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Habían pasado tan solo algunos días desde que habían vuelto del campamento, cuando tuvieron su primera pelea.
Realmente aquello era algo insignificante, al menos para SeokJin, quién creía que aquel joven no se había acercado a él con otra intención más que la de conversar un rato y recordar viejos tiempos. Sin embargo, para Yoongi la perspectiva era completamente distinta.
Todo había comenzado cuando Yoongi llegaba a aquella plaza donde había quedado de verse con su ahora novio, sorprendiéndose al ver al castaño riendo con un completo desconocido, al menos para él, quién discretamente se acercaba un poco más a su SeokJin, haciendo que los nervios del pelinegro se encresparan al ver al desconocido colocar su brazo sobre el hombro de su pareja.
Movido por los celos y la molestia de ver a SeokJin tan tranquilo con aquel tipo, el pelinegro se encamino hasta la banca, se plantó delante del castaño y sin darle tiempo a reaccionar, tomo el mentón de este y lo elevó un poco, agachándose él para su encuentro y depositar un largo y sonoro beso en aquellos labios que tanto le gustaban.
—¿Llevas mucho esperando? —preguntó después, acomodando los cabellos del castaño que aún seguía procesando lo que había ocurrido.
SeokJin mordió sus labios avergonzado con su acompañante y simplemente negó en respuesta a su pareja.
Después de varios segundos, SeokJin carraspeó un poco ante el tenso silencio, sonriendo levemente antes de hablar.
—Yoon, te presento a Ken, es mi ex compañero de secundaria, se detuvo a saludar cuando me vio aquí esperándote —el tono empleado por el castaño dejaba entrever un poco de reproche, ya que Yoongi se había tardado al menos diez minutos en llegar a su encuentro.
—Que amable de su parte —dijo con una mueca—. Pero ya estoy aquí, así que ya podrá continuar con su camino.
Ken soltó una risa baja, evidentemente ese era el momento de apartarse de aquellos dos o simplemente terminaría metido en un conflicto que no le incumbia.
Se despidió de SeokJin con un pequeño abrazo y una reverencia hacia el furioso novio de su ex compañero de clase, casi queriendo correr por su vida al ver la mirada llena de furia que el chico Yoon le dedicaba.
—¿Qué fue eso? —preguntó SeokJin en cuanto Ken estuvo lo suficientemente lejos de ellos.
—Creo que eso mismo debería preguntarte yo, a ti. —refunfuño el pelinegro.
Un intercambio acalorado de reproches se suscitó después y ambos terminaron tomando rumbos distintos aquel día.
Decir que aquella había sido su peor pelea desde que eran pequeños se quedaba corto, y es que a pesar de los años y el sin fin de desacuerdos que ambos llegaron a tener, siempre se mantuvieron unidos, resolviendo sus desencuentros de manera pacífica, sin embargo, en aquella ocasión las cosas se habían salido de control, con todos sus sentimientos hacia el otro intensificados y el latente temor a perder al otro habían reaccionado de mala manera.
Al día siguiente, tanto SeokJin como Yoongi decidieron que lo mejor era resolver su riña, ya que ninguno de los dos podía permanecer separado del otro por tanto tiempo. Por ello, acordaron encontrarse en su lugar especial, su pequeña casita del árbol.
Yoongi fue el encargado de acomodar todo en su sitio, ya que él era quien vivía frente a la casita del árbol, debido a que SeokJin se había mudado al centro de la ciudad cuando a penas comenzaban la secundaria.
Así que se puso en marcha, limpio la polvorienta casita del árbol, acomodó los cojines donde solía hacerlo cuando pequeños y espero paciente a que el castaño llegará.
Después de un tiempo, los pasos de SeokJin se escucharon bajo la casita, para comenzar a subir las escaleras después. La nostalgia se hizo cargo del castaño, quién recordó todas las aventuras e historias que había inventado junto a su eterno amigo en aquella casita, recordando su primer beso, sus abrazos y mimos y cuan unidos se mantuvieron después de aquello.
Con lentitud, asomó su cabeza dentro de la casita, riendo un poco al ver al pelinegro recostado sobre los cojines con sus ojos cerrados y profundamente dormido.
SeokJin ingreso a la casita del árbol, que gracias a que ellos de pequeños deseaban un amplio sitio, sus padre habían cumplido con aquello, haciendo la casita lo suficientemente grande para que sus cuerpos cupiesen aún de grandes.
El castaño se acercó hasta Yoongi, sentándose a su lado, recargando su espalda contra la pared y sonriendo al ver lo pacífico y hermoso que se miraba su novio. Con su mano, comenzó a cepillar los cabellos del pelinegro, sonriendo para si mismo mientras acariciaba las facciones en el rostro de Yoongi, riendo al ver como este fruncía su nariz ante sus toques.
Después de largos minutos, el pelinegro despertó al fin, tallando sus ojitos con la finalidad de apartar el sueño que aún le quedaba, sonrió al ver a SeokJin a su lado y sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el castaño, lleno de besos su rostro y murmuró un sin fin de perdones, ante su actitud de aquel día.
SeokJin solo atino a acariciar los cabellos del pelinegro, sonriendo de manera reconfortante para después asentir, mientras el también pedía disculpas por su actitud.
Después de haber hablado sobre lo ocurrido y lo mucho que lo sentían, ambos se encontraron conversando sobre sus recuerdos en aquel sitio, riendo ante las memorias de sus ocurrencias y magníficas historias vividas en aquel lugar.
Fue entonces cuando rememoraron aquel momento, cuando ocurrió su primer e inocente beso, dejando a ambos chicos avergonzados y sonrojados al darse cuenta que desde pequeños su destino estaba marcado, sin embargo, habían tardado demasiado en verlo.
Entonces Yoongi sonrió, consciente de lo que estaba por hacer.
—¿Jin?
—Si —respondió el castaño, ajeno a lo que Yoongi estaba haciendo.
—¿Tu sabes que es el amor?
—¿Uh? —aquello descolocó un poco al castaño, quién tardó un poco en entender lo que planeaba hacer el pelinegro—. No lo sé Yoon, pero algún día lo averiguare y te lo contaré —respondió con mucho ánimo, tal como en aquel entonces había hecho en esa misma casita.
—Prometelo.
—Lo prometo —SeokJin levantó su mano, extendiendo el meñique para después entrelazarlo con el del pelinegro.
—Jinnie ¿sabes porque las personas se besan? —pregunto Yoongi, con el semblante serio como en aquellos años inocentes, cuando aún desconocían por completo los sentimientos del amor.
—Supongo que lo hace para demostrarse que se aman, eso dice mami cuando le da besitos a papá —dijo esta vez SeokJin, felicitándose por recordar tan claramente aquel día y poder recrear su conversación.
—¿Jinnie, tu me amas? —preguntó Yoongi, enviando un escalofrío al castaño, quién sonrió ante aquello.
—Claro que si Yoonnie, yo te amo mucho.
—¿Tú me darías un besito para demostrarme que me amas?
SeokJin suspiro, sonriendo bobamente mientras asentía, acercándose al pelinegro para plantar un besito en sus labios.
—Gracias por amarme, Jinnie —dicho aquello Yoongi abrazo el cuerpo del castaño, quién sonreía mientras pequeñas lagrimitas escapaban de sus ojitos al rememorar aquel momento en el que ambos se dieron su primer beso, entre inocentes preguntas y sentimientos tan puros.
୭★୭
Se nos viene el final mis hermosuras, en este capítulo quise mostrarles como aquellos dos experimentaron su primer beso, con una representación hecha por ellos mismos ya de mayores 🤧
Espero el capítulo les haya gustado y gracias por acompañarme a lo largo de esta bonita historia.
Besitos cariñositos 😘💕
✿Kim☆Palomita✿
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