"Fantasia"
La noche empieza a caer sobre nosotros. Las luces me permiten ver el desierto camino de la carrera por la que conduzco, siempre sin reducir la maldita velocidad. La aguja no disminuye de los 190 kilómetros por hora.
Tampoco e abierto la boca, pues ciertamente no sé qué decir, o como iniciar una conversación. Mientras que ella por su parte ha echo lo mismo y se ha limitado ha encender la radio, y la escucho tararear por lo bajo la canción...
La saliva se me acumula en la boca y trago deprisa, incómodo, pero sobre todo nervioso, algo completamente ridículo si tenia en cuenta que ya no era un adolescente sino un hombre que ya había pasado prácticamente por todo a su lado. Pero aún así, me sentía como aquella noche, que la saqué de la casa para evitar que jugará a los quince minutos en el paraíso con Damien. Por cierto ¿que sería de él? Me había parecido verlo en la boda pero no quise acercarme para comprobarlo...
—¿Adónde vamos?— no desvío la mirada del camino mientras le respondo..
—¿Te importa el lugar?— la escucho reír y después suspirar..
—No— dice ella. —Ciertamente no.. solo era curiosidad—
—Me pediste que te llevara a un lugar donde estuviéramos solos, y recordé cierto lugar que se que nos traerá buenos recuerdos— se me forma una sonrisa melancólica y cargada de sentimientos entremezclados.. —O al menos eso espero— agregó no muy seguro de que tan buena idea resulte ser.
—Bueno, hemos estado en tantas partes que no adivino de cual hablas..— otro suspiró, y me desarmó por completó ya que al parece no soy el único que está rememorando el pasado. —Deberia estar acostumbrada a estos encuentros. ¿No crees?— su pregunta me confunde y desvío apenas un segundo la mirada asía ella. —Me refiero a que ya debería saber que sigue a continuación.. Besos, caricias, pasión desmedida y después, cuando crea que todo se ha arreglado volveré a caer de picada en la realidad... Ese siempre será el desenlace de nuestra historia, sin importar que tanto intentemos cambiarlo— medito unos minutos lo que a dicho. Y al final muy a mi pesar se que tiene toda la razón. Sin embargo, y por alguna loca razón me niego aceptarlo.
—Quizas esta vez no sea igual— le respondo apretando con fuerza el volante.
—No creí que a estas alturas de tu vida seguirias siendo iluso—
—No he cambiado nada, eso te lo garantizo... Si acaso he madurado solo un poco, porque aún creo que podemos ser felices sin importar todo lo que hemos tenido que vivir—
—¿Felices?— repite y le sigue una carcajada irónica y amarga.. —Ya olvide que es ese maldito sentimiento— después de aquello nos quedamos en completó silencio por lo que resta de camino....
Narra Marinette.
Mi aparente amargura debió dejar a Adrien sin más que decir, dado que no volvió abrir la boca durante el caminó, y fue mejor, ciertamente mi pasiencia se desvanecía al igual que los árboles que íbamos pasando a gran velocidad. No había querido tomarle mucha importancia al echo de que todo fuera del auto parecía irreal, como un manchon borroso tras el cristal. Me dije que tal vez era culpa de las píldoras, que este era solo otro efecto secundario de ingerir esa basura, dado que ya antes me había parecido experimentar algo así. Porqué de lo contrario tendríamos que ir lo doble o lo triple de la velocidad que la aguja del velocímetro marcaba. Lo cual era una completa estupidez..
Cinco minutos mas tarde el auto frena y la negrura de la noche me impide ver donde demonios estamos. Bajo sin mucha convicción, ya que el exterior me parece demaciado frio y lujubre, pero aun así tampoco me apetecía mucho quedarme sentada mientras los residuos de la droga me pasaban la factura por lo que una vez que piso el asfalto me cruzó de brazos para mitigar las frías ráfagas de viento que me rompen en la piel.
Bajo mis pies siento una peculiar graba, que cruje bajo mi peso mientras avanzó por un largo caminó. Lo segundo que noto es la construcción que poco a poco y pese a la poca iluminación del lugar va tomando forma justo frente a mí, la reconozco de inmediato, se de que color es la fachada, la tonalidad rojiza de la madera con la que esta echa la puerta, o los maceteros que adornan los francos de la entrada. Se me forma una sonrisa y me emocionó, era como atravesar la linea que me conectaba con mi pasado y me transportaba a mi infancia. Sin embargo, una parte de mi no quería atravesar el umbral de la puerta, y me pedía a gritos que diera marcha atrás y corriera devuelta al auto y por ende a mi patetetica y absurda realidad.
—De todos los lugares en los que hemos estado no imaginó porque elegiste precisamente este..— mi voz sale distorsionada por el nudo que se me acumula rápido en la garganta y me siento tonta y demasiado cobarde si tenia en cuenta que a estas alturas de mi vida ya no debería temerle a practicamente nada en este mundo. Adrien no dice nada mientras mete la llave en la cerradura y abre la puerta, dejando al descubierto el obscuro interior de la casa. Me digo que este lugar no tiene porque intimidarme tanto, y mucho menos causarme tanta aversión, era mi casa, siempre lo había sido y esta vez no tenia porque ser la maldita excepción.
Doy un paso tras otro y me adentró con Adrien pisandome los talones, y lo primero que mi cuerpo nota es la temperatura fría, que por lo menos esta dos grados por abajo que la del exterior. Otra cosa que es palpable es lo pesdo que se siente el ambiente, ya que una sensación rara y muy difícil de describir envuelve el lugar. El corazón se me acelera y doy un respingo cuando la puerta se cierra tras de mí. (Tranquila Marinette, las malditas píldoras te destrozan los nervios y lo sabes) me recordé en medio de escalofríos y pequeños temblores.
—¿Adrien, no hay electricidad?— pregunto.
—No en esta parte de la granja— su respuesta me deja aun mas perpleja.
—¿Porque?—
—Porque no es seguro que alguien vea que estamos aquí—
—¿De que hablas?— no lo veo y tampoco escuchó respuesta alguna, pero siento su mano tomar la mía y llevarme algún lado dentro de la granja. De inmediato mi mente trae de vuelta el mapa mental de la casa, evoco las imágenes de la sala de estar, de la distribución de los muebles a lo largo del espació y después me digo que quizás durante los años transcurridos mi madre o Gabriel pudieron haberle hechos cambios a la decoración, por lo que simplemente me limitó a dejar que el rubio me guíe a donde sea que me este llevando.
Unos minutos mas tardé, y tras haber por fin iluminación compruebo que estamos en una amplia habitación, la cual a simple vista no reconocí. El lugar era de color blanco y de aspecto muy parecido a un laboratorio, dado que por doquiera que mirara había tubos de ensayo con líquidos de diferentes tonalidades en su interior. Todo aquello me desconcierta y no comprendo porque rayos me ha traído aquí.
—Ven, por acá hay un reservado con una cama, donde podrás descansar..— no me muevo de donde estoy, lo que hace que Adrien se detenga y de vuelva los pasos que ya había dado.
—Se que tienes preguntas pero creeme que es mejor si descansas antes de que hablemos sobre esto—
—No necesito descansar, ya deberías saber que odió los misterios y prefiero saber ya lo que esta pasando— me escucho mas firme de lo que en realidad me siento, desde ya un mal augurio comenzaba a tomar posesión de mi pecho.
—Marinette, te advierto que esto es muy complicado de explicar pero si todo resulta como lo he planeado nos cambiara la vida a ambos— espera a que reaccioné o que al menos diga algo pero me quedo en blanco y opto por esperar a que el siga hablando.. —Estos últimos meses he estado ayudando a Marcus en sus investigaciones sobre los poderes que encierran los Miraculous..— aquella ultima palabra me remueve la memoria y una oleada de imágenes me comienzan a rondar en la cabeza.. —.. Gracias a los códigos y manoscritos que hay en el gran libro ancestral hemos descubierto la menera de manipular ciertas cosas a tu completa conveniencia— Adrien se detiene y me observa con cautela.
—¿Que tipo de cosas?— preguntó tratando de llevar un hilo de pensamientos coherentes, si es que eso era posible.
—En realidad prácticamente todo, desde lo mas simple y básico como mover un vaso hasta lo más extremo e imposible de lograr como alterar la realidad— me petrificó de los pies a la cabeza.
—¿La realidad?.. ¿Como es eso posible?—
—Todo gracias a la escencia de los Miraculous— su explicación no me aclara por completo tadas mis dudas, de echo, mi cabeza se encuentra echa una maraña de pensamientos, y desde luego el salir de los efectos de las píldoras no me ayudaba en lo absoluto..
—No termino de entender todo esto..— admito tras minutos de incansables intentos.. —¿Adrien en que podría beneficiarnos el que puedas alterar la realidad?— me sentí completamente estúpida al preguntar aquello, pero que mas podía hacer si mi cerebro aun estaba adormilado..
—Solo imagina que pudiéramos crear una realidad donde todo estuviera a nuestro favor, es decir un mundo perfecto para nosotros dos— debía aceptar que eso me gustaba, y mucho y fue inevitable no divagar en la hermosa idea..
—Uno donde no existiera nada que nos separará..— murmuró aun en la fantasía..
—Asi es, las posibilidades son infinitas y por fin tenemos la manera de volver nuestros sueños realidad— sus palabras cada vez me emocionaban mas, trayendo con sigo una nueva oleada de imágenes y posibilidades mucho mejores que las anteriores.
—Pero aun hay algo que no me queda claro— frunzo el ceño ya que parece ser que soy completamente incapaz de procesar por mi misma la informacion que me esta dando. —¿De donde exactamente extraes el poder que necesitas?— y fue entonces que tras decir mi duda en voz alta todo encajo, como un monton de piezas en un enorme rompecabezas..
—Eso no importa..— palidesco de nuevo.. —..si te traje aquí no fue una simple casualidad, como te dije antes esto ya lo había venido planeando desde hace meses..—
—Pero si importa, y necesitó saberlo todo— lo interrumpo repentinamente asustada. La emoción ya se había evaporado de mi cuerpo.
—Marinette si algo he aprendido es que se necesita tomar deciciones duras y en ocasiones sacrificar algo que amas por tu propio beneficio— niego despacio, porque el no podía estar hablando en serio..
—Estoy segura de que esas palabras no son tuyas y compruebo que Marcus logro que siguieras su ejemplo a la perfecccion— si, Adrien no podía haber elaborado este plan, todo era idea de Marcus y ahora su hijo terminaría por hacerlo realidad. (Maldito).
—Admite que el tiene razón— me pidió tan serio que el color verde de sus ojos se tiño de obscuridad. —Tu y yo jamás hemos podido ser felices porque ante ponemos a todo el mundo antes que a nosotros mismos, sobretodo tú, que siempre tuviste una excusa para rechazarme— arqueo las cejas dolida.
—No comprendo tu reclamó, sabes perfectamente que jamas estuvo en mis manos, y luche contra cada obstáculo que se nos enfrentó...—
—Bien, entonces ahora tomemos la oportunidad y debemos ser felices ahora que podemos serlo—
—Sacrificaras a los Kwamis ¿cierto?— retrocedo un paso y miro con desesperación a mi alrededor en busca de esas pequeñas criaturas que gracias a la locura de Adrien estaban a punto de morir..
—Algun preció hay que pagar y estoy dispuesto hacerlo— su seguridad y su voz tan fria me dejan sin aliento y comprendo que esta hablando muy en serio y no duda ni un segundo de su absurda decisión.
—Entiendo que esa es tu decisión.. — comienzo y tras mirar de nuevo descubro que Tikki y Plagg están dentro de un tubo de cristal.—Pero no la mía. Yo no podría vivir con eso en mi conciencia—
—Te aseguro que no recordaremos el proceso..— asegura él, y sus palabras me revuelven el estomago.
—Aun así no estoy de acuerdo con esto— no cuando ellos tendrían que pagar la factura.
—Vamos mi amor no seas tan obstinada— me pide mientras intenta acercarse a mi, algo que de inmediato evitó. Mi corazón ya se ayaba roto con tan sólo ver como Tikki perdía a cada minuto la vida.
—No..— vuelvo a decir con mayor seguridad, al tiempo que mi mente ya buscaba la manera de desconectar la manguera que drenaba su escencia vital..
—Bien, lo cierto es que después de todo no necesitó de tu consentimiento para hacer esto. Por nuestro bien seguiré adelante con mi plan lo quieras o no— suspiró y ya estoy llorando sin ningún control. ¿Como era posible que esto pasará? ¿Porqué demonios la vida no se cansaba de ponerme pruebas como éstas?. Sin embargo, me obligue a reaccionar, dando un paso asía el, cuando comenzó a mover una maquina que al perecer era la responsable de matar a Tikki y a Plagg..
—No puedes ser tan egoísta— le digo tomando su brazo para detenerlo.. —..¿acaso ya olvidaste todo lo que esos seres mágicos hicieron por nosotros?— se sacude mi agarre y abre el libro que tiene a su derecha, para luego observar como los colores se mezclan y forman un tono violeta..
—Adrien, piensalo un momento, se que sera difícil pero podemos encontrar otra manera de solucionarlo todo..—
—No hay otra manera— me corta ya perdiendo la paciencia. —Creeme Marinette esta es la única y la última que nos queda— me mira a los ojos y por primera vez desde que nos reencontramos luce desesperado.
—Adrien...— murmuró. —Solo ecuchame y recuerda las consecuencias que trajo la estúpida decicion de Félix en el pasado..—
—Ya he pensado en eso, y descuida que no pretendo regresar el tiempo. No soy tan estúpido como repetir su error. En su lugar haré algo mucho mejor y efectivo— presiona otro botón y la maquina hace lo suyo acelerando el procesó.
—Confia en mi, mi amor, que pronto todo sera como siempre lo hemos querido— mi llanto resuena en la habitación y la desesperación se apodera por completo de mí. Era el fin, pese a lo que había dicho Adrien sabia que aun sin recordar nada, muy en el fondo siempre cargaría con el echó de haber matado a esos seres que desde sus prisiones me miran con infinita tristeza. ¡Mierda! ¡Mierda! Y es entonces que entro en verdadero pánico y me abalanzo contra Adrien quien me toma de los brazos y me aparta de todo su horrible experimento.
—Te amo Marinette y te juro que siempre lo haré, sin importar que pase después...— me aseguro el sin soltarme.
—Solo dejalos ir. Por favor, piensa en Aiden.. ¿Has pensado que el podría desaparecer?— mi voz se ahoga en mis soyosos. —Nuestro bebé.. — remato recordando ese pequeñito que crece dentro de mí.
—Ya no hay marcha atrás..— fafullo Adrien.
—¡¿Como puedes decir eso?!— grito y me retuerzo en un debil intento por soltarle de su agarre. —¡¿Acaso no te importan tus hijos?!— no responde, sólo me abraza con fuerza..
—Perdoname, y espero que esto valga la pena—
—¡Adrien no!— tras de el una nube negra se comienza a expandir por el aire. Y comprendí que ya no había nada mas que hacer. Las lágrimas me brotan de los ojos desmesuradamente abiertos por el miedo y el horror. Lo cierto era que me aterraba imaginar que nos esperaba cuándo toda la habitación se llenara de ése humo, el cual ya tenia enfrente y muy cerca de mí...
Aquel extraño vapor se filtra por mi nariz y me inunda los pulmones con rapidez. Cierro los ojos al tiempo que mi cuerpo se va aflojando como si alguien me hubiera inyectado anestesia. Intento parpadear pero no puedo y siento como me desplomó contra el piso, algo que seguramente Adrien también izó.
Por otra parte ya no soy capas de sentir mi cuerpo. Ya no existe y solo mi cerebro sigue funcionado, lento y lleno de imágenes que se sobreponen entre si.
Mi madre, Gabriel, aquel hombre que quizas en esa relidad que me esperaba ya no sería mi padre.. Alya y Nino, dos personas que ahora eran marido y mujer y que pronto su hermosa realidad cambiaría sin ninguna garantía de que fuera ser igual. Félix, ¿Que sera de él?.. Y por ultimo y mucho mas importante mi pequeño Aiden y mi bebé.. Ellos tenían que existir y me aferrro a eso lo que duran mis últimos minutos de existencia...
Bueno, después de tanto tiempo sin publicar les traigo este capítulo, que sé es mucho más corto que todos los anteriores, pero dado el rumbo que lleva la historia era necesario este giro a la trama.
Por otra parte quiero aprovechar para saber que opinan hasta ahora, si es que desean que siga o de una vez aceleró el tan ansiado final.
Comenten y espero hayan disfrutado de este capítulo.
Un saludo y nos estaremos leyendo.
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