Lucas

Llegó Ceres, y nadie la esperaba porque debería estar en esa universidad de prestigio que le paga su papá; es decir una facultad de pijos y ahí no cabe ningún plebeyo, y es que  ella se refiere a nosotros como plebe. Estaba con Daniel, ambos entretenidos en una conversación, él no tardó en mencionar a Ana, al parecer  abandonó el barco. Ni siquiera me dijo nada, ¿cómo es posible?
De pronto percibí a Andrés, y él no tardó en mirarme de soslayo, luego  sin necesidad de utilizar su voz, "oí" «Tu, no vas a poder conmigo». Otro que va a por todas, por consiguiente no solo tengo un enemigo ahora se suman otros dos más.
Sigo indiferente a los cuchicheos, necesito ser sereno y cauteloso. No voy a dejar que me causen ningún rasguño emocional; estoy hecho para el combate, y no es de cuerpo a cuerpo.
Entonces ella llega hasta aquí, nos observa. Facundo que siempre está concentrado de pronto se desestabiliza; una reacción que no es común en él porque presume de tener seguridad o me lo pareció porque esta semana estuvo ganando puntos con Daniel.  Este último elige quedarse en su oficina, no le gusta estar cerca de nosotros porque prefiere esa zona confortable donde se siente el rey. Lo cierto es que está por debajo del capitán, siendo el segundo de a bordo.
¿Qué es lo que trama hoy?

—Lucas, no sé en qué mundo vives, aquí se viene a trabajar.

Lo que me faltaba, esta mañana tengo a Ceres como enemiga, en total   suman cinco: Salvador, Andrés, Facundo, Fernando y ella. Quizás tenga alguno más, no sé.

—Señorita, estoy en ello.

Me puse el auricular después de que ella se puso con los brazos en jarras. Estaba dispuesta a verme ahí, es decir no iba a perderme de vista.

Aurora

Una de las cosas que detesto son las injusticias. Ella se gasta además de maquillaje  esa soberbia que lleva en los genes ¿No podría dejar de ser tan mala? La tiene tomada con él. Desde mi posición observo a mi compañero, él  se puso a la defensiva en el instante que Ceres le habló , está claro que no la soporta ¿quien la tolera? Se que no debo meterme pero es algo que no puedo controlar. Quizás tenga problemas con ella o con su papá. Hasta me jugaría mi puesto, algo que sería injusto.

—Oye "jefa" no se lo pongas tan complicado, además Lucas es veterano.

—Oye novata, deja de defenderlo, ¿acaso él no es grandecito para ello?

Me dejó perpleja, ella es capaz de decir abiertamente lo que sea. Quizás tenga razón pero Lucas prefiere no desafiar a nadie y menos a la hija del jefe.

—Te aseguro que si él quisiera hacerlo lo haría pero prefiere cumplir con su trabajo sin problemas.

Percibí de Lucas un gesto amable, él me está agradeciendo lo que hago por el.

Ahora Ceres va a hacerme la vida a cuadros por no mantenerme al margen.
Al final ella se marcha y puedo sentirme aliviada sin embargo se que otro día volverá para meterse conmigo, esta vez soy su objetivo. No la conozco demasiado pero el padre de ella conoce a los míos, así que si ambas rivalizamos llegará a trascender.

Una hora después me estoy comiendo un sándwich, no veo a Lucas ni a Salvador por aquí, tampoco a Óscar.  Es grato ver algún chico mientras no sea a cierto descarado, Andrés solo sabe molestar con sus tonterías. Entonces  se acerca Violeta como siempre, ambas nos caímos bien desde que coincidimos los primeros días en clase incluso nos sentábamos cerca. Luego al pasar a ser parte de la plantilla para interactuar por primera vez ambas nos ayudamos en más de una ocasión. Fue extraño para los demás porque aquí no se percibe para nada el compañerismo. Sara opina que cada una debe de dirigirse sola pero no estuve de acuerdo con ella porque me gusta ser amable. No negaré que me gusta que me  admiren o recibir algún halago  pero  mi fin no es ser la mejor de aquí sino llevarme una experiencia grata de mi estancia; quiero decir el tiempo que esté de teleoperadora.
En fin ojala se entendiera pero no puedo cambiar nada. 
Enseguida puedo notar a mi amiga algo  preocupada. ¿Qué ocurre?

—Oye se que te mueres por contarme algo.

Violeta

Está claro que soy tan obvia, y es que  tuve un problema con ese Peter que apenas se le ve el pelo ¡Que hombre  tan extraño! No entiendo porque sin venir a cuento se acercó a mí, estuvo mirándome raro luego intentó pronunciar alguna palabra en español. Me fijé en él, no era ningún jovencito porque se percibía alguna cana en su cabello...bueno al margen de su aspecto no vi rastro de educación. Me cogió de la mano y...

—Amiga un trabajador se me acercó a tocarme, tía. Tuve que apartarlo de un empujón, y en nada  se lió. Enseguida todos los que estaban cerca nos miraron, además supe por Sara que no es cualquiera en la empresa.

—¿Y qué ocurrió después?

—Acabe en una sala de juntas cerca del  Peter de las narices y otro hombre que  parecía un zombi.

—¿Qué?

—Es que su rostro tenía tan poco color, amiga. No parece que salga mucho.

—Sin rodeos, cuéntame lo que pasó.

—Este tipo  llegó hoy porque Daniel le tiene una gran estima, no tenía ni idea que era su primo. Al parecer estuvo investigando mi curriculum.

«Lo que no entiendo es porque envío al extranjero» 

La cosa es que Gustavo se acercó a mí, acto seguido yo tibia le ofrecí mi mano, creo que percibió mi nerviosismo. La cuestión es que se enteró que había estudiado administración por un año, luego al faltarme recursos o sea dinero tuve que dejar esa carrera por la mitad.

—No me dijiste.

—No me pareció importante contártelo. Además solo tengo un mal recuerdo de mi paso por la facultad pero a lo que iba este  quiere que me someta por unos días a trabajar con ellos, y todo porque Sara necesita estar fuera de aquí por una semana. Y antes que me preguntes no precisó la causa.

—Vaya, ascendiste así de repente, si lo decía yo que ibas a llegar lejos.

—Joder Aurora, si me dedico a hacer horas extras no voy a poder escribir en mi blog ni estar contigo. Me la pasaré cerca de los ejecutivos y ese tal Peter. Te confieso que me da repelús.

—No será para tanto. Aprovecha esta oportunidad, quizás no vuelva a repetirse.

—Eso tenlo por seguro. Cuando regresé a mi puesto estuve pensando en ello. En serio  no continuaré ese grado, quiero dedicarme a escribir.

—¿No tienes ninguna aspiración?

—De ese tipo no. Que sepas que estudié eso porque mi madre me convenció. Luego me arrepentí en el camino. Así que me parece un chiste por no decir...que tenga que reemplazar a Sara.

—Lo mismo te ayuda, te considera más el dueño ademas ganarás un dinero extra.

—Si, ¿y mi sueño qué? ese se va por la alcantarilla. Tenía planes, sabes.

—Pues lo aplazas, la pena es que estaré sola en casa, ¿con quién voy a salir a tomar café?

—Busca a la nueva, lo mismo te cae bien.

—Prefiero recurrir a Lucas, aunque él no es dado a salir con chicas, lo mismo es gay.

—No lo creo porque le gustaba Ana. Es una lastima que ella se fuera de aqui. Ahora solo está deprimido.

—No lo sabía, me siento una estúpida por ignorar que Lucas ...deseo que lo maneje bien, se lo difícil que es tener un sentimiento por alguien y no ser correspondido.

—Amiga olvídate de Salvador, ahora puedes fijarte en Gustavo, me di cuenta que es guapo aunque su color de piel sea del color de la leche.

—No me digas, espero que estés bromeando.

Niego y percibo su gesto. A Aurora no le gusta que le digan en quién fijarse y qué es lo más conveniente. Seguirá  sufriendo por quién no la merece. En el fondo ella no lo necesita, y algún día aparecerá alguien mejor que ese engreído.