Llegué al apartamento sobre las cinco y cuarto porque antes tuve una entrevista de trabajo, la misma no resultó como esperé. Aún no renuncié a la empresa, se que el jefe, su hija y Daniel lo anhelan; quizás también me ocurra sin embargo no me queda más que seguir ahí, con suerte no vuelvo a pisar la oficina del tercero, no le gustó mi presencia y menos encajó bien cuando le dije: «oye  no soporto esta presión y la desigualdad. Ustedes no se ponen en nuestro lugar».
No sólo hablé por mí también lo hacía por Aurora, la pobre a pesar de ser de buena familia no le pasan ni una. No duré ni media hora allí. De sobra sé que no le caigo bien.

Al pasar a mi cuarto no hice otra cosa que colocarme enfrente al ordenador, a esta misma hora me conecto para chatear con mi amigo. Tobías es carismático y tiene conocimiento sobre anime y películas de acción. No soy fan del cómic de manga, más bien de niño compraba algún tebeo de mortadelo y Filemón. En consiguiente ambos nos llevamos bien sobre todo a la hora de competir con los juegos de la Nintendo.

Lucas: se fue y sin despedirse.

Tobías: algún día tenía que ocurrir además ya conoces como son las cosas en tu trabajo.

Lucas: lo sé y no sé cómo hacer para tolerar a la pija.

Tobías: ten cuidado, tú sabes que si discutes con ella te ganarás una mala reputación.

Lucas: descuida, otra cosa ¿cómo van las cosas con Marta?

Tobías: como siempre tío. A pesar de que trabajemos en el mismo restaurante, tenemos turnos diferentes.

Lucas: comprendo, ojalá puedas librarte algún día. No me importa que la pases junto a ella, ¡eh! De esa forma no te escucharía todo el tiempo: amigo  que estará haciendo,  estará ligando con otro...

Tobías: no me imites bocazas, si tuvieras novia podrías entenderlo.

Lucas: no soy de novias, lo sabes. Ese carril jamás lo pisaré.

Tobías: qué pesado eres. Te dejo si no me llamará la atención la jefa.

Lucas: ok, cuídate.

Sergio

Un día ha pasado y aún recuerdo esa noche de pasión. Lo que no me gustó fue que Ceres se fuera a la mañana siguiente sin avisarme. Solo me dejó una nota en la mesita que ponía: Rubio me has hecho feliz, no lo olvidaré.
¿Acaso se está despidiendo? ¡Dios me siento utilizado! Está claro que esta mujer  no desea tener una relación y en el fondo quizás sea mejor así. Ella es una chica con clase, ¿Que le puedo ofrecer yo? Además estoy seguro que puede aspirar a un hombre de su ambiente. Por eso es mejor que me haga a la idea de no volver a verla. En fin...menos mal que Lucas no la conoció si no  empezaría a meterse conmigo.  Sólo fue lo que fue y me siento estúpido por creer que ella me corresponde.
Me fijo en mi conejo, y en su jaula, está claro cuál es mi labor. Si Lucas me ayudara con Frodo, pero él no lo quiere cerca y menos limpiar su jaula, no tengo idea que está haciendo, eso sí llegó hace una hora y se encerró en su habitación.



Violeta

«No voy a poder escribir absolutamente nada, aún no puedo creerlo»

Dejaré de ser bloguera y todo por el acuerdo de confidencialidad que me pusieron sobre la mesa. Ahí estaban Daniel y Gustavo, ambos esperando que firmara ese documento. Tardé unos minutos en leer todas las cláusulas. Pensé en el beneficio que supone llevar un cargo parecido, además era una experiencia que pocos tienen a su alcance.Considere hasta el extra de sueldo que seguía después de trabajar esa semana junto a Atenea y con ellos. Me decidí y quedó firmado, no podía arrepentirme, no? sin embargo luego recordé esos ratos delante de mi tablet y con mi capuchino al lado. Me vine abajo y Aurora estuvo mirándome desde que me vio llegar y con cara de póquer. Entonces le conté que debía olvidarme del blog, que no podía escribir ni una línea nunca más. Ella solo se compadeció de mí, no quiso preguntarme nada más porque se sentía mal por mi situación.



Aurora

Me siento tan sola sobre todo ahora que a Violeta la tienen menos ociosa, bueno ocupada y es que pasó a jornada completa; sin embargo tengo al Lucas cerca.
En algún momento Daniel pasó por aquí, algo que no ocurre a menudo. Tengo entendido que mi compañero fue a su oficina a tratar un asunto, creo. Desde ese día está intranquilo, como si temiera que él o el jefe fueran a hacer algo en su contra. la verdad tampoco me extraña, al pobre lo tienen en la mira, y luego está la hija, por cierto Ceres no ha aparecido hace días.
Quizás sea mejor, quizás ella no termine por causarle a él ni a otros más problemas.

En fin toca rebatir con este cliente que me tocó a media mañana. Encima se puso pesado, ¿Por qué lo complica todo? Con lo fácil que es aceptar este operador, es como otros que ponen pegas o te piden que le regales otro móvil, ni que pudieran pedirlos como churros.

Cuando el hombre cuelga, ahí me di por vencida.
«Todo se complica para mí si no consigo un cliente en lo que resta de mañana».

Gustavo

Me ignora, ocurre cada vez que me la encuentro en los pasillos, y lo peor ni siquiera me mira. La única vez que me dirige la palabra es cuando nos reunimos en la sala que hay a mi izquierda. Mi oficina está cerca y me gusta echar un vistazo a los que van a reunirse, y por lo que vi hace un momento estaba mi primo con dos de las jóvenes que están en la plantilla, ambas son lindas pero estarán a prueba durante un mes, así funciona todo aquí.

Salí de tomar un café y a continuación miré a mi alrededor. Enseguida percibí la tensión en todo momento, luego observé la papelera de mi derecha, ¡qué desastre! En mi anterior empleo no había mucho compañerismo pero primaba el orden, además era esencial que hubiera más de una papelera y también algunos contenedores de cartón para reciclar pilas etc. Parece que el jefe no pasa muy seguido por aquí para verificar todo esto, incluso mi primo no es muy dado a darle importancia.

«Aquí hace falta orden».

Quizás se comprometan si encuentran la motivación y no les vendría mal trabajar juntos.Tengo la impresión que nunca han colaborado en nada, como si lo de conseguir clientes solo sea lo fundamental en este trabajo.

«Está decidido, debo implantar lo de reducir, reutilizar y reciclar».