Ya había pasado una semana desde aquel combate en equipos en el gimnasio en el cual no hubo ningún ganador. Los problemas entre Milk y Vegueta seguían iguales ninguno daba su brazo a torcer pues ellos estaban acostumbrados a siempre ser los ganadores aunque no lo merezcan y ello ya estaba causando incomodidad en algunos de sus compañeros de grupo que ya andaban formulando un plan para hacerles entender al par de caprichosos jovencitos que no siempre ellos tenían que ser los mejores.

Gimnasio:

Un par de pelinegros platicaban mientras estaban sentados en el piso del gimnasio.

¿Entonces te irás?, decía con molestia la pelinegra.

Si pero solo será por unos días, ya hable con el maestro, es un viaje familiar, mi familia lo acostumbra siempre por este mes, además en ese lugar podré aprender nuevas técnicas ya que allí hay un gimnasio muy reconocido a nivel mundial, dijo Gokú sonriendo.

¿Cuántos días?; dijo con molestia Milk.

Solo un par de semanas, pero aún falta para ello, me iré en cuanto tengamos descanso aquí, solo que me tomare una semana más de descanso, dijo Gokú sonriendo.

Hay Gokú, a veces creo que ni te importo, dijo Milk con molestia.

¿Por qué?, dijo Gokú intrigado.

Has pensado siquiera en mi, ¿qué haré yo una semana sola sin ti?, ya que la otra semana estaré al menos en el gimnasio y aquí me entretendré, dijo Milk con molestia.

Pero el tiempo pasa rápido Milk, dijo Gokú.

Si, en esas dos semanas podrían pasar muchas cosas, ¿no lo has pensado?, dijo Milk con ironía.

¿Qué cosas pueden pasar?, dijo Gokú riendo.

Olvídalo, tú no comprendes nada, dijo Milk poniéndose de pie y al hacerlo tropezó con el joven cabello de flama.

Fíjate por donde caminas, dijo Vegueta con ironía.

Pues el que debió fijarte eres tú, yo me estaba poniendo de pie, dijo Milk con molestia.

¡Milk¡ dijo Gokú.

Tú en vez de darle la razón a este, deberías defenderme, dijo Milk con molestia mirando a su novio.

Milk, ninguno de los dos tuvieron la culpa, dijo Gokú.

Si es cierto, yo opino igual, dijo una sexy peli azul que venía tras Vegueta.

Tú no te metas, acabas de llegar, dijo Milk.

No seas grosera con mi chica, ni pareces una señorita de sociedad, dijo Vegueta con ironía.

Quien lo dice, el rey de la cortesía, dijo Milk con orgullo.

Ay no de nuevo, estos dos ya me tienen harto, dijo Krilín.

No solo a ti, también a mí, dijo una rubia.

A todos, dijo Piccolo mientras los demás jóvenes asentían.

Es que nunca abra un día en que puedan venir a entrenar tranquilos, ya párenle a sus problemas, dijo Ten.

Yo no tengo ningún problema con este, dijo Milk.

En algo estamos de acuerdo, dijo Vegueta con ironía.

¿Entonces porqué discuten tanto?, cualquiera diría que tanto fingen odiarse porque ambos siente algo por el otro, dijo Yamcha ya cansado de tanto embrollo.

¡Quéeeeeeeeee¡ estás loco dijeron Milk y Vegueta a la vez.

Entonces dejen de discutir y seamos compañeros de gimnasio, ambos son muy buenos, talentosos, nadie niega ello, no tienen porque odiarse tanto, ¿O si hay un verdadero motivo para ese odio?, dijo Piccolo mientras Gokú y Bulma miraban a sus respectivas parejas expectantes.

Pues si, dijo Milk.

¿Cuál?, dijeron todos.

Este no me cae, dijo Milk con tranquilidad.

Pues estamos a mano, dijo Vegueta con ironía.

Basta, dijo Krilín.

Tú no tienes porque venir a callarnos enano, dijo Vegueta.

Ya tengo la solución a esto, dijo Krilín.

¿La solución a qué?, dijo Milk intrigada.

A su estúpida disputa por ver quien es mejor, dijo Krilín.

Yo soy mejor que ella, ella se hace fuerte porque Son lucha junto a ella, pero sin él ella no es nada, dijo Vegueta incrementando la irá de la pelinegra.

Pues tú tampoco eres nada, tal vez yo incremento mis habilidades cuando lucho con él pero mi novio es mejor que tú, por ello yo siempre gano cuando hacemos apuestas en el gimnasio entre todos para ver quien de los dos gana un combate, dijo Milk hiriendo el orgullo del joven cabello de flama.

Eso no es cierto, yo soy mejor que ese, dijo Vegueta.

Ya dejen de pelear a mi no me importar ser mejor o peor que tú Vegueta, si tu te sientes bien diciendo que eres mejor que yo está bien, dijo Gokú con calma.

Gokú no me estás ayudando, dijo Milk con molestia.

Ya chicos cálmense, cálmense, mejor escuchemos la propuesta de Krilín, dijo Piccolo.

Si Vegui, cálmate, decía Bulma tomando del brazo al joven cabello de flama.

Habla enano, antes de que me arrepienta, dijo Vegueta.

Pues les tengo un reto, para que demuestren que ambos son los mejores trabajando en equipo, dijo Krilín.

¿Quéeeeeeeee?, dijeron Vegueta y Milk a la vez.

El reto es sencillo además servirá para que la convivencia en el gimnasio sea mejor, decía Krilín.

¿Explícate mejor?, dijo Milk.

Un cambio de parejas y algunos retos planteados por cada uno de nosotros, la pareja que trabaje en equipo mejor será la ganadora, dijo Krilín.

¿Cambio de parejas?, dijo Vegueta intrigado.

Si, tú le presta tu novia a Gokú y él te presta la suya a ti, de esa forma Milk y tú podrán tratarse más además podrán ser equipo en el gimnasio y luchar contra Gokú, Milk siempre hace equipo con Gokú por eso ellos siempre ganan, pero ¿qué pasaría si tú haces equipo con ella?, podría ser una gran oportunidad para ganarle a Gokú y Milk seguiría siendo ganadora, dijo Krilín.

Yo no quiero cambiar a mi Vegui, dijo Bulma.

Yo tampoco quiero hacer pareja con ella, pero si quiero humillar a Son, dijo Vegueta como meditando su repuesta.

Enfrentar a mi amorcito, sería una buena oportunidad para saber que tan fuerte soy si lucho contra él, pensó la pelinegra.

¿Y qué otros retos abran?, dijo Gokú con calma.

Pues pueden jugara a las cartas, las carreras de autos, un concurso de natación, decía Krilín.

No, no se vale, ¿no hay ninguna actividad en la que yo pueda destacarme?; dijo Bulma.

¿Y qué actividad propones tú?, dijo Krilín mirando a la peli azul.

Podríamos hacer un concurso de ciencia crear algo, dijo Bulma.

Pero yo no se de esas cosas, dijo Gokú.

Pero yo si, déjalo en mis manos, también puede haber un concurso de modelaje y los chicos calificarían quien de las dos es la mejor para darle un punto a su equipo, dijo Bulma.

Esa idea me gusta, dijo Yamcha mientras sus compañeros asentían.

Que ridiculez, dijo Milk.

¿Y cuanto durara el cambio de parejas?, dijo Gokú preocupado.

Lo que falta para salir de vacaciones, dijo Krilín.

Tres semanas, dijo Gokú.

Si, dijo Krilín.

Entonces no podré verme con mi Vegui en ese tiempo, dijo Bulma.

No, porque se supone que Gokú será tu pareja a partir de mañana, si aceptan el reto, las actividades que les daremos se las diremos también mañana y cada actividad ganada da un punto al equipo ganador, los puntos serán acumulativos y cuando termine el juego abra un equipo ganador y un perdedor y lo mejor de todo un mejor ambiente en el gimnasio, porque estoy seguro que después de este reto todo cambiara aquí, dijo Krilín.

¿Qué dicen chicos?, dijo Piccolo mirando a los involucrados.

Ya no tendré que venir apoyar a mi Vegui sino a Gokú, decía Bulma mientras el calvo asentía.

Por mi no hay problema, además me gustaría ver como sería luchar contra Milk y Vegueta, dijo Gokú sonriendo.

Y ustedes que dicen, ¿aceptan el reto?, dijo Krilín mirando al joven cabello de flama y la pelinegra.

¿Qué nos darán si ganamos?, preguntaron a la vez el par de jóvenes.

Si ustedes ganan no volveremos a cuestionar sus actitudes, pueden seguir discutiendo si lo desean nos dará lo mismo, además recibirán un par de modernos equipos deportivos de artes marciales cada uno, nosotros se los compraremos para dárselos, pero si pierden tendrán que cambiar su actitud para siempre, no más discusiones en el gimnasio, dijo Krilín.

¿Y si nosotros ganamos qué recibiremos?, dijo Bulma.

Pues tú un vale para que vayas a un spa y Gokú un kit de ropa deportiva, dijo Krilín.

Nos dejaran ser como somos, dijo Vegueta.

Ya no se meterán en nuestra manera de ser, dijo Milk mientras el calvo asentía.

El par de jóvenes se miraron con molestia y luego miraron al calvo y dijeron: Acepto el reto.