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Peter estaba enojado, ni que hablar enojado, estaba furioso. No era justo, al menos para su razonamiento afectado por el rejuvenecimiento, que Liam se hubiera ido justo cuando Theo vino a hablar con ellos. Porque si, Liam se había ido, le había dejado solo con Theo porque, al parecer, aquella muchacha tonta a la que el beta llamaba novia había hecho algo durante la luna llena y ahora Liam tenía que ir a ayudar a solucionar el problema. No era justo, se suponía que luego de la luna llena el chico se pondría a trabajar en cómo regresarle a su entrañable edad adulta, pero no, se había ido con esa muchacha tonta y le había dejado en la veterinaria de Deaton con el chico quimera.

Aquello no era malditamente justo.

De repente, el sonido de un auto aparcando en el estacionamiento de la veterinaria hizo que Peter volviera a la realidad, abandonando los planes que tenía para hacerle la vida imposible a Theo, Deaton y, en cuanto se dignara a regresar, a Liam.

El aroma de la persona que se bajó del auto le hizo temblar de pies a cabeza, era un aroma que ya conocía demasiado bien y que, sin importar la edad, le ponía los pelos de punta. El aroma de un Argent.

¿Derek había llamado a Gerard? No, no quería creer que su sobrino le hubiera vendido de esa manera, además, Gerard Argent odiaba a todas y cada una de las criaturas sobrenaturales existentes, nunca viajaría a Beacon Hills si uno de ellos le llamaba. Eso solo le dejaba con una opción que tampoco era muy agradable.

Golpes suaves pero decididos a la puerta trasera de la veterinaria hicieroon que Theo alzara la vista de su teléfono. El chico había estado distraído jugando con el aparato en lugar de discutir con Deaton acerca de posibles formas de ayudar y Peter agradecía que al menos ahora soltara el bendito celular.

Vio al quimera avanzar hacia la puerta y abrir, consiguiendo ver la cabellera rubia alto grisácea de el Argent en cuestión.

— Chris, pasa por favor –Dijo el Druida, y Theo se hizo a un lado sin decir nada, dejando pasar al hombre.

¿Era aquello un complot? ¿Alguna clase de ataque a traición por parte de el quimera y el Druida? ¿Iban a hacer que Chris le regresara a Eichen House?

Sintió la mano de Theo en su hombro y miró hacia arriba, su cuerpo de puberto tembló de pies a cabeza al ver la sonrisa que le dedicaba el chico. Theo era muy parecido a él, o al menos al verdadero Peter, al adulto, tenía una mentalidad apática y una sonrisa psicópata que esbozaba, la mayoría de las veces, sin quererlo. La mente puberta de Peter le tenía miedo a ese chico.

Dejó de ponerle atención a sus miedos cuando Chris comenzó a hablar con Deaton acerca de lo que había ocurrido. El cazador le miraba cada tanto, como si no creyera que de verdad se trataba de él, quizás porque se veía muy inocente.

Cuando Deaton se marchó en busca de un libro, Theo se acercó al hombre.

— Así que tú eres Chris Argent, el afamado cazador –Fue lo primero que dijo el quimera, atrayendo la atención del hombre.— Pensé que serías joven, me equivoqué.

Peter miró a ambos, la forma en la que se había expresado Theo había dejado en claro que acababa de llamar a Chris viejo.

— Tú debes ser Theo –Dijo el cazador, mirando al chico.— La manada me habló, más bien me advirtió, sobre tí. Por lo que sé, los engañaste y manipulaste, pensé que me hablaban de un adulto, pero no, eres solo un muchacho, que decepción.

El Hale ahora los miraba a ambos con los ojos abiertos como platos en expectancia, si se empezaban a pelear frente él, juraba que iba a ir a por una cámara y grabar todo, luego de lo enviaría a Liam, para que viera las responsables y capaces personas con las que le dejó solo. Eso seguro haría que el chico llorara de culpa y arrepentimiento por irse con su novia y no quedarse con él. Bueno, quizás no tanto, pero soñar no costaba nada.

Deaton volvió justo en el momento en el que parecía que Theo se le iba a lanzar a la yugular a Chris. Peter hizo un mohín, solo hubiera necesitado que el Druida tardara cinco segundos más para tener una excusa para llamar a Liam, y luego reclamarle su incompetencia al dejarle con aquellos idiotas. De Chris y Deaton se lo esperaba, ellos eran de los buenos ¿Pero de Theo? Había tenido más expectativas en el chico. Vaya decepción.

Y lo peor de todo es que ahora tendría que soportar a esos tres hablando sobre posibles formas de volverle a su edad normal, formas de las cuales ninguna sonaría agradable e implicaría algún riesgo mortal, como yodo en Beacon Hills.

~

Liam ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado ir a ayudar a Hayden.

Primero la hermana mayor de su novia había empezado a gritarle, luego su propia novia lo había hecho, y luego ambas le habían empezado a gritar al mismo tiempo y el beta no conseguía entender ni media de lo que ocurría ¿Y todo por qué? Porque Hayden había hecho un agujero con forma de puño en uno de los muros de su casa al descontrolarse y, por alguna razón, eso era culpa de Liam. El chico de verdad quería reírse, si él le gritara a alguien por cada vez que se descontrolaba y rompía algo, se quedaría sin voz, cosa que esperaba les pasara a las hermanas Romero en algún momento porque, sinceramente, no las soportaba.

Que su teléfono comenzara a sonar fue como una señal enviada del cielo. Consiguió excusarse para ir a hablar afuera y, de paso, se despidió diciendo que tenía otras cosas que hacer.

Una vez que estuvo afuera, atendió la llamada.

— Hol-

— Te odio, Liam Eugene Dunbar –Ni siquiera le dio tiempo a saludar.— Más te vale volver ya mismo.

Liam nunca había estado tan feliz de escuchar la voz de Peter. El problema era que detrás del Hale se escuchaban otras voces gritando y teniendo lo que parecía ser una acalorada discusión.

— ¿Qué está pasando? –Le preguntó el aún menor.

— Pasa que me dejaste con un montón de inútiles y se están peleando –Le reclamó Peter.— Aunque Deaton en realidad los quiere calmar, pero ese no es el punto, vuelve ahora mismo.

Liam iba a decir algo más, pero Peter le colgó. El beta suspiró pesadamente mientras asentía con la cabeza para sí mismo, iría a la veterinaria, cualquier cosa con tal de evitar más discusiones estúpidas con Hayden y su hermana.

(...)

— No vamos a llevarlo con a un laboratorio, es absurdo –Había declarado Chris, cruzándose de brazos como si eso diera por finalizada la conversación.

— ¿La ciencia te parece absurda y un ritual raro no? –Preguntó Theo con incredulidad.— ¿Eres tú tonto acaso?

Peter estaba en el medio de aquella discusión, mirando de un lado al otro mientras escuchaba a Deaton decir que debían calmarse y trabajar juntos. Él parecía ser el único escuchando al pobre hombre que ya se veía cansado.

Theo y Chris discutían acerca de por qué sus respectivas ideas eran la correcta cuando la puerta se abrió y Liam entró a la veterinaria con una expresión de cansancio.

— ¿En serio? ¿¡Se están peleando!? –Dijo, sonando realmente molesto.— ¡Que están en el mismo bando, joder, aprendan a comportarse!

Peter no pudo evitar sorprenderse cuando el chico quimera y el cazador finalmente se callaron, el silencio que se formó en el lugar, solo perturbado por la errática respiración de Liam, era por alguna razón como música para sus oídos.

El beta pidió que ambas ideas le fueran explicadas y Chris y Theo le dijeron todo, denigrando un poco la idea del otro cuando les tocaba hablar.

— Probaremos las dos –Sentenció el rubio, mirando a Peter.— ¿Tú estás de acuerdo?

A Peter no le gustaban las ideas para nada, pero, por alguna razón, no pudo evitar asentir con la cabeza a la pregunta de Liam. Era el único que le había pedido opinión sobre el tema.

NOTA DE LA AUTORA:

A la verga que me costó escribir y esto, Dios santo ¡Empecé la escuela, señoras y señores, Adiós a dormir y quedarme despierta hasta tarde.

Perdonen que me tardara tanto, no sé qué me pasa.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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