Día 3

Después de escuchar la trompeta por tercera ocasión, decidió que era momento de ponerse en marcha. Con pesadez y realmente adormilado, el pelinegro se puso de pie, caminando hacia el cuarto de baño. Soltó un bostezo justo frente a la puerta y sin muchos ánimos abrió está, deteniéndose un momento en la entrada mientras tallaba sus ojos para disipar el sueño.

—Yoon, estoy de acuerdo en el hecho de reforzar la confianza, pero creo que lo más idóneo sería hacerlo de a poco y con ropa de por medio —al escuchar aquellas palabras, Yoongi levantó la vista, abriendo los ojos en demasía al ver a SeokJin asomado detrás de la cortina de baño con una sonrisa traviesa y burlona en sus labios—. ¿No lo crees así?

—Oh, mierda —murmuró el pelinegro, realmente avergonzado por haber irrumpido en el baño sin verificar donde se encontraba su amigo antes.

SeokJin al otro lado de la puerta, soltó una carcajada, recordando las mejillas coloradas de Yoongi y lo tierno que se había visto con aquellos ojitos sorprendidos y avergonzados.

—Tan lindo —murmuro para sí, cerrando la cortina de baño y continuando con su ducha.

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—Lo siento —fue lo primero que soltó el pelinegro en cuanto SeokJin abandonó el cuarto de baño—. Normalmente despiertas tan tarde y yo pensé que, bueno, tú...

—Tranquilo Yoon —dijo SeokJin con una sonrisa—. No es la gran cosa.

—¿No es la gran cosa? ¡Casi te miro completamente desnudo! —dijo casi en un grito.

—Tienes razón —asintió SeokJin—. Pudiste enamorarte de mi hermoso cuerpo —fingió asombro y se abrazó a sí mismo en un intento falso de protección.

—Eres un bobo —dijo Yoongi negando con la cabeza.

Tomo su toalla y su ropa de la cama y se puso de pie, pasando por un lado del risueño castaño.

—Lo de reforzar la amistad iba enserio —dijo SeokJin a modo de broma, riendo sin poder contenerse al ver el rostro de Yoongi.

El pelinegro, aprovechando que SeokJin se encontraba concentrado en no morir de la risa, sonrió de lado.

Con rapidez, se abalanzó sobre el castaño, viendo el asombro reflejado en aquellos ojitos acaramelados. La espalda del castaño golpeó contra la pared y Yoongi en ningún momento dejo de sonreír, mirando directamente a los ojos de SeokJin, para después bajar su mirada a aquellos labios color cereza que poseía el castaño.

—¿Así que iba enserio? —preguntó con voz rasposa y gruesa, haciendo que el cuerpo del castaño temblará bajo suyo.

SeokJin trago saliva al ver como el pelinegro se acercaba con lentitud hacia su rostro, sintiendo un extraño revoltijo en su estómago y el latir desenfrenado de su corazón.

Las mejillas de SeokJin se pintaron de un rojo intenso y con lentitud cerro sus ojos al sentir el cálido aliento de Yoongi chocar contra sus labios. El pelinegro se mantuvo atento a las reacciones de SeokJin y cuando estuvo lo suficientemente cerca de los labios del contrario, simplemente soplo con fuerza, soltando una risa después de alejarse por completo, dejando a SeokJin aturdido y, sobre todo, confundido.

—¿Qué...?

Yoongi se encogió de hombros sin decir nada más y entre risas avanzó hacia el cuarto de baño, disfrutando de su pequeña broma mientras SeokJin sentía una extraña sensación en su pecho parecida a la decepción.

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Después del incidente de la mañana, SeokJin se había concentrado en actuar con normalidad, agradeciendo a los organizadores por aquellas actividades que lo habían mantenido entretenido durante todo el día, haciéndole olvidar un poco lo extraño que se había sentido por aquel acercamiento con Yoongi.

Ahora, ambos se encontraban a unos metros de las cabañas, reunidos alrededor de una fogata, donde todas las personas que habían asistido al campamento comían y conversaban sobre las actividades realizadas, interactuando con otros y haciendo nuevos amigos.

Al llegar a la fogata, SeokJin le había dicho a Yoongi que fuera a buscar algunos asientos, mientras él se encargaba de servir algunos platillos. Volviendo a su actitud habitual para evitar que Yoongi sospechara que algo le sucedía.

Yoongi accedió, caminando hasta donde se encontraban algunas sillas vacías, tomando asiento en una y cuidando la que se encontraba a su lado para cuándo SeokJin volviera. Siendo todo en vano cuando Jungkook se dejó caer a su lado con una enorme sonrisa que aún lograba remover algunas mariposas moribundas en su interior.

—Hola Yoon —dijo animado el muchacho—. ¿Qué tal tu día?

Yoongi se mantuvo en silencio por un momento, procesando lo que estaba sucediendo, hasta que después logro articular palabra.

Al otro lado, SeokJin sostenía con apuros dos platos de comida, buscando con la mirada a su mejor amigo para poder ir a sentarse a su lado, sintiendo su corazón oprimirse al ver al pelinegro conversando con Jungkook.

—Puedes sentarte a mi lado —se escuchó una voz no muy lejos de donde se encontraba—. Hay un sitio a mi lado.

SeokJin se giró a mirar al extraño, sonriendo amablemente al bonito rubio de ojitos risueños.

—Gracias —dijo SeokJin en cuanto se sentó a un lado del jovencito, extendiendo el plato que planeaba dar a Yoongi.

—Oh —el muchachito sonrió de nuevo, recibiendo el plato que el castaño le extendía—, gracias. ¿Es tu novio? —preguntó, apuntando con la barbilla a la pareja que SeokJin había estado mirando antes.

—Algo así —murmuro el castaño, haciendo un gesto—. Es complicado, o tal vez no lo sea y yo lo estoy complicando, no lo sé —negó.

—Oh —respondió el rubio sin saber exactamente qué decir—. ¿Qué te parece si ignoramos a tu complicada situación? —sonrió—. ¿Cómo te llamas?

—SeokJin, ¿Y tú?

—Soy Jimin, un gusto —volvió a sonreír el rubio, haciendo a SeokJin sentir una cálida sensación en su pecho, aquel muchachito realmente le había agradado.

—El gusto es mío, Jimin —SeokJin extendió su mano, estrechando amable la pequeña manito del rubio.

Al otro lado de la fogata, un atento Yoongi observaba a su mejor amigo, sintiendo una extraña molestia al verlo conversar tan amistoso con aquel rubiecito.

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—¿Hiciste nuevos amigos hoy? —preguntó como no queriendo el pelinegro, mientras ambos se encontraban recostados en la cama.

—Sí —dijo SeokJin sin mucha emoción—. Y tú, ¿Algún avance con tu chico? —un extraño nudo se formó en la garganta del castaño, esperando con temor la respuesta de Yoongi.

—Se puede decir que si —la voz de Yoongi demostraba un cierto atisbo de emoción—. Él ha venido a buscarme, así que, se puede decir que he avanzado un poco.

—Que bien —dijo a duras penas SeokJin, regañándose mentalmente al mostrar tan poco entusiasmo, cuando había sido él quién en un principio había sugerido todo aquello.

Sin ánimos de seguir hablando, SeokJin se giró, dándole la espalda al pelinegro, siendo sorprendido por los brazos de Yoongi, que se envolvieron a su alrededor.

—Gracias por estar aquí, Jin. Sin ti, no podría estar haciendo nada de esto.

El pecho de SeokJin se agitó ante aquellas palabras y soltó un suspiro, girándose sobre sí para quedar frente al pelinegro y sonreír lo mejor posible.

—No tienes que agradecer nada, Yoon, dije que te ayudaría y es lo que voy a hacer, pase lo que pase.

Lo último descolocó un poco al pelinegro, que sin lograr entender lo que decía el castaño simplemente se acercó al rostro de SeokJin y dejo un beso sobre su frente.

—Te quiero tanto, Jinnie.

Y así, SeokJin sintió las primeras mariposas revolotear traviesas en su estómago, sin lograr entender realmente porque aquellos insectos habían decidido ir a vivir en su estómago.

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Holaaaa mis hermosuras, ¿Cómo se encuentran? Espero que muy bien y que estén pasando una increíble noche a lado de sus familias.

Espero el capítulo les haya gustado y en verdad les agradezco por todo su apoyo.

Ustedes son mi motor y los que me motivan a continuar en esta plataforma, en verdad no saben cuánto los amito, espero podamos seguir compartiendo mucho más el próximo añito y que mi pequeño trabajo les siga gustando.

L@s amito mucho, les mando muchos besitos cariñositos y ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

Con amor ❤️

✿Kim☆Palomita✿