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"Lámpara De Lava"

Los ojos se me abren como platos al ver la pequeña figura de color verde que paso volando sobre nosotros para detenerse y levitar al costado de su protector.. —¡Por dios! Esto... ¿Que?..— farfulló sin dejar de parpadear, en algún momento está alucinación tenía que desaparecer.. (¡No es real, No es real!)
—Apuesto a que ese olor es un alucinógeno, estamos drogados..— sentenció Adrien sin creerse lo que veían sus ojos..
—Hola, un verdadero placer conocerlos— no me había dado cuenta de que retrocedi y estaba lista para salir corriendo lejos de esa cosa que mantenía la sonrisa en sus labios.
—El es Wayzz y es un Kwami, al igual que Tikki y Plagg quienes les brindan los poderes a LadyBug y Chat Noir respectivamente— pese a la conmoción reconozco los nombres, y más piezas comenzaron a encajar.
—Así es, parte de mis habilidades es sentir las auras de los demás Miraculous, como también saber si son activados y si los Kwamis aun siguen con vida— explicó Wayzz en voz baja, seguramente para no asustarnos más de lo que ya estábamos. Me cuesta asimilarlo y terminar de convencerme de que el pequeño cuya forma me recuerda mucho a una tortuga era real y que Tikki y Plagg eran seres mágicos iguales a el..
—¿Eso quiere decir que pueden morir?— murmuró rememorando aquel sueño donde me pedían ayuda, ¿significaba eso que no les quedaba mucho tiempo de vida?
—Si, no es fácil pero si es sobre explotada su esencia mágica su vida termina y no hay manera de traerlo de vuelta, por eso es que necesito encontrarlos y asegurarme de ayudarlos antes de sea demasiado tarde— de nueva cuenta me entraron ganas de salir corriendo, la sola idea de que ambos dejarán de existir para siempre me revolvía el estómago. ¿Pero donde los buscaría?..
—Sigo sin entender que podemos hacer nosotros.. ¿Que no es más lógico que recurra a los portadores de dichos Miraculous?— las palabras de Adrien se filtraron entre la maraña de pensamientos que inundaban mi cabeza y me hicieron darme cuenta de que otra vez el tenía la razón.. Por lo tanto Tikki y Plagg debían ser buscados por sus verdaderos dueños y no por mi..
—Y eso mismo hago..— le respondió el maestro Fu.. ¡Un momento!.. Eso debía tener otro significado.. Porque de ser lo que estoy pensando Adrien y yo seríamos los portadores de los que habló... No, es imposible, de haber sido LadyBug lo recordaría, por supuesto que lo haría.. Pasan los segundos y aún no soy capaz de abrir la boca para pedirle que aclare de una vez por todas este laberinto, que esta echo de historias, de seres mágicos y mitológicos que no hacen más que confurdirme y llevarse con sigo mi cordura y mi sensatez. Cierro por un momento los ojos y respiró hondo para calmar mis nervios y solo entonces puedo percatarme de los fuertes ruidos que provienen de la entrada..
—¿Que sucede?— pregunto Adrien mirando hacia la puerta que claramente intentaban forzar..
—Rápido tienen que irse..— mientras hablaba el hombre se puso de pie y señaló a su izquierda, donde se encontraba otro pasillo. Me incorpore deprisa y observe con desesperación a Wayzz cuyos ojos parecían aterrados.
—¿Que? ¿Pero qué pasa?— les pregunto presa del pánico, aún no podía irme si todavía tenía miles de dudas que necesitaban con urgencia sus respuestas.
—Me temo que me han encontrado y es mejor que ustedes sigan en el anónimato.. vamos dense prisa y salgan por la puerta trasera..— nos apremia y nos empuja para que entremos a la obscuridad del pasillo.
—Pero aún tiene cosas que explicar.. no podemos irnos ahora..—
—Ve, prometo que volveré a buscarlos en cuanto el peligro ya haya pasado..— me corta y le entrega a Adrien la llave que seguramente abrirá la famosa puerta de escapé..
—Pero..— me detengo y me vuelvo pero ya no había rastro de el.
—Será mejor hacerle caso, vámonos Marinette— el me jala del brazo antes de que pueda devolver los pasos, atravesamos la puerta justo cuando se escucha como derriban la mesa con todo y la bonita porcelana china.
—Adrien, espera no podemos dejarlo a su suerte..— le digo una vez que ha cerrado y me llevaba con el por la calle lateral..
—Si, si podemos, sobre todo cuando no sabemos qué tipo de problemas tiene con las personas que lo buscan— no se detiene por más que trató de hacerlo parar.
—Aun así tenemos que regresar, ¿quiero saber dónde está Chat?, ¿que ocurrió con el?— frena de golpe y me empuja con delicadeza contra el muro.
—Marinette, ellos pueden ser peligrosos y no voy arriesgarme averiguarlo— hablo tan bajo que fue casi un siseo.
—La cobardía no va darnos las respuestas— le contesto con el pulso acelerado y luchando contra sus hipnóticos iris verdes..
—No es cobardía, simplemente elijo que estemos a salvo, lejos de todas la boberías de super héroes y Miraculous encantados— me muerdo el labio estoy a punto de perderme en la forma tan dulce con la que intenta convencerme, usando ambas manos para acunar mis mejillas.. Apenas si puedo pensar cuando rozó mis labios con los suyos y me beso despacio...
—Se que somos un par de chicos sin superpoderes, pero podemos intentar ser útiles— logré decir entre el movimiento de labios que cobraba vida con rapidez.. o al menos hasta que mi comentario lo hizo enfurecer.
—¡Basta, ¿quieres?! ¡Estoy arto de Chat Noir y de esta locura que ronda nuestras vidas!—
—¿Y que hay de Tikki y Plagg?— la pregunta se me escapó sin que pudiera detenerla. Ahora mismo deseo que esto le importará tanto como a mí, pero era obvio que no movería ni un solo dedo para ayudarme con la descabellada búsqueda.
—Ellos no son nuestro problema, no sabemos dónde están y ese hombre no hizo más que contarnos una loca historia que seguramente soñó. ¿Dime de haber sido cierto no debería estar escrito en la historia de París teniendo en cuenta que todo pasó veinte años atrás?— no quiero admitir que estaba en lo cierto, como ha venido estando en todo últimamente, sin embargo, nada tiene pies ni cabeza y es por eso que me obsesiona tanto.
—Justo eso es lo que quiero averiguar, ¿porque nadie lo recuerda?—
—Te diré porqué, porque nunca pasó. Ese hombre lo único que quería era que nosotros buscáramos por el a esos seres raros. Solo eso. ¿Porqué? No tengo ni idea— (yo si, porque quizás fuimos nosotros los portadores de los Miraculous)
—Adrien yo soñé con Tikki, escuche su voz y me pedía que la ayudara—
—Eso bien pudo ser una coincidencia..—
—No pienso cruzarme de brazos. ¡No la voy a abandonar!— no puedo hacerlo..
—¿Abandonar a quién? Date cuenta de que no hay nadie, solo yo y por mi tienes que dejar el asunto pasar y hacer como si nada hubiera ocurrido— Adrien retoma su estrategia de tocarme para salirse con la suya y valla que le funcionaba, jadeó involuntariamente y mantengo cerca su cuerpo solo para recordarme que lo único real y seguro que tenía ahora era el y debía enfocarme en eso.. —Marinette por favor olvidemos esto y retomemos nuestras​ vidas— pide y no me queda más remedio que ceder. Por ahora..
—Bien, al menos hasta que el señor Fu cumpla su promesa de buscarnos— murmura un par de palabras incomprensibles mientras me besa con pasión, apoderándose de todo a su pasó. Era fácil olvidaré de todo cuando el mundo parecía desdibujarse a mí alrededor conforme el tiempo transcurría en su compañía. Como magia que me hacía sentir que el era lo único que necesitaba.
Nos separamos demaciado pronto y al abrir los ojos la realidad volvió. Ya había anochecido y la calle estaba desierta y fría, o quizás no y mi cuerpo resentía la falta de calor que hasta ahora me había proporcionado la anatomía de Adrien, de cualquier manera me empezaron a castañetear los dientes y me encogí para protegerme de la gélida brisa que azoto mi cuerpo.
Se quita su chaqueta de mezclilla y me la ofrece, no vaciló y me apresuro a introducir los brazos en los orificios correctos y de inmediato siento el calor que su piel le ha dado a la tela, sin mencionar el increíble aroma que me llegó a la nariz.. —Espera aquí, iré por el auto— me dice y acto seguido se marcha. Me entretengo olisquenado un poco más para grabar en mi memoria su peculiar y delicioso aroma..
El deportivo dobla la esquina y frena con la puerta ya abierta, me deslizó en el asiento y el auto avanza sin darme tiempo siquiera a terminar de cerrarla. Conduce despacio, (Bueno, más despacio de que suele hacerlo) a puesto la capota y encendido la calefacción lo cual sumado con las capas de ropa que llevaba encima me provocaron un terrible bochorno que me hizo comenzar a hiper ventilar. Me aparto de la frente las gotas de sudor con el dorso de la mano lo cual llamó la atención del hasta ahora callado conductor..
—¿Estas llorando?—
—No, es solo que el auto se a vuelto un sauna y me muero de calor— de reojo observe como las comisuras de sus sensuales labios se elevaban y formaban una sonrisa descarada.
—Creí que solo yo ardía en fiebre..— dejo la frase sin terminar a propósito, para volver ligeramente el rostro y dedicarme una mirada elocuente.
—Debí suponer que lo malinterpretarias a tu conveniencia..—
—Vamos, sabes que yo nunca especifique qué tipo de temperatura sentía, has sido tú quien lo ha malinterpretado— me arde el rostro de vergüenza y coraje..
—En mi defensa todo lo que sale de tu boca suele tener una doble intención.. Eres un estafador y para mi desgracia sabes exactamente qué decir para confurdirme, así que técnicamente yo tengo la razón— finge que está pensando en lo que dije, recargando el codo sobre marco de la ventanilla para después masajearse la barbilla rozando también sus labios.. ¿Será plenamente consciente de lo atractivo que se ve haciendo eso? Si y le saca el mayor provecho, ¿Sabrá hasta que grado llega a afectarme su más mínimo gesto? Seguramente sí, y nuevamente se aprovecha de mi vulnerabilidad.. Por otra parte me preguntó ¿si yo también soy capaz de mover su mundo con tan solo una mirada? O ¿si mi presencia le hace olvidarse de todo y creer que somos los únicos que habitan este planeta? Dejó caer la cabeza contra el asiento y suspiro, sabiendo que soy la única tan patética como para enamorarse hasta los huesos..
—Espero estés suspirando por mí— comento y también dejo escapar un profundo suspiro.
—Mas o menos.. En realidad suspiraba porque​ me siento tonta— para entonces ya habíamos llegado al edificio y entró directo al estacionamiento. Apagó el motor y nos quedamos en completo silencio..
—¿Puedo saber porque?— su pregunta acentúa mi estado de ánimo, ¿como decirle que lo amo más que a mí propia vida?
—Es una bobería sin importancia..— orienta el cuerpo hacia mí, recargando la espalda contra la puerta.
—Aun así quiero saberlo— me anima. Rehuyó de su penetrante mirada y la fijo en mis manos sin saber que decirle.. —¿Tiene que ver con migo?— pregunta intentando llegar al meollo del asunto.
—Si, todo lo que me ocurre últimamente es por ti— de reojo lo veo asentir y como la curiosidad crecía en su perfecto rostro, ¡Demonios! Como ansío apartar el mechón de cabello que le cae sobre la frente..
—¿Marinette que pasa que te cuesta tanto soltarlo?— dejo de morderme el labio y me digo que será mejor encontrar una salida que no implique revelar hasta donde llega mi obsesión por él..
—Nada malo, es que estaba recordando está penosa mañana en tu baño— su expresión se relaja y la mía se altera, ¡Mierda!. Ya podía sentir como la sangre subía gustosa hasta mi rostro.
—Fue una verdadera sorpresa, francamente nunca me imaginé que algún día te escondenderias en mi baño..— apenas sonríe antes de seguir hablando.. —¿Que hacías allí?—
—Bueno, tu madre debía hablar con Marcus en privado y digamos que aproveche la oportunidad para escabullirme a tu habitación, pero no contaba con que llegarás y mucho menos acompañado así que me oculte para que no me pillaran husmeando— el se echó reír.. —Adelante, ríete de mi todo lo que quieras..—
—Lo siento..— dice con voz ahogada.. —Es que te imaginó revisando mis cajones para robarte mi ropa interior—
—¡¿Que?!— mi alarmada exclamación aumento sus carcajadas. —¿Porque haría eso?—
—¿Que no es lo que hacen los acosadores?— pregunta y arquea ambas cejas.
—No soy una acosadora, simplemente tenía curiosidad y para que lo sepas ni siquiera me llegue a acercar a tus costosos Calvin Klein—
—Entonces solo buscabas algo vergonzoso que venderles a las revistas de chismes— me respondió burlándose de mi.
—Si, eso mismo hacia y prepárate para que tú séquito de admiradoras se enteren de que el fabuloso y sexi modelo Adrien Agreste tiene sobre su buró una lámpara de lava— rueda los ojos y ensancha la sonrisa.
—Fue el único regalo genuino que he recibido de mi padre, o al menos eso me gustaba pensar cuando era niño— mi superioridad se esfumó y maldeci para mis adentros.. —No te sientas mal, es mi culpa por darle demaciado valor a algo tan tonto..— odiaba cuando tocaba sin querer el tema de Gabriel, y odiaba aún más ver cómo los malos recuerdos le arrancaban de tajo la alegría.
—Lo lamento, de haberlo sabido no lo habría mencionado.. Tu madre tiene razón yo no hago más que lastimarte..—
—¿Mi madre te dijo eso?— me interrumpió entrecerrando los ojos.
—Si, pero es verdad, de no existir, Gabriel hubiera sido el padre que tú necesitabas— las palabras me arañan la garganta y me vuelvo a sentir un cero a la izquierda, sin saber dónde demonios encajó. Se desliza hacia delante y me abraza con ternura, como si fuera una niña pequeña que ocupa que la consuelen antes de que se eche a llorar..
—Sabia que mi madre buscaría la manera de sacar sus frustraciones contra ti, y lamento muchísimo eso— no dije nada y mantuve la frente contra su pecho, en este momento no había nada mejor que ésto..
—Bonita tal vez debas considerar renunciar, estoy seguro que tiene más comentarios como ese bajo la manga—
—No puedo, pensara que no me tomo las cosas en serio, además de que por alguna razón no quiero parecer débil ante ella— algo muy estúpido ya que posiblemente le daba exactamente lo mismo.
—¿Quieres demostrarle que soportas que te eché en cara los errores que cometió tu madre?— debo admitir que en cierta parte así era, lo se soy patética.. —¿O es que de esa manera pretendes saldar su cuenta?, sufriendo en silencio para remediar las estúpidas decisiones que tomó Gabriel.. Sabes que eso no es problema nuestro y que nada va a cambiar el pasado, así que deja de ser tan masoquista y manda el empleo al caño— eso último fue una clara orden, la cual logró sacarme una sonrisa.
—Te prometo que lo haré, solo esperaré a que la subasta de este sábado haya concluido, porque a pesar de todo me siento horrible renunciando así como si nada— del mentón me levanto el rostro y me miró directo a los ojos..
—¿Sabia yo lo qué es el amor? Ojos jurad que no.. porque nunca había visto una belleza así..— el corazón me da un salto para después​ quedarse completamente quieto, cautivado por la melodiosa voz de su dueño.
—¿A esto te referias cuando le dijiste a Nino que podías ser un tonto romántico?— casi no puedo respirar, conforme voy cayendo en la cuenta de que ha citado a Shakespeare para distraerme..
—Mas o menos.. las frases son solo una parte que aún no dominó muy bien.. ojalá no suene como un completo idiota— subo mi boca a la altura de su nariz y envuelvo la punta con los labios, besándolo despacio.. —My lady.. ¿Debo suponer que le gusta que pase las noches memorizando frases para después decírselo al oído?— 
—No..— murmuró y ya me encuentro prestándole atención a su pómulo derecho.. —..la palabra gustarme no es suficiente para lo mucho que disfruto de tu voz y de tu lado cursi..— filtra sus manos por debajo de mi ropa y ya me encuentro sentada sobre sus piernas.
—¿Y que hay de mi lado pervertido? ¿Acaso no disfruta cuando les doy rienda suelta a mis instintos más bajos?— abro la boca para responderle pero no pudo articular palabra alguna, tengo el pulso taladrando mis tímpanos y la adrenalina a todo lo que daba aumentando de golpe la temperatura que de por si ya estaba por los cielos y que por consecuencia las gotas de sudor que me corrían por la frente y las mejillas no se hicieron esperar. Me estremezco y el lo toma como la afirmación que no llegue a darle. Hunde la cara en mi cuello provocando que echara la cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso y cierro los ojos para sentir en su plenitud como va dejando besos húmedos y cálidos a lo largo de toda mi piel.. Me aferró a su pelo y me pongo a horcajadas para mantener mejor el equilibrio y aprovechar aun mas el poco espacio del que disponíamos, sin embargo, un celular comenzó a sonar y continuó así un par de minutos, estaba claro que quien fuera no se rendiría por más intentos que hacíamos por ignorarlo..
—¡Mierda! Es mi teléfono..— dijo entrecortado sin interrumpir la partida de besos y caricias.
—Ya se cansará...— farfulló y lo vuelvo a besar con fiereza.. —O tal vez no..— rectificó dos minutos después cuando el molesto timbre volvió hacer de las suyas. Con la respiración acelerada busca el móvil en su bolsillo y el movimiento hizo que cierta parte tocará su masculinidad, gimo y Adrien atrapa mis labios para quedarse con el sonido y con la excitación que contenía. Esa parte que era adicta a esto me ordenaba sin descanso que le arrebatara el teléfono y lo arrojará por la ventanilla. Prácticamente gritaba que me asegurará de que nada arruinara la burbuja de lujuria que se había creado al rededor de nosotros, pero Adrien se las arregló para ver la pantalla antes de que pudiera siquiera contar hasta tres..
—Es mi madre..— murmura jadeando y bañado también en sudor.. —..seguro quiere saber dónde estoy— sexi, el luce demaciado sexi cuando el deseo le cubre sus iris verdes.. y ni que decir de la sudoración que le moja la piel.. Para entonces habrán pasado dos minutos y ya ha retomado más o menos su respiración normal, por lo cual pulsó el botón y se llevó el teléfono al odio..
—Lo siento estaba ocupado..— me giño el ojo y deliberadamente metió su dedo índice en mi boca entreabierta, me quedo rígida por la sorpresa y luego corre por mi cuerpo una sensación desconcertante y la vez muy excitante, pese a todo logré captar y chupe una vez.. ¡Dios! ¿Cómo esto podía hacer que me mojara aún mas? Adrien reaccionó con la segunda chupada y cerro la boca para mitigar los sonidos.. al menos no era la única demente que se alteraba con hacer esto.. La cuarta vez tubo que sacarlo para poder abrir la boca y continuar respondiéndole a su progenitora que seguía esperando al otro lado de la línea. Me guardo mis quejas y mi cuerpo me avísa que estuve a punto de correrme con tan solo zambullir su dedo en mi boca. ¿Que tan loca y depravada tenía que ser para llegar aun orgasmo con tan solo succionar su dedo?
—Ya te dije que llegaré en unas horas... No, no estoy en casa de Nino... Mamá lo que sea que tengas que decirme estoy seguro de que puede esperar..— no le prestó atención a su mueca y mucho menos a la discusión en la que se enfrascó, ya que mi cuerpo, o mejor dicho mi parte íntima seguía buscando la manera de liberarse y estallar. Sin saber bien como mi mente activó esa parte que se encargaba de crear las fantasías y me mostró la imagen de mi acomodándome en el piso justo entre sus piernas.. cierro los ojos y me hundo por completo en la visión.. Mis manos le bajarían el cierre y sacarían el sustituto perfecto para su dedo, lo envolvería con la mano y lentamente bajaría el rostro hasta tenerlo entre mi boca, donde le daría el mismo trato que a su índice.. Aquello cumple con su cometido mandando a lo largo de mi cuerpo la deliciosa tensión y la compresión de las paredes de mi vagina.. Todo estalla en el ya tan esperado éxtasis. Mis articulaciones se vuelven de hule y respiró muy hondo, ya satisfecha.. 
Cuando he recuperado la cordura abro los ojos y me encuentro con los de Adrien, al principio no logro entender porque me mira de esa forma, como si se pregunta ¿que ocurrió con tigo? Y entonces lo comprendo, el había presenciado en todo su esplendor el momento que dure en mi ensueño..
—Fue interesante verte llegar.. Te has corrido sin que tuviera que mover un solo dedo— no suena enojado, pero si algo decepcionado.
—¿Bromeas cierto? Si fue precisamente tu dedo quien comenzó todo— enmudeci y el calor de mi debilidad me tiño las mejillas.
—¿En serio? No pretendia que eso pasará, en realidad creí que me lo morderías antes de apartarlo de tu boca, pero si te hace sentir mejor a mí también me excitó mucho—
—Pero ¡Maldita sea! Tu no te corriste así que eso no vale— me siento la persona más débil del mundo y también la más sin vergüenza al estar admitiendo abiertamente que ya no tengo límites, no cuando recurro a alucinaciones eróticas para terminar con lo que el comenzaba.
—Lo se y no tienes ni idea de cómo lamento no haber sido yo quién te provocará esa cara de infinito placer.. Eres mucho más irresistible cuando alcanzas la cima— no sé si debo reír, rodar los ojos o simplemente aceptar el cumplido. —Marinette ya que es obvio que no escuchaste la llamada telefónica te aviso que debo irme— 
—Ah.. Entonces supongo que tú madre no dio su brazo a torcer— empezaba a odiar a esa mujer..
—A estas alturas ya debes saber que es imposible decirle que no, además de que según ella tiene algo muy importante que tratar con migo—
—¿Tienes idea de que pueda ser?—
—No, y espero que no resulte ser una estupidez, porque te juro que salgo de allí y golpeó al primer idiota que se cruze en mi camino— por mi mente desfila una sola persona que puede servirle de costal de box.. ojalá Félix tenga mejores cosas que hacer que caminar por su casa mientras Adrien hablaba con su madre.
—¿Entonces debería salir y marcharme a mí departamento?..— aquello sonó más a una pregunta que a una afirmación. No muevo ni un solo hueso, quizás espero que me diga que me quede un poco más.
—Es lo mejor..— respira apesadumbrado.. —La separación es tan dulce pena que diré buenas noches hasta que amanezca— sin poder evitarlo se me escapa esa sonrisa boba y enamorada que solo dejaba en evidencia que su táctica le estaba funcionando a la perfección.
—Bien, Romeo te dejaré ir.. pero antes e de admitir que mi anhelo por ofrecértelo todo es tan profundo y no tiene límites, como los abismos del mar. ¡Cuanto más te doy, más quisiera darte! Y me marcho insatisfecha por dejar pasar la oportunidad de probarte cual grande es mi amor por ti..—
—Recuerdo haber leído la primera parte, pero la segunda estoy seguro que la has inventado tu— dice y por primera vez su rostro adquiere un expresión de timidez, casi se podía ver el rubor en su blanca piel.
—¿Creíste que eras el único que podía modificar los clásicos a su antojo?— bromeó con el corazón en un puño, verlo así era toda una novedad, algo a lo que me podía acostumbrar con excesiva rapidez.
—Ahora si que no podré irme, la incertidumbre de no saber cómo planeas demostrarme que me amas me atormentará sin piedad— me aparta el cabello del rostro y desliza los dedos entre mi melena.
—Quisiera que no tuvieras que irte, pero entiendo que tu madre este preocupada por ti—
—Ahora que lo dices quizás eso de "hablar con migo" solo sea una excusa para obligarme a regresar temprano.. De cualquier manera es posible que en cuanto lo averigüé vuelva aquí— mi fuero interno ya saltaba de gusto al escuchar eso, sin embargo, me obligo decirle..
—No lo hagas, seguramente nos veremos mañana en tu casa, la subasta ya esta casi lista, por lo que volveremos a trabajar en el despacho de Gabriel— tanto Adrien como mi corazón hicieron una mueca de enfadó, (!Porque tienes que ser tan aguafiestas!) Me reprochó..
—Te llamaré entonces..— dijo el. —Te amo Marinette— aseguro y lo sello con un profundo y corto besó.
—Y yo a ti..— tras haber dicho aquello algo cambio, y no supe identificar de donde radicaba dicho cambio.. Solo sentía el profundo presentimiento de que apartir de ahora nada volvería a ser igual, quizás porque Adrien me había mostrado ya todas sus facetas y había logrado sobrevivir con éxito a las peores, o pude ser que nuestra relación ya haya saltado a otro nivel, uno donde decirnos te amó sería más que simples palabras.
Bajé del auto y me dirijo al ascensor, con la sensación de que nunca debí hacerlo. Las puertas se cierran y me asalta la urgencia de salir corriendo y no dejarlo ir.. (No puedes retenerlo por siempre a tu lado) me recuerdo y no basta para que me tranquilize.
Ya en mi departamento conservo puesta su chaqueta mientras saco de la nevera otro paquete de comida congelada que enseguida metí al microondas. Me recargo sobre la encimera a esperar mientras observó la comida dar vueltas sin prestarle realmente mucha atención..
Después ya me he sentado y mastico sin prisa cada bocado de macarrones con queso, hasta que reparó en el sabor de uno en particular que predominaba sobre todo lo demás. Leo deprisa la lista de ingredientes y entre ellos figuraba el Camembert, una nueva oleada de sentimientos me invade y para mi sorpresa me hicieron sentir mejor.. Saboreó y me llevo bocado tras bocado hasta que termino acabandome sola lo que fácilmente habría alimentado a cuatro personas. No desayuné y tampoco comí, así que el que tuviera demasiada hambre era de lo más normal, ¿pero que había del Camembert?, ¿porque un simple queso hizo la diferencia? Me pongo de pie y no satisfecha con el atracón que acabo de darme buscó el helado de chocolate y lo devoró de pie, frente a la nevera cuya puerta sigue abierta..
Una vez que me lo termino me digo que de seguir comiendo así llegara el día en el que no podré salir por la puerta. Decido limpiar la cocina y posteriormente continuó con la sala, después sin nada más que hacer me marcho a la habitación y a regañadientes me quito ambas chaquetas junto con el resto de la ropa para tomar un larga y relajante ducha.
Mientras me seco el cabello no puedo evitar pensar en los Miraculous y en esos dos seres que sin conocerlos siento que forman parte de mi vida, una tan importante que simplemente no puedo ignorarla y seguir como si nada. Rememoró toda la historia y me es imposible digerir esas confusas palabras que artículo aquel hombre​, que muy posiblemente tenga tratos con la mafia, o con algún grupo de gente obsesionada con joyas mágicas que otorgaban super poderes.. Sea cual sea la respuesta a esta hora ya le habrán cobrado su deuda. ¿Estará muerto? ¿Mal herido? De ser así cargaría en mi consciencia el haber sido cobarde y no haberme quedado para ayudarlo. Dejo el cepillo dental en su lugar y salgo del baño con la firme idea de que todo lo ocurrido no era problema mío.. aunque en en fondo sintiera que estaba ligada a ese mundo sobrenatural, lleno de súper héroes y súper villanos.
A mitad de la habitación la sangre huyó de mi cuerpo y palideci al instante, junto a la ventana y de brazos cruzados alguien me observaba, con sus ojos gatunos e increíblemente verdes..
—¿Eres?...— murmuró y parpadeo un par de veces para borrar la alucinación..
—Hola— responde y su voz se escucha tan real, tan clara que comienzo a creer que verdaderamente está aquí.
—¿Chat Noir?.. Debo estar soñando..— aún continuó reusandome y busco desesperadamente en su imagen algo que me diga que esto no era cierto y que estoy dormida, perdida en algún recuerdo.
—Si, soy yo, y no, no estas soñando.. Realmente estoy aquí—  no lo creo.. y me tallo los ojos en un intento desesperado por volver a la realidad.. sin embargo, Chat Noir sigue aquí, con ese porte felino que lo caracteriza.
—¿Porque?— pregunto y no estoy segura de si quiero saber la respuesta, ¿Porque hasta ahora me buscaba?
—Necesitaba verte..— espere a que sus palabras hicieran efecto, pero no ocurrió lo que esperaba, mi corazón siguió en su sitio, sin alterarse y completamente indiferente.. —..Marinette ocupó tu ayuda— me le acercó solo para ver si al tocarlo algo dentro de mi se despertaba. Con timidez le pasó la mano por su brazo y esos sentimientos que experimentaba en sueños no aparecieron.. Nada, salvo unas terribles ganas de llorar..
—¿Antes podrías decirme quien eres realmente?— no pude conferir a mí voz un tono alto por lo que solo llegó a ser un murmullo triste y sin vida. Quien sea que éste detrás de ese antifaz solo me había buscado porque​ necesitaba de mi ayuda..
—¿Eso importa? Soy yo, Chat Noir..— (¡Claro que importa!) Le habría dicho de poder hablar. Solo ahora me daba cuenta de lo mucho que llegue a desear que fuera Adrien quien le diera vida al gatito de mis fantasías, pero claramente no era así.. a menos de que.. Retrocedo y busco el móvil y sin pensarlo dos veces marque su número..
—¿A quien llamas?— ignoro la pregunta del súper héroe y me concentro en escuchar si algún teléfono sonaba por aquí cerca..
—Hola..— contesta Adrien al otro lado de la línea y termino de comprobar que no es la persona vestida de negro que tengo justo enfrenté.
—¿Donde estas?— le pregunto solo por decirle algo, ya que la desilusión me impedía pensar.
—En el auto, justo estoy por estacionarme en la entrada de mi casa.. ¿Porque?— me atragantó con un sollozó.. —¿Marinette te ocurrió algo?— (si, Chat Noir, el chico por el cual había vivido enamorada antes de conocerte a ti, esta aquí, en mi habitación y adivina que, no eres tu y eso me duele muchísimo..)
—No... Estoy bien, solo quería escuchar tu voz..—
—Bonita, ¿estas segura?— (No, ¿que se supone que haga ahora? ¿Porque el enmascarado que tengo frente a mi, no es lo que yo esperaba?)
—Si, ya sabes que soy algo sentimental..— dejo salir las lágrimas y me respondo a mi misma.. (Adrien es el culpable, el logro cambiar mis sentimientos por Chat)
—Hablare con mi madre y después te devolveré la llamada, hasta entonces procura recordar mi voz diciendo que te ama—  hago un esfuerzo por sosegar mi voz y tras respirar hondo me despido del el.
—Eso haré, adiós— cuelgo y me deshago en llanto.
—¿Que sucede?— los brazos de Chat Noir me envuelven y me estrecha contra el.. (No eres el, No eres el..)
Y ese pensamiento bastó para que lo alejará de mí...

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