Tres días pasaron antes de que el hombre al que habían llamado por ayuda llegara. Cuando lo hizo, Liam se sentía eufórico, ver a Derek después de tanto tiempo fue como volver en el tiempo, el Hale se veía igual que cuando se había marchado, la única diferencia era que parecía estarse dejando la barba.

— Creciste –Fue lo primero que le dijo Derek al verle.

Liam se le acercó y le dio un abrazo, en un primer momento Derek se puso tenso para luego palmearle la espalda.

— Me alegra verte –Le dijo el rubio con una amplia sonrisa.

— Oh... son tan tiernos –Se burló el omega a sus espaldas.— Me dan asco.

Liam se volteó a ver a Theo con el ceño fruncido, el quimera había arruinado el momento.

— Theo, él es Derek Hale, el novio de Stiles –Los presentó el beta.— Derek, él es-

— Ya sé quién es él –Le interrumpió el mayor.

Derek entró a la casa de Liam y se puso frente a Theo, dejándole en el suelo de un puñetazo.

— Stiles te manda saludos –Le dijo antes de voltearse a ver a Liam, el cual se había quedado en shock ante aquello.— ¿Para qué me necesitabas, Liam?

— Ve a mi habitación y te lo mostraré.

Cuando Derek fue escaleras arriba, Liam observó a Theo ponerse de pie.

— ¿Estás bien? –Preguntó al ver que le sangraba la nariz.

— Me lo merecía –Dijo el quimera suspirando.

Ambos escucharon la puerta del cuarto de Liam abrirse y cerrarse.

— ¿Vas a decirle tú? –Inquirió el omega.

— Dejaré que Peter se lo diga –Repuso cruzándose de brazos y reclinándose contra la pared.— Démosles unos minutos.

~

Peter casi no podía creerlo, Liam y Theo de verdad habían llamado a Derek, menos podía creer que su sobrino hubiera regresado. Derek le miraba extrañado.

— ¿Eres hermano de Liam? –Le preguntó de repente.

— No –Dijo simplemente.

Pudo ver a su sobrino mover la nariz, le estaba oliendo. Casi se sentía herido porque no le reconociera, a él, que le cambió los pañales y le enseñó a inundar hormigueros.

— ¿Te conozco? –Le preguntó de repente, eso fue el colmo.

— No puedo creer que no me reconozcas –Se quejó, sonando realmente ofendido.— ¡Soy tu tío favorito!

La cara de Derek se puso pálida, Peter sonrió, ahora le reconocía.

— ¿Peter?

— Obviamente soy yo ¿O tienes otros tíos que yo no conozco? –Bufó con hastío.— Creo que juntarte tanto con Scott te volvió tonto.

Derek parecía estar en shock, le miraba de arriba a abajo como si no se creyera que él era real.

— ¿Vas a quedarte mirándome como idiota o me vas a ayudar? Porque, por si no se nota, no tengo mi hermoso cuerpo de 32 años –Se quejó.

Derek fue a abrir la puerta y llamó a Liam. Cuando el chico subió junto con Theo, Derek les miró a ambos, sus brazos cruzados y ceño fruncido indicaba que el buen animo con el que había llegado acababa de desaparecer.

— Quiero una explicación –Les dijo.— Ahora.

Peter vio como Theo y Liam se miraban entre sí, notó que al quimera tenía sangre seca en la nariz ¿Había pasado algo? Se vio tentado a preguntar, pero el momento ya estaba tenso sin que él abriera la boca.

Liam le contó todo a Derek desde el principio, siendo interrumpido por algún que otro comentario de Theo, al cual ambos acabaron callando con miradas enojadas. El omega había acabado sentado junto a él, escuchando todo con una expresión de cansancio.

Cuando Liam acabó con la explicación, Derek se quedó pensando. Peter no necesitaba admitir que estaba asustado, sabía que los demás lo olerían. Pero él mismo no podía creer que estaba asustado, aunque así era, le aterraba la idea de que Derek no le ayudara, de que en lugar de hacerlo se pusiera en su contra y le regresara a Eichen House.

— Vaya que te has metido en problemas –Le reclamó su sobrino a Liam.— Y, como parece ser costumbre, siempre me arrastran a mí.

Vio al beta encogerse de hombros mientras apretaba los labios, tenía la apariencia de alguien a quien estaban regañando, y Derek se veía como un padre regañando a su hijo. En algún otro momento le parecería gracioso, pero ahora se sentía culpable por ver a Liam metido en un problema por su culpa. Sabía que era por culpa de su mente funcionando como la de un niño, pero aún así era impresionante, nunca en su vida había experimentado culpa por algo que le hiciera a alguien que no fuera de su familia, nunca hasta ese momento, en el que se sentía una mierda por ver así a Liam.

— ¿Nos vas a ayudar o no? –Preguntó Theo, interrumpiendo la tensión del momento.— Ya sé que tu tío es una basura de persona, pero si lo dejamos así va a tener que empezar de cero, y yo no veo a Liam criando a un niño.

El omega se ganó la mirada molesta de los presentes, pero pronto Derek se relajó y asintió con la cabeza, volviendo a mirar a Liam.

— Necesitaré revisar algunos libros –Le dijo al rubio.— Van a necesitar prepararse para la luna llena, si Peter se transforma será algo violento.

— La luna llena es en dos días –Le dijo Theo.

— Pues mejor que se pongan manos a la obra –Les dijo Derek.— Yo me iré el viernes por la mañana.

— ¡Te vas un día antes de la luna llena! –Le reclamó Liam.

— No me avisaste que el problema menor que tenías era mi tío rejuvenecido.

— ¿Problema menor? –Peter miró a Liam molesto.— ¿Esto te parece un problema menor?

— No iba a decir que era de vida o muerte –Respondió el rubio con obviedad.

Peter se cruzó de brazos, no sin antes enseñarle el dedo de en medio y murmurar un Te odio. Derek miró a su aniñado tío y luego a Liam, no lograba entender cómo era que el beta seguía ayudando a su tío, si él apenas llevaba minutos allí y ya quería arrojarlo por la ventana. La personalidad de Peter, sumada a la actitud de un preadolescente que tenía por momentos, no eran una buena combinación.

~

Derek se fue, diciendo que iría a poner en orden el Loft para pasar la noche allí y revisar los libros que se había dejado en busca de algo que pudiera servir para ayudar a su tío. Theo también se había marchado, los padres de Liam habían regresado del trabajo y estaban bastante confundidos por la actitud de ambos menores durante la cena.

Liam sabía que Peter estaba molesto, también sabía por qué. Lo que no entendía era por qué hacía tanto escándalo de algo tan pequeño como un simple comentario, para él era un problema menor que Peter fuera un niño, no lo consideraba tan grave como le podía parecer al Hale. Pero tampoco iba a decírselo, porque sabía que eso solo provocaría más problemas. El conflicto ahora era que Peter no le hablaba, no le miraba si no era con repudio, no hacía contacto visual con él. Él tampoco le hablaba, después de tres intentos de entablar una conversación con el aún menor, se había rendido.

Ahora se estaba vistiendo para dormir, ya no podría salvarse mucho más de la escuela, debía ir si o si al día siguiente. También estaba el lado bueno, iría el viernes y luego tendría el fin de semana para descansar. El lado malo, el sábado sería la luna llena y tendría que preocuparse por sí mismo y por Peter.

Su teléfono comenzó a sonar encima de la cama, reconocía el tono por ser el que le había puesto a Hayden. Dudó un poco, pero respondió a su llamada.

La chica solo había llamado para decirle si quería ir al cine el viernes con unas amigas suyas.

— Mis padres me castigaron –Fue la única excusa que se le ocurrió, vio a su madre y a Peter de pie frente a la puerta del cuarto y les miró con súplica.

— ¡Liam Eugene Dunbar, te dije que no podías usar el móvil! –Dijo su madre, fingiendo estar furiosa.

— Debo irme Hayden, te quiero, adiós.

Suspiró aliviado una vez que pudo colgar. Quería a Hayden, era su novia, pero a veces era algo asfixiante, como cuando intentaba hacer que la acompañara con sus amigas al centro comercial y se le colgaba del brazo, jalándole hacia todos lados, como si estuviera exhibiéndole frente a las personas. No era algo que le gustara.

— ¿Era Hayden? ¿Están peleados acaso? –Quiso saber su madre, él negó con la cabeza.— ¿Entonces qué pasó?

— Simplemente no quería ir –Admitió encogiéndose de hombros.

Su madre le contó sobre los planes que tenía para el sábado y luego se fue, Peter seguía frente a la puerta de la habitación.

— ¿Ya te vas a dormir? Yo iba a ver una película.

— ¿Qué película? –Inquirió el Hale, el alivio que inundó a Liam al finalmente escucharle a hablar fue extraño pero inmenso.

— Vanhellsing –Le contó.— Sé que es vieja, pero hace mucho que no la veo.

Hubo un momento de silencio antes de que Peter asintiera con la cabeza, Liam fue a coger su ordenador y lo encendió, buscando luego el DVD de la película y poniéndolo. Puso la laptop a los pies de la cama y se acostó, haciéndole una seña a Peter para que se pusiera en el espacio que le había dejado.

Peter se sentó con las piernas cruzadas a su lado, no parecía tener intensiones de acostarse como estaba él, pero lo dejó pasar porque ya comenzaba la película.

~

Aquél film le trajo nostalgia al Hale, era una de las primeras películas de Hombres lobo que se le había dado por ver. Aunque, en su momento, la había ido a ver al cine con Laura y Derek, puesto que ellos aún no tenían edad para entrar solos al cine.

Cuando la película acabó, la laptop marcó batería baja y comenzó a apagarse, volteó su vista hacia Liam, sorprendiéndose al ver que estaba dormido. Una brisa fría entro por la ventana y él se puso de pie con cuidado para cerrarla, temblando cuando otra brisa chocó directamente contra él. Al bajar el vidrio, este hizo mucho ruido.

— ¿Qué pasa? –Le preguntó la voz adormilada de Liam.— ¿Qué hora es?

— No sé –Admitió.— Pero ya es tarde, ya me voy a dormir.

— Okey –Asintió el rubio, acomodándose en la cama.— Buenas noches, Peter.

El aún menor observó al beta darle la espalda y volver a dormirse en menos de un minuto. Cuando iba a salir recordó que no tenía ropa con la que dormir y que la madre de Liam le había dicho que le dejaría un pijama del rubio en la cama. Fue a la que ahora más que cuarto de huéspedes era su habitación y vio la ropa a los pies de la cama, cerró la puerta mientras comenzaba a vestirse rápidamente.

Se acostó boca arriba en la cama y por unos minutos no hizo más que mirar al techo. Se acercó el cuello de la camiseta de Liam a la nariz y aspiró, soltando un sonido de satisfacción ante el aroma que esta tenía. Se la alejó de la nariz y se quedó con los ojos abiertos como platos el tiempo que le tomó el necesitar parpadear. No podía creerlo, no podía creer que deseara a un mocoso solo por su olor.

Definitivamente debían ser las hormonas y la cercanía de la luna llena afectando a su débil cuerpo de prepuber. Eso debía ser.

NOTA DE LA AUTORA:

Aish... Peter, sigue negando todo lo que quieras, pero eso no hará que lo que dices sea verdad. Tú estás loco por Liam.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.