Symphathy for the Devil - The Rolling Stones

—Hemos llegado, este es el hogar del primer escogido. Es tiempo de que entres en acción.

El anciano sacó de su bolsillo un objeto de forma rectangular y lleno de polvo. ¿Sería una de sus anomalías? El hilo de humo se fue acortando, hasta desaparecer. Este era de verdad el lugar.

—Tu objetivo está adentro. Milnombres, ya debes de conocer tu parte del trabajo —dijo ronco el vejestorio. Si su objetivo era asustarme o parecer fuerte, consiguió que dentro de mí me riera de él.

—Te voy a dar un par de reglas y recordatorios. —La mujer del vejestorio cruzó las mangas de su largo y rectangular ¿vestido? —Muévete con cuidado porque algunos humanos son astutos, no llames ni interfieras demasiado en la vida de los escogidos. Si quieres puedes lastimarlos, pero no los mates o produzcas grandes heridas, los necesitamos con vida y conscientes. Puedes manifestarte, pero no mostrar tu forma ante ellos. Kasumi y yo consideramos que son reglas aptas para ti. No lo olvides, quédate en su mente.

—Eres consciente de lo que haces, quedas advertido, Ulkidur. Nosotros nos marchamos.

De los cuerpos del anciano y la mujer se desprendieron ráfagas de hojas y flores rosadas, vaya majestuosidad, no lo digo con sarcasmo.

Los meses en los que ellos dejaron que descanse fueron suficiente para que descubriera y controlara algunas de mis habilidades. Era turno de que comience a hacer lo mío.

Esto va a ser muy divertido.