
Planificación:
La planificación fue algo tediosa para todos, Taehyung tenía una idea clara sobre su boda al completo que no dejaba margen de error o cambio, a lo que ayudaba el gran apoyo económico de Jungkook quien era feliz o así se mostraba frente a todos.
Jimin junto a los otros dos padrinos Seokjin y Hoseok solo estaban de apoyo en las crisis de Taehyung; quien se frustraba ante algún cambio de ultima hora. Aunque tenían bastante tiempo para que saliera genial, habían pequeños detalles que lo mantenían preocupado al novio.
Jungkook por su parte solo deseaba que todo fuera como su pareja exigía sino que nada fallara, pues sabía cuánto significaba para Taehyung que cada detalle estuviera perfectamente alineado. Mientras tanto, Jungkook intentaba mantenerse sereno, apoyando en lo que podía y brindandole todo lo que él podía darle cuando las cosas se volvían tensas.
Pues, en las noches toda esa frustración se reflejaba en la cama; las tortuosas rondas de sexo rudo se repetían entre ambos. Esto ayudaba a Taehyung a sentirse mejor, a manejar cualquier cambio inesperado y a encontrar soluciones en medio de estos altibajos.
Por ese motivo cuando los problemas se volvían mucho más irremediables y se salían de las manos; los padrinos solo llamaban a Jungkook para que se llegara por Taehyung y su irritable actitud se volviera apacible.
Jimin estaba preocupado, sentía que esto podría hacerle daño a Jungkook a quien le había visto ciertas marcas en sus muñecas y cuello que le recordaban a aquellas que él alguna vez también lució cuando le tocaba grabar escenas de BDSM o hardcore.
Un día, preocupado por esta situación, decidió hablar directamente con Jungkook. A pesar de que su relación tras la ruptura con Taehyung y su persecución no fue sencilla, habían comenzado a convivir gracias al amor que ambos sentían por Taehyung y sus amistades en común en la actualidad.
—Jungkook, ¿podemos hablar? —preguntó Jimin, acercándose con cautela.
Jungkook asintió, sabiendo que tarde o temprano tendrían que abordar los temas que habían quedado en el aire. Encontraron un rincón tranquilo en el café que solían frecuentar y se sentaron frente a frente.
—He notado algunas cosas que me preocupan —comenzó Jimin, eligiendo cuidadosamente sus palabras—. No quiero entrometerme, pero me preocupa tu bienestar.
Jungkook suspiró, agradeciendo en silencio la preocupación de Jimin. Sabía que tenía buenas intenciones y que no lo hacía a mala fé.
—A veces las cosas se complican —admitió Jungkook, mirando su taza de café—. Taehyung y yo tenemos una dinámica que no siempre es fácil de entender desde afuera. Pero, Jimin, te prometo que estoy bien.
Jimin lo observó, buscando señales de sinceridad en sus palabras. Sabía que Jungkook tendía a minimizar sus problemas para no preocupar a los demás, eso le contó Seokjin en esos meses en los que llevaban conviviendo como padrinos.
—Si alguna vez necesitas hablar o necesitas ayuda, estoy aquí —dijo Jimin, ofreciéndole una sonrisa de apoyo—. No estás solo.
Jungkook asintió, agradecido por el gesto. Aunque no estaba listo para compartir todo lo que pasaba por su mente, saber que tenía a Jimin como aliado le proporcionaba un alivio inesperado.
La conversación concluyó rápidamente, ya que solo compartieron información relevante sobre sus vidas y algunos detalles aleatorios sin gran importancia; aunque con mil dudas, Jimin decidió dejar el tema por la paz y no mencionarlo más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro