevedad es el alma del ingenio, así que esperamos que disfrutes de nuestras viñetas. Imagina que tienen música épica mientras lees. Si tienes discos de Blackburn Worpiton, te sugerimos que los reproduzcas, pero cualquier banda sonora de Christopher Nolan funcionará igual.
Volar no es una actividad del todo complicada una vez que aprendes a hacerlo. Todo lo que tienes que hacer es tropezar y olvidarte de caer. El resto vendrá naturalmente. Los pájaros—los idiotas más estupidos de la naturaleza—han dominado esta habilidad poniendo sus puntos de evolución en ser pequeños y estúpidos, la combinación perfecta para las criaturas voladoras.
Los humanos, sin embargo, tienen ese pequeño ego de creerse que son más inteligentes que todas las demás criaturas solo porque inventaron los pantalones, hasta que inventaron los jeans de tubito y todo se fue a lamierda. Es por eso que los fantasmas, las criaturas menos egoístas que existen, son los únicos seres conscientes capaces de volar. Sobre todo para que lo dejen en paz.
Resulta que volar no es la parte difícil, pero aterrizar sí lo es. No puedes simplemente recordar que la gravedad es una cosa porque caerás al suelo como una roca, o una jirafa, o cualquier otra cosa, ya que la gravedad es la pequeña dominatriz de la humanidad, esperando a la vuelta de la esquina para sofocarlos con sus muslos gruesos mientras recordándoles quién es la que manda.
Entonces, mientras Chuck del pasado estaba dando sus primeros vuelos tentativos para alejarse de la mazmorra de azotes de mamá gravedad, Chuck tenía otras cosas que hacer. Principalmente, tratar de convencer a los otros fantasmas para que lo acompañen en su engaño. Por suerte para él, sabía dónde estaban todos reunidos en una línea ordenada.
—Ey —dijo Chuck al grupo de fantasmas fuera del lugar de la sesión espiritista, mientras el Chuck del pasado flotaba entre edificios al azar. ¿Podemos llamarlo Ohck de ahora en adelante? ¿Otro Chuck? ¿Chuck-o?—. ¿Q'hubo?
—¿Disculpa? —dijo uno de los fantasmas con una voz maternal que le recordó a Chuck al fantasma que conocía como El Tusi—. ¿Quién eres, cariño?
—Ahumado —dijo Chuck. —En realidad nos conocimos antes.
—No recuerdo ningún fantasma tonto llamado Ahumado —dijo el fantasma—. ¿Hey, Tomás. ¿Conoces a alguien llamado Ahumado?
—No conozco a nadie con ese nombre, Megan —dijo el fantasma llamado Thomas, que le recordó a Chuck a El Cara E' Perdigon—. ¿Richard? ¿Kevin? Laura? ¿Sanjeev? ¿Conocen a algun Ahumado?
—Nopi —dijeron algunos de los fantasmas, que Chuck reconoció como Gangrenoso, Infectoso, Doble-muerto y Caracortada.
—Nadie lo conoce, señor —dijo Meghan/El Tusi—. Si buscas colarte en la fila, por favor vete a la mierda.
—Miren —dijo Chuck, viendo a Ohck acercarse al grupo. Ohck no suena muy bien. ¿Chuck-o? No, eso suena como un cereal—, no quiero meterme en la fila, pero necesito su ayuda.
—Y necesito que vaya al fondo de la fila —dijo Meghan/El Tusi—. Así que póngase en fila y nada de bromas, señor.
—De nuevo, no quiero hacer cola —dijo Chuck—. Todo lo que quiero que me sigan la corriente, acepten lo que diga y que vayan con el flow.
—¿Te parecemos una compañía de actores? —preguntó Laura/Doble-Muerto.
—Si lo hacen —dijo Chuck—, los llevaré a una fiesta llena de alcohol, drogas y todo el EDM que puedas tolerar.
—Entonces, ¿por qué no lo dijiste antes? —dijo Meghan/El Tusi sin perder el ritmo. —Bienvenido al equipo, Ahumado.
Cuando Chuck-o atravesó el fantasma y se redujo a la mitad, Chuck se escabulló por detras. El resto ya lo sabes, pero lo actualizaremos de todos modos.
—Oye, ¿Q'hubo? —preguntó el fantasma. No a Chuck-o, sino al resto de los fantasmas.
Un espectáculo de luces de diferentes tonos de azul y rosa comenzó a brillar cuando docenas de fantasmas comenzaron a saludarlo, todos ansiosos por la posibilidad de EDM en el futuro.
—¡Oye, Ahumado! —dijo uno de los fantasmas—. ¿Q'hubo?
—¿Ahumado? —preguntó Chuck-o.
—Solo e' un apodo —agregó Ahumado el fantasma—. Porque morí de cáncer de pulmón. Nos apodamos po' cómo morimos.
Se dio la vuelta para ver a los otros fantasmas, repasando rápidamente sus apodos sin perder el ritmo. —Ahorcado, Caracortada, El Cara E' Perdigon, Doble Muerto, Alergico, Bat-Man, El Tusi, Gangrenoso, Infectoso e incluso Frigorifico, déjame presentarles al Chuck, un buen espíritu. Chuck, ¡saluda!
—¿Hola? —dijo Chuck.
—Oye, Chuck, ¿Q'hubo? —preguntó un fantasma descrito como Cara e' Perdigon—. ¿Cómo mueres?
Todo iba de acuerdo al plan. Por ahora, Chuck estaba seguro.
Flashforward a través de la subasta—siéntase libre de agregar su propio efecto estático aquí—y el grupo se reúne fuera de la Mansión Luling. Y dentro. Y todo alrededor. Los fantasmas tienen un mal sentido del espacio ya que tanto el interior como el exterior les parecen iguales. No puede estar demasiado seguro de estar protegido por el espacio cuando ni siquiera puede sentir una corriente de aire.
—¡Esto es como navidad para degenerados! —dijo Meghan/El Tusi mientras observaba el histórico enfrentamiento entre el Vegano y el Crossfitter—. ¿Estás seguro de que está bien estar aquí?
—Sípo —dijo Chuck—. El anfitrión es un amigo mío.
—Tengo que preguntar, ¿por qué hablas tan raro cuando ese otro fantasma está cerca?
—¿Alguna vez has visto Volver al futuro II? ¿O Looper? ¿Primer? ¿La esposa del viajero del tiempo?
—No puedo decir que si —dijo Meghan/El Tusi.
—Bueno, es por pereza —dijo Chuck—. Solo lo hago porque el primer yo en una primera línea de tiempo lo hizo. Pero ¿por qué lo hizo? Solo podría ser porque la primera iteración de mí lo hizo, pero ¿por qué lo hicieron en primer lugar? Debería haber comenzado en alguna parte y, sin embargo, no parece haber un comienzo lógico. Es una paradoja. El tiempo es un círculo plano.
—Hombre, eso es una mierda que diria Nietzsche —dijo Meghan/El Tusi—. Voy a coger un poco de humo. ¿Vienes?
—Nah, estoy esperando a alguien —dijo Chuck. Y como un reloj, alguien se le acercó mientras olfateaba el aire como un sabueso.
—Oye, tipo, esto puede sonar como una locura —dijo le pequeñe rougapug que apareció frente a Chuck—, pero hueles un poco como mi papi.
—'Pos que loquis —dijo Chuck, ahora dándose cuenta de que al Charquitos traerlo a Chuck-o fue un guiño inteligente a los últimos giros de la historia y un presagio obvio que él, un crítico de cine que se suponía que debía desmenuzar ese tipo de presagios perezosos, no captó antes. Quizá si nos hubiéramos adaptado a una serie limitada con un presupuesto decente, hubiera sido más obvio.
—Sí —dijo Charquitos—, y tú también te pareces un poco a él. Esto va a sonar bien loquis, pero ¿te importaría seguirme?
—¡Claro que si! —dijo Chuck. Se dio la vuelta para mirar a Meghan/El TUsi, lo cual no era necesario, ya que los fantasmas no tienen una orientación particular, además de la pansexualidad por alguna razón—. Oye, ¿por qué no reúnes a la pandilla y vienes a ayudarme con algo?
—Ahora, ¿por qué haríamos eso? —dijo Kevin/Infeoso, que estaba en un mosh pit oliendo varios fluidos corporales incómodos. Eso era lo suyo. No juzgamos. Tenemos un humano en nuestro equipo al que le gustan los pies. ¿Sabes lo difícil que es para nosotros encontrar pies en escabeche para que los mastique? Gastamos casi todo nuestro presupuesto en el.
—Porque esta fiesta pronto se irá a la mierda y estoy seguro de que todos quieren una pre-rumba previo antes de la fiesta en Parque Central —dijo Chuck—. Ayúdenme y te llevaré a un lugar más chikiluki.
—Sisa mano —dijo Meghan/El Tusi—. Ya busco al resto.
—Ahora si, después de usted —dijo Chuck a Charquitos.
Y el resto es historia. Esta historia. Deberías volver a leerla. Es genial cuando sabes que esta pasando en realidad.
—¡¿Que rayos?! —dijo Meghan/El Tusi mientras los fantasmas se paraban en medio de las tumbas hechas rumbas—.¡Pensé que dijiste que esto iba a ser genial!
—¡Es genial! —dijo Chuck, sabiendo que era totalmente tonto—. ¡Podemos bailar toda noche!
—¿Me veo como si tuviera piernas? —dijo Richard/Gangrenoso, que por mera coincidencia perdió una pierna por gangrena cuando estaba vivo. En realidad fue por su diabetes, pero estaríamos metidos en una madriguera de culpas todo el día si siguiéramos ese camino.
—¡Sí, esto apesta! —dijo Meghan/El Tusi—. Vamos, pandilla. Conozco una planta química de la que podemos inhalar humo que nos encenderá.
Y así, Chuck se quedó solo. Por primera vez en ese bucle, estaba solo con sus pensamientos. Lamentablemente, no duró mucho, porque un idiota incompetente llegó corriendo al cementerio y se estrelló contra una tumba abierta.
Nuevamente, le recomendamos que vuelva a leer la escena para conocer el fuerte presagio que Chuck le puso a Chuck-o, sabiendo muy bien que Chuck se estaba maldiciendo a sí mismo por no entender ese fuerte presagio la primera vez. Era verdaderamente el peor crítico de cine que existía.
Ya sabes lo que pasa después de eso. Marraine convoca a Marie Laveau, ella lanza un fuerte presagio sobre Chuck, y la superintendente Lennin entra rodando. Tenemos que pedirle una vez más que agregue su propio efecto de flashforward aquí, que se detiene justo cuando el esqueleto de Marie Laveau se rompe en miles de pedazos. Todos excepto uno. Una calavera, que voló directamente hacia Chuck, rebotó en la lápida y aterrizó en el terreno vacío cercano.
—Mi mamá siempre decía que era cabeza dura, ¡pero esto es demasiado! —dijo la calavera de Marie Laveau.
Chuck flotó para unirse a ella, haciendo todo lo posible para no ser detectado en el fuego cruzado. Ya sabía que no iba a ser detectado gracias a los viajes en el tiempo, pero tenía que tener cuidado de todos modos. —Tienes suerte de que la mayoría de la gente aquí ya esté muerta. Esa broma los hubiera matado de vergüenza.
—Ha ha —dijo la calavera, algo ahogada por el fuego de las ametralladoras afuera—. Todo el mundo es crítico.
—Soy un critico —dijo Chuck—. Crítico de cine, pero crítico al fin y al cabo.
—¡Espere, usted es el fantasma, Sr. Perdoneme!
—Chuck —dijo Chuck—. Mi nombre es Chuck. ¿Puedes decir Chuck?
—Ah, veo que ya no eres el mismo de antes —dijo la calavera. —Has hecho tu elección. Una mala eleccion. Hubiera elegido quedarme.
—Bueno, no podía permitirme quedarme —dijo Chuck.
—Fácil para ti decir. ¡Cuéntame otra vez cuando te obligan a tomar leche baja en grasa y convierten tu bazo en una granada de fragmentación!
—¿Pasará? —preguntó Chuck.
—¿Qué diablos se yo? —dijo la calavera. Es importante señalar que un par de ciempiés entraron en el cráneo a través de la cuenca del ojo. No afecta nada. Sólo queremos señalar que fue asqueroso.
—¿No se supone que eres omnisciente?
—¡Perra, yo no soy Dios! No soy más que un pisapapeles glorificado en este momento —dijo la calavera.
—Me hubiera gustado que pudieras ayudarme a hacer un plan para derrotar a DJ Belluz.
—Y yo deseo que un par de ciempiés no estuvieran deshuesándose en mi cabeza. ¿Entiendes? Deshuesandose. ¡Porque soy puro huesos! —dijo la calavera mientras cacareaba locamente.
—No tienes que ser una imbécil al respecto —dijo Chuck, volviéndose pequeño e insignificante—. Solo pensé que podrías tener una idea de cómo engañarlo.
—No puedo ayudarte ahí, chico —dijo la calavera—. Trato con mensajes crípticos, no con respuestas concretas. Si quieres burlar a un demonio, tienes que hacerlo en tus términos.
Pero ese era exactamente el problema. No tenía términos. No era inteligente con los libros, ni con la calle, ni para hacer reglas de tres—. Mira, lo único que sé es de cine, y eso no sirvió para una mierda cuando me engaño la primera vez.
—Bueno, ¿cómo te engañó?
—Me presentó una situación en la que solo podía ganar —dijo Chuck.
Si la calavera tuviera dedos, los habría partido allí mismo. —Ahí tienes. ¡Todo lo que tienes que hacer es eso!
—¡Es más fácil decirlo que hacerlo! ¿Cómo se supone que debo atraer a un demonio para entrar en un trato en el que solo puedo ganar?
—Con algo que no puede rechazar —dijo la calavera.
—¿Y si dice que no? —preguntó Chuck.
—¡Entonces ten un plan b!
—¿Y si pierdo? ¿Y si rechaza el plan b? ¿Qué pasa si simplemente se niega a hablar conmigo?
—¡Entonces haga que perder sea parte de tu plan! —dijo la calavera de nuevo.
—Espera —dijo Chuck, volviéndose azul pensativo, un color que solo se logra después de que una monja gorzeliana te golpea hasta dejarte sin sentido para pensar en lo tonto que eres—. ¿Me estás diciendo que haga un Gambito de Xanatos?
Lo mejor de no ser un programa de televisión o una película humana es no estar sujeto a tropos comunes. El más atroz de todos es conocido como el Gambito Xanatos, llamado así por David Xanatos, un villano en un programa de televisión llamado Gargolas sobre las bestias históricas que protegen los monasterios e iglesias que se aprovechan de los tobillos de los pecadores, o algo así. Uno podría haber sido Danny Devito.
El gambito de Xanathos es un plan cuyos múltiples resultados previstos benefician a su creador. Es una situación de ganar-ganar para quien la trama. El plan está diseñado de tal manera que cualquiera de los resultados finalmente promoverá las metas del conspirador.
Imagínese que juega con su hermano mayor en Monopoly, gastando su dinero como un loco hasta que inevitablemente gana por la gran cantidad de propiedades ganadas o pierde porque sigue desperdiciando su dinero en impuestos. De cualquier manera ganas, porque incluso si pierdes todo tu dinero, puedes hacer una rabieta que haría que tu madre obligara a tu hermano a darte más dinero para jugar. Repite hasta que ganes.
Lo único es que, para que un gambito de Xanatos tenga éxito, el conspirador también tiene que conceder la posibilidad de una derrota. Uno que lo haría ganar de todos modos, pero una derrota de todos modos. Es por eso que generalmente es una mierda, utilizada solo por las películas más tontas como Star Wars, Princess Bride, The Dark Knight, Sherlock Holmes y sí, Lord Of The Rings. Nada es sagrado de la pura mierda de Xanatos.
—Mira, no sé de qué estás hablando —dijo la calavera—. Lo único que digo es que tienes una ventaja que el DJ no tiene: sabes lo que va a pasar. Conoces a los actores en el juego. Es cuestión de jugar bien tus cartas para hacer un jaque mate y tomar sus hoteles. ¿Lo entendiste?
—Entiendo —dijo Chuck—. Todo lo que tengo que hacer es hacer un gambito que involucre a todas las personas que sé que estarán allí mientras atraen al demonio con algo que no puede rechazar.
—Fácil —dijo la calavera.
—¡Eso es lo contrario de fácil! —gritó Chuck, tratando de señalar que la ametralladora había dejado de disparar—. Y esa es mi señal. Gracias por el consejo, supongo.
—Oye, no te preocupes —dijo la calavera—. No tenía con quién hablar, de todos modos.
Cuando Chuck se dirigió a tientas a donde creía que estaba el hospital, ya era demasiado tarde. Y con eso, quería decir que faltaba una hora para el amanecer. Y donde sea que estaba Chuck en ese momento, no era en la clínica.
Por suerte para él, la explosión lo alertó sobre dónde estaba la clínica y pudo moverse rápidamente después de eso.
Por un segundo, temió que fuera demasiado tarde. Las explosiones, como descubrimos en nuestra investigación, son muy perjudiciales para los humanos. Y, sin embargo, están muy fascinados por ellos, como una bandada de humanos reunidos junto al camino para observar y señalar los restos humeantes de la clinica. Suponemos que estaban diciendo cosas obvias que dicen los humanos, como lo malo que fue que la cosa explotó, y cómo explotó, y generalmente señalando el hecho de que la cosa que estaba allí antes, no lo estaba. Otra cosa que no necesitamos animar.
Suerte para Chuck—y simplemente lo decimos tan a la ligera como podemos, ya que sabemos lo que sucede en el futuro—los sacerdotes que estaban dentro de la clinica estaban vivos y coleando. Principalmente colenaod.
—¿Cómo es que podemos sobrevivir a tantas cosas? —preguntó el padre Alejandro.
—No sé —dijo el rabino Avishai—. Tal vez sea solo una coincidencia.
—O tal vez, ¡es parte de nuestra vocación! —dijo el padre Alejandro—. ¡Somos invencibles!
—Podría ser, podría ser —dijo el rabino Avishai.
Para probar su teoría, el padre Alejandro le disparó al rabino Avishai en el pie. Él falló.
—¡Tú, khamer!— gritó Avishai—. Du farkirtst mir di yorn.
—No sé lo que dijiste, ¡pero funcionó! ¡Somos invencibles! —gritó Alejandro.
—¡Falló porque tu puntería apesta!
—¡Ay, vamos! ¿Qué más necesitas? ¿Quieres que venga un ángel del cielo como señal?
Y ese es el momento genial en el que Chuck decidió aparecer.
—Eh, discúlpeme —dijo Chuck.
Ambos sacerdotes saltaron hacia atrás al ver a Chuck, quien honestamente no sabía lo que estaba pasando y tampoco le importaba saberlo.
—¿Eres el Espíritu Santo? —preguntó el rabino Avishai.
—Eh, seguro —dijo Chuck—. Vamos con eso.
—¿Ver? ¡Te dije! ¡Somos invencibles!
—¡Espera! —dijo el rabino Avishai, cruzando los brazos con incredulidad como un miembro rechazado de una banda de de K-pop—,si eres el Espíritu Santo, dime lo que estoy pensando en este momento.
—¿Que no soy el Espíritu Santo? —preguntó Chuck.
—¡Él es el Espíritu Santo! —dijo el rabino, arrodillándose frente a Chuck—. Oh, santo, hemos hecho como tú pediste y vencimos a los infieles. ¿Cuál es tu comando?
—¿Qué tal si compran un par de pistolas de agua? —preguntó Chuck.
Y apenas dijo las palabras que dijo el padre Alejandro hizo una carrera hacia un 7 Eleven cercano, haciendo un giro táctico hacia él, y llegando un minuto después cubierto de sangre, 2 pistolas de agua de Bob Esponja y algunas balas más menos en su pistola. —¿Ahora que?
—Ahora, ¿alguno de ustedes sabe cómo hacer agua bendita?
Era el momento de la verdad. 15 minutos para la medianoche. Esperaba usar todo el tiempo que tenía para pensar en un plan, pero siempre era bastante difícil sin que los dos sacerdotes en cuclillas detrás del sofá susurraran "¿ahora?" cada diez minutos.
—Sabrán cuando suceda —dijo Chuck—. Solo espera la señal.
—Oki —dijo el padre Alejandro.
—Silencio, ya viene.
Y así fue. Un Chuck-o muy abatido, casi como un charco, flotó a través de la puerta. Justo en el clavo.
—¡Chucky! ¿qlq bro? —dijo Chuck. Esto iba a ser lo más difícil de hacer esa noche. Tuvo que esforzarse al máximo para cambiar. Amor fati. Amar su destino.
—¡Tú! —gritó Chuck-o, resoplando en una nube roja—, ¿estás aquí para llevarte mis cosas? ¿Tomarás las únicas cosas que tengo en este mundo y las venderás por cigarrillos? Monstruo ¡Bicharango! Eres un sucio bicharango.
—¡Hey hey hey! —respondió Chuck—. Bájale dos. Un trato es un trato. Todo esto es mío. ¿Qué te pico el culo?
—¿Qué me pasó? ¡La jodí! ¡Se suponía que iba a poder regresar a mi cuerpo! Se suponía que iba a volver a la vida. Pero la cague. Me cague como ese idiota de M. Night Shyamalan con Glass. Había hecho un seguimiento de culto con Unbreakable, y Split era simplemente genial, sólido 5/10, pero luego vino con Glass y simplemente la cago como el cagón que es. Como el cagón raro que soy. Déjame en mi mierda en paz. Solo quiero estar solo. Por favor, déjame en paz.
—Oye, rela, Chucky. Todos somos panass aquí. Todo va a estar cheveroso, ¿de acuerdo?
—¡No, no estara cheveroso! —gritó el fantasma—. El sol está a punto de salir, un demonio se apoderó de mi ego y mi cuerpo, y todo lo que puedo hacer es llorar en mi habitación, y ni siquiera puedo hacer eso en paz porque estás aquí. Moscorrofio.
Ser llamado Moscorrofio era infantil y, sin embargo, súper desgarrador. Tal vez fue la parte con M. A Chuck nunca le gustó la letra M. Era demasiado fuerte para él. —Chucky —susurró Chuck—, déjame pregunta'te algo rápidin: ¿por qué quieres estar vivo?
—¿Por qué todos me siguen preguntando eso? —dijo Chuck-o—. ¡No sé!
—Bueno, ¿estás contento con tu vida?
—¿Sí? ¿No? ¡No sé! ¿Supongo que podría ser mejor? —dijo Chuck-o.
—¿Sientes que has tenido el control de tu vida hasta ahora?
—¿No? —dijo Chuck-o—. Quiero decir, tiendo a ir con la corriente.
—¿Sientes que eres todo lo que podrías ser?
—Honestamente... ¿no?
—Entonces vuelvo a preguntar —dijo Chuck, alejándose flotando de Chuck-o—, ¿estás feliz con tu vida?
Chuck sabía la respuesta y sabía que Chuck-o también la sabía, lo que hizo que el momento fuera demasiado doloroso.
—No, no soy feliz —dijo Chuck-o.
—Entonces —dijo Chuck, flotando sobre su sofá—, ¿por qué quieres estar vivo?
Tampoco necesitaba oír las respuesta. Y no estaba seguro de querer hacerlo. Verse a sí mismo así era demasiado doloroso. — Ya veo. Bueno, lo siento mucho, Chuck —dijo Chuck, recostándose en el sofá. Sonrió para sí mismo y pronunció su frase—. Pero esto es por tu propio bien. ¡Ahora!
Los sacerdotes salieron de detrás del diván, y ya sabes el resto. Un chorro de agua bendita, una mala cita de película y Chuck estaba en el mas alla.
Por primera vez desde su regreso, a Chuck le invadió un miedo que nunca había tenido. No se podía decir qué iba a pasar más allá de ese punto. Estaba solo, caminando por caminos que no habia caminado antes.
—¿Y ahora qué? —preguntó el padre Alejandro, amartillando su pistola de agua.
Chuck flotó hacia la ventana, viendo los primeros susurros de un nuevo día formarse en el horizonte. Para él, derrotar al DJ no era su prueba. No, su prueba consistía en volver a emprender un viaje, sabiendo lo que sucedería y alimentando el bucle una vez más. Y en esa parte, lo logró. Su "Recompensa" había sido la realización de que podía ser mejor. Él era mejor. Pero ahora, era el momento de ir a "El Camino de Regreso"y afrontar sus pruebas finales: "La Resurrección."
No para salvar al mundo del mal, no para cumplir una antigua profecía, ni para hacer avanzar la trama.
Lo estaba haciendo por sí mismo.
—Ahora —dijo Chuck, más libre que nunca—, ¡es hora de patearle el culo a un demonio!
15 MINUTOS PARA EL AMANECER.
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