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Finalmente, y de puro milagro, se habían puesto de acuerdo para intentar las únicas dos opciones que se les ocurrían para ayudar a Peter.
«Todo gracias a Liam» Pensó Peter, negando con la cabeza casi al instante. No, no tenía nada que agradecerle a Liam, y no lo haría. El chico solo había convencido a Theo y Chris de no matarse, gran cosa, ni que hubiera salvado al mundo, él o Deaton bien podrían haber detenido a esos dos antes de que se mataran.
— Me arrepiento, desátenme –Decía Peter, luchando contra las sogas que si fuera adulto habría logrado romper fácilmente. Pero como puberto no tenía control de su fuerza.
Liam y Theo le miraban desde una distancia pretende mientras Chris y Theo ponían todo en su lugar para aquel ritual que Chris había ofrecido.
— ¿Por qué tiene que estar atado? –Preguntó Liam, y por un momento a Peter le pareció que sonaba preocupado.
— Porque sino se escaparía –Dijo el Argent con simpleza, y Peter le dedicó una mirada asesina.
— ¿No sería más fácil sedarlo? –Propuso Theo, y ahora Peter le mataba a él con la mirada, pero al quimera no podía importarle menos.
— Peter tiene que estar consciente durante el cambio –Dijo Deaton, quien era el único que hasta ahora mantenía su voz neutral y no dejaba que esta reflejara emociones.— Porque sino-
— Moriría ¿Verdad? –Theo preguntó, y fue obvio que a nadie le agradó la curiosidad con la que lo preguntaba.
— Cierra la boca –Dijo Liam, golpeando a Theo en las costillas y haciéndole doblarse antes de mirar a Peter.— Vas a estar bien, no les prestes atención.
Peter asintió con la cabeza. Puede que tuviera sus dudas sobre la confianza que le tenía a Liam, pero el chico se veía seguro de lo que decía, y quería creerle a quien decía que no iba a pasarle nada en lugar de a Theo, que parecía emocionado por ver si algo malo le ocurría.
Con ese pensamiento, Peter quizás descuidó los latidos de su corazón, puesto que de repente tenía una mano sujetando su muñeca. Miró a Liam, quien le sonreía. Cuando hicieron contacto visual el chico le dio un apretón que, sin llegar a ser doloroso o molesto, fue una forma silenciosa de decirle que estaba allí y que no se iba a mover.
El Bosque estaba realmente tranquilo en ese momento, o quizás el problema era que él estaba acostumbrado a que cosas malas ocurriera cerca del Nemeton. Pero ahora que estaba encima de dicho tocón, sin posibilidades de levantarse por culpa del cazador Argent, llegaba a ser hasta cómodo. Aunque eso probablemente era por los desesperados intentos de su mente por encontrar algo positivo en todo eso.
El Nemeton era un buen lugar para descansar, okey, podía trabajar en una formal de ni ponerse más nervioso con eso.
— Ya está todo en su lugar –Dijo Deaton de repente, arruinando los intentos por no sufrir un ataque de pánico.
Ahí estaba, la sensación de la garganta cerrándose para no dejar que pase el aire. Pero, de repente y sin ningún aviso, un segundo apretón en su muñeca hizo que estas volviera a abrirse y que él tomara una gran bocanada de aire. Su cuerpo relajándose como si allí no hubiera ni estuviera por pasar nada.
— Aléjense un poco –Dijo Chris y, aunque fue en plural, Peter estaba seguro de que le estaba hablando a Liam. El chico era el único que se había quedado a su lado, aún agarrándole el brazo, ya que Theo y Deaton estaban más alejados.
Recibió un último apretón en el brazo antes de que Liam le soltara y se alejara. Ahora quien estaba a su lado era el cazador, pero Argent no tenía una mirada que transmitiera apoyo, más bien se veía como si estuviera experimentado con lo que hacía, y eso daba aún más miedo.
— Ahora sé cómo debió sentirse Scott con el asunto de convertirlo en Berserker –Quiso bromear, pero al único que pareció gustarle el chiste fue a Theo, y Peter no estaba seguro de hasta qué punto aquello era bueno.
Luego de un momento en el que Chris parecía decidirse si hacer aquello o no, Peter cerró los ojos y quiso relajarse lo más posible.
Pudo escuchar a Deaton recitar algunas palabras extrañas en un idioma que Peter ni por asomo conocía, mientras que una extraña pero fuerte sensación de agotamiento comenzó a consumirle. Al no entender lo que decía Deaton y sentir los párpados muy pesados como para abrir los ojos, se concentró en los latidos de la gente a su alrededor, su atención fijándose instantáneamente en uno que por la velocidad de los latidos le transmitía nervios, casi preocupación.
Peter estaba tan concentrado en ello que ni siquiera se dio cuenta cuando se quedó dormido, o más bien se desmayó, en medio de aquel extraño ritual. Pero lo último que escuchó fue alguien diciendo su nombre muy preocupado.
NOTA DE LA AUTORA:
Chicos, no lloren, sigo viva y aún no he ido a la cárcel. Dios, no me alcanzan las palabras para disculparme ¿Cuánto llevo sin actualizar? Menos de un mes, y encima les vengo con esta mierda corta. No me merezco ni el derecho a pedir perdón, pero aún así lo haré, discúlpenme.
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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