Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

➳Capítulo 6➳

Los rayos del sol estaban jodiendo los hermosos ojos de Jungkook. Había sido una noche de excesos, bebió demasiado y apenas recordaba como había llegado a casa. Llevo sus manos a su cabeza intentando calmar un poco el maldito dolor que lo estaba poniendo de tan mal humor. —¡Con las mil putas! No debí beber de esa manera. —se reprochó a sí mismo mientras levantaba su cuerpo de la cama; caminó a pasos torpes hasta el baño donde se lavó los dientes para después darse una larga ducha.

No había manera que una sopa de algas calmara ese maldito dolor; sin embargo, si había modo de frenarlo un poco. —Un maldito trago más. —No es que Jeon fuera un alcohólico de mierda, ni que siempre sucumbiera a los vicios, pero después de aquella visita del maldito pelirrojo su estado de ánimo iba empeorando, casi había sido estafado, y para colmo de sus males su padre había llamado para confirmarle que pronto lo comprometería con la hija de su socio. ¡Qué jodida vida! ¿Se podía ir más a la mierda? Jungkook estaba asqueado de todo, por eso había bebido como un desgraciado durante toda la noche.

Se vistió de la manera más sexy posible, peinó su cabello, puso aquel bálsamo en sus labios solo para provocar más, y esa loción, se había puesto tan guapo como podía. Y con su actitud de macho y de hombre inalcanzable llegó al primer bar que miro abierto en el gran y prestigioso centro de Gangnam “Golden” decían las letras del llamativo letrero.
Entro a paso firme y fue directo a la barra.

Taehyung salió de su oficina, necesitaba unos tragos, era imposible que su molestia pasara de un día para otro.

Una hora atrás había hablado con Sejun, quien lo había regañado por hacer tratos con Min, recordándole que ponía en riesgo todo el trabajo por meterse en esos tipos de asuntos.

Se sentía frustrado, con ganas de echar un polvo, la única forma en que lograba despejar su mente, aunque nunca se callaba por completo, era un buen distractor de sus pensamientos.

Camino hasta la barra, sin observar a nadie alrededor, tomó asiento y cerró los ojos para escuchar la melodiosa voz de Jimin. Respiro profundo, sonrió levemente disfrutando de la canción y calmando su cuerpo poco a poco.

Jungkook al sentir una nueva presencia se giró en su lugar para observar. No podía ser cierto, no podría ser verdad, ¿Era posible tanta coincidencia? Sonrió sin poderlo evitar y después se acercó sigiloso a aquel conocido pelirrojo.

—¡Vaya! Qué bonito te ves con la boca cerrada, pareciera que no hablas pura mierda cada que la abres. —Le dijo con tono burlesco.

Taehyung bufo en el momento que reconoció esa voz, apretando sus ojos, viendo cómo toda la calma se iba directo la mierda.

Giró su cuerpo y por fin abrió sus ojos observando al recién llegado.

—Es porque no has probado esta boquita, si supieras lo que puede hacer y los deliciosos sonidos que salen de ella, no dirías lo mismo. —Dijo tranquilo. —De igual forma ¿Qué haces aquí?

Jungkook rio divertido al ver la molestia que le causó y después se recargó en la barra mirándolo de forma coqueta.

—¿Te me estás ofreciendo? —Le preguntó con una sonrisa. —Otra vez… ¿Eres tan fácil? —Se giró para tomar su trago y lo bebió de golpe. —Estoy bebiendo, ¿No ves? Mejor dime qué haces tú aquí y no en las profundidades del mar.

El pelirrojo río con sorna, burlándose de ese arrogante chico.

—No cielo, ni en tus mejores sueños me tendrías a mí ofreciéndome contigo. —aclaró. —Por dos razones, primero: No eres mi tipo —dijo mintiendo descaradamente y poniéndose de pie frente a Jungkook. —Y segundo, no me gusta esa mierda de ayudar a la gente a salir del closet y estoy seguro de que tú estás encerrado allí, encanto. —Dijo simple y se separó levemente para irse de allí, girándose unos momentos a observar al pelinegro. —¡Bienvenido al Golden! Te doy la bienvenida a mi imperio, mi bar. —sonrió ladino y le lanzo un beso seguido de un guiño antes de comenzar a caminar fuera de ahí.

Jungkook se sintió levemente ofendido cuando escuchó que él no era su tipo, ¿De qué diablos hablaba? Claramente, él era el tipo de cualquiera. Bufo frustrado, nuevamente se sintió molesto y un tanto acalorado.

Lo miro sin perder detalle y después que le lanzó aquel beso se levantó de su lugar para ir atrás de él.

—¿Tienes un puto bar? –le reclamó mientras se acercaba. —¿Y aun así me querías estafar? Aaaah maldito ambicioso.

Siguió acercándose sin medir palabras o distancia, ese pelirrojo le tendría que dar muchas explicaciones.

El pelirrojo ni siquiera se inmutó, río abiertamente por las palabras y reclamos del pelinegro, mientras seguía su camino hasta la oficina, consciente de que el chico lo seguía y dándose el lujo de balancear sus caderas descaradamente, jugando, le encantaba hacerlo.

—Pues sí, tengo un bar, pero no tiene nada que ver con mi trabajo de medio tiempo. —Entró al lugar. —Cobrarle a tipos al azar es más bien un hobby.

Jeon lo seguía como si un día antes ese maldito no hubiese amenazado su vida.

—¿Y de noche bailas en el tubo? —preguntó terminando de entrar a la que suponía era la oficina de aquel descarado. —Pues verás. Ahora me veo en la necesidad de cobrarte yo a ti. —Le dijo con una burlesca sonrisa. —También tengo pistola. —Le dijo metiendo sus manos a la bolsa de sus pantalones e inclinándose un poco hacia enfrente para dejar ver bien su generoso bulto.

El contrario observó descarado la prominente longitud que se marcaba deliciosamente en esos pantalones, lamiendo sus labios y sonriendo hacia él.

—¿Por qué, te gustaría que bailará para ti? —Se acercó lentamente. —No necesito un tubo, veo algo que podría servir. —Llevó uno de sus dedos a sus labios y lo mordió levemente.

Jungkook se quedó estático por unos segundos. Tratando de asimilar que aquello lo había excitado más de lo que quisiera admitir. Después sonrió tratando de ocultar sus nervios, las manos le temblaban y no las sacó de los bolsillos para no dejar ver su vulnerabilidad.

—Pensé que no era tu tipo. —Le reclamó. —Y por mucho que te gustase este tubo, no te alcanzarían las manos para sostenerlo.

Le dijo con autosuficiencia, sacando el pecho y poniendo esa pose dominante que él tanto ensayaba frente al espejo.

Taehyung se giró indiferente, dando la espalda al pelinegro mientras se servía un vaso de licor, riendo por lo egocéntrico que era ese chico.

—Aja, tú no lo eres, pero esa maravilla sí, deberías cortarlo y dármelo, no te necesita, es mucho para un hombre como tú. —Se burló aun sin observarlo, apoyando sus manos en el minibar y tirando sus caderas hacia atrás levemente haciendo que su pantalón se amoldará perfecto a su trasero. —Yo tampoco soy tu tipo por lo que veo, no deberías perder el tiempo aquí. —llevó el vaso a sus labios y bebió el líquido de un solo trago.

Jungkook entendía lo que sucedía en su interior, pero cada vez se perdía más y más en ese ambiente que se había vuelto de pronto tan caliente.

Fue un impulso, solo eso. O al menos eso se decía a sí mismo para poder entender por qué de pronto estaba sujetando con fuerza la cintura del contrario bajando sus firmes manos hasta sus caderas para después sentir esas dulces nalgas restregarse sobre su ya creciente erección que dolía y gritaba por ser atendida.

—¿Así qué lo quieres? —Le pregunto con su voz cargada de lujuria sobre el oído del pelirrojo. —con una mano siguió sujetando su cadera y con la otra viajó hasta su pecho buscando como meter su mano entre aquella estorbosa camisola y poner pellizcar a gusto esos pezones que de pronto solo pensaba en cómo sería estirarlos con sus propios dientes.

Taehyung no tuvo reparos en mover su cadera hacia atrás cuando sintió aquella dureza, y restregarse con descaro sobre esta, mientras sentía aquellas firmes manos sosteniéndolo con tanta dominancia, cerró sus ojos y se dejó hacer por las diestras manos del pelinegro, quien ahora se había internado entre sus ropas y tocaba descarado todo a su paso.

—Cuidado con lo que haces. — habló Taehyung con su voz cargada de lujuria. —Espero no estés olvidando que soy un hombre, cariño. —Dijo girándose hacia él y pasando su lengua por su mandíbula.

Tal pareciera que Jungkook no estaba escuchando las marcadas palabras del pelirrojo, puesto que le estaba diciendo que era un hombre a quien estaba tocando de manera impropia, no le importaba. A decir verdad en lo único que podía pensar era en lo duro que lo había puesto, nunca en su vida había sentido igual. Tuvo que apretar sus labios para no jadear y así descubrirse de lo muy caliente que lo tenía.

No esperó más, llevó su mano hacia la nuca del contrario y lo atrajo a sus labios, sin delicadeza y con la desesperación de querer saborearlo, metió su lengua en su cavidad bucal explorando sin piedad ni permiso, el aire le hizo falta aunque quería seguir saboreando aquella dulce saliva. Se separó solo un poco y después volvió a sus labios pero esta vez para chuparlos y morder a su antojo. Sus manos viajaban por el cuello ajeno y también su pecho, así siguió el camino peligroso hasta sus nalgas donde las estrujó sintiendo la suavidad, quería joderlo, necesitaba con urgencia arrancarle la ropa y hacerlo alzar ese lindo culito y poder hundirse tan fuerte en él hasta que le pidiera

El pelirrojo rodeó su cuello con sus brazos, se estaba deshaciendo con el toque de ese hombre, ni él mismo entendía el descontrol que había en su cuerpo y la falta de cordura que estaba apoderándose de él.

Se separó de los labios de Jungkook para descender por su marcada mandíbula haciendo un recorrido por su cuello, abriendo con rapidez la pulcra camisa para poder llevar sus labios hasta su pectoral, dónde pasó su húmeda lengua, saboreando aquella piel y sintiendo como el pelinegro lo sostenía con fuerza de sus caderas.

Volvió a subir su rostro y sonrió malicioso hacía Jeon, antes de llevar una de sus manos hacia abajo y apretar descaradamente su erección, sintiendo la firmeza entre sus manos.

—Dios Jeon, si no nos detenemos ahora dejaré que me folles y créeme que nunca dejo que lo hagan la primera vez, siempre soy yo el activo. —llevó sus labios hasta el lóbulo de su oreja.

Ya no pudo evitarlo más, al sentir los húmedos labios de Taehyung sobre su lóbulo soltó un ronco jadeo que lo hizo ser consciente de lo que estaba haciendo. Con dificultad se separó solo un poco para verlo a los ojos y después viajó con su vista hasta sus labios, lucían hinchados por los recientes besos.

—Qué putas… —dijo una vez por completo consciente de lo que estaba haciendo y aunque su cuerpo le pedía más no logró hacerlo. Dio algunos pasos atrás acomodando su pelo y sin saber hacia dónde mirar.

El pelirrojo lo observó unos segundos, era justo lo que pensaba, Jeon era un closetero, ahora mismo se veía enojado consigo mismo, espantado por lo que acababan de hacer, como si realmente no hubiese disfrutado del encuentro.

—Deberías irte. —Dijo entendiendo que era lo mejor, él mismo se encontraba confundido por todo lo que el pelinegro le hizo sentir, su mente por primera vez había estado solo en él, no había recuerdos, ni tormento, solo el momento acalorado que vivían. —Lo mejor es que olvidemos esto.

Taehyung por primera vez se sintió rechazado, y la sensación no era para nada grata.
Se giró, dándole la espalda a Jungkook, evitando que notara lo vulnerable que se sentía en ese momento, esperando paciente que entendiera el mensaje y se fuera de su oficina.

Entre más lo pensaba más desconcertado se sentía. Observó al pelirrojo y entendió lo que estaba pasando. Se quería disculpar, pero… ¡Joder! ¿Cómo diablos se iba a disculpar? Solo salió del lugar sin más, sin decir nada sintiéndose tan confundido como caliente, seguía muy necesitado.

Una vez afuera del bar se permitió respirar con normalidad, se subió a su auto sintiéndose sofocado aún. —¿Qué putas fue eso? —Se preguntó con reproche a sí mismo y golpeó con frustración el volante.
Encendió el motor y sin pensarlo demasiado condujo rumbo a su departamento.

Al entrar desabotonó la camisa quitándola casi con violencia. Y así continuó su camino hacia el baño, desvistiéndose para poder darse una ducha con agua fría. Una vez desnudo se adentró a la regadera. Cerró los ojos con violencia y trató de regular sus nervios y su respiración, pero la polla le dolía. Se tensó al recordar el acalorado encuentro, su erección no le daba tregua así que no le quedó más; Sujeto con furia su falo y lento lo masajeo de arriba hacia abajo. Simuló que solo se estaba bañando, pero se sentía tan jodidamente rico.

Entre abrió sus labios y volvió a hacer el mismo procedimiento, pero esta vez más preciso, subía y bajaba su mano y cuando menos pensó estaba masturbándose con furia, se permitió jadear y comenzó a recordar cada beso y cada caricia con el pelirrojo, su sola imagen lo puso más caliente, ya no lo soportaba más. Sus piernas fallaron y se derramó en su propia mano gimiendo por lo alto sin dejar de pensar que era el lindo culo de Taehyung el que lo estaba asfixiando al punto de hacerlo correr así.
Después de un largo suspiro de alivio se recriminó por lo que acababa de hacer. Pero no estaba tan seguro si se arrepentía o no.



¿Que piensan de lo que pasó entre Tae y Jk?

Gracias por leer.

🌸 ErLith_ 🌸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro