[POV HOSEOK]

-Que bueno enterarme ahora de ésto.

La mirada de Taehyung expresó confusión, mientras que la mía expresaba una de preocupación.

-¿Llegué en muy mal momento? -preguntó con la voz casi apagada

-¿Qué haces aquí, Namjoon? -soltó Tae.

La mirada del pelirubio se volvía cada vez más oscura, y su voz se debilitaba con cada palabra.

-Yo, eh... vine a saludarte, pero creo que estás ocupado, ¿cierto? -esta vez interrogó mirándome a mí.

Taehyung tenía una cara de "explicame, porque sinceramente no entiendo una mierda".

-Nam... -susurré

-Creo que vendré otro día, en serio, perdón, Tae... -dijo fingiendo una sonrisa y dando la vuelta para irse.
Su cuerpo dio un giro de 180° sobre su propio eje y cerró la puerta para volver a dejarme solo con mi novio.

-¿Qué fue todo eso?

-N-no lo sé... -protesté abrochando mis jeans- ¡maldición, Namjoon! -musité rascando mi cabello.

-No deberías preocuparte tanto, amor... -dijo él vistiéndose de igual manera- no tiene mucha importancia--

-¡Nunca entenderías! -le grité saliendo y dando un sonoro portazo.

Salí de su casa, y me dirigí rápidamente a la mía. Sí. A esa casa en la que tendría que dar algunas explicaciones.

-¡Namjoon! -le grité a mi hermano cuando llegué- ¡Nam! Déjame explicarte -gritaba a la nada, con la esperanza de que él me escuche- ¡Jung Namjoon! -grité esta vez entrando a su cuarto con voz de orden.

-¿¡Qué mierda quieres, Hoseok!? -atacó él, levantándose de su cama, y quedando a la par mía

-D-déjame explicarte, yo--

-¿Qué carajos quieres explicarme, imbécil? -dijo mi hermano con un áurea de furia- ¿lo bien que te estabas follando a Taehyung? ¡eh! -sacudió mi cuerpo hacia atrás, empujándome.

"-¿Y que harás? Te recuerdo que en menos de un mes vas a viajar a Los Ángeles, Namjoon.

-No sé Hoseok -me contestó encogiendose de hombros- no sé que haré... tengo miedo y seguridad a la vez -expresó rascando su cabeza- creo que en serio me enamoré de él.

Mi mundo cayó abajo al escuchar esa última frase proveniente de Namjoon. Sentí como mi corazón se encogía, y como un feo ardor se posaba en mi garganta.
Digerir esa frase era como un trago amargo que quemaba todo mi ser. Tragué saliva y volví mi vista a mi hermano, con la sonrisa más fingida que pude darle.

-Entonces ve adelante... que nada te detenga, hermano -palmeé en su hombro, para darme la vuelta y regresar a mi cuarto.

Mis ojos ardían, el nudo no desaparecía. Me sentía como un niño pequeño, al cual le quitan su dulce o su juguete preferido. No, bueno... no puedo tratar a Taehyung como un objeto, pero es decir, ¿en serio? ¿Justo de Taehyung?

Me acosté en mi cama, y fijé mi vista hacia el techo, hacia la nada. Me dolía, me dañaba esta situación: Namjoon estaba enamorado de Taehyung. ¿querer llorar? Era poco. Quería romper todo, quería gritarle a todos que YO quería a Taehyung, no Namjoon.

Suspiré pesadamente.

Sentía como mi ser interior se derrumbaba, se derrumbaba por completo al saber que Taehyung no estaría conmigo."

Namjoon mordió sus labios, y su rostro se corrió hacia un costado, reprimiendo un.. ¿sollozo?

-Namjoon, dejame explicarte, por favor... -me acerqué para consolarle pero inmediatamente él me separó.

-¿Qué quieres explicar, Hoseok? ¿que todo éste tiempo estuviste riéndote de mí?

-Yo no quería ésto... perdóname, Nam...

-Eres un puto -dijo agarrando el cuello de mi remera- un puto que siempre consigue lo que quiere. ¿No te basto con que seas el preferido? ¿con que seas el 'elegido' de mamá y papá? ¿también tenías que quitarme a Taehyung? -sollozó- ¿tan poca dignidad tienes como para estar robando todo lo que quiero obtener? ¿tan poca persona eres, "hermano"? -dijo ésta vez con un tono más desafiante y una sonrisita- ¿tan poco caes, eh? Me das lástima.

"-Hoseok... -me dijo Namjoon entrando en mi habitación- debo decirte algo.

-Nam, ¿qué ocurre? -musité quitando mis audifonos- ¿todo bien?

Él se sentó a mi lado, y suspiró

-Namjoon, no me preocupes... ¿qué ocurrió esta vez?

-Hablé con Taehyung -respondió sobando su nariz como un pequeño- y... y estoy jodido. Estoy muy jodido

-¿Qué? ¿por qué? ¿de que hablaron? -Se mordió los labios y su vista se fijó en el piso- ¡Nam!

-Le gusta otra... le gusta otra p-persona -susurró."

-Siempre necesitas llamar la atención, ¿cierto? -me miró como si hubiese un tono de desprecio en su mirada- eres tan patético Hoseok, me das pena.

Yo no me atreví a mirarle, solo mantenía mi cabeza baja, estaba jodido.

"-¿A que me refiero? -levantó su ceja- a algo tan simple como decirte que me gustas.. me gustas demasiado, Hoseok, me gustas por sobre los límites. Me doy cuenta que es tan enfermizo como agradable estar junto a ti.

Era imposible describir como me sentía en ese momento, tenía fuegos artificiales de sentimientos cruzados en mi corazón.

-Hoseok, por favor... lo digo en serio

Yo aún seguía en silencio, no podía procesar conpletamente toda la información. O, bueno.. sí.
¿Taehyung se me estaba declarando?

Sí, creo que sí.

-Hoseok, mierda, ¡di algo!

La protesta de Tae me obligó a mirarle, y a tratar de darle una respuesta. Es que, joder.. solo a él se le ocurre declararse ante mí en la puerta del colegio.

¿Aceptarlo? ¿rechazarlo?

Mi boca se puso en conexión con mi mente, y estuve a punto de formular una respuesta coherente, hasta que vi a Namjoon salir, y empezar a buscar a alguien con la mirada.

Recordé cada palabra, cada sufrimiento de mi hermano respecto al susodicho. ¿era justo? ¿era justo que yo me quedara junto a Taehyung, siendo que el que sufría era Nam? ¿eso era correcto?

-Lo siento -dije con mirada firme- pero me temo que no podré corresponderte. -me di la vuelta, y de espaldas a él comencé a caminar.

-¿Qué? ¡espera! -chilló poniéndose frente a mí, y colocando su mano en mi pecho para detener mi paso -c-creí que t-tú me correspondías, lo hiciste siempre, ¿cierto?

-Te equivocas. Soy un hombre, normal por cierto. Me gustan las chicas, no comparto contigo la idea de homosexualidad, es asquerosa.

Su ceño se fruncía, se notaba a kilómetros su mirada de decepción y tristeza.

-Hoseok, ¿hablas en serio? -dijo con un hilo de voz.

-Claro que sí. Perdón Taehyung, en serio lo siento, soy hombre, no marica.

-Hoseok -mordió sus labios- ¿en serio me lo dices?

Yo tragué saliva, e hice un gesto para no largarme a llorar ahí mismo.

-¿Acaso eres sordo, o no relacionas las palabras con coherencia? No, no, y no. Escuchame Taehyung, NO me gustas, ¿de acuerdo? Disculpa, pero te has confundido. Soy un hombre, no un marica. Si quieres probar no lo hagas conmigo.

Sin más me fui de allí, sintiéndome lo más mierda posible."

-Eres tan vulgar, no vales nada. Me das asco, me das demasiado asco. Nunca sentí tanta lástima por alguien como la siento por ti, Hoseok.

Una lágrima salió del ojo de Namjoon, la cual él se limpió rápidamente.

-¿Disfrutaste revolcarte como puta con él mientras estuve en Los Ángeles? Que bueno -dijo levantando bruscamente mi mentón para mirarle a los ojos- porque ahora es mi turno.

Al igual que mi hermano, limpié rápidamente la lágrima que se deslizaba por mi mejilla.

-Ahora vete. Vete de mi cuarto, de mi vida, vete de donde quieras. Solo vete.

Y sin más, me empujó desde la espalda, y me quitó de su cuarto.

[...]

Amor, ¿por qué faltaste? Te extraño demasiado, hace varios días no nos vemos.
16:55, mon.

¿Puedo ir a tu casa hoy?
16:58, mon.

Claro que sí 🌝
17:00, mon.

Limpié lo que creí que sería la última lágrima que caería, pero cuando mi mente trajo al presente todas esas olas de recuerdos que tuve con Taehyung cayeron más sin cesar.

Eran alrededor de las cinco de la tarde, por lo cual creí que sería buena idea salir de mi casa, y dirigirme a la de Taehyung.

Agarré el pequeño papel que había en mi mesita, el cual decía: "para Taehyung", y lo coloqué en mi mochila con el resto de las cosas.

Salí de casa, y emprendí viaje a la de mi novio. El sol de la tarde daba un hermoso aspecto de primavera a mi corto viaje hasta la casa de Tae.

Lo primero que recibí fue un pausado y mojado beso en los labios cuando Tae me abrió su puerta.

-Hoseok -musitó en mi cuello mientras sus brazos colgaban en mi cuello- te extrañe demasiado.

-También lo hice, bebé.

Taehyung aún tenía puesto el uniforme, lo cual le daba un aspecto desarreglado, y sexy, joder. Se veía hermosamente sexy.

Sin romper el contacto de nuestros cuerpos dirigí mi mano derecha hasta su nuca, y lo pegué a mis labios posesivamente. Instantáneamente sus labios se pegaron al míos, y nuestras lenguas pedían permiso entre sí para enredarse a su gusto.

Mi mano derecho aún lo sostenía de su nuca, mientras que la izquierda comenzó a posarse en su espalda, y a rebuscar bajo su remera. Lentamente tomé control del cuerpo de Tae, y lo pegué contra una de las paredes, llevando mi lengua hacia un lugar más profundo, y tocando cada extremidad de su boca.
Mi mano izquierda seguía rebuscando en su espalda desnuda, y sus manos empezaron a enredarse en mi cabello.

Nuestras respiraciones comenzaban a pasar factura, y la falta de aire se hacía cada vez más presente entre nosotros.

Por un segundo, aún teniéndolo desde la nuca, me separé del beso y hablé sobre sus labios:

-Q-quiero hacert-te el am-mor, de una manera esp-pecial...

Sin más volví a conectarme a él en un profundo beso. Pero de esos besos... ¿cómo decirlo? ¿lentos? ¿con pasión? No lo sé. Era un beso cargado de amor, eso puedo asegurarlo.

Las manos de Tae comenzaron a subir por mis caderas y a quitar de a poco mi remera. Yo, sin protesta alguna dejé que la quitara por completo, y volví a besarlo.

Mi cabeza bajó hasta su cuello, y comencé a chupar un punto en específico de su piel. Succionaba y clavaba mis dientes cada vez con más énfasis.

Mi mirada volvió a centrarse en la suya, por lo cual mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal.

Era más que obvio, ya me habia vuelto dependiente de él. Su mirada, su sonrisa, su belleza. Ya era un maldito adicto a su esencia. Simplemente quería que me sonriera así toda la vida.

Estoy seguro de que si mi adicción tuviera nombre se llamaría "Kim Taehyung".

Era la persona más perfecta de este maldito mundo.

-¡Hoseok! ¿qué ocurre bebé? -dijo chasqueando sus dedos frente a mí- estás muy distraído.

Volví a besarlo, para así poder reprimir cualquier lágrima o sollozo que quisiera escapar.

Me dolía demasiado hacer esto, pero estaba seguro que sería la mejor solución.

Lentamente lo llevé a su cama, y lo recosté bajo mío.

-Esta noche serás mío, Taehyung, solo mío. Quiero hacerte el amor hasta que en tu mente quede grabado cuánto te amo -confesé volviendo a besar sus labios- solo... disfrutemos esta noche

La última, por cierto.

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