"Una Tarde Bajó El Sol"
—Adoro este auto, ¡Ah es uno de mis favoritos!— exclamó Nino maravillado mientras tocaba el cofre del ferrari color rojo de cuatro asientos y techo descapotable. Debía admitir que era imponente y muy bonito, pero no entendía porque los hombres se volvían locos con este tipo de cosas, Nino parecía un niño pequeño al que le muestras un juguete o un pase de por vida a Disneyland. Solo le hacia falta ponerse a saltar y gritar de la emoción.. —Es sin lugar a dudas la encarnación de la perfección y la razón de que seamos tan buenos amigos— prosiguió el moreno acariciando con devoción la encerada y reluciente pintura rojiza.
—¿Así que solo eres mi amigo por esto? ¿por mis autos?— lo cuestionó Adrien mientras abría para mi la puerta trasera..
—No, tambien amó tu habitación, los conciertos exclusivos y los viajes gratis..— respondió Nino saltando por encima de la puerta y aterrizando con agilidad sobre el asiento del copiloto.
Apenas me senté, Adrien cerro la puerta y rodio para ocupar su lugar y encender el motor, que rugió antes de cobrar por completo la vida y salir disparado hacia las puertas.. —Eres un idiota interesado, podría sacarte ahora mismo de mi auto y dejarte botado— comento Adrien girando el volante para seguir por la avenida.
—Es lo menos que te mereces por jugarme tan pesada broma..— me hundo en el asiento al tiempo que me ponía el cinturón de seguridad.. —Y no puedo creer que te prestarás para esto Marinette— remata y me lanza una mirada dolida por el retrovisor.
—Déjala tranquila, la idea fue mía— intervino Adrien.
—¡Lo sabía! ¡Pero demonios, pudiste buscar otro franco de ataque! casi muero del susto y ni que decir de la vergüenza— seguramente ahora mi rostro tenía el mismo color del auto, rojo a mas no poder.
—Lo lamento, no pretendía incomodarte, de echo..—
—Estas exagerando, no fue para tanto— me interrumpió Adrien, quien también me miro por el espejo y al contrario de Nino el lucía curioso y un tanto divertido.. (¿Para que rayos se metió en mi bañó?) estuve segura que se estaba preguntando..
—Ya veremos cuando me vengue, Agreste más te vale que te cuides las espaldas— amenazó y a juzgar por su tono serio supe que hablaba completamente en serio.
Cinco minutos mas tarde Adrien se estacionó fuera de la casa de Alya y baje del auto para adelantarme a la cochera donde ella junto con los demás integrantes de la banda se encontraban afinando sus instrumentos.
Damien prácticamente se me echo encima y me abrazo con ganas, una bienvenida que sinceramente no me esperaba recibir. Félix por otra parte se limito a sonreír, cálido y amoroso como siempre, algo que me hacia sentir culpable y muy extraña.
La cochera era pequeña y apenas si cabían los amplificadores y la gigantesca batería, por lo cual Alya y yo tuvimos que quedarnos de pie y pegadas al muro a fin de no estorbar o pisar por error los cables que inundaban el lugar. Nino ocupo su asiento y golpeo un par de veces los tambores para según el comenzar a calentar los brazos, mientras que Adrien se acomodaba la correa al hombro que sujetaba su guitarra y discutía con Damien sobre que canción seria la que abriría el ensayó, honestamente no me pude concentrar en lo que decían y me perdí en el porte y la elegancia con la que Adrien se movía o se apartaba de ves en cuando el mechón de cabello que se le escapaba del peinado.. ¿Porque tenía que ser tan jodidamente sexi? Sobretodo cuando comenzaba a tocar y parecía perderse entre las notas, era maravilloso verlo y escucharlo cantar, su voz se filtraba en mi cabeza y me derretía por dentro, tanto que sentía que mis piernas ya se habían disuelto en el piso, como un paleta helada en una tarde bajo el sol.
—Se que este tema ya lo habíamos hablado, pero mira, tanto Félix cómo Adrien no te despegan la vista— de no ser porque Alya se acercó a mi odio y grito por encima del ruido no la habría escuchado, además de que prácticamente ya me había olvidado de que estaba junto a mí.
—Son ideas tuyas..— respondo de vuelta, inclinando la cabeza hacia ella.
—Claro que no, tienen la misma mirada de tontos que mi primo Damien cuando te ve, por cierto ya me había hecho iluciones de que tú y el fueran novios, me encantaría que fueras parte de mi familia— mientras hablaba había fijado los ojos en Félix y comprobé por mi misma que mi amiga tenía toda la razón, comenzaba a darme cuenta de que a los hermanos Agreste se les daba fatal el disimular.
—Gracias, pero a Damien lo quiero solo como a un gran amigo, además de que ya te dije que existe alguien más..— la mirada coqueta que Adrien me dedico me impidió terminar mi oración y me dejo con una sonrisa boba en los labios..
—Si, espero y le hayas hablado sobre mi fiesta— me cuesta volver a la conversación y salirme por la tangente.
—Aun no, es alguien ocupado—
—Dile que será el evento del año y que sería un completo imbécil si se lo pierde—
—Cuenta con ello— optó por mostrarme de acuerdo y así terminar con este tema de una vez por todas antes de que ella recordara interrogarme sobre mi misteriosa desaparición de esta mañana.
Los segundos continuaron transcurriendo y la canción término.
—Sigo pensando que necesitamos nuevas letras, más emoción y menos amor— comentó Damien.
—Podríamos incluir un solo de batería después del segundo estribillo, eso subiría la energía de la canción— sugiere Nino antes de ponerse de pie y guardarse las baquetas en el bolsillo trasero del pantalón. Después solo recargo la cadera en uno de los amplificadores.
—Si, eso podría funcionar, encargarte de eso— le ordena Adrien tomando nuevamente el puesto de líder.
—¿Y que hay con la canción que escribirías para nosotros, Marinette?— me pregunta Damien, sin esconder su descontento por la actitud de Adrien.
—Honestamente no he tenido oportunidad de trabajar en ella, pero comenzaré esta misma noche si aún necesitan de mi ayuda— una canción.. ¿De donde sacaría la inspiración para componer una canción? Teniendo en cuenta que Damien esperaba una letra divertida y sin cursilerías, algo que gracias al ojiverde tenía en mi cabeza por montones.
—Si, y ya que Alya y tu son amigas podrían trabajar juntas, estoy seguro de que podrán hacer algo mejor que esta basura que escribió Adrien—
—¿Basura? Lo dice alguien cuyas canción son patéticas y sin sentido alguno— le responde el susodicho claramente enojado por el insultó de Damien.
—¿En serio quieres comenzar a comparar?— pregunta a la defensiva al tiempo que se encaran el uno al otro, verlos así me hace pensar que su rivalidad va mas allá de las canciones, los roles de líder o simples desacuerdos creativos, lo único que quieren es demostrarse que uno es mejor que el otro y que por lo tanto debe quedarse con migo.. Como si yo fuera algo que terminara de probar su victoria.
—Hey tranquilos, pelear no sirve de nada, confiemos en las chicas y dejemos que resuelvan el tema de las letras— dice Nino intentando bajar los ánimos, pero ninguno se relajó, sus miradas se volvieron mas desafiantes y en el fondo supe que solo estaban buscando una excusa para desahogar su furia.
—Chicos no van a pelear.. ¿O si?— pregunto Alya y le lanzó a su novio una mirada como queriendole decir "Vamos, has algo para evitar que eso pase" Nino se incorpora y toma a Damien del hombro, listo para frenarlo si decide ser él quien empiece con el combate, sin embargo, retrocede y es el primero en romper la tensa conección que había mantenido con el ojiverde.
—Bien, solo procuren que no empalague a nadie— Adrien resopla pero también termina por retroceder.
—Descuida, aunque pensándolo mejor Marinette está tan enamorada que posiblemente sus ideas destilen miel—
—¿Enamorada? ¿De quien?— se precipitó a preguntarle su primo. ¡No sé te ocurra decirle..
—Su nombre es Ethan y tal parece que van muy enserio ya que será su pareja oficial en mi fiesta de cumpleaños de la semana próxima— ¡Mierda! Debí taparle la boca o como mínimo darle un buen pisotón.
—¿Ethan?— repitió Félix perplejo.
—Creo que Marinette te acaba de mandar directo a la banca— se burla Nino dándole un codazo juguetón al costado de Damien.
—Yo diría que hay dos chicos mas que tambien le harán compañía — por supuesto que Alya lo decía por los Agreste, quiénes desbordan celos hasta por los ojos, me cruzo de brazos cohibida por todas las miradas que se posaron sobre mi.
—Tomemos un descanso..— tras decirlo Adrien salió de la cochera sacado chispas y palabrotas entre dientes. Me vuelvo a recargar sobre el muro y conté mentalmente hasta diez.. Después saco el móvil y me alejo unos pasos dónde la pelirroja se encontraba cómodamente abrazada por su novio. —Saldré para contestar— Nino asiente y esconde el rostro en la curvatura del cuello de Alya, quien sonríe un segundo antes de dirigir su atención hacía mí.
—No escuche que sonara tu celular, además ¿no me dijiste que no servía?— mala idea volverme amiga de alguien tan perceptiva y curiosa, sobretodo cuando tenías un romance que debías mantener en secreto a toda costa..
Me encogí de hombros antes de responderle.. —Si, pero Marcus me regaló otro, ya sabes para qué Marianne pudiera localizarme, y respecto al sonido es que está en vibrador— acompaño el gesto con una sonrisa inocente y espero que ella se tragué mi mala actuación..
—Ok, ve entonces— no espero ni medio segundo cuando giro sobre mis talones y me marcho a la puerta.
La acera estaba vacía y observó a ambos lados de la calle buscando a Adrien.. A quien por fin encontré dos calles más abajo.
—¿Pensabas irte sin decírmelo antes?— lo acusó una vez que me acercado al cofre del deportivo rojo donde el se ha sentado.
—Así que Ethan será tu pareja, creí que no sería nada oficial— su reclamó ya me lo esperaba pero eso no quitaba que me irritara.
—Y no lo es, Alya exagero las cosas y prácticamente me obligó a jurarle que lo invitaría y se lo presentaría pero no significa nada—
—Tal vez no para ti, pero estoy seguro que el se aprovechará de esto y le sacara más jugó del que te imaginas— su voz se torna áspera al igual que su mirada.
—¡¿Creí que ya habíamos hablado sobre los celos ridículos?! ¡Y más aún que ya los habíamos superado!— exclamó molesta de tener que volver a lo mismo. ¿De que servía hablar si de todas formas terminábamos pelando por cualquier cosa?
—¡Lo intento! ¡Maldita sea! Te juro que trató, pero no puedo, no cuando todos creerán que es tu novio..— se baja de un salto y se planta frente a mí para poder encararme mejor.. —¿Dime que va a ocurrir cuando tengas que besarlo para continuar con la mentira?— ruedo los ojos.
—Estas llevando esto demaciado lejos, no pretendo que esto crezca demaciado.. ya se me ocurrirá algo para terminar las cosas sin comprometerme a nada— y así era, o al menos ese tenía previsto hacer..
—Perdóname pero no creo que sea tan fácil y lo único que realmente acabará con esto es volver allí y decirles ha todos que estamos juntos— hizo amago de irse pero lo detuve por el brazo..
—¡No, es un disparate, arruinarías todo!— le gritó y afianzó más el agarre esperando que mi fuerza sea suficiente para evitar que cometiera una estupidez.
—¡Eres solo mía! ¡¡¿Acaso se te olvida?!!— me gritó de vuelta sacándose con brusquedad mi mano de encima.
—¡No! Pero te juro que estas peleas hacen que lo reconcidere..—
—¡Joder!— me interrumpe llevándose las manos a la nuca y mirándome con desesperación. No sé qué decir para acabar con esto o como alzar las manos en señal de rendición y por lo tanto dejar de discutir..
—Disculpen, lamento interrumpir, pero su charla parece muy acalorada y me pareció que era correcto intervenir— respiró hondo y me vuelvo hacia la voz que acabo de escuchar por detrás mío..
El hombre es de escasa altura y cabello canoso, a primera vista no lo reconozco pero le agradezco que interviniera, al menos para darnos un pequeño respiro y así poder pensar en ¿cómo demonios dejar de pelear?.
—¿Así? Pues se equivocó— refunfuño Adrien aún colérico.
—Disculpelo, últimamente ha estado actuando como un completo cretino— dije con toda la intención de que esto sonará a un insulto, lo cual a Adrien no le gustó nada.
—¿Le importaría irse para que mi novia y yo podamos seguir hablando?— le dijo al hombre quien se limitó a intercalar entre nosotros su mirada envejecida.
—En realidad yo también tengo algo que decirles— contesto con voz tranquila y educada, pasando por alto el tono brusco de Adrien.
—Eso lo dudó, no lo conozco y a simple vista no confío nada en usted—
—Adrien no es necesaria tanta rudeza..— le digo y miro al hombre que continua sin quitarnos los ojos de encima.. —Pero en algo si tiene la razón, yo tampoco se quien es y francamente no sé me ocurre de que podríamos hablar— mi mente ya se encontraba rebuscando en cada rincón por si había algún recuerdo dónde aquel hombre encajará, pero no había absolutamente nada, salvo una extrana sensación.. Como si estuviera a punto de saltar de un edificio..
—Para empezar me alegra saber que al menos uno de ustedes conservo la tolerancia y la amabilidad— eso sin lugar a dudas lo decía por mí, aunque no tenía lógica, dado que para decirlo había que conocer muy bien a la persona en cuestión y que yo supiera el en ningún momento había formado parte de mi vida..
—¿Que quiere decir con eso?— pregunté ya que no logré descifrar que significaba "Conservo".
—Eres tal y como te recuerdo.. Una chica lista y muy intuitiva, capas de dar la vida por los demás— sus palabras se quedaron dando vueltas en mi cabeza, alterando el orden para que mi cerebro las procesará mejor.. sin embargo, no pudo y se quedó estancado en las últimas (Capas de dar la vida por los demás)..
—¿Sabe que? Pienso que usted está ebrio o loco..— le dijo Adrien con enfado cruzando los brazos, demostrándole así que no creía en una sola de sus palabras.
—En lo que respecta a ti jovencito, me siento desilusionado y con pocas esperanzas de que puedas volver a ser aquel joven que conocí años atrás—
—Señor, me estoy perdiendo en medio de esta charla.. ¿acaba de decir conocí? ¿que quiere decir con esto?— mi mente seguía esforzándose el doble con tal de dar con una explicación lógica.
—Me disculpó por confundirte pero aquí no es seguro revelarte absolutamente nada—
—Entiendo, ¿pero al menos puede decirme su nombre?— el hombre asiente y sonríe, marcando alrededor de sus labios y ojos un montón de arrugas..
—Soy el maestro Fu— frunzo el entrecejo..
—Eso ni siquiera es un nombre y lo sabe.. a menos de que nos esté tomando el pelo— lo que dijo Adrien era exactamente lo que yo estaba pensando, Debía tener otro nombre, al menos uno más normal..
—No bromeó, el tema que necesito tratar con ustedes es de suma importancia, no solo para ustedes si no para el resto de la humanidad— Adrien estalló en risas y agitó la cabeza como si hubiera dado con el chiste y se negara a aceptarlo.
—Si. Esto es una broma, Nino es rápido y admito que no lo esperaba..— esperó a que la idea de una broma me calme las extrañas sensaciones que me nacían en la boca del estómago, pero no desaparecen y sigo creyendo que esto iba más allá de un simple invento de Nino.
El maestro Fu se mostró impasible sin inmutarse por la arrogancia y la mala educación con la que hasta el momento lo había tratado mi novio y ya ni siquiera se molestaba en mirarlo, dejando fijos sus envejecidos ojos sobre mi.. —Marinette espero que el nombre de LadyBug y Chat Noir te digan algo..— me recorre un escalofrío a lo largo de la espina dorsal y me estremezco de manera involuntaria, ¿que si el nombre de Chat Noir me decía algo? Habría solo que observarme para saber que con la sola mención de su nombre mi rostro se alteraba de manera inexplicable. Por otro lado mi bombilla se encendido y logré dar con cierta historia que involucraba a un hombre mayor y aun dúo de super héroes que solían salvar a París..
—Si... Claro, es usted el hombre del que nos hablo el taxista la otra noche— digo y todo lo anterior va cobrando algo de sentido.
—Valla no esperaba que se lo encontrarán, es claro que el destinó es tan fuerte que los vincula con sus antiguas identidades— bueno al parecer no todo, ya que esto carecía de lógica.. —Estoy hablando demaciado y como ya les dije no es seguro, será mejor que me acompañen a mi casa y tomen una tasa de té mientras les cuento la historia—
Adrien se adelantó un paso y le dijo.. —¡Si claro!. Porque ir con un anciano con serios problemas mentales y del cual no conocemos absolutamente nada, es la mejor idea del mundo— después me tomó de la mano como si quisiera protegerme del hombre quien apenas frunció ligeramente el ceño.
—No sé que rumbo tomó tu vida, pero veo que te a vuelto desconfiado e irrespetuoso— lo reprendió con severidad y no me cupo la menor duda de estaba cuerdo y gozaba de excelentes facultades mentales, así que no tuve que pensarlo mucho para decidir aceptar su invitación.
—Adrien sé que es raro pero tiene las respuestas que buscamos.. ¿Acaso no quieres saber dónde están LadyBug y Chat Noir?— me miró como si no me conociera, casi como si se estuviera preguntando ¿si él era el único aquí con sentido común?.
—No, y espero que nunca aparezcan, sobretodo ese remedo de gato sin gracia— debía admitir que su comentario me molestó, no lo conocía y por lo tanto no podía referirse así de el.
—No creó que sigas pensando eso de el cuando conozcas su verdadera identidad— el simplemente lo ignoro y siguió lanzandome advertencias por los ojos, pero nada podría detenerme, no ahora que tenía tan cerca las respuestas que tanto ansiaba escuchar, por lo que me solté de su agarre y me coloque junto al hombre de aspecto asiático.
—Marinette no estarás pensando ir con el, ¿verdad?— me preguntó con ansiedad y en mi fuero interno me reproche por elegir a Chat Noir antes que a él.
—Si, yo si necesitó las respuestas—
—¡Demonios! El podría ser un secuestrador...— niego una vez con la cabeza y su semblante se apaga, tal y como suele pasar siempre que hablábamos del enmascarado de negro, solo que esta vez había descubierto que estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de encontrarlo. (Lo lamento) pienso mientras sus ojos verdes van perdiendo el brillo y adoptaban la derrota. —Bien, pero iremos en mi auto y más le vale no intentar nada contra nosotros, o le juro que pasara una larga temporada tras las rejas— su amenaza al igual que su expresión me hiela la sangre, más le valía al maestro Fu no echar en saco roto su advertencia.
—Tu personalidad me recuerda mucho a cierto villano, pero espero que solo sean ideas mías— señala y sonríe, tal parece que este hombre era experto en esconder sus verdaderos sentimientos, y bien podía sonreír y después en solo un segundo pasar a una máscara de indiferencia total, que hacía prácticamente imposible leer en su rostro sus verdaderas intenciones.
Subo en el asiento delantero y me abrochó el cinturón solo por hacer algo, mientras el misterioso hombre se acomodaba tranquilamente en la parte de atrás..
—Algo me dice que nos arrepentiremos después de hacer ésto— murmura Adrien metiendo la llave en el contacto y arrancando de mala gana el motor, no abrí la boca, no tenía nada que decir que lo hiciera cambiar de opinión, además de que sabía de sobra que yo misma no estaba pensando con coherencia al pasar por alto todas las normas de supervivencia, (Nunca aceptes invitaciónes de extraños) me había repetido mi madre hasta el cansancio, entonces ¿porque no estaba preocupada por los peligros que podría correr? ¿porque mi mente solo estaba concentrada en desentrañar el paradero de Chat Noir?. De reojo observe a Adrien y la conciencia me remordio, no solo lo estaba arrastrando con migo a lo que fuera que nos esperaba si no que también ya me encontraba fantasiando con ese momento en el que por fin tendría frente a mí al Chat Noir de carne y hueso, al chico que en mis sueños me había besado y abrazado durante tantas noches..
Debía estar tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera escuché cuando el maestro Fu le dijo su dirección y ahora diez minutos mas tarde el auto ya había parado junto el bordillo de la acera.
La casa lucía muy normal, con fachada marrón desvaída y dos grandes ventanales franqueado la puerta de madera obscura. Me quedo en mi lugar dos segundos antes de abrir la puerta y seguir al hombre quien se apresuró a meter la llave en la cerradura y desaparecer en la negrura del interior.. Me consoló sentir la mano cálida de Adrien sobre la mía, al menos probaba que pese a todo el seguía a mí lado sin importar que locura nos aguardaba dentro. Caminamos por el pasillo ya iluminado hasta un pequeño salón, todo aquí tenía aspecto asiático y excéntrico, cuyo olor a incienso predominaba y me llenaba las fosas nasales. Cuadros con pinturas vividas de una dinastía China seguramente ya extinta adornaban los muros color vino, en otro extremo había repisas con jarrones de porcelana cuyos grabados eran hermosos dragones que escupían fuego sobre pequeñas casas con techos en forma de tipi, de haberlos visto mi madre se habría maravillado de ellos y muy posiblemente le pediría al señor Fu que le contara la historia que encerraban los dibujos..
De lado izquierdo, pasando un viejo tocadiscos se encontraban unos biombos de madera que servían para separar de todo lo anterior a una pequeña mesa cuadrada que apenas la separaba una altura de aproximadamente treinta centímetros del piso de madera. Fuera de todo lo mencionado no había más muebles ni tampoco más decoraciones que mirar..
—Adelante tomen asiento, iré por el té— dicho esto se marchó por otra puerta, permanecimos un par de minutos sin movernos, observando por segunda vez todo el espacio. Del cielo raso pendían dos lámparas que emanaban una luz tenue y sin brillo dándole al entorno un aspecto frío y misterioso..
Al fin me decido a sentarme sobre el piso cruzando las piernas por debajo de la mesa y Adrien me sigue en automático.. —¿Sigues pensando que esto es una trampa?— preguntó con voz queda y entrelazando nuevamente nuestras manos.
—Mas que eso, ten por seguro que le llamara a Gabriel y le pedirá un jugoso rescate a cambió de nuestra libertad— echo una rápida mirada en dirección a la puerta que sigue cerrada y una parte de mi comienza a temblar de miedo.
—No lo creó, a mi me parece muy confiable..— lo he dicho para calmar mis nervios y no anticiparme a los hechos, el estar paranoica solo me haría ver muros donde no los había.
—Ese es tu peor problema, que confías ciegamente en todos y después terminan por traicionarte—
—¿Te estás incluyendo?— lo acusó y sin querer sone más ruda de lo que pretendía.
—¡Claro que no!— exclamó ofendido. Solté el aliento y me preparé para la discusión que muy seguramente se desataría a a continuación, sin embargo, justo en se momento el maestro Fu regreso cargando una pequeña charola de plata con un hermoso juego de té sobre ella, otra cosa por la que mi madre enloqueceria de emoción al verla. Se sentó del otro lado con demasiada agilidad, si teníamos en cuenta que debía rondar los sesenta años de edad y se dispuso en silencio a dejar las hermosas tasas grabas sobre la mesa y posteriormente sirvió el humeante y fragante té.
—Supongo que será mejor empezar por contarles la historia de los portadores de los Miraculous— hablo en tono neutral, como sonaría alguien que se disponía a dar un serio discurso detrás de un podio y en frente de miles de personas. —Yo soy el guardián en turno de los Miraculous y los Kwamis que duermen dentro de ellos. Exactamente veinte años atrás yo solía poseer todos y los guardaba en una caja fuerte que creí los mantendría a salvo de cualquier persona que quisiera conseguirlos a toda costa, sin embargo, me equivoqué ya que un hombre logró entrar y robar uno de ellos, el Miraculous de Hawk Moth para ser mas exacto, cuyos poderes le servirían para provocar una gran destrucción, y así fue. Destruyó avenidas y tomó personas inocentes como rehenes, muchos resultaron heridos y desgraciadamente yo no pude hacer mucho por ellos, como ya pudieron darse cuenta no me encuentro en mi mejor forma y transformarme era casi imposible, por lo que tuve que recurrir a LadyBug y Chat Noir..— hace una pequeña pausa para evaluar nuestras reacciones, lo cuál aproveché para catalogar en secciones lo que voy entendiendo, el fue también un super héroe que al no tener la fuerza necesaria se vió obligado a convertir a dos personas más en sus aliados.. Me llevo el borde de la taza a los labios y doy pequeños sorbos mientras el abre la boca para continuar con su relato.. —Aquel día me encontraba en medió del enorme escándalo y caos que reinaba cerca de la alcaldía, llevaba con migo ambos Miraculous y estaba atento para elegir a dos personas que reunieran las características necesarias para hacerse cargo del trabajo, pero Hawk Mot se dio cuenta e intento atacarme, sabía bien que me proponía y no me lo pondría nada fácil. Así que mandó a su ejército y desgraciadamente no le importo lastimar a un grupo de jóvenes que eran evacuados del lugar por agentes de la policía. Logré escabullirme entre ellos y sin meditarlo le entregué el Miraculous al primer chico que seguía en pie y aparentemente fuerte, todos los demás tenían heridas de gravedad y se mantenían en el piso a la espera de ser llevados de urgencia aún hospital. Por la misma razón tendría que dejar que Chat Noir se hiciera cargo solo mientras encontraba a una chica que estuviera dispuesta a pelear a su lado sin importarle el peligro, pero no había muchas opciones, todas estaba mal heridas y en estado de pánico—
—Todo ésto suena horrible, pareciera que a ese tipo no le importaba acabar con todos con tal de salirse con la suya— digo aprovechando la pausa que hizo para imaginarme cómo debía verse París en aquel momento. Completamente devastada por el peligro y la maldad del loco supervillano..
—Así era, estaba tan cegado por el odio que toda aquella destrucción le divertía mucho— me estremezco a causa de las imágenes tan vividas y llenas de color que mi imaginación estaba creando.
—¿Y que ocurrió con ese chico? ¿Logro hacer algo solo?— pregunta Adrien y para mí sorpresa sonaba muy interesado.
—Si, sorprendentemente se transformó a los pocos minutos y salió en defensa de todos, era valeroso y sobretodo resulto ser una buena persona, algo que me dejo muy tranquilo.. Bueno, hasta que su cataclismo derrumbó la torre Eiffel donde el super villano se mantenía mirando desde arriba su terrible obra. De inmediato los pedazos de metal comenzaron a caer y no había lugar a donde correr, esto lejos de ser bueno debilitó aún más la ya destruida ciudad... Chat Noir se enfrasco en una pelea con Hawk Mot, pero sabía que era inútil, la inexperiencia de Chat y su forma de perder los estribos lo harían caer, sin mencionar que le quedaban escasos minutos para retomar su forma humana—
—Lo sabía, el nunca fue un verdadero héroe— dice Adrien con marcado desdén.
—Admito que cometió muchos errores y nunca fue perfecto, pero se esforzó y al final me siento muy orgulloso de el y de mi apresurada decisión—
—¿Que sucedió con Chat?— pregunté sintiendo un nudo en mi estómago tan apretado que el dolor comenzó a trepar por mi esófago..
—Lo que predije, ya estaba débil y no pudo defenderse por mucho que lo intento, cayó y ya no pudo seguir más.. Hawk Mot se aprovecho y a sangre fría se preparaba para darle el tiro de gracia, sin embargo, aún quedaban unas cuantas personas cerca y una de ellas, una joven de apenas la misma edad del súper héroe, se alejó del grupo de rescate y corrió para ayudarlo, como pudo tiro de él y lo apartó del certero golpe que Hawk Mot le tenía preparado. Retrocedió como le fue posible, llevando casi a rastras el cuerpo mal herido de Chat, fue entonces que decidí darle la cara al villano e intentar hablar con el, pero fue demaciado tarde, Hawk Mot los atacó por la espalda y ambos se desplomaron entre la pila de escombros que inundaban las calles.. Después de eso todo se calmó un poco, por alguna razón quien estaba detrás de Hawk Mot no quiso quitarle el Miraculous y lo dejo allí tirado junto con la chica que se había desmayado por el poder mágico que usó contra ellos. Mientras que Chat el estar aún transformado evitó que muriera en su primera batalla—
—Todo esto es realmente increíble, me cuesta imaginarlo— admitió Adrien con una mezcla de esepticismo y fascinación. Yo en cambio podía ver con claridad cada detalle que el maestro Fu iba narrando, inclusive aquella donde Chat perdía el sentido..
—Lo se, afortunadamente logré sacar a Chat Noir de la mirada de los sobrevivientes y lo traje aquí, donde su forma civil volvió, paso días inconsciente, me preocupo y llegué a pensar que Hawk Mot había terminado con el, sin embargo, despertó y todo en el parecía estar bien.. Respecto a la chica fue llevada aun hospital y en ningún momento le perdí el rastro, pues había encontrado por fin a la siguiente LadyBug—
El final de la historia lejos de dejarme tranquila me lleno de nuevas dudas, todas más complicadas que las anteriores..
—Es una excelente historia lo reconozco, debería publicar un libro con ella ¿sabe?, y ahora que ya nos contó todo podría ser tan amable de decirnos ¿que demonios tenemos que ver con todo esto?— dejo la taza sobre la mesa, la cabeza me daba vueltas y temía que estaba a punto de entrar en un especie de coma por exceso de dudas y confucion. El hombre nos observa con atención, deslizando sus ojos sobre nuestros rostros y me digo que quizás nada de esto fue cierto y tal y como lo dijo Adrien se trataba del borrador para un loco y fantasioso libro.
—La impaciencia es tu mayor debilidad, sin importar cuantas veces se repita tu vida..— aquellas últimas palabras fueron las gotas que derramaron mi vaso, ¿la vida de Adrien se había repetido? ¿cuantas veces? ¿porque? Y lo más importante ¿como demonios lo sabía? Lo siento tensarse y apretar ligeramente su agarré, apostaría cualquier suma de dinero a que el se estaba preguntando exactamente lo mismo que yo..
—Les presentare a un amigo que los ayudará a refrescar un poco su memoria— mira por encima de nuestras cabezas, donde recuerdo que está el anticuado tocadiscos y sonríe al tiempo que hace una seña con la mano izquierda invitando a alguien a que se acerque..
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