Tercera persona.

DG, era un omega muy afortunado, nunca había tenido problemas en los estudios, nunca había tenido problemas graves con su celo, ni había sido acosado por Alfas insistentes, aunque sabía que una vez entrará a la Universidad, las cosas darían un gran giro. Por lo general, los omegas no estudian en la Universidad, ellos se quedan en casa, cuidando a los cachorros que su Alfa desee tener, pero DG tuvo la opción de ir a la Universidad y no la desperdició, no, él quería estudiar y poder trabajar para darle lo mejor a sus bebés y su pareja.

Porque a pesar de lo que Chanwoo siempre le dice, DG era un romántico, y deseaba encontrar a su Alfa destinado, aquel que llenará su mundo de amor e ilusión, aquel que le protegiera y el pudiese consentir sin miedo a que algo o alguien pudiese romper su relación, aquel con quien haría una vida juntos para darles mucho más amor a sus pequeños bebés.

Pero el mundo no funciona a base de amor, al menos, no en la mayoría de los casos.

Por ello, frente a la persona que idolatra, sin conocer su nombre siquiera, DG no puede dejar de pensar en la suerte que tenía.

-¿Alex?- pregunta mirando al chico frente a él como si otra cabeza estuviese saliendo de su cuello. El pelinegro le ve fijamente durante unos segundos para luego reír.

-¿Alex? No sé quién sea, debes estar confundido- sonríe con su habitual fachada.

-tu eres Alex, tienes su lunar, y su marca de nacimiento- habla emocionado- ¡Oh por Dios! Al fin pude conocerte, soy tu fan y- su fanático discurso se interrumpe al ser tomado por el contrario, con una expresión de muy pocos amigos.

-escucha, si dices una palabra a alguien, juro que vendré y pateare tu trasero- habla molesto- por esto odio a los omega, siempre arruinan todo.

DG le mira con tristeza mientras el chico comienza a fumar, Alex odiaba a los omega, Alex, no era el chico amable y de buen carácter, Alex... le detestaba.

Luego de fumar, el pelinegro toma sus cosas y se va, dejando a un deprimido chico en la habitación.

Pero su historia no acaba ahí, no, el omega estaba destinado a estar junto a aquel que se cruzó en su camino.

Dos días después, el Alfa entra a la cafetería donde DG y Chanwoo trabajan. El omega toma su pedido lo más calmado que puede, pero apenas siente el aroma del chico, siente que su cuerpo ya no responde.

Sus manos y piernas tiemblan, mientras sus feromonas comienzan a salir sin control alguno.

El miedo invade a su amigo, mientras puede ver perfectamente como los alfas presentes comienzan a reaccionar al aroma del chico, algunos más que otros, pero ninguno ignora el dulce aroma a chocolate del omega, en especial, el chico que esta frente a ellos, de cabellos morenos y con una mirada hambrienta que no aparta de DG.

La gerente, una Alfa de alto rango, obliga a todos a salir, mientras en los vestidores, Chanwoo inyecta un supresor en la pierna del chico.

DG estaba aterrado, no por el hecho de entrar en celo en publico, ni por tener problemas con la gerenta del lugar. Le asustaba ser odiado aun mas por Alex... a pesar de saber que el chico ya le odiaba, le asustaba saber que había más razones detrás de su odio.

Y es que no podía evitarlo, a pesar de que Alex le dijera que odia a los omega, DG aun sentía que su corazón latía como loco al verle.

Luego de que el supresor hiciera algo de efecto, la gerenta junto a su esposa le fueron a dejar a casa, le indicaron que no saliera hasta que pasaran los días del celo y no abriera la puerta por nada ni nadie.

Pero pasado solamente un par de horas, DG recibió una visita que nunca hubiese imaginado.

-¿sí?- pregunto desde adentro, mientras alguien tocaba su puerta, podría ser Chanwoo, pero claro que no lo era.

-Abre la puerta- solo esa frase, hizo que DG sintiera como sus piernas se volvían gelatina, obligándole a sostenerse de la pared.

Alex comenzó a intentar abrir la puerta, con demasiada fuerza, intentando prácticamente romper la cerradura, mientras DG temblaba asustado y, porque no decirlo, también un poco excitado.

-Por favor... abre la puerta...- aquel susurro lastimero, solo hacia que DG tuviese más intención de hacer lo que se le era pedido.

Al mismo tiempo, el Omega podía sentir como por debajo de la puerta, comenzaba a ingresar un aroma dulce, delicioso, además de suave y muy atrayente.

Sin poder resistir mucho más, abrió la puerta, notando como la misma persona que le había dicho que odiaba a los omegas, le estaba mirando como si fuese la presa que esta a punto de ser casada por el depredador.

Aunque poco tiempo tuvo DG de pensar en algo cuando el alfa comenzó a besarle desesperado, devorándole prácticamente, mientras intentaba tocar lo que más podía su cuerpo.

Había muchas cosas que el omega quería preguntar, muchas cosas que estaba seguro terminarían con sus apasionados movimientos, pero a medida que Alex le tocaba, iba perdiendo mas y mas el sentido de las cosas que hacía.

Tres días enteros fueron los que estuvieron encerrados en el pequeño departamento de la omega, tres días, donde solo tenían sexo, llevados por el deseo, sin pensar en nada mas que satisfacer sus instintos.

Al cuarto día, cuando DG despertó al fin, estaba en la cama vacía, como si lo ocurrido nunca hubiese sucedido, aunque había un cambio.

En la mesa de noche, a un lado suyo, había una nota, la cual, solo le confirmaba lo que pensaba y le aliviaba al saber que no se había vuelto loco y alucinaba.

"Olvida todo lo que paso, no me hables, ni me mires cuando regreses a clases"

DG estaba triste al leer la nota, pero era lo único que podría hacer, debido a que nunca pensó que podría tener una oportunidad con el chico de sus sueños. Al menos, había pasado un celo con él.

Si, DG era un omega afortunado, por ello el destino siempre tiene preparadas para él, cosas sorpresivas que nunca nadie esperaría ocurriese. 

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Nunca habia escrito algo relacionado a un Manga, asi que espero no quedara extraño. Esto es hasta antes de que hicieran el trato de ser pareja sexual y eso. 

Espero les guste

Dedicado a MiyuAckerman14 Espero te gustara! 

Lean el manga original! <3