pasión por la muerte ♡ capítulo diez.
advertencia;
erotica, muertes con gore explícito, chantaje<3
se escuchó un fuerte pitido y cinco disparos. el silencio no tardó en escucharse con una fuerza que parecía embarrarlos en pánico, a todo el mundo, pero trece no se detuvo. jamás lo hizo, arrimándose suciamente en contra de jimin, quien débilmente y aún temblando le correspondía el beso tan feroz que le estaba arrancando de su ser. mordía su boca con tanto ahínco que por un momento el agredido (¿lo era, realmente, cuando no quería dejar de besarlo?) pensó que se trataba de un caníbal, uno que comía la carne de sus víctimas completamente cruda. pudo saborear la suave lengua de su contrincante, los labios ásperos y carnosos chupeteando la sensible piel de los suyos. la adrenalina corría por sus venas acelerada e incierta, creándole más ganas de gemir y jadear todo lo que quisiera por culpa del imbécil tatuado de pacotilla que agarraba su cuerpo como si hundiera sus manos en la suave arena, cálida, incluso abrasadora.
jimin estiró su cuello justo cuando jeongguk comenzó a chupetearle la barbilla, bajando hasta aquel lugar y mordiendo con tanta fuerza que lo dejaba sangrando suavemente, lo dejaba temblando sin parar todavía, con manchas rojizas y violáceas cubriendo la tersa piel como si fuera un leopardo de sangre. trazó sus dientes amenazante por encima de la manzana de adán y soltó una profunda risita al lamer su yugular, causándole unos agradables escalofríos que recorrieron todo su pequeño y débil cuerpo de muchacho.
la risa profunda de jeongguk le hizo apretar las piernas, se sentía muy placentero tener esa presión sumada a la repentina palma del norcoreano sobre el indecoroso sitio, sus dedos hundiéndose en él por sobre la ropa turquesa oscura como si fuera un juguete anti estrés.
─── esto fue un premio. ─── susurró el de la cicatriz con esa sonrisa de dientes brillante, los ojos entrecerrados alejándose poco a poco del más bajo.─── venga, tenemos que volver.
jimin asintió tembloroso y se irguió lo suficiente como para caminar lentamente hacia el exterior del pequeño jardín, jeongguk había abierto el portón y de nuevo el caos los acechaba. fue cuando se fijó en el filo refulgiente de una navaja que no sabía que existía, encajando perfectamente en la mano de jeongguk. no entendía de dónde había salido, pero le daba miedo.
se imaginó el artefacto amenazante en su cuello y tragó saliva, pero intentó ahora despejar su mente y el sentido de fight or flight se activó. sus piernas seguían temblando, pero lentamente el débil placer comenzó a convertirse en una fuerte adrenalina que lo invadió al darse cuenta de la situación en la que estaba. jeongguk de repente agarraba su mano y ahora estaban corriendo juntos, esquivando a la gente y yendo en contra de la multitud para distraerles.
lo que jimin no se esperaba era ver a namjoon con el rostro sucio y manchado de sangre, un ojo cerrado e hinchándose junto a moretones en las mejillas y labios cortados, corriendo también. jeongguk seguía esquivando a la gente cuando jimin le tiró en dirección contraria a namjoon y lideró el camino hacia la esquina izquierda del barrio falso, veía desde aquel sitio el temporizador plasmado en la pared alta que simulaba el cielo. doblaron por una casa y se encontraron de lleno con alguien que llevaba el toque.
y ese alguien era kitty.
sonreía con real locura, de esa locura que da miedo, de esa locura que deja en claro el estado mánico en el que se hallan los peores psicóticos, los pocos que en vez de ser un peligro para sí mismos son un peligro para los demás.
jeongguk corrió hacia ella, navaja en mano, para empujarla con su mano empuñada en el artefacto, pero kitty fue más rápida y le dio una patada que lo hizo caer de espaldas al suelo, soltando la mano de jimin y haciendo volar la navaja hasta que chocó contra una de las murallas del barrio. jeongguk alzó las piernas para patearle fuertemente y kitty recibió el golpe en la zona pélvica, haciéndola exhalar con fuerza y soltar un alarido de dolor. pero jeongguk aún tenía dolor en la zona de la patada de la tailandesa, y por más que intentaba ponerse de pie, terminaba cayendo al suelo de tierra polvorosa.
entonces, jimin agarró la navaja, pensando en que lo que iba a hacer le daría una linda recompensa por parte de jeongguk, y corrió hacia kitty para hundir el brillante filo en el centro de su cuello. la blandió hacia un lado y así le cortó el tendón y parte del hueso. si cortaba hacia el otro lado, kitty estaría decapitada. la sangre salpicó hacia el rostro del ex universitario, hacia el pecho de su sudadera, el número cincuenta y ocho manchado de oscuro rojo que pronto sería de un color marrón.
su cabello revoltoso y con sangre goteaba de la misma hacia el suelo donde kitty cayó, muerta en un instante. jimin se dio vuelta hacia jeongguk e intentó levantarlo, pero lo primero que hizo el joven fue quitarle la navaja y luego sonreírle sin hacerle caso a su dolor. le lanzó un beso desvergonzado que no tenía nada que ver con la situación y por fin se levantó mientras tiraba de él cómodamente, como si no estuvieran constantemente al borde de la muerte.
sonó de nuevo un pitido fuerte y luego cuatro disparos.
─── ¡los voy a matar a los dos! ─── exclamó una voz madura y grave detrás de ellos: ambos se dieron vuelta para ver a un namjoon cada vez más destruido, y nuevamente el pitido sonó, justo al momento en el que el estafador corría hacia ambos gritando una retahíla de insultos.
jimin pensaba en lo desdichado que se sentía por haber traicionado al hombre que le dio consuelo y protección, aparte de unos buenos cigarrillos. la boca se le secó cuando jeongguk soltó de nuevo su mano y se tiró hacia el mayor de los tres con la navaja empuñada hacia arriba, dirigida a la frente de namjoon.
la clavó rompiendo el duro hueso de su calavera. crujió fuertemente al momento en el que namjoon gritaba de dolor y sus ojos comenzaban a llorar sangre, la sangre que se escapaba hacia sus cuencas y luego salía por sus encías, manchando sus dientes perfectos. soltaba alaridos de dolor que a jimin claramente le afectaban, pero jeongguk ahora apartaba el filo de la navaja para enterrarlo una y otra vez sobre el cuerpo fuerte del hombre, quien se caía lentamente sobre su estómago. jeongguk lo apuñalaba en la espalda, el filo chocaba con su columna vertebral y la rayaba, se notaba por el cruento sonido que a jimin le ponía los pelos de punta.
no se dio cuenta del momento en que empezó a correr junto a su compañero de nuevo, ambos manchados de sangre y aterrando a la gente a su alrededor. ni siquiera los que llevaban el toque se atrevían a acercarse a ellos por su apariencia. jeongguk reía entre dientes porque se sentía victorioso, y jimin mantenía la guardia, vigilaba a que nadie efectivamente se acercara a ellos.
sonaron un par de pitidos más antes de que la última ronda comenzara: diecisiete personas habían muerto hasta el momento. todos evadían a jimin y jeongguk, y corrían desesperados por quitarse de encima el toque al que temían tanto.
alguien tocó a jeongguk en todo el rostro, fue cuando jimin empujó al joven hacia un lado y le quitó la navaja para apuñalar a la persona del toque en el pecho, un total de doce veces en las que no pensó en absoluto, sólo sintió la rabia, el shock de saber que su amante tenía peligro de morir. la sangre nuevamente lo manchaba, sus ojos nublados por la adrenalina no parpadeaban y su rostro desfigurado en ira dejaba claro que no estaba en sus cabales.
─── ¡¡cómo te atreves a tocarlo!! ─── le gritaba a un cuerpo muerto, vacío de vida alguna, tendido en el suelo. el cadáver saltaba cada vez que le sacaba el cuchillo de encima. cuando hubo terminado, se dio vuelta a ver a jeongguk, pero él no estaba: el alma se le fue del cuerpo... ¿qué tal si no le pasaba el toque a alguien más? moriría, entonces, ¿qué haría él? no podía morir, no después de todo. no después de... ¡mierda! iba a morir, si es que no lo había hecho ya.
sonó el pitido, y esta vez, seis disparos hicieron eco en el barrio falso.
basta este fic es un festival de traumas
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