¿Debe oír a su corazón en detenerla o a su mente en dejar que siga su camino aunque sea lejos suyo?...

——Maldición——gruñó al correr, sería una egoísta, pero no quería perder a la persona que ama, la razón de porqué aún está interesada por seguir con su vida después de tantas decepciones, la mujer que le devolvió la felicidad

¿Era tan mala por querer retenerla sólo para ella?....

Aunque la mujer que la tenía entre sus brazos se adelantó a sus planes, aprovechando que __________ estaba de espaldas para crear un muro escarlata que no le permitiera avanzar más.

——¡__________!——gritó con todas sus fuerzas, golpeando la pantalla escarlata hasta sus nudillos comenzar a sangrar, pero aún así no parecía ser escuchada

Sólo pudiendo ver como la mujer de su vida avanzaba a ese portal, y cada paso que daba calar más en su desesperada alma.

——¿Qué pasa?——preguntó una vez que ya se encontraba del otro lado, volteando y Lena reincorporarse con la esperanza de encontrar su mirada

Pero estos se tiñeron de escarlata, pudiendo verlos aún a la distancia.

——_________, perdóname, no te vayas porfavor ——suplicó, pero la nombrada la ignoró rotundamente

——¡Te amo!——gritó en su último aliento, antes de romper en llanto cuando su querida ni siquiera se inmutó por su confesión

Tomando la mano de la pelirroja y seguir con su camino, siendo lo último que pudo ver antes del portal cerrarse y el muro desaparecer.

Con ella se fue una parte de su corazón del cual ya no quedaba ni un rastro. Volviendo a la mansión con su alma sangrante donde un angustiado Pinkie la recibió.

Maullaba y maullaba buscando a _________ a sus espaldas.

——perdón, no pude traerla de vuelta——solloza al tomarlo entre sus brazos——Es curioso como ya la extraño——susurró lo último al acariciar al gato, quien la acompañaba en su dolor

Había cometido muchos errores en su vida, pero definitivamente el no ver a _________ cuando la tenía consigo era lo peor hasta ahora.

No valorarla ni aceptar ese amor incondicional que ella está a dispuesta a darle siempre que necesite, sin pedir nada a cambio, ni siquiera el corresponderle.

Mientras que ella le pagó hiriendo ese dulce corazón hasta el último momento, no se extrañaría si ahora la odiase. Se lo buscó después de todo, como el que no quisiera volver a su lado cuando se lo pidió.

Ni siquiera la miró antes de irse y no tenía cara para recriminarselo.

"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", una vez más sentía en carne propia ese dicho

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——Despierta, pequeña dormilona——escuchó al abrir los ojos y encontrar la dulce sonrisa de una pelinaranja quien acarició su mejilla——¿Qué pasa, cielo?, ¿Una pesadilla?

Dijo al secar sus lágrimas, las cuales no había notado hasta ahora, al igual que el dolor en su pecho, sentía como si hubiera perdido algo muy importante.

Asintió aún abrumada, para seguirla sin entender nada.

Fue hasta una cocina donde un atrayente aroma hizo rugir su estómago.

——Preparé waffles con chocolate y fresas——sonrió al guiñar su ojo——ve a buscar a tu mamá, iré por a Ava a casa de los Stark

Avisó al ponerse un abrigo rojo de cuero mientras le lanza un beso antes de partir y al no obtener resultado hacer una divertida mueca arrugando su rostro, haciéndola reír.

——Que bien huele——oyó una nueva voz que la hizo sobresaltar, por lo que corrió a esconderse

——¿________?——murmuró——cariño, no es hora de jugar a las escondidas

Dijo para oír unos pasos acercarse, gritando al acurrucarse en sus rodillas.

——Tranquila cariño, soy mamá——la calmó al levantarla, secando sus lágrimas con total cariño, al igual que la mujer de antes

Mamá, que bien sonaba, era cálido, al igual que los brazos que la cobijan.

Estaba en familia, su familia, no debía temer, no estaba sola, ¿Pero por qué aún sentía un vacío tan grande?

Su madre la cargó hasta el comedor donde se sirvieron el desayuno, estaba delicioso, por lo que prácticamente devoró todo de un bocado.

——Tienes la cara hecha un desastre——rió si madre al limpiarla——Ve a lavarte los dientes, hoy te enseñaré   defensa personal

——¡¿Me enseñarás a pelear?!——pregunta entusiasmada para la mayor asentir

——Pero no le digas a mamá——dijo para la niña reír en complicidad

——Por la garrita——murmuró _________ con una gran sonrisa al extender su meñique, entrelazandolo con el de su madre, notando como su mano era tan pequeña junto a la suya

Tras sellar su promesa metafórica, la niña corrió a arreglarse para salir, chocando de camino con un peluche de gato que provocó lágrimas en sus ojos.

——¿Qué ocurre, cielo?——preguntó Natasha preocupada al llegar

——No sé——susurró __________ al romper en llanto mientras abrazaba al peluche, mientras su madre la calmó cantándole en ruso, en lo que se dedica a peinarla y cambiarla, enseñándole un conjunto de buzo azul

——Elegí tu color preferido——dijo para robarle una sonrisa——Vamos antes que Wanda pueda sospechar

Tomándole la mano para la niña seguirla, sin soltar a su peluche, partiendo hasta llegar a una torre, donde un hombre las recibió con una sonrisa, como la de su madre al verlo.

——Está más alta, señorita ________——dijo al agacharse a su altura, desordenado sus cabellos

——Sip, estoy grande por lo que mamá me entrenará par ser tan fuerte como ella——contó para el rubio mirar a la pelirroja quien alzó las cejas con soberbia

——Supongo que Wanda no lo sabe—rió——y alguien tendrá problemas si se entera

——Nada que no se pueda arreglar con mis encantos——dijo entre suficiencia y picardía para al rubio negar riendo

——¿Por qué estás rojo?——preguntó inocente para su madre reírse de él por no saber cómo responder

——Ven con el tío Steve——dijo al apretarla de las mejillas antes de alzarla sobre sus hombros y llevarla hasta la sala de entrenamiento

Era gigante y tenía cada máquina de ejercicio, pesas, su propia armería, y hasta un ring.

——Bajame, bajame——pidió para echarse a correr hacia las pistolas viéndolas maravillada———Mami, ¿Puedo tener una?

——En unos años más tal vez——dijo la pelirroja al extenderle una cuando hizo un puchero, y pesar tanto que no pudo levantarla——primero debes aprender a usar el arma más poderosa

——¡¿Y esa cuál es?!

——Tú, cariño, debes aprender a manejar tu propio cuerpo, tu fuerza y agilidad

——¡Si!——chilló la niña, sin saber en lo que se estaba involucrando

Cayendo rendida a la décima lagartija tras haber dado vueltas a la torre corriendo.

——Me duele la panza——chilló la niña

——El dolor te hace más fuerte, cielo, debes terminar tu calentamiento para que te enseñe patadas

——¿No crees que es exagerado para una niña de cinco?

——Es mi hija, puede hacerlo——aseguró,  sonriendo al ver a su niña ahora seguir con más fuerza y precisión

Pasando horas entrenando con su mamá hasta jurar que cada hueso de su cuerpo le dolía.

——¿Quieres ir por un helado?——preguntó para la niña levantarse de un salto

——¡Sí!

——¿Helado para el almuerzo?, enserió quieres que te maten en casa

——¿Y a ti quien te pregunto, anciano amargado?——dijo provocando la risa de la niña

——Eres un viejito, tío Steve

——Tu mami Wanda es un mejor ejemplo a seguir

Dijo para despedirse y su madre llevarla al centro comercial por el preciado dulce premio a su esfuerzo.

Dejándola asegurando una mesa mientras iba por helado, aunque se angustió al tiempo pasar y su mamá no regresar. Sintiendo ese desconocido vacío en su interior con más fuerza como terror, levantándose llorando para ir a buscarla cuando esta entró antes que pudiera hacerlo

——Mamá——solloza al abrazarse a sus piernas mientras Natasha acaricia sus cabellos

——Lamento tardar, cielo, pero debía ir por tu recompensa, hoy hiciste un gran trabajo——aseguró al extenderle una caja

Para al abrirla encontrar un pequeño gato, igual a su peluche.

——Gracias——dijo entre sollozos al tomar al pequeño gatito, abrazándolo

——¿Cómo lo llamarás?

——Pinkie——respondió enseguida al sonreir por el minino maullar en respuesta——¡¿Lo viste?!, le gusta su nombre

——Así es, cariño

Así volvieron a casa donde una seria Wanda las recibió en la puerta.

——¿Ustedes dónde estaban?, no me avisaste, Nat——regañó a su madre quien sonrió nerviosa

——Pasamos al cine, ¿Cierto, cariño?——preguntó para su hija respaldarla al asentir

——Mira que me regaló mamá Nat, mami——dijo la niña sonriendo de oreja a oreja al enseñarle a su gatito quien dormitaba en sus brazos

——¿Por qué le regalaron un gato?, ni siquiera te va bien en la escuela——interrumpió su hermana al aparecer  enfurecida al verla——eres una tonta

Donde sus madres la iban a regalar cuando __________ se adelantó al extender su pierna tras voltear su cadera, tal como Natasha le enseñó, pateando la cara de su hermana quien rompió en llanto.

——¡__________!——chilló la pelirroja espantada al interponerse entre ambas

—–Natasha——gruñó su madre al sus ojos tornarse de un chispeante escarlata——¿Tú le enseñaste?

——Ve a cuarto, cariño, yo me encargo——susurró al palmear su espalda para que obedeciera——Y piensa en lo mal que hiciste——alzó la voz al ver hacia la pelinaranja quien estaba cruzada de brazos

Desviando su camino a la habitación para disculparse con su hermana y el camino de vuelta ver como su mamá ya estaba riendo junto a Natasha quien besaba cada parte de su rostro en pedirle disculpas.

Sonriendo de forma inevitable, cuando sea grande quería tener un amor así de lindo como el de sus mamis, al igual que un cuento de hadas. Imaginó con anhelo, pero esa punzada atacó nuevamente su corazón al hacerlo.

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Los años pasaron y ____________ siguió entrenando con Natasha mientras que Wanda le enseñó a controlar sus poderes los cuales no tenía permiso de usar ya que podía ser peligroso. Sus madres siempre la cuidaron, dándole tanto amor que cualquier hijo envidiaría, un cariño incondicional como infinito, pero aún así ese vacío siguió en su corazón y con el cual tuvo que aprender a lidiar, al igual que con su hermana.

Eran iguales de pies a cabeza, en cada facción de su rostro y detalle de su cuerpo, pero sus personalidades eran tan opuestas que era imposible que no chocasen, aún más su hermana parece odiarla. Sin saber aún el porqué si ella no era nadie a su lado, Ava era perfecta en cada aspecto de la palabra, era esbelta, tenía unos modales impecables, las mejores notas y desarrollo académico como extracurriculares en sus proyectos de tecnología biomolecular que la llenan de premios, como de sus competencias de violín y ballet, el cual su madre le enseñó a ambas, pero  su hermana fue la que siempre destacó. Eso sin contar que era una líder natural y popular no sólo con compañeros, ya que a cada lugar que iba era quien destacaba.

Muy por el contrario de ella, quien ha cursado a penas cada año con las notas al límite de bajas, no tenía mayores amistades y realmente no parecía ser buena en nada, más que en los deportes, aunque estaba segura que si Ava se interesa por estos le ganaría en cada uno de ellos. Incluso si había tenido novias tan sólo se le habían cercado por ser igual a su hermana, siendo un premio de consuelo ante esta ser heterosexual.

Se sentía desvalida, pero sus mamás siempre se encargaban de decirle en la gran mujer que se estaba convirtiendo, aunque comenzaba a sospechar que sólo lo decían por cariño. 

El amor ciega, por eso nunca se va a enamorar, es un promesa que se hizo desde pequeña cuando ese desconocido dolor comenzó a crecer con ella.

Suspiró al jugar con las hojas de su libro las cuales cambiaba sin tocarlos ante la energía verde que brota de sus manos hacerlo por ella.

——__________——oyó la voz de Wanda para sobresaltarse y su energía hacerlo con ella en mandar a volar todos los objetos de la habitación, los cuales fueron detenidos y ordenados por una broma escarlata

——¿Qué es lo que hablamos todo el tiempo, cariño?

——No usar mis poderes porque es peligroso——repitió como siempre hacía, para su madre sonreír al besar su frente

——Si quieres te ayudo a estudiar

——No te ofendas ma, pero mamá Nat lo hace mejor——rió al ver el puchero que hizo su madre

——Fingire que no oí tu insolencia, cariño——Dijo al cruzarse de brazos——Igual tendrás que esperar a que tu mamá preferida vuelva de su misión

——No dije eso, ma

——¡Wanda, dos viejos raritos te buscan!——Interrumpió el grito de Ava desde el piso de abajo

——Hablando de insolencias——rió al bajar con su hija

Viendo al par de hombres mencionados.

——Soy Strange el hechicero supremo y el Wong——dice al señalarlo, alzando ambos las manos ante los ojos de Wanda tornarse de escarlata  como la energía que brotaba de su cuerpo

——¿Qué quieren?

——Necesitamos la ayuda de los Vengadores, hay un enemigo que amenaza con acabar con este y otros universos——dijo al ir directamente al grano, con miedo de perder su cabeza

——Hace mucho que se disolvió, ya no me dedico a eso, busquen a alguien más

——Esto es grave, la criatura a quien nos enfrentamos tiene el poder de las gemas del infinito, la fuerza de acabar con todo lo que conocemos y lo que no——dijo al ver a las gemelas——necesitamos toda la ayuda posible, su esposa sin dudas accedería y sus hijas...

——Mis hijas no tienen nada que ver con esto, ellas son normales y han tenido esa vida, no las involucren en esto——gruñó para el hombre asentir

——Entonces hazlo por ellas, crearles un mundo en el que tengan la paz de vivir libremente

Dijo para su madre suspirar al verlas, accediendo sin más. Y tal cual hizo Natasha al volver para juntas irse a Wakanda donde sería la contienda de lucha.

Todo en su vida cambió desde ese día, Ava desapareció y con sus madres se culpaba entre sí por no haber podido detener al Titan que acabó con la mitad del universo.

Pasando cinco crudos años en que volviera la esperanza de reunir las gemas, donde sus madres nuevamente no la dejaron acompañarlas en la misión que arrebató a una de las personas más importantes en su vida.

Natasha Romanoff, su amada madre quien le enseñó todo y tanto consintió, quien se sacrificó por el mundo.

Mientras que Wanda no volvió a ser la misma después de su pérdida y lo que sumado a la mala relación con Ava, la dejó prácticamente sola con su dolor.

Para pasar el tiempo en descubrir la forma de traerla de vuelta, y ella con Ava eran la clave para hacerlo según la Maximoff.

Cargando su alma de esperanzas, hasta que su hermana desapareció sin dejar rastro ni mucho menos una explicación de su partida.

—Lo resolveremos y traeremos a ambas de vuelta, cariño, te lo juro—aseguró su madre al tomar sus manos entre las suyas—Volveremos a ser una familia...

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Los insistentes maullidos despertaron a una azabache quien recién notaba el dolor de su cuerpo al quedarse dormida en la mesa mientras chocaba con las botellas vacías de vino al levantarse.

——No grites, pequeña rata——gruñó al frotar su cabeza, la cual parecía que se iba a partir en dos

Siguiendo al minino quien la llevó hasta la cocina para que le sirviera su desayuno, notando en el reloj de la pared que ya pasaban las dieciséis horas.

Maldición, nuevamente se había quedado dormido, así nunca terminaría  de trabajar con Hope.

Sintió algo cálido frotarse en sus piernas con un satisfecho Pinkie ahora buscar caricias por lo que tuvo que tomarlo en brazos.

——Tú madre te malcrió——brama al acariciarlo y escuchar el instantáneo ronroneo en respuesta——Aunque debo admitir que no eres tan feo después de todo——confesó antes de reír

——¿Por qué te estoy hablando?, estoy igual que _________——dijo para tan solo su mencionar traspasar su corazón de una punzada por el recuerdo

Buscando la bebida la cual se había convertido en su mejor aliada para olvidar su agonía, aunque fuera por un instante que la chica de cabello azul y hermosa sonrisa saliera de su cabeza.

Aunque al abrir el refrigerador por una cerveza en este pudo ver el pocillo que había dejado descongelando, era el último platillo que ____________ había dejado.

Calentandolo para servirselo con la mesa arreglada tal como la menor la hacía con un mantel y flores de adorno a juego con este.

Poniendo de fondo esa música estrafalaria que tanto gozaba de bailar y cantar cuando creía que no la veía, para al darse cuenta igualmente seguir haciéndolo, solo parando cuando la regañaba al meter demasiado ruido. Pero ahora era de las cosas que más extrañaba.

Suspiró al llevarse un preciado bocado hasta sus labios y sus lágrimas caer ante el inigualable sabor inundarla, donde ni los mejores restaurantes italianos podrían asemejar a la perfección de esta lasaña.

Era clásica y sin extravagancias, pero su sabor era único, llenando de calidez tu alma. Tal vez era con el cariño que se la preparaba.

¿También le cocinará a esa mujer?...

¿Le sonreirá tan dulce como a ella?...

No pudo seguir comiendo, su estómago se revolvió junto a su pecho.

Bebiendo todo lo que encontró con tal de olvidarse de ese amargo sentimiento de carencia en el que su amor se había ido.

Ya han pasado semanas de agonía,para en cada día que pasaba perder más la esperanza de volver a verla.

¿Sería que algún día volverá?...

Dos años después...