➳Capítulo 25➳
Jungkook se sentía extrañamente tranquilo, no quería pensar demasiado en nada más que en el pelirrojo en sus brazos, lo observó ahí y se miraba tan hermoso, hundió su rostro en su cuello y lo besó lentamente.
—Me encanta como hueles.
Le dijo removiéndose contra su cálido y tentador cuerpo.
Taehyung ladeó su cabeza solo un poco para darle un poco más de acceso al mayor, quien parecía bastante entretenido entre su cuello.
—Lo mismo digo, realmente eres adictivo — reconoció — Kook — lo llamó, esperando que el mayor lo observara atento, cuando tuvo su atención continuó — iré a ver a Yoongi, te lo estoy contando por que no quiero malos entendidos ni secretos entre nosotros— dijo — Nari está esperando un hijo de el y asegure hacerme cargo, como un tío, ese niño sera mi sobrino, hay algo en ella, te lo dije, se siente como familia, no en plan romántico, solo es extraño, lo mismo me hace sentir a ese bebé como su fuera su tío— sonrió — ¿es muy extraño? Quiero poner en su lugar a ese idiota
Jungkook escuchó con atención y trató de no dejar que los celos hicieran su parte.
—¿Embarazada? Pfff debe ser un asco esperar un hijo de ese hijo de puta. —le dijo levantándose para vestirse. —Está bien, solo no te metas en problemas, aunque sientas un deber con ella, no es tu problema ni tu familia en realidad —le dijo serio y fue de nuevo a él para besarlo. — ¿entendiste? No te metas en problemas— repitió.
Taehyung sonrió divertido.
—¿Problemas? — río — mi vida es un problema, señor mandón, pero si quieres puedes venir conmigo— dijo poniéndose de pie y dejando ver su desnudez por completo — podrías cuidar de que no me meta en problemas y de paso le dejamos en claro a mi supuesto esposo que toda esa relación que se montó está en su cabecita, jamás tendrá una oportunidad conmigo — dijo tranquilo, esperando una respuesta
Jungkook sonrió y lo pensó pero solo un poco.
Sería genial verle la frustración en la cara a ese puto.
—Me encantaría ir —dijo sin mas y fue al baño para arreglarse un poco y ponerse loción, antes de volver a la habitación y ver a Taehyung sentado al borde de la cama ya vestido—¿nos vamos? —preguntó antes de acercarse a él y oler descarado su cuello— amo que huelas a recién follado, me encanta.
Taehyung rió por lo dispuesto que estaba el pelinegro a acompañarlo, podía notar que se le hacía muy satisfactorio restregarle en la cara a Min que estaban juntos.
—¿Te encanta todo esto verdad? — preguntó — quieres marcar territorio, estás muy ansioso por ello — se burló.
—¿De que carajos hablas Ariel? Yo solo aprovecharé tu auto para llegar a comprar cereal para el desayuno— le dijo riendo, sin importarle si estaba siendo muy obvio en su objetivo.
—Eres como un bebé musculoso— se burló antes de besar castamente sus labios — vamos allá, quiero volver aquí y darte unas nalgadas — reconoció.
Tomó la mano del mayor, y entrelazo sus dedos para arrastrarlo a la salida, lo último que había dicho en realidad era cierto, quería volver ahí lo antes posible, necesitaba estar a solas con su estúpido y sexy novio.
—No, creo que aún seguiré castigándote yo a ti—dijo de manera pícara.
Después de subir al auto Jungkook se quedó un poco en silencio, pensando en que debería enfrentar a su padre y a su supuesta “prometida”
— ¿En que piensas?— preguntó sin apartar su vista de la avenida, mientras sostenía el volante con una mano.
Acarició la mano contraria y sonrió levemente, avisando que estaba poniendo atención.
No era tonto, sabía que había algo rondando en esa cabecita y esperaba que el pelinegro tuviera la confianza de contarle
—En que tengo asuntos que resolver con papá y bueno… ya sabes sobre que— dijo un poco preocupado y después entrelazo su mano con la de Taehyung. Movió un poco su cabeza y después lo observó. —No importa, todo estará resuelto.
El pelirrojo giró su rostro hacia él, solo para sonreírle brevemente antes de volver a mirar el camino.
Acercó sus manos unidas y beso el dorso de la mano del pelinegro con delicadeza.
—Iré contigo, no me asusta ese vejete, siempre puedo golpearlo si no logra entrar en razón — río recordando el primer encuentro con el padre de Jungkook
Jungkook no pudo evitar sonreír al recordar.
—No le pegues a los ancianos de no ser necesario.
Lo reprendió un poco divertido y un poco en serio. —¿Es aquí? —preguntó al observar el lugar donde habían llegado.
Taehyung sonrió divertido por las palabras de su chico, realmente le divertía que tratara de tomar las cosas con humor, aún sabiendo que cuando llegaran dónde ese hombre, no podría esperar nada bueno.
—Este es el antro de este infeliz, porfavor, mantente a mi lado, las cosas podrían complicarse — dijo abriendo la guantera del automóvil y sacando un arma, la cual metió tras su cinto tapándola con sus ropas
Jungkook lo observó e hizo una mueca de desagrado, mordió sus labios pero solo asintió.
—Estaré bien cariño —le giño el ojo coqueto y lo siguió. —no te preocupes por mí, mejor cuida mi culo—dijo para tratar de quitarse lo tenso.
—Si, hyung — respondió coqueto — no te preocupes, cuidaré de él, no quiero perder mi fuente de felicidad — se burló antes de bajar del automóvil y rodear el auto, mientras veía a Jungkook bajar también y caminar a su lado.
A paso seguro llegó a la entrada, ni siquiera pidió permiso, ahí ya le conocían, paso como amo y señor directo a al oficina de Yoongi dónde había un robusto hombre custodiando la puerta
—Hazte un lado— demandó, voy a hablar con tu jefe, no estorbes — dijo pasando sin importarle la mirada asesina que recibía de aquel hombre
El pelinegro solo lo siguió en silencio, observando cada acción, dispuesto de cuidar de su Taehyung.
Aunque fuera con su vida.
Una vez se vio dentro de la oficina, pudo divisar al pálido sentado en su escritorio mientras tenía a una rubia entre sus piernas, haciéndole un oral.
Estaba tan absorto en lo que hacía que no fue consciente cuando ambos hombres estaban frente a el.
—Chica, no chupes eso, te van a salir herpes — se burló mientras veía a la chica ponerse de pie asustada y a Min Yoongi abrir sus ojos al extremo casi como una caricatura — tu y yo hablaremos— demandó.
Jungkook al darse cuenta de la situación trató de no reír, más que nada por la pobre chica.
Observó a Yoongi con una sonrisa burlesca, demostrándole quien ganó.
El pelirojo dió una mirada a su chico y no pudo evitar bufar y luego soltar una pequeña risa por su actitud, viendo cómo este intentaba controlar la risa y haciendo divertida la situación, más de lo que debería.
—Quitate— dijo Yoongi de forma tosca a la mujer— vete, te llamaré si necesito otra paja — recalcó grosero mientras cerraba sus pantalones.
—Aun no aprendes a tratar a una dama, así te vas a quedar solo, un viejo líder de la mafia gay y solo— se burló.
—Te recuerdo que tú también eres gay — bufó.
—Claro, pero no solo, ¿No ves el hermoso hombre que tengo aquí? No me siento nada solo cuando está entre mis piernas — dijo altanero— pero no vine a hablar de mi maravillosa vida sexual— se jactó.
Yoongi apretó sus puños, realmente molesto de que le estuvieran restregando en la cara su relación.
—A que viniste Taehyung, si no es a ponerte en cuatro patas para mí, no me interesa.
Las carcajadas de Taehyung resonaron en toda la habitación, burlándose descaradamente del contrario.
—¿Que más soñaste, bebé?— preguntó — deja las drogas, comienzas a fastidiarme si vas por ahí inventando historias.
—Si el no hubiera aparecido estarías conmigo— escupió.
—Ni en tus sueños, Min, pero no viene al caso que intente explicarte cuando eres tan corto de cerebro.
—No necesitas ofenderte, Tae, somos amigos— dijo tratando de calmar las aguas, aborrecía ver al contrario observarlo de esa forma.
—No lo somos, y te voy a pedir amablemente que te mantengas alejado de Nari.
—¿Ahora defiendes a esa puta, sabes que quería joderte?
—Se todo, Yoongi, se que la enviaste y la chantajeaste, pero se acabó, no te quiero cerca.
—¿Que harás si me niego? — dijo acercándose desafiante.
No alcanzó siquiera tocarlo cuando Taehyung lo tenía con un arma entre las cejas y lo observaba sin un ápice de temor.
Yoongi sabía muy bien que el pelirojo no era alguien a quien querías cabrear, aunque ahora mismo sus ansias por volarle la cabeza por su atrevimiento lo tenían más que cabreado el mismo.
—No me jodas, estás advertido.
—¿Vas a dispararme?
—No lo dudaré si vuelves a acercarte a ella, no respires cerca, no la veas, ella está bajo mi protección ahora— afirmó.
El pálido sonrió burlesco
—¿Viste como nunca serás suficiente para él? Siempre habrá alguien más importante que tu— dijo observando a Jungkook, buscando que el pelinegro se sintiera atacado por sus palabras
Jungkook escuchó con molestia el veneno que Yoongi había soltado contra el y no pudo evitar sentirse inseguro de aquellas palabras. Aún así no se lo dejaría a entrever.
—Pobre pendejo —soltó sin más. —estas tan frustrado que ya no sabes que escupir, pero veo que ya te quedó claro quien es quien.
Taehyung sonrió satisfecho de la seguridad de su chico, le encantaba que no se dejara amedrentar por Yoongi, quien parecía ser un idiota completo al tener un arma apuntando su cabeza y aún así arriesgarse a tentar a su suerte.
—Es todo, no te acerques, no tendré contemplaciones, lo sabes, me conoces— amenazó bajando su arma— mantente lejos de Nari, de mi y sobre todo de Jungkook, y no intentes compararte o querer sentirte superior a él porque eso jamás lo vas a conseguir, nunca cambiaría al hombre que tengo por nadie, buena suerte con tu próximo enamoramiento— escupió.
— Te tendré aquí, rogando porque te folle tarde o temprano Taehyung, solo necesitas tiempo para darte cuenta que lo único que necesitas es a mi.
El pelirrojo todo sus ojos molesto.
—Bien, me aburrí, ya está todo claro, puedes decir lo que quieras eso no cambia el hecho de que te quiero fuera de nuestras vidas— dijo para luego tomar la mano de Jungkook y salir de ahí rápidamente, sin darle tiempo al pálido de decir algo, dejándolo completamente molesto mientras tomaba el vaso sobre su escritorio y lo arrojaba con fuerza a la ventana, maquinado en su mente el plan que haría que las cosas estuvieran a su favor.
El aún no jugaba todas sus cartas.
Una vez estuvieron de nuevo en el auto, Jungkook soltó el aire de sus pulmones.
No sentía temor de Yoongi, pero sí de que algo saliera mal y pudieran lastimar a Taehyung.
—Eso fue rudo —le dijo para romper el hielo. —casi se me para al verte así.
—¿Casi?— pregunto alzando una ceja mientras ponía en marcha el vehículo— creo que me gané un premio— aseguro llevando su mano hasta su pantalón y acariciando sobre la ropa su miembro —Deberías venir aquí y darmelo, es lo justo, cariño, trae tu linda boquita y muéstrame de lo que es capaz—Dijo coqueto, esperando que el mayor obedeciera a su petición, mientras mantenía su vista en el camino listo para orillarse si Jungkook tenía el suficiente valor para seguirle el juego.
Jungkook sonrió con picardía.
—Es verdad, fuiste muy rudo ahí adentro, ahora te voy a mostrar como se desarma a Taehyung sin quitarle la pistola—dijo y se acomodo de la mejor manera posible.
Abrió el pantalón de Taehyung y con cuidado sacó su pene para comenzar a darle atención, masturbandolo antes de llevarlo a su boca.
Besó con lujuria su cuello y succionó su piel sin dejar de mover su mano.
—¿No vayas a accidentarnos, entendiste? — dijo sobre su lóbulo y después pasó su lengua sobre el, haciendo un recorrido por su cuerpo hasta que bajó a su pene para llevarlo a la boca y comenzar a succionar sin descanso.
El trabajo que estaba realizando Jungkook en su zona baja, era experto, el maldito sabía cómo complacerlo, como si hubiese nacido para chupar pollas, todo un profesional.
Sus ojos estaban a punto de ceder, por lo mismo prefirió orillarse y detener el automóvil, tenían suerte de que en ese momento nadie estuviera pasando por la zona y pudieran dar rienda suelta a sus impulsos.
—Eso es— dijo sosteniendo los negros cabellos del mayor— lo haces tan bien, no te detengas — lo halagó mientras tiraba su cabeza hacia atrás, dejándola caer en el asiento gimiendo descarado por la placentera sensación.
Jungkook se motivaba más y más, no dejaba de succionar aquel pene que lo enloquecía de manera inimaginable. Estaba caliente, queria sentir como Taehyung se corría dentro de su boca.
Lo sacó solo un poco para hablarle.
—Dámelo Tae… quiero tragarlo todo— dijo y volvió a succionar jugando con su lengua y sus manos.
Sin pensarlo, sostuvo con más fuerza los cabellos de Jungkook y comenzó a impulsarse hacia arriba, embistiendo la boca del pelinegro, buscando su liberación y complacer a su chico la petición que había hecho.
—Bebe todo,cariño — dijo gimiendo cuando su orgasmo lo golpeó y su esencia comenzó a invadir la boca contraria.
Su cuerpo temblaba por el orgasmo y sus ojos se sentían pesados.
Una sonrisa boba se posaba en su rostro mientras veía a Jungkook beber diligentemente su orgasmo.
Jungkook levantó su rostro con una sonrisa triunfante y limpió la comisura de sus labios.
—¿Ves? Así se somete a Taehyung— aseguró altanero.
Se sentó de nuevo acomodando su cinturón de seguridad.
Taehyung bufo por las palabras antes de sonreír.
—Tambien es una buena forma de callarte,mi polla en tu boca presumida es perfecta,ambos ganamos— dijo divertido antes de cerrar sus pantalones y poner en marcha el
Automóvil nuevamente, está vez con destino al bar.
Gracias por leer, pasen unas lindas fiestas ✨🐻
🌸ErLith🌸
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro