|CAPÍTULO 5|
ALIANZA
⥋♧⥊
"La astucia es un arma que
muchos poseen "
🃏―L.Y.S
D E I M O S
No sabíamos exactamente en qué se habían metido estos chicos y tampoco que es lo que querrían recuperar, pero a pesar de la discusión que tuvieron durante el trayecto, estaba claro que era un objeto muy importante y que no debía de caer en las manos equivocadas.
Kyan se mostraba todo el rato a la defensiva, y Haylee estaba convencida de que habían realizado un paso en falso enorme. Los dos parecían haber hecho este tipo de cosas desde siempre y sabían manejarlo, pero cuando te hallan con alguien que no lo has estudiado suficientemente, todos tus planes se pueden perder.
―¿Cómo es que lo conocéis?―me pregunta Kyan.
―Digamos que tuve un encuentro un tanto peculiar con él hace cinco meses. Querría robarle, y no acabo muy bien la cosa.
―¿Te descubrió?―inquirrio Haylee.
―Sí, bueno, no exactamente, no llegó a verme, pero di un paso en falso y abandoné el plan.
―Eso no importa, tendremos que tener cuidado en que no te vea. Como sabes a dónde va y que es lo que hace, nos guiarás, así todo será más fácil, nunca sabrá desde qué punto lo atacaremos y tampoco quienes seremos―Kyan sonrío, afirmando que tenía todo ya planeado.
Después de un rato, habíamos llegado a un apartamento en la ciudad. Elegante, con vistas a la playa y un buen lugar donde poder estar desapercibidos, era el sitio perfecto.
―Poneos cómodos ―dijo Haylee, tirando su mochila en el sofá.
―Bonito apartamento ―agregó Verene.
―Bien, si os parece bien empezaremos ―Kyan se sentó en una silla con ruedas y se acercó a la gran mesa de cristal que estaba en el comedor―. Tenemos muy pocas pistas de nuestro hombre, y por si fuera poco, no lo conocemos lo suficientemente bien como para saber qué clase de persona es. Tendremos que tener cuidado y sobre todo paciencia.
―Parece uno cualquiera, al cual le podrías robar sin ningún esfuerzo, pero las apariencias engañan. No nos fiemos, podría ser peligroso y a saber a qué se dedica―concluí.
―Tendremos que ser astutos e invisibles, que no sepa quién lo ha atacado.
―Exacto―Kyan le sonrió a Verne ante su comentario.
―Empezaremos donde lo hemos visto por primera vez, en el "Shoot Owly". Seguro que todavía sigue en sus cercanías.
―Antes, podríamos saber que es lo que os quitó?―la tentación de saberlo me mataba por dentro, no soportaba que alguien me ocultara algo.
Sus miradas se clavaron en el suelo, no querrían decirlo, y por alguna razón sentía que todavía no confiaban en nosotros.
―Ya, me lo imaginaba.
―Lo siento Deimos, pero hasta que no veamos que...
―Que somos de confianza no nos lo vais a decir―espeto Verene terminando su última palabra.
Haylee no dijo nada, al igual que Kyan. El silencio había invadido toda la habitación y era incómodo. Tenía sus razones, eso sí. Pero la idea de utilizarnos para recuperar algo que no sabíamos lo que era exactamente, no nos parecía muy bien.
―Está bien, no pasa nada, lo entendemos. Pero igualmente os vamos a ayudar―Kyan asintió en forma de gratitud―. ¿Tienes un mapa de la ciudad?
Haylee extendió un mapa de los Ángeles sobre la mesa y marcó en rojo los lugares en los cuales podrías estar nuestro objetivo. Había tres, pero la probabilidad de saber y encontrarlo en uno de ellos era muy escaso.
―Estos son los puntos en los que podría estar, la cosa, sería dar con él en un mismo lugar―Haylee señala con el dedo los puntos y frunce la mirada ―. Por lo tanto, primero de todo tendremos que vigilar unos días a nuestro sujeto para saber dónde va y que hace.
―No tenemos tanto tiempo como para perder el tiempo de investigarlo, además, ya sabemos de lo que es capaz ―dice Kyan, que a su vez nos mira a todos.
―Esperad, este sitio, es la última vez donde lo encontré, de seguro estará allí. ¿Además, que haría en lugares tan alejados del centro de la ciudad? Sabe como actuar y sabe perfectamente que su trabajo funciona mejor cuando hay mucha gente cerca, que alguien lo pueda ayudar en cualquier momento si algo pasara ―cogí el rotulador y dibujé un círculo grande en el mapa―. Arriba del gran casino, hay unas habitaciones donde los más ricos pueden acceder, así pueden dejar sus cosas seguras allí porque hay cámaras y vigilantes que lo rodean todo.
―Está asegurado que allí estará―Haylee voltea el mapa y dibuja un plan. Kyan la observa y pone sus codos sobre la mesa.
―La única forma de entrar allí es colaborar los cuatro, así que la única forma de que él no suba a las habitaciones, es que uno de vosotros dos lo rete a una jugada de cartas y aposté una suma a la que no pueda resistirse. Haylee entrará en la habitación por el conductor de aire que da a las habitaciones y yo estaré afuera en el otro edificio de al lado guiándola. Deimos estará entre la multitud y vigilará a todos los hombres que estén con él. Por último, y lo más importante, tú, Verene, jugarás contra él ―Kyan fija su mirada en ella―. Tú eres el comodín que necesitamos para que todo funcione.
Era impresionante, la concentración de los dos hermanos y la conexión que poseían era algo que nunca había visto, era como si sus mentes estaban conectadas, como si fuera una sola pensando por los dos.
―Lo único que necesitamos son veinte minutos, nada más, entramos y salimos.
Haylee suelta el lápiz sobre la mesa y se levanta. Se dirige hacia la cocina y de un cajón saca una bolsa negra. Vuelve hacia nosotros y nos ofrece a cada uno unos transmisores.
―Nos comunicaremos mediante vamos avanzando. Hay ropa arriba, os podéis cambiar. Kyan, Deimos y yo iremos primero y luego Verene. Primero entrará Deimos en el casino y luego tú ―dice hacia Verene―. La cuestión es que no os acerquéis demasiado debido a que habrá personas que estarán vigilando a todos los que entren. Todo tiene que parecer lo más natural y sencillo posible.
― Espero que después de conseguir lo que queráis, nos expliquéis todo de principio a fin. Entendemos que por ahora no confiéis en nosotros y es lo normal, pero sea lo que sea la cosa que tenéis que recuperar espero que valga la pena―. Dicho eso me volteo y subo las escaleras hacia arriba.
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