Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Falsa Inocencia"

—Mejor, afortunadamente pudimos detener el sangrado y no fue necesario trasladarla a un hospital..— la voz del medico para y aprovechó para asimilar que sigo en la enfermería y que quizás no ha pasado mucho tiempo desde que Adrien se fue..
—¿Que fue lo que provocó el sangrado?— pregunta Santiago y puedo sentir la tensión que irradia su voz.
—Ella está embarazada, y parece que tuvo una crisis de pánico, el cual complico y agravó su estado— ¿Esta? ¿Eso quiere decir que mi bebe esta bien y sigue en mi vientre?.
—¿Quiere decir que aún pude perderlo?— mi emoción cesa de repente y lo sustituye una profunda angustia que me hace abrir de golpe los ojos. La luz me cala y me enceguecía, pero aun así busque con la mirada al hombre de bata blanca, el cual sin vacilar se acerco a la cama.
—Responda, ¿aún puedo perder a mi bebé?— mi voz salio pastosa y sin fuerza, casi como un susurró. Me aclaró la garganta y cuando intento sentarme me detiene. Su media sonrisa, forzada y aparentemente tranquilizadora me insinúa malas noticias..
—Tu estado sigue siendo muy crítico, y sí, podría presentarse otro intento de aborto— aquello me acelera el pulso y el miedo crece dentro de mí. —Pero te pido que te tranquilices y trates de no entrar en pánico. Ahora sólo debes descansar y hacer el mínimo de esfuerzos, al menos hasta que haya pasado el peligro— 
—Entiendo..— murmuró e intento hacer lo que me dijo, calmarme y respirar profundo, aunque tenga ganas de salir corriendo y buscar al estúpido de Adrien para gritarle todo aquello que no tuve oportunidad de decirle. Alzo la mano izquierda para limpiarme las lágrimas sin importarme que me duela el piquete de la intravenosa..
—¿Podría dejarnos solos un momento por favor?— le pide Santiago al medico que asiente una vez con la cabeza.
—Por supuesto, si necesitas algo llama a la enfermera— me dice el antes de salir por completo de la habitación. No dejo pasar ni medio segundo que la puerta se cerro para mirar a Santiago y decirle..
—¿Tu sabias que Adrien cree que yo estuve con Nino?— la pregunta me sale demasiado ruda y enseguida me digo que no esta bien descargar con el toda la frustración que la visita de Adrien me dejó..
—Si..— 
—¡¿Y porqué demonios no me lo dijiste?!—  lo interrumpo sin lograr modular el volumen de mi voz.
—Cálmate, fue porqué pensé que al verte él entendería que está equivocado y se olvidaría de esa estúpidez, pero veo que no fue así..— me toma del antebrazo y su mirada parece muy avergonzada y preocupada.. —¿Que ocurrió?— suspiro y medito su pregunta, y es la misma que me ha estado dando vueltas en la cabeza desde que Adrien me aseguró que me había visto con Nino... Dejo pasar unos minutos y tras no encontrar nada que me ayude a entender, optó por contarle los insultos y amenazas que me lanzó..
—Bueno, ya te lo imaginarás ¿no? Me gritó que yo era una basura y que no descansaría hasta verme destruida..— se me corta la respiración y mi corazón se agita y se vuelve a destruir, la voz de Adrien seria una horrible grabación que nunca dejaria de reproducirse en mi confundida cabeza. Aun así busco valor para seguir hablándole.. —Me aseguro que me quitaría a Aiden y eso es lo que más me duele— y así era. ¿Donde rayos habían quedado todas las promesas que me hizo? ¿Acaso fueron sólo mentiras y en realidad ya había venido planeando traicionarme de esta manera?.. Me paso con brusquedad el dorso de la mano por los ojos para quitar las malditas lágrimas que me empañan la visión..
—Marinette lo siento, debí advertirte, pero siendo honesto jamás me imaginé que estabas embarazada y que el disgusto que te haría pasar el idiota de Adrien te afectaría tanto. Por otra parte no debes preocuparte por Aiden, no voy a dejar que lo pierdas— escucharlo me tranquilizó un poco, mas sin embargo, no me terminaba de convencer del todo.. —Te juró que nadie lo apartara de tu lado— me aferro de su mano y aunque no quiera y me duela admitirlo Santiago es el único en quien puedo confiar. Ya no me quedaba nada ni nadie mas..
—Gracias, pero Adrien tiene muchas armas contra mí y se que los perderé a ambos..— la garganta se me cerro por completo y no pude continuar..
—Marinette, tienes que confiar en mí— me pidió el mientras me miraba con intensidad.. —Hallaré la manera de atacar y verás que todo se resolverá a tu favor, mientras tanto trata de estar tranquila, por ti y por ese pequeño ser que llevas dentro— a pesar de todo logre sonreír y con mi mano libre acariciar mi vientre.
—Lo intento.. te juro que lo hago, pero no dejo de pensar y preguntarme de dónde saco Adrien tremenda acusación. El esta seguro de que me vio con Nino y eso es imposible—
—Lo sé, yo se lo dije pero no escucha, está segado por el odio y el rencor, pero por otra parte quizás Adrien solo busca una excusa para actuar así.. Tal vez solo quiere terminar contigo y esa es la manera que encontró para hacerlo—
—Aunque me duela admitirlo yo creo lo mismo. No hay otra explicación para ésto— suelto otro suspiró largo, cargado de tristeza y de dolor..
—Como sea no se saldrá con la suya, y si quiere llegar a los tribunales estaremos preparados para la pelea— muy a mi pesar me muestro de acuerdo con el. No queda otro camino que tomar si Adrien estaba dispuesto a todo con tal de quitarme a mi pequeño rubio. Recordarlo me desata el verdadero llanto y agradezco que Santiago me dejara llorar a mis anchas y sin decir absolutamente nada, el simplemente se limitó a tomarme de la mano y demostrarme así su cariño y apoyo incondicional, y era lo único que necesitaba ahora para seguir adelante y afrontar lo que me guardaba en mi horizonte...
El resto del día lo pase en la enfermería, con sueros y mas medicamentos para evitar que un aborto espontáneo se presentará mientras las horas mas críticas pasaban. Después, ya pasado del amanecer por fin me trasladaron a mi habitación, que ciertamente no significó mucha diferencia, si de todas maneras me siguieron las agujas y el suero con todo y su molesto sonido del gotero, algo que estaba segura que terminaría por volverme loca.

Cinco dias después el medico me autorizo que podía levantarme de la cama, aunque solo fuera para caminar por la habitación. Habían sido días muy largos y duros, sobretodo porqué Santiago apenas si había venido, ya que estaba muy ocupado con el asunto de la custodia de Aiden. Me vuelvo a detener en la ventana y esa loca idea de salir y buscar a Adrien vuelve a sacudirme la cabeza. El tenía razón, era patética por desear con todas mis fuerzas volver a verlo, a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, pero no podía evitar fantasear con la idea de que todo había sido una horrible pesadilla, de la cual ya desperté y todo seria como antes. Se me forma una sonrisa y sin darme cuenta ya estoy quitándome la bata para vestirme con lo primero que saco de la maleta. Me pongo los tenis y frente al espejo del tocador me hago una coleta alta y trato de no mirar demasiado mi reflejó, es deprimente ver como no hay ni una sola pisca de brilló en mis pupilas ni rubor en mis mejillas, no hay indicios de vida en mi piel pálida y las ojeras profundas y de color violáceas no ayudan a mejorar mi imagen. Me acerco a la puerta y mientras tanto me subo el cierre de la chamarra y de paso me pongo el gorro de la misma para intentar pasar desapercibida por los pasillos del centró médico, los cuales afortunadamente no están muy concurridos y puedo escabullirme y pasar de largo a las enfermeras que voy topandome en mi caminó a la salida principal. Y una vez que la atravieso me precipitó a la reja y aprovecho que un auto sale para hacerlo yo también, ahorrándome así el tener que hablar e inventarle al guardia de seguridad una enorme mentira.
Apenas pise la acera camino a la derecha siguiendo el muro hasta la avenida donde me detuve para buscar un taxi, y apenas se detiene abro la puerta trasera para subir. El chofer arranca y justo después le doy la dirección del hotel donde aun esperó que estén, de otra manera tendría que llamar a Santiago para pedirle su ayuda, la cual sabia de sobra que me negaría, sobretodo teniendo en cuenta que tenía prohibido salir y mas aun si era para buscar al hombre que dejo claro que no quería volver a verme ni en pintura. Las manos me sudaron y hacer esto ya no me parecía tan buena idea. ¿Podría soportar otro rechazo suyo? Me pregunté. ¿Mi corazón aguantaría mas insultos llenos de desdén y odió? Probablemente no y esto que iba hacer me costaría muy caro después. Sin embargo, no podía dar marcha atrás, necesitaba verlo, escuchar su voz, e intentar por última vez hacerlo entrar en razón.
Bajo del auto y camino sin mucha convicción rumbo a las puertas dobles del hotel, ahora no sólo las manos me sudan sino que también la frente. El miedo de no saber que me espera me consume y esta punto de paralizarme y dejarme en estado de shock. Me obligó a subir al elevador y marcar el sexto piso.
Un par de profundas respiraciones después salgo al pasillo, el cual sigo por la derecha y antes de llegar a la suite de Adrien me detengo al recordar que mis padres también están en este hotel y según Santiago su habitación es la 306. Me planto frente a la puerta y con los nudillos tocó un par de veces, hasta que alguien abrió. Bajo la mirada y descubro que fue Aiden quien lo hizo, me adelanto y sin perder el tiempo me inclino y lo envuelvo con mis brazos.. —¡Mamá te extraño mucho, ¿dónde estuviste?!— su voz angelical me aumenta el sentimiento de culpa y me cuesta encontrar que decirle..
—Lamento haberme ido así, lo siento mucho cariño— Aiden me devuelve el abrazo antes de apartarse un poco y así poder mirarme a la cara.
—Adrien me dijo que no volverías nunca y que pronto el y yo nos iríamos de viaje— me cuenta y sus ojitos azules se vuelven cristalinos.. —¿Eso es cierto?— pregunta con miedo.
—No, por supuesto que no..— me apresuro a tranquilizarlo, aunque en el fondo yo estoy mas aterrada que él.. —¿Aiden tu quieres vivir con Adrien?.. ¿Me refiero a que si ya lo quieres como si el fuera tu padre?— tenía que preguntarlo, quizá Santiago no podría hacer nada y el juez daba su fallo a favor de Adrien y siendo así al menos quería estar segura de que mi hijo seria feliz a su lado.. Observo con ansiedad su pequeño rostro mientras el piensa y medita mi pregunta..
—Bueno.. Si, pero me preocupa que papá lo sepa y se moleste con migo..— dice al fin y una lágrima le resbala por su mejilla.. —¿Por cierto donde esta él?— le limpio la gota al tiempo que busco una respuesta..
—El se fue de viajé y lo mas seguro es que nunca mas lo vuelvas a ver..—
—¿Porque?— pregunta y sus pucheros me rompen el corazón..
—Aiden.. Se que eres un niño muy listo, pero hay cosas que son muy complicadas y por tu corta edad no las entenderías, pero te prometo que mas adelante te diré toda la verdad— traté de sonreír pero se que no soy nada convincente, por lo que opté por abrazarlo y así tratar de infundirle seguridad, una que ni yo misma sentía..
—Mamá solo prometeme que no te volverás a ir..— escuche que me susurró.
—No cariño, no lo haré.. Te lo juró— me trago mis lágrimas y por ahora es el único juramentó que cumpliré sin importar que o quien se oponga.. Dejo pasar unos segundos mas y lo suelto para ponerme de pie y mirar completa la habitación. —¿Estas sólo? — le preguntó.
—Si, Los abuelos salieron y hace un rato que Adrien también lo hizo— me responde y me toma de la mano, como si temiera que me valla y lo vuelva a dejar sólo. (¡Dios, Santiago tenía razón y haberme ido así fue un completo y terrible error!). Por otro lado Adrien tampoco lo estaba haciendo nada bien, al dejarlo sólo y desprotegido en un cuarto de hotel.
—¿Te dijo a donde iba?— pregunté con el enfado ya trepando por mi garganta..
—No, pero me pidió que no me moviera de aquí y que por ningún motivó abriera la puerta— desvío la mirada a mi pequeño rubio quien se encogió de hombros, algo que solía hacer siempre que sabia que había desobedecido alguna orden. Le sonrió y decido pasarlo por alto, la culpa no era suya sino nuestra, por ser tan irresponsables y unos pésimos padres. El me devuelve la sonrisa y fue suficiente para terminar de entender que ya no podía pensar solo en mí, adicta o no, yo tenía que estar con él y ser la mejor madre para él, pero sobre todo no volver a fallarle nunca mas.
—Bien, no tenemos tiempo para esperar a tus abuelos así que ven, te llevaré con migo..— apenas lo dije su rostro se iluminó y me soltó para ir a la sala y tomar su mochila, donde seguramente traía juguetes y sus libros favoritos. Yo por mi parte me acerco al escritorio y tomo una de las tantas hojas con el membrete del hotel y un bolígrafo para escribirles una nota a mis padres. <Estoy segura de que Adrien no les entrego mi carta, y lamento muchísimo haber sido tan cobarde y no hablarles de frente antes de irme, pero les ruego que me entiendan o al menos traten de hacerlo.. Se que no es fácil y que fueron cinco años en los cuales pasaron cosas que son muy dolorosas y difíciles de explicar para mí...
En fin, ya habrá tiempo de hablar y darles las explicaciones que merecen y por ahora solo quiero decir que me lleve con migo a Aiden y que nunca mas lo volveré a dejar. Les agradezco que lo cuidaran pero saben que su lugar esta con migo. Aun no se donde me quedare así que una vez que me establezca le pediré a Santiago que les de mí dirección.. Lamento haberles dado tantos dolores de cabeza..
Los ama Marinette.>
Dejo la nota sobre la cama y vuelvo a la entrada donde Aiden ya me espera. —¿Mamá no deberíamos despedirnos de Adrien antes de irnos?— niego con la cabeza.
—No, ya habrá tiempo para eso..— salimos al pasillo y rumbo al ascensor me percato de que la puerta de la habitación de Adrien esta entre abierta, lo cual hace que me detenga y me pregunte ¿porque demonios no lo note antes? Empujo la puerta y apena entro un conjunto de sonidos me llenan los oídos y me dejan fría de los pies a la cabeza.. Jalo aire y reaccionó recordando que no estoy sola y que a mi lado y tomado de mi mamo esta Aiden quien me mira con confucion..
—Cariño quedate aquí junto a la puerta y no importa que escuches no vallas a la habitación.. ¿Esta claro?—le pido, el asintió y yo respiro un par de veces mas para cruzar la sala y entrar de lleno en la maldita habitación. (Ojalá, no lo hubiera echó) me dije a misma con las pupilas dilatadas por la escena que estaba viendo. (No es cierto..) continua diciendo mi fuero internó.. (No es Adrien quien esta sobre la cama acariciando y penetrando a una rubia que desde ya se de quien se trata) Sin embargo, era él a pesar de que lo negara una y otra vez.. Parpadeó frenéticamente y la sangre me corre tan deprisa que temo que me desmayaré en cualquier momento. No soporto ver esto y como puedo abro la boca para decir..
—¿Para...— la voz me falla y tengo que intentarlo nuevamente.. —¿Para eso dejaste solo a tu hijo en la otra habitación?— ambos paran y Adrien se queda quieto. —¿Para revolcarte con ella?— escupo tan asqueada y dolida que creo que el corazón y el estómago se me caerán a pedazos.. Chloe es la primera en mirarme, sus ojos azules me perforan burlescos de arriba a bajó. ¡Mierda! No debo llorar, mucho menos delante suyo.
—Mira quien habla..— dice Adrien al tiempo que sale dentro de Chloe para ponerse de pie y cubrirse con el bóxer.. —La mujer que nos abandonó para engañarme con el traidor de mi mejor amigo..— no se que decir, tengo el llanto acumulado en la garganta.. —¡¿Quien rayos eres tu para hablar sobre responsabilidad?!— me grita y su voz me despierta.
—Baja la voz, Aiden esta en la entrada y no tiene por que escuchar esto..— le dije asiendo acopio de valor. —¿Y tu largate quieres? El y yo tenemos que hablar..— la rubia no se movió y permaneció sentada en la cama.
—¿Sobre que Marinette? ¿Aun queda algo por decir entre nosotros?— respondió Adrien.
—Vete Chloe..— volví a decir con los puños apretados.. —¡Que te vallas te digo!— grite y por impulso tomó del piso su ropa y se lanzó a la cara.
—¿No te cansas de humillarte Marinette? Debiste quedarte muerta y jamás volver..—
—Vete, no lo volveré a repetir otra vez..— la corto y me siento lista para tomarla del pelo y sacarla yo misma de aquí, sin embargo Adrien la mira y con la cabeza le ordena que lo haga. Chloe resopla y se baja para vestirse y al cabo de unos minutos por fin se largó.
—Bien, ¿que demonios quieres?— me pregunta él mas frío y desdeñoso que la última vez que lo vi.
—Solo comprobar que sigues siendo el mismo patán mujeriego que eras. No, ahora eres cien veces peor, al menos antes hablabas claro y no buscabas excusas idiotas para hacerlo..— todo aquí comenzó a tomar sentido..
—¿De que hablas?— me cuestiona con enfado.
—¡Te felicitó, inventar que estuve con Nino para justificar que tu estas con Chloe es una idea magnífica lo reconozco!— me siento muy estúpida por haber venido aquí con la intención de buscar una reconciliación, cuando estaba mas que claro que el solo buscaba la manera de deshacerse de mí..
—No necesitó inventar nada, ni tu negarlo. Deja ya de ser tan cínica y acepta tu culpa— dice él acortando la distancia que nos separaba..
—¡Estas loco, sabes que yo seria incapaz de hacer semejante cosa..—
—¿Para eso has venido? ¿Para intentar convencerme de tu falsa inocencia?— se detuvo a pocos centímetros de mí y pude sentir su cálido aliento romperme en la cara..
—No, ya veo que eso es imposible— susurré aturdida por su aroma y lo ardiente de su cuerpo. ¡Demonios! No era el momento para distraerme con su cercanía, ni tampoco con sus perfectos iris verdes..
—¿Como puedes fingir que nada pasó?— me pregunta y no entiendo como el puede sostener tan bien su mentira. De echó comienzo a creer que en realidad paso y que de alguna manera alguien me clonó para engañarlo a él.. Los dedos de Adrien al deslizarse por mi rostro rompen mis pensamientos y por un momento me deja flotando en una nube.. —Eras tú.. Era tu cuerpo el que Nino tocaba, y tus ojos los que me destruyeron mientras me decías que ya no me querías..— su voz baja no me ayuda a concentrarme y temo que si sigue acariciandome así no podré sostener el poco orgullo que me quedaba. Sus manos bajan a mis hombros y siguen por mis brazos y poco a poco voy sintiendo como apretaba el agarré..
—¿Sabes que es lo que mas me duele?— digo entre un suspiró.. —Que no me conoces y mucho menos confías en mí lo suficiente para saber que no era yo, y que seguramente lo que viste fue una trampa y tu caíste como idiota en ella— por fin habían dado en el blanco. Eso fue, una estúpida trampa que alguien nos tendió.
—¡Una trampa!— repite y de nuevo su mirada se torna furiosa..
—Si y ahora que lo entiendo eres tu quien me da lástima. Jamás dejaras de ser alguien ingenuo y crédulo..—
—¡Basta Marinette, no quieras sacarme mas de quicio!— explota y me sacude con tal​ violencia que creí que me desarmaría por completó.
—Es irónico que me pagues un engaño que jamás pasó. Estuviste con Chloe y lo peor es que tu no tendrás excusa que te justifique— continuó hablando a pesar de su advertencia. Después de eso Adrien perdió los estribos por completó, me empujo hacia tras y de no ser por el mueble me habría ido de trasero contra el piso. No pude reaccionar cuando ya lo tenía de nuevo sobre mi, presionando con su torso mi espalda contra el filo del tocador..
—¡Si, estuve con ella, cada noche desde la última vez que nos vimos y mientras le hacían el amor me reía de ti.. De lo patética que eres!— aquello me dejo sin aliento y las lágrimas no se hicieron esperar, sobre todo porque sabia que no mentia y que Chloe si había estado en su cama..
—Bien, me alegro entonces..— le dije entre sollozos.. —Así no tendré motivos para volver aceptarte en mi vida— le sostuve la mirada y trate de ocultar el infinito dolor que sentía, pero sabia que era imposible si todo mi ser se estaba desmorando frente a él. Dejo pasar otro minuto entero antes de buscar una salida, pero no la hay, el cuerpo de Adrien no se mueve por mas que lo empujó..
—¿Que haces?— le digo y me quedo rígida al ver como se inclina y me besa con urgencia que casi raya en la desesperación.. Sus manos se filtran por debajo de mi ropa y suben por la curvatura de mi cintura, y me odió por desear seguirle el juego y retomar lo que dejamos inconcluso la otra noche. Sus labios se detienen de golpe y con la voz entre cortada me dijo.. —Eres mía, ¿se te olvida?..— maldeci para mis adentros cuando me estremezco de pies a cabeza.. Medio segundo después ya me esta besando el cuello y mis párpados amenazan con cerrarse y mi cuerpo entero con dejarse ir en esta sublime experiencia. Sin embargo, logré que esa parte dolida y llena de dolor saliera a flote e impidiera que acabará de perder por completo mi gastada dignidad..
—No, estas loco.. Suletame..— le exijo sin mucha convicción..
—¿Que te dio Nino para que estuvieras con el?.. ¿Dinero? ¿O es que realmente lo quieres?— sus preguntas me sacaron de golpe y por completo del ensueño y muy a mi pesar entendí que si Adrien estaba haciendo esto era solo para burlarse de mí.. Lo empujó y comienzo a retorcerme pero sus brazos son una fuerte prisión..
—¡No, dejame!..—
—No te iras hasta que vuelvas a ser mía..— me interrumpió y sin mas me jalo para lanzarme a la cama.. —Te pagaré, ¿no es eso lo que buscan las prostitutas como tu?— continuó diciéndo mientras se subía y se montaba sobre mí.
—¡Me lastimas.. Adrien por favor no me hagas odiarte a ti también!— le ruego desecha, rota y con la mente llena de recuerdos que me queman la piel..
—¡Adelante hazlo!— me grita y me besa con rudeza, una que supero por mucho a la que usaba Ethan cuando me sometía de está misma manera.. —Pero te aseguró que no podrás hacerlo mas de lo que yo te odio a ti— remata y mi cabeza está a punto de colapsar.
—Adrien reacciona, por favor créeme yo nunca te engañe, aun estamos a tiempo de arreglar lo nuestro..— farfulló entre cortado cuando sus labios me dan tregua.. —Te amo..— lo que siguió después, en serio que jamás lo habría esperado, Adrien me cerro la boca de una fuerte bofetada y me tomo medio latido terminar de creer que el escozor que me dejó en la mejilla era real y que efectivamente fue Adrien quien lo provocó..
—¡No hables de amor!— me ordena y tras mirarlo a los ojos descubro que no hay remordimiento en ellos, ya no los conozco..
—¿Marinette, Adrien que esta pasando aquí?— apenas si escuchó la voz que intervino, aun seguía perdida en lo que acaba de pasar..
—Nada...— le respondió Adrien seco a Gabriel al tiempo que se alejaba y bajaba de la cama. Yo por mi parte me tome un par de segundos mas para luego lentamente incorporarme y quedarme sentada en el borde del colchón.
—¡¿Como te atreviste a ponerle una mano encima a mi hija?!— grito Gabriel y solo entonces note que mi labio inferior sangraba..
—Si tu supieras que clase de hija tienes me darías la razón— respondió Adrien como sin nada, y daba la impresión de qué esperaba que alguien le diera un reconocimiento o una felicitación por su labor..
—¡¿Te has vuelto loco?!— preguntó mi padre echo una furia y al mismo tiempo incrédulo y confundido..
—Si, ella me volvió loco, y no solo a mí, tambien a Ethan quien por cierto fue su esposo o mejor dicho ella fue su prostituta durante todos estos años..— aquello me saco del trance en el que estaba y tras entender lo que estaba diciendo pude reaccionar..
—¡Adrien para..—
—Ya es momento de que sepan que clase de basura eres— me silenció sin siquiera mirarme.. —Tu hija es una cualquiera, la pero que te puedas imaginar, invento una triste y penosa historia para envolverme y así poder seguir acostándose conmigo, cuando aun era casada y mantenía también relaciones intimas con Ethan, y por si esto fuera poco esta embarazada y posiblemente el hijo que espera sea de mi mejor amigo Nino..— no pude llorar, de echó estaba segura de que tampoco respiraba.
—Esto..— como pude me puse de pie para encararlo.. —No te lo voy a perdonar.. ¡Nunca!..— el sólo me miró.. —¿Me oyes?— nos sostuvimos la mirada y ya no había diferencia, ambos nos estábamos acabando de matar y de derrumbar lo último que nos quedaba en pie. Lo nuestro se había acabado de la manera mas horrible que alguna vez pude llegar a imaginar y ahora si ya no habría vuelta atrás.. De entre mis piernas comenzó a salir un liquido tibio y espeso que me disparo las alarmas.
—Papá, necesitó ir a un hospital..— murmuré y solo entonces comprendí cual sería el verdadero desenlace de esta historia. Entre parpadeos de terror y angustia mire a mi padre salir del shock para acercarse a mi y ofrecerme apoyo antes de que me derrumbará en el piso.
—Tranquilizate, enseguida llamaré a una ambulancia—
—Marinette..—
—¡Cierra la boca!— le grito a Adrien. —Ahora soy yo quien te desprecia y no quiere saber más de ti.. ¡Por tu maldita culpa perderé a mi bebé y eso jamás te lo perdonaré!— en el fondo me alegra no poder llorar en frente suyo. Estoy tan llena de dolor que no me quedan fuerzas para nada más. Las piernas me flaquean y sin poder evitarlo caigo y me golpeó el costado con la cama. Si Gabriel impidió que terminara de lleno en el piso no lo supe, ansiaba demasiado perder la conciencia por completo para así poder olvidar todo esto aunque fuera sólo por un tiempo..
—La ambulancia ya viene en caminó, solo resiste mientras tanto..— quise asentir pero no pude y en cambió me hallaba aferrándome a la sabana para no gritar de dolor.. —Y en lo que respecta a ti, esto no se quedara así, tendrás que darme una explicación sobre tu estúpido comportamiento..— eso último era para Adrien, quien no respondió. Con infinita dificultad lo busque con la mirada y aunque no podía estar cien por ciento segura de nada se podría decir que el parecía debatirse entre quedarse o irse. (Ojalá se fuera) pensé. (Para así no guardar la esperanza de que se acercará y me mostrara así que aun le importaba que rayos me pasara a mi y a nuestro hijo). Cierro los ojos y su rostro pálido e indiferente se quedo grabado en mi mente y se fue desvaneciendo a la vez que recordaba a mi pequeño Aiden. ¿Donde estaba ahora?.. Me mataba pensar que volvería a dejarlo el tiempo que durara hospitalizada y lo peor de todo es que después de esta nueva pérdida me hundiría mas en la locura, lo cual me impediría aun mas ser la madre que el se merecía. Por otra parte sabia de sobra que la maldita adicción no tardaba en reaparecer para torturarme y seguramente acabar de una vez y por completó conmigo...

Pasan los minutos, las horas y quizás los días, y dentro de mi todo esta en calma. No logro sentir nada, todo es paz y quietud. Una inmensa y agradable sensación de no necesitar nada ni a nadie.
Lo mejor de flotar a la deriva y sin rumbo es que no existe la urgencia de llegar a ningún lado, solo seguir el rumbo de las aguas de mi mente sin importarme un carajo llegar a la orilla o simplemente hundirme en el caminó.

Al despertar no me siento desorientada, se muy bien que estoy en un cuarto de hospital, rodeada de aparatos y mangueras que me exasperan y me incomodan, sin embargo, no me molesto en quitarlas de mi cuerpo y dejo que la medicación siga fluyendo hasta llegar a mis venas para así seguir dopada. Mi mente esta entumecida y no logra unir mis pensamientos y por ende no puedo formar un hilo coherente del cual partir para comenzar a pensar que demonios voy hacer con mi vida de ahora en adelante. Ladeó la cabeza y me encuentro con mis padres, están dormidos sentados en el sofá, y sobre sus piernas esta acostado mi pequeño Aiden. Verlos así, juntos, me habré un hueco en el pecho, uno que estoy segura nunca podré volver a cerrar. Era doloroso ver como todas mis fantasías de formar una verdadera familia se habían esfumado en el aire. Aquel cuadro que tantas veces llegue a visualizar se rompió. Adrien a mi lado y tomando mi mano, justo como Gabriel lo hacia con mi madre, quien reposaba su mejilla sobre el hombre que a pesar de todo y de todos, siempre la amo y estuvo a su lado.. Lloré sin poder contenerme y me lamente profundamente el que todo se me hubiera vuelto a escapar de las manos, como un puñado de arena que se desliza entre tus dedos sin importar cuanto te hubieras aferrado a ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro