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fallas ♡ capítulo tres.

   jimin hacía muecas con frecuencia, sobre todo cuando estaba inmerso en sus pensamientos, pero ese día tenía el rostro hecho una roca de lo inmóvil que estaba. sin expresión alguna, sus ojos muertos vagando de un lado de la enorme habitación hacia el otro. cero trece le seguía constantemente y eso lo tenía nervioso, pero tampoco hallaba la fuerza mental y física como para pedirle que se alejara de él, demasiado tenso e inseguro por el momento. y tampoco era como si cero trece luciera dispuesto a dejarlo: parecía un perrito faldero, pegado a él y mirándolo atentamente. jimin se paró en el centro del lugar, en medio de toda esa gente que estaba en las mismas condiciones que él, y cero trece estaba detrás suyo, su brazo pegado a la espalda del más bajo. ambos permanecían en silencio y escuchaban atentos a lo que decía el resto.

   reconocía el concierto para trompeta, de haydn, saliendo por las bocinas en alguna parte de la enorme habitación, y eso le daba un poco de miedo; recordaba haber escuchado esa canción en su infancia, en la radio que ponían sus padres. ellos, a su vez, siempre comentaban que en no se qué programa de televisión sonaba esa pieza musical. tembló ligeramente por ello.

  cerró sus ojos, temeroso, justo al momento en que se abrían las enormes puertas de metal y entraban dos filas de soldados... ¿soldados...? con los mismos overoles rosa que los habían vestido antes. trece ahora se apoyaba un poco en jimin, que estaba cada vez más intimidado por la descarada y molesta presencia del más alto. aunque nada era más asqueroso que comer ramyeon recocido con más ralladura de bonito que fideos. lo había comido tantas veces por equivocación, dada la falta de comida decente en su casa... juró ganar los juegos para pagar la universidad, y si le sobraba dinero, comprar comida decente por un par de meses.

   volvió en sí cuando una de las personas en overol se adelantó a las demás, tomando palabra. como el resto, tenía una máscara negra, pero esta llevaba un cuadrado blanco. los demás eran círculos. un par de personas círculo flanqueaban el sitio, desarmados. porque efectivamente, los círculos tenían en sus regazos unas firmes y pesadas metralletas negras, que parecían estar cargadas. jimin tragó saliva y comenzó a temblar ya de una forma más continua, cada vez más nervioso. el resto de las personas parecían estar igual que él, temblando, algo pálidos, tocándose los bolsillos. confundidos. todo el mundo estaba confundido.

   ── te ves lindo temblando de miedo. ── susurró trece en su oído, y jimin abrió los ojos horrorizado para girar su torso y observar al más alto con la cara petrificada. este, fanfarrón, sonrió de lado e hizo crujir su cuello. también estaba tatuado ahí. carajo, ¿en qué se había metido ese cabrón? jimin intentó alejarse de él, aunque trece le siguió el paso sin que el más bajo lograra su cometido.

   ── ¿quién mierda eres? no me faltes el respeto así. apuesto a que eres menor que yo, respeta a tus mayores. ── espetó jimin, mirando nuevamente al frente y apretando su mandíbula con el rostro pegado en la misma expresión de al inicio. respirando fuertemente. los latidos de su corazón acelerándose. trece suspiró con aparente aburrimiento, aunque jimin supo captar que en su forma de suspirar había un trémulo aire de miedo que se alargaba inevitablemente. eso lo hizo sonreír con los dientes en una mueca claramente incómoda.

   trece no respondió, porque la oscura voz de una de las personas en overol los hizo callar a todos de manera automática:

   ── me gustaría darles una cálida bienvenida a todos. ── comenzó la figura, con una voz grave y oculta tras la máscara. quizás llevaba encima un filtro de respiración. la gente se movió nerviosa, y jimin observó de nuevo a su alrededor: se dio cuenta de que habían muchísimas personas ahí dentro, tantas que de no ser por la situación tan tensa, definitivamente se desmayaría por la sofocación.── todos participarán en seis juegos distintos por seis días. los que ganen los seis juegos recibirán un gran premio en efectivo.

   la gente comenzó a murmurar, y como eran muchos, sus voces susurradas hicieron eco por toda la habitación. trece parecía tan estático que podría hacerse pasar por una estatua y jimin no se daría cuenta.

   el más alto de los dos alzó la mano de manera cínica;── ¿y qué me garantiza que no nos están mintiendo?

   como respuesta, el cuadrado sacó de su bolsillo (casi como un robot automático) un control, el que alzó al cielo para presionar el único botón de su superficie: una enorme compuerta se abrió, y un igualmente enorme cerdo de vidrio transparente empezó a bajar con lentitud por sobre las cabezas de todos los presentes, quienes miraban atentamente lo que ocurría.

   ── su premio se acumulará en la alcancía después de cada juego. ── respondió verbalmente el cuadrado.── les revelaremos la cantidad a todos cuando termine el primer juego.

   ── basta, no confío en absoluto en ustedes. ── se alzó una grave voz masculina. todos miraron hacia el origen de aquella voz, era un hombre de cuarenta años con el cabello corto y negro, de rostro pequeño y tez morena, brillante. era relativamente alto y con gran masa muscular, y sumado a su voz, la apariencia y presencia del cuarentón eran intimidantes.── repito la pregunta del mocoso tatuado, ¿qué nos garantiza a nosotros que ustedes no mienten? básicamente podrían estar sacándose todo esto del fundillo, como los del gobierno.

   ── puto comunista de mierda, ándate a corea del norte. ── amenazó una mujer mayor que estaba atrás. jimin puso sus ojos en blanco y miró hacia abajo. una mano ajena y tatuada, pálida, rodeó su cintura, y supo de inmediato que era trece, pero por más que intentara apartarse, no era capaz de hacerlo debido a la fuerza que tenía el muchacho. se sentía llevado a pasar, acosado. y el miedo le hacía acalorarse un poco.

   una pantalla de la que nadie se había dado cuenta se iluminó arriba de las enormes puertas de metal. apareció una imagen de alguien jugando ddakji, un papel rojo versus uno azul. y luego, bofetadas. el rostro era pequeño, y jimin se dio cuenta de inmediato que se trataba del hombre cuarentón comunista, por llamarlo de alguna forma. la voz del cuadrado nuevamente calló los susurros de los presentes.

   ── kim namjoon, cuarenta y dos años, culpable de fraude político en su ciudad natal y lavado de dinero. con una deuda de doscientos noventa millones de wones.

   el nombrado se sonrojó profusamente, abriendo los ojos en par en par y sin palabras posibles saliendo de sus labios carnosos. jimin tragó saliva, porque era el mismo juego que seokjin le había hecho jugar. hablando de seokjin, este le había dicho que eran dos semanas de juego. ¿se habría confundido? seis días y dos semanas era una diferencia abismal. otro rostro apareció en la pantalla, era trece siendo golpeado. una sonrisa tétrica se formaba con cada golpe que le propinaba el hombre anónimo, que probablemente era seokjin.

   ── jeon jeongguk, veinte años, desertor de corea del norte. culpable de asesinato, robo con intimidación y apuestas ilegales, aparte de manejo de armas sin documentación, con una deuda en bruto de seiscientos cuarenta millones de wones.

   jimin abrió los ojos de par en par, cada vez más seguro de que la presencia de trece le daba miedo. intentó apartarse otra vez, pero nuevamente fue en vano. otros rostros aparecieron en pantalla.

   ── jo haseul, veintinueve años, culpable de tráfico de armas. con una deuda de ciento cuatro millones de wones. kim taehyung, treinta y seis años, sin pagar la pensión alimenticia de sus dos hijos por diez años seguidos. con una deuda de ciento once millones de wones. minatozaki sana, veintiseis años, prostitución ilegal de menores. con una deuda de trescientos cuatro millones de wones.

   jimin se sintió como un poroto metido en un costal de papas. la gente en ese lugar era criminal, gente sin moral ni principio de justicia. las caras de las personas a su alrededor eran de vergüenza, rabia y miedo, como si se arrepintieran de lo que hubieran hecho o se sintieran especialmente amenazados por el hecho de que todos supieran a lo que se dedicaban. trece se reía socarrón por detrás de sus dientes, su aliento cálido chocaba en la oreja del más bajo y eso lo ponía nervioso. sabía que las personas a su alrededor los miraban, y él de verdad intentaba alejarse del norcoreano, pero no podía: su mano afianzaba con mucha fuerza la cintura de jimin.

   ── ¿y-y qué que sepan lo que hemos hecho? ── demandó saber uno de los nombrados, que era kim taehyung. tenía la mandíbula muy marcada y la voz ronca, como si hubiera fumado mucho a lo largo de su vida.

   ── todos los presentes viven al límite, cargando con deudas que no pueden pagar. cuando fuimos a verlos por primera vez, ninguno confiaba en nosotros. pero, como saben, jugamos a un juego y les dimos el dinero que prometimos. así que todos ustedes confiaron en nosotros y escogieron jugar con nosotros de manera voluntaria.── habló el cuadrado con el tono neutral clavado en el pecho. los participantes estaban cada vez más nerviosos. un muchacho que no cruzaba más allá de los treinta años avanzó hacia delante, con los pasos temblorosos en un intento burdo por ser lo más seguro de sí mismo.

   ── si tanto quieren que confiemos en ustedes, entonces escupan por qué mierda nos secuestraron, drogaron y ahora nos mantienen encerrados sin comunicación con el mundo exterior. ¡los voy a demandar apenas salga de aquí!

   ── tomamos esas medidas con renuencia para mantener la confidencialidad al traerlos. les devolveremos todo cuando terminen los juegos.

   otro silencio se formó, un silencio susurrante con la tensión a la orden del momento. trece nuevamente se rió entre dientes, lo que ocasionó la molestia de más de una persona, pero nadie dijo nada de manera específica. todo era un murmullo constante de maldiciones y miedos palpables, y los rostros más ancianos lucían pueriles, aniñados por el miedo sincero que se reflejaban en su piel brillante por el sudor. era enloquecedora la sensación tensa que parecía hacerle doler la cabeza más y más.

   ── ¿se rendirán y volverán a sus vidas con toda la carga sin capacidad de resolver? ¿o aceptarán la oportunidad de arreglar las cosas, jugando?

   el tal kim namjoon suspiró audiblemente antes de abrir la boca;── díganos qué hacer.

xdon por demorarmw añdkñaks
pero
ya está
cap largo, no tanto cmo la mía
ahre lmao xd

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