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➳Capitulo 8➳

Luego de que Nari se fuera de su oficina, Taehyung se sentó nuevamente atrás de su escritorio, buscando distraer sus pensamientos, que por alguna razón no dejaban de dirigirse hacia ese pelinegro, el mismo que lo rechazó.

Era una mierda, ¿quién en su sano juicio lo rechazaba? Se sintió tan despreciado y vulnerable.

Pero más allá del rechazo, era la sensación, él realmente quería tener sexo con ese chico, nunca su mente había logrado dejar de pensar en tanto, él realmente lo hizo olvidar por unos segundos y le frustraba que el maldito fuese un closetero que tan rápido como se había dejado llevar; había cortado toda interacción, dejándolo ahí, sintiéndose por primera vez despreciado y justamente por ser hombre.

Estaba molesto, confundido, su mente iba a mil por hora, pero está vez solo podía pensar en el pelinegro.

Sejun entro a la oficina sin aviso, observando a su amigo un tanto perdido, viendo que el semblante de Taehyung no era el habitual y eso lo inquietó un poco.

-¿Qué pasa? Es esa mierda de Yoongi de seguro. -Sejun bufó molesto al ver a su amigo en ese estado y después se sentó frente a él. -Sabes que puedes confiar en mi Taehyung, lo que sea que te esté pasando dímelo y lo arreglaremos juntos.

Sejun estaba en verdad preocupado por él.
El pelirrojo río desganado.

-Ojalá fuera ese idiota, es más fácil controlarlo, podría tenerlo comiendo de la palma de mi mano con solo chasquear los dedos. No me siento bien Sejun...

Su amigo lo observó y frunció el ceño, se preocupó de verdad por su amigo.

-¿Qué tienes? Iremos al médico, tengo un amigo especialista que es el mejor de Seúl. Andando no esperemos más.

Le dijo levantándose de su lugar.

-No lo sé realmente. -reconoció. -Conocí a alguien, es extraño, porque aunque quiero arrancarle la cabeza, creo que lo deseo en partes iguales.

Taehyung se sentía confundido, le gustaba tener el control y ese pelinegro lograba hacer que se desestabilizará, sobre todo después de lo ocurrido.

Sejun lo miro con atención y después se volvió a sentar.

-¿De qué hablas? Sé más específico porque no te estoy entendiendo... ¿No estás mal de salud? -Suspiró. -Bueno aunque eso sea un alivio, la verdad me preocupan más tus emociones.

Taehyung lo observó con una ceja alzada mientras un bufido escapaba de sus labios

-Eres un cabrón. -reclamó - tú más que nadie sabe que no soy ese ser sin corazón que todos ven. Estoy ... No sé si me atrae, no sé realmente qué es, pero no logro dejar de pensar en él, con rabia y con deseo a partes iguales, es tan confuso.

Esperaba que Sejun no lo juzgará, él había sido su amigo durante tantos años, era quien más lo conocía y la única persona en la que confiaba.
Pero Sejun al verlo en ese estado y al escucharlo sonrió sin poderlo evitar.

-No me burlo. -aclaró sin dejar de reír. -Pero nunca antes te miré así, entonces yo creo que lo deseas más de lo que lo odias. -hizo una comilla con los dedos. -Mira, deberías hablar con él y quitarte de una vez todas tus dudas... ¿Qué podría pasar? Mi amigo no es ningún cobarde.

Le dijo yendo hasta su lugar y palmeando su hombro.
El pelirrojo respiro profundo, asintiendo ante las palabras.

-Creo que es lo correcto, tienes razón, perdón por lo de antes, ando algo estresado. -Se disculpó. -deberías ir y conocer a nuestra nueva secretaria, te agradará, se ve tranquila. -Dijo -después de todo, tú serás quien pagará su sueldo, debes conocer a tu personal.

-¿Secretaria? -preguntó extrañado. -¿Desde cuándo necesitabas una? Le preguntó divertido al pensar que era cualquier entretenimiento de Taehyung.

Estaba por seguir hablando cuando desde afuera se escuchó que tocaron despacio la puerta y después la voz de Nari se unió.

-Jefe, ¿Puedo pasar?

Taehyung bufo hacia Sejun.

-Bueno la conocerás ahora... Y no es lo que piensas ... Adelante -dijo con voz grave para luego observar hacia la puerta por donde venía entrando la muchacha.

Nari entró despacio aun leyendo algunos papeles que estaban un poco confusos para ella.

-Jefe... -Le llamó, pero al percatarse de que había alguien más ahí se paró y después saludo. -Oh, lo siento. -Hizo una reverencia hacia Sejun. -¿Debo volver después?

Le pregunto a Taehyung, pues él había sido muy claro respecto a que no quería que se metiera en sus asuntos.
Taehyung se puso de pie al ver la confusión de la chica.

-No, quédate Nari. -le sonrió -te presento a Sejun, es mi socio, dueño del bar al igual que yo. -dijo apuntando a su amigo que parecía haber quedado algo sorprendido por la chica. -Cierra la boca y saluda.

Sejun por fin trajo su mente de vuelta y observó a la pequeña chica que lo miraba curiosa
Nari sonrió al escucharlo y después se acercó a Sejun.

-Hola jefe, soy Jung Nari y trabajaré muy duro en su bar. -Le extendió la mano y después Sejun la tomó para presentarse.

-Estoy seguro de eso. -respondió sin saber por qué de pronto se sentía un poco nervioso, quizá solamente era porque nunca antes habían tenido una secretaria.

Seguía sin soltar su mano y Nari lo miro extrañada, después cayó en cuenta de su error y la soltó rápidamente.

-Sí, gracias. -le respondió la chica y después dejo los papeles en el escritorio de Taehyung. -Son asuntos que requieren de atención, nada grave, pero deberíamos cambiar de plomero y también hay que ver la iluminación del bar. -Les dijo y después les sonrió. -Bueno, es todo yo me retiro de nuevo.

Se despidió de ambos para retirarse de la oficina.
Taehyung río abiertamente una vez se vieron solos.
Había notado la interacción y solo podía divertirle la actitud de su amigo.

-A alguien lo acaban de flechar. -dijo con voz cantarina. -Me estás babeando el piso, concéntrate Sejun no parece que eres el más listo de los dos.

Movió su cabeza y negó.

-¿Estás loco? -Le preguntó un tanto molesto por no admitir que la chica sí le había gustado. -Sabes algo, ya me voy. Y atiende esos asuntos. -Le dijo señalando los papeles que había dejado Nari.

Y solo se despidió con la mano saliendo de la oficina también.

Jungkook había tenido una lucha consigo mismo sobre lo que en verdad quería para él. Debería intentarlo y así no estarla pasando tan mal, pero... ¿Cómo? De pronto tuvo una idea. Tomó su móvil y dígito el número celular del pelirrojo, no había sido difícil obtenerlo, al parecer el hombre era muy conocido en los ambientes de antro y fue fácil convencer a una amiga para que se lo diera...

Hizo la llamada sintiendo un hueco en el estómago, si él no contestaba sería una clara señal del destino: Se dijo a sí mismo.

Taehyung estaba revisando algunos documentos cuando su teléfono comenzó a timbrar, observó la pantalla y pudo ver un número desconocido, igualmente contestó, podría ser alguien importante.

-¿Diga?

Jungkook sintió su garganta secarse al escuchar aquella voz.

-Apostemos. -Le dijo firme. -Dijiste que eras un forastero que querías apostar conmigo. Apostemos.

Le volvió a pedir de forma firme.

El pelirrojo reconoció de inmediato aquella voz y no pudo evitar sentir un escalofrío, por el recuerdo. Se esperaba cualquier cosa, menos que fuese el mismo Jeon quien lo llamara.
Respiro profundamente y actuó lo más normal posible.

-¿Qué quieres apostar? - preguntó

-Dinero. -dijo tratando de soñar tranquilo. -Tragos y también prendas.

Espero nervioso la respuesta del otro lado de la línea telefónica.

-Tragos y prendas suena bien, al igual que el dinero. -Dijo calmado. -Ven a mi bar. -Se mantuvo en silencio unos segundos. -Y, Jungkook...

-¿Dime?

Preguntó tratando de ocultar la emoción que estaba sintiendo al saber que había aceptado verlo.
Taehyung respiro profundo antes de hablar:

-¿Huirás de mí nuevamente?

Jungkook tragó saliva. Sabía que había hecho mal y sabía perfectamente que no lo volvería a hacer.

-Ni aunque me lo pidas. -Contesto seguro.

-Está bien, te espero, no tardes -Dijo antes de colgar la llamada.

Una vez Taehyung dejó el teléfono sobre el escritorio sonrió levemente, aún no sabía por qué le causaba tanta emoción volver a verlo, pero se sentía ansioso. Camino hasta el pequeño baño que tenía en su oficina, se daría una dicha rápida, aun sin saber para qué lo hacía, Pero quería lucir bien para su invitado.

Por su parte al colgar la llamada Jeon de inmediato tomó una ducha rápida y se puso su mejor perfume, no entendía por qué se quería ver bien, o si, solo se negaba a aceptarlo.
Manejó rumbo al bar y al llegar sintió los nervios recorrer su ser, pero aun así entró yendo directo a la oficina del pelirrojo.

Toco la puerta antes de entrar.

- Adelante. -Respondió impaciente.

No lo entendía del todo, pero cuando la puerta se abrió y pudo ver a Jungkook ahí, de pie, completamente perfecto, se sintió feliz, aunque lo disimuló muy bien. -Ya estás aquí. -Dijo haciéndole una seña de que siguiera.

Jungkook pasó y al verlo de frente sonrió sin poder evitarlo y después llevó su mano hacia su nuca para rascar con incomodidad.

-Hola. -Le dijo mirando hacia los lados y después se llenó de valor. -¿tienes cartas?

Taehyung levantó una ceja ante la pregunta y luego una sonrisa ladina se posó en sus labios, dándose cuenta de que en realidad el pelinegro iba a apostar como le había dicho, y le pareció una idea muy interesante.

-Claro que sí, acompáñame. -Dijo saliendo de la oficina y caminando por un largo pasillo hasta la habitación del fondo, en la cual se encontraba una mesa de póquer y algunas bebidas regadas por el lugar. -Aquí podemos jugar a lo que quieras.

Jungkook estaba en silencio y, no le incomodaba, había tensión, pero no era ese tipo de la cual deseas salir corriendo. Era sexual, había en ellos dos esa tensión palpable en el aire y no podían negarlo. Entraron y observó, después de eso, camino a la mesa y tomó las cartas.

-Empieza la apuesta tú. -Le pidió mientras barajaba las cartas.

El pelirrojo sonrió divertido

-Dinero. -Dijo dejando unos billetes al centro de la mesa para luego mirar sus ropas. -También apuesto mis ropas, aunque no creo que quieras ver, porque soy un hombre y así...

Trataba de sonar sarcástico, necesitaba saber que era lo que quería realmente ese chico, aún no se recuperaba del todo de aquel rechazo.

Jungkook trató de reír un poco.

-Bueno... yo jamás huyo de una apuesta. -trató de aligerar el ambiente. -Quiero agregar una cosa más a la apuesta. -Dijo poniendo el dinero junto al de Taehyung y después lo miró a los ojos. -Si yo pierdo, te daré una mamada, pero sí tú pierdes. Me dejarás cogerte sobre la mesa.

Le dijo sabiendo que era un terreno un tanto peligroso al que se iba a meter.
Taehyung se vio sorprendido, pero se mantuvo tranquilo para no quedar en evidencia.

-Me parece un trato justo, ¿Pero estás seguro de que podrás mamársela a un hombre? Me encantaría verte con mi pene en tu boca.

Taehyung le dijo de manera descarada mientras tomaba sus cartas y comenzaba el juego.
Jungkook alzó la ceja al escucharlo y después contestó un poco más tranquilo.

-No estoy seguro... pero espero que me enseñes cómo hacerlo si no lo hago bien. -Le contestó con una sonrisa. -Además, deja de querer asustarme con que eres hombre... o dime algo, ¿Ya te arrepentiste?

Pregunto y quito las cartas de sus manos, las partió y se las entregó de nuevo.
El pelirrojo decidió que quería jugar, que necesitaba tentar un poco más el momento, la temperatura subía y era difícil ignorar la tensión que había entre ambos.

Se acercó a él, apoyándose sobre la mesa, dejando ver su cuello y clavículas a través de su delgada camisa que se abría por la acción.

-¿En serio quieres jugar? Puedo fingir que perdí si gustas.

Le dijo coqueto, sin dejar de apreciar la hermosa y tentadora piel canela frente de él, Jungkook sintió el impulso de querer besarlo. Se acercó sin más y de la pretina de su pantalón lo atrajo hacia su pene y después juntó sus labios para chupar su labio inferior y morder levemente al separarse.

-¿Estás seguro? Podrías ganar una mamada. -Le dijo sobre sus labios.

Taehyung volvió a besarlo, está vez subiendo sobre su regazo sentándose a horcajadas sobre él mientras exploraba su boca y sus manos tocaban su torso. Se separó levemente, observando con lujuria.

-Podemos jugar, me gustaría esa mamada, pero déjame disfrutar un momento, tus labios son jodidamente deliciosos. -Confesó mordiendo los belfos del pelinegro mientras movía sus caderas tentativamente sobre su regazo.

Jungkook suspiró al sentir lo rico que era tener así al pelirrojo. Se dejó hacer porque él era un maldito experto en besarlo y ponerlo tan duro con solo movimientos seductores.

-Si te sigues moviendo así, lo declaro empate y los dos ganamos. -Dijo tratando de no jadear de necesidad.

-Deberías hacerlo, estás duro, yo también, deberíamos hacer algo al respecto, ¿No crees? -preguntó sonriendo coqueto y continuó con sus movimientos.

Taehyung se sentía tan necesitado de él, tan caliente que no estaba siendo sensato de ninguna manera posible, solo podía pensar en calmar un poco de ese fuego que sentía.
Jungkook lo miró con ferocidad, estaba decidido no podía y tampoco quería esperar más...

El juego ya no era de cartas, era de seducción y aunque él era un excelente apostador, no se sentía capaz de ganar en este juego en el que parecía que el pelirrojo le llevaba gran ventaja.

Aferro sus manos en la pequeña cintura de Taehyung. -Quítate la camisa, déjame ver tu piel.

Dijo sobre los labios ajenos, sosteniendo su cintura de manera posesiva, mirándolo sin perder detalle de su inigualable belleza. Estando así Jeon acepto sin decirlo, que había perdido sin siquiera levantar el primer naipe.

Son como imanes, caer en la tentación es inevitable.

Gracias por leer.

🌸 ErLith_ 🌸

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