Respuestas
Cuando Kohaku cayó desmayada, Ark, o mejor dicho Senku, la tomó en sus brazos de inmediato, dejándola caer sobre él con su barbilla apoyada en su hombro.
El casco del Gran Saiyaman cayó al piso de inmediato debido a que Senku lo soltó para tomar a Kohaku en brazos, rebotando por las escaleras. La rosa blanca se deslizó fuera de la mano de Kohaku hasta el piso y rodó hasta acabar a mitad de las escaleras, reposando junto al casco.
—Oh, cielos... —Gen se ocultó detrás de su micrófono—. Ya lo sabe...
—Ya lo sabe... —murmuró Yuzuriha en el público.
—Ya lo sabe... —Ukyo, en su casa, también dijo eso, ganándose una mirada sorprendida de su esposa.
—¡¿Tú lo sabías?!
—Me di cuenta de que la voz de Ark era la suya distorsionada —admitió, con una risa nerviosa—. Aunque eso no es todo. En realidad...
—¡No puede ser! —El grito de Titan llamó la atención de todos—. ¡¿Senku?! ¡No me digas que tú eres Ark!
—Diez billones de puntos para ti por señalar lo obvio, Titan —murmuró Senku con sequedad, luchando por cargar a Kohaku estilo novia y luchando todavía más para bajar por las escaleras.
—Maldición, lo sabía. —Hiroshi cruzó los brazos sobre su pecho—. Por algo estabas tan paranoico de nunca quitarte el casco ni siquiera frente a nosotros en el campamento.
—Sí, sí, otros diez billones de puntos para otro capitán obvio —habló Senku con dificultad, crujiendo los dientes mientras bajaba por las escaleras con Kohaku a cuestas.
—No... puede... ser... —Luna miró a la pantalla con la mandíbula por el piso—. ¡¿Cómo es posible que sea tan encantador como Senku y tan insoportable como Ark?!
—Para ser justos, tú eres la única persona que conozco que define a Senku como encantador —murmuró Sai, aunque también estaba sorprendido.
—Wow. —La hija del matrimonio con cinco hijos fue la primera en salir del shock en el que estaba su familia—. No puede ser, esa teoría loca de los foros SenHaku tenía razón. ¡Él es uno de los galanes!
—¿Tú andas en foros que emparejan a los salvadores del mundo? —preguntó su hermano adolescente, el callado, sin poder creerlo.
—¡Sí, pero eso no es lo más loco! ¡Lo más loco es que tuvieron razón!
Finalmente, Senku terminó de bajar las escaleras con Kohaku desmayada, y abajo ya lo esperaban los otros galanes, todos menos Sebastian que seguía en lo alto de su podio.
Senku miró con fastidio a Sebastian, antes de rodar los ojos.
—Ya puedes bajar de ahí, el show se acabó —le dijo al primer galán, que empezó a bajar las escaleras a paso lento.
—Bueno, sí tuve razón en que tú eras Senku... —murmuró Hiroshi, acercándose al podio de Sebastian— supongo que también tengo razón en que tú no eres quién pareces ser. —Una vez Sebastian llegó al final de las escaleras, Hiroshi le quitó el sombrero y luego le quitó la máscara de pájaro.
Todo el mundo jadeo al ver el rostro de Sebastian, o la falta de rostro, más bien.
—¿Es en serio, Senku? —En ese momento, Xeno se coló al escenario—. ¿Utilizas la inteligencia artificial de Whyman para este propósito? No es lo que tenía en mente cuando sugeriste la idea de darle un robot humanoide para controlar. —Lo miró con reproche.
Y es que la capsula de Whyman estaba dentro de una carcasa vacía de una especie de robot hueco, un muñeco metálico formado por tiras de metal que dejaban ver dentro al parasito mecánico conectado a varios cables extraños.
—¡No puede ser! ¡¿Sebastian también?! —Luna se desmayó.
—¿También sabías eso? —preguntó la señora Saionji a su esposo.
—Sí. —Ukyo sonrió un poco culpable de haber guardado el secreto hasta el final—. La voz de Ark es la de Senku modificada y con un tinte más agudo. La voz de Sebastian es la de Senku modificada y con un tinte mucho más grave.
—Oh, vamos, a él le parece divertido. —Senku sonrió descaradamente mientras dejaba Kohaku recostada en el sillón rojo en forma de corazón, que fue traído por unos asistentes.
—Esta experiencia me ayudó a entender mucho sobre las relaciones humanas —dijo Whyman, todavía con la voz de Sebastian, hasta que Gen le dijo que ya no era necesario que hiciera esa voz, por lo que volvió a su voz aguda que había inventado por sí mismo y era su favorita para hablar—. Creo que comienzo a entender por qué prefieren reproducirse en vez de...
—Eh, ya te dije que no hables de eso frente a mucha gente —Senku lo interrumpió apresuradamente.
—Es impresionante que tenga tanto control sobre el endoesqueleto que construiste para él, veo que avanzaste mucho por tu cuenta —murmuró Xeno, quitándole el traje de doctor de la peste a Whyman disfrazado de Sebastian, dejando ver que el cuerpo era una especie de maniquí flexible que parecía tener un esqueleto de metal dentro.
—Me retrasé en otros proyectos para seguir mejorando el endoesqueleto —murmuró con cansancio Senku—. Ahora tiene una movilidad idéntica a la de un ser humano. Aunque no puede hacer cosas demasiado complicadas como escribir. Solo dibuja garabatos.
—Me costó mucho incluso aprender a sostener una pluma —admitió Whyman, aunque sonaba como si eso le hubiera parecido muy entretenido.
—¡JA, JA! ¡Sabía que eras tú, bastardo! —Ryusui también se coló al escenario, solo porque le dio la gana—. Bueno, no sabía lo de Ark, pero con Sebastian me di cuenta. Con él ni te molestabas en ocultar lo mucho que te fastidia ser parte del circo de Gen. —Soltó una gran risotada.
—Por favor, no me lo recuerdes. —Gen frotó sus sienes con cansancio—. Estuve semanas ayudándolo a intentar no ser tan obvio... Aunque Yuzuriha-chan me ayudó mucho, sobre todo con el personaje de Ark.
Finalmente, el público comenzó a salir del shock y empezó a murmurar a montones, sin poder creer lo que estaba pasando.
¿Acaso... Sebastian y Ark eran Senku? ¡¿Senku, Sebastian y Ark eran la misma persona?!
Las porristas de Ark estaban confundidas, al igual que los fans de Sebastian y los fans de Senku.
¡¿Cómo podía alguien tan querido por el público como el primer galán ser también el galán más detestado de todos?!
—N-no sé si estoy entendiendo, disculpen... —Daisuke alzó la voz tímidamente, también alzando una mano, como si estuviera en la escuela—. ¿Q-quieren decir que no solo Sebastian-san y Ark-san son el mismo, sino que los dos son Ishigami-sama?
—Diez billones al tercer capitán obvio e idiota número dos —murmuró Senku, rascando su oído con el meñique, indiferente.
—Pe-pero... ¿por qué? —Titan lo miró con la boca abierta—. ¡Sí Kohaku ya estaba enamorada de ti! Senku, nunca, jamás en mi vida pensé que te iba a preguntar esto, pero... ¿eres idiota?
—No tengo que darte explicaciones —masculló Senku por lo bajo, apartando la mirada, comenzando a desatar la coleta que tenía atrapado a su rebelde cabello.
—De hecho, es una buena pregunta. —Incluso Ryusui lo miró con curiosidad—. ¿Por qué hiciste todo esto? Todos sabíamos que ella te amaba, y los que no lo sabían se les quitó la duda con este programa, literalmente te describió como diez veces.
—En serio, no es asunto de ninguno de ustedes. —Volvió a rascar su oído con el meñique, fastidiado.
—Oh, Senku-chan~. —Gen se metió a la conversación con una sonrisa maliciosa—. ¿Qué no recuerdas nuestro trato? ¿No recuerdas lo que acordamos a cambio de darte mi ayuda?~
Senku lo miró con el rostro en blanco por un momento, antes de quitarse el micrófono del programa y empezar a maldecir en voz baja, por lo que solo fue escuchado por los que estaban en el escenario, y, por la boca desencajada de Daisuke, se notaba que no dijo solo "recorcholis".
—Bien. —Suspiró—. Hace dos meses... —Se interrumpió de pronto cuando Kohaku se despertó sobresaltada en el sofá, mirando a todas partes con ojos desorbitados.
El público volvió a quedar en completo silencio, expectantes.
Kohaku se puso de pie y se sujetó la cabeza, antes de mirar directamente a Senku.
Luego, su mirada se dirigió a Sebastian y su boca cayó al ver que era un maldito robot con Whyman en su centro.
—¿Q-qué?... ¿Sebastian? —Pareció a punto de volver a desmayarse, por lo que Senku se acercó por las dudas de que tuviera que volver a sujetarla—. No me digas que siempre fue un maldito robot...
—Eh, claro que no, si me viste quitarme la máscara —murmuró Senku con incredulidad, aunque se calló de inmediato cuando ella le dedicó una mirada asesina—. Q-quiero decir... Yo soy... Sebastian también. Y cuando tuve que estar con Ark en el mismo sitio al mismo tiempo usaba a Whyman y...
—Siempre fuiste tú —Kohaku lo interrumpió, mirándolo horrorizada—. ¡Todo este tiempo fuiste tú! —Lo empujó para quitarlo de su camino, casi arrojándolo al piso, y salió corriendo fuera del escenario.
—¡Maldición, Kohaku, espera! —Se puso de pie rápidamente y fue tras ella.
—Pobre, jamás la va a alcanzar —murmuró Titan, sin realmente compadecerse de Senku—. ¡Pero oigan! ¿Hay algún otro Senku aquí que deba saber? Si alguien más es un robot o algo así creo que tengo derecho a saberlo.
—No seas ridículo, ya nos viste las caras a mí y a Daisuke durante el campamento. —Hiroshi miró a Titan como si fuera un completo idiota.
—Ah, sí, claro. —Rio tontamente, frotando su nuca.
—Bueno, supongo que ya no tiene caso ocultar las identidades. —Hiroshi se quitó la máscara de león y reveló su rostro ante las cámaras.
—¡Oh, vaya! —Luna, ya recuperada del desmayo, miró a la televisión con ojos brillantes—. ¡Es muy guapo!
—¿Por qué siento que lo conozco de algún lado? —se preguntó la señora Saionji y Ukyo aseguró que también se le hacía conocido.
Hiroshi era un chico de cabello castaño claro despuntado y ojos marrones, con la barbilla afilada y el rostro bastante cincelado.
—Por cierto, mi nombre real es Hoshieda Yoshio —aseguró Hiroshi, o Yoshio, más bien—. Eh, mi mamá salió varias veces en el programa también. La doctora Hoshieda Atsumi.
—¡Su mamá es doctora! ¡Seríamos la pareja perfecta! —Luna lo miró llena de ilusión.
—También, Senku-san es mi jefe en el laboratorio —murmuró Yoshio, rodando los ojos—. Ahora entiendo por qué me daba tanto trabajo estas últimas semanas. Si no me gustara tanto mi trabajo lo demandaría por explotación laboral.
—Bueno, ya sabemos las identidades de todos. ¿Qué hay de ti, enano? —Titan miró curioso a Daisuke, que se sonrojó un poco.
—P-preferiría no mostrar mi cara ni decir mi nombre completo, pero yo sí me llamó Daisuke. No vi ninguna razón para no dar mi nombre real el primer día...
—Yo solo no dije el mío porque la idea de no decirlo me pareció divertida —confesó Yoshio con una risa—. Y pensé que todos iban a dar nombres falsos.
—Yo creí que tendría más posibilidades como otra persona antes que como yo mismo —admitió Titan con una risa nerviosa—. Ella nunca me prestó tanta atención como Titan, pero todo fue en vano. ¡Estábamos compitiendo con la persona que ama desde hace años! ¡Eso no puede ser justo!
—Y tú lo permitiste. —Yoshio miró reprobatoriamente a Gen, que rio con nerviosismo—. ¿Por qué?
—Esa, Yoshio-chan, es una pregunta muy interesante~. —Asintió solemnemente—. ¡Y es una pregunta que dejaremos para mañana! ¡Entrevistas exclusivas, respuestas, aclaraciones y todo lo que no te quieres perder respecto al misterio de Ishigami Senku y sus dos galanes interpretados!~ ¡No te lo pierdas!
Todo el público gritó indignado, sobre todo porque aún faltaban veinte minutos para que terminara el programa, pero ante el aviso de Gen la producción empezó a pasar clips de episodios pasados, específicamente, de momentos en los que aparecieron Sebastian y Ark.
Todos los televidentes se inclinaron con interés en sus asientos. Los clips eran de algunos momentos entre el primer y el quinto galán con Kohaku, y muchos empezaron a notar que, de hecho, ellos dos muchas veces hablaron como si conocieran bien a Kohaku.
—¡No puede ser, debí darme cuenta! —exclamó la señora Saionji, antes de mirar fijamente a su marido—. Qué bien que no me dijiste, sabes que odio los spoilers. Me gusta sorprenderme.
—Sí, aunque fue difícil. También pensé en hablar con Senku y preguntarle por qué hacía esto, pero preferí no meterme y ver cómo iban las cosas. La verdad, pensé que él iba a actuar antes del final del programa... Me preguntó qué estará haciendo ahora.
Senku, ahora mismo, estaba intentando averiguar a dónde demonios había ido Kohaku.
Ella era tan rápida que salió del set de grabación en un instante, y él la perdió por completo de vista.
Intentó llamarla, pero fue en vano.
Sin más opciones, fue a buscarla a su casa, esperando que estuviera allí.
Suspiró aliviado al ver su motocicleta estacionada, pero, cuando fue a tocar su puerta, por supuesto que ella no le abrió.
Necesitaba aclararle todo, así que buscó en su auto su caja de herramientas, forzó la cerradura de su puerta y entró sin más.
Ella estaba en su sofá y lo miró con fastidio y resignación al verlo dentro.
—Debí saber que eso no te detendría —Se puso de pie y Senku se alivió de ver que al menos estaba hablándole, pero entonces ella sacó su katana—, pero hay muchas formas de detenerte. —Él palideció y retrocedió hasta chocar con la puerta—. Tanto como Senku —Empezó a caminar lentamente hacia él—, como Sebastian y como Ark, tenían algo en común... —Se acercó hasta pegar su pecho contra el suyo— eres débil. —Le colocó la Katana contra el cuello, haciéndolo tragar saliva pesadamente—. Así que dime ahora mismo una buena razón para no matarte, Senku.
—Te amo... —Apenas dijo eso, ella retrocedió como si la hubiera golpeado con una fuerza demoledora.
—¡Mientes! —Volvió a apuntar a su cuello, esta vez manteniendo distancia, como si él tuviera un arma mortal para contrarrestarla—. ¡Si me amaras, no habrías jugado conmigo de esta manera! —le gritó, con las lágrimas comenzando a inundar sus ojos.
—Escucha, ahora lo digo fácilmente, pero antes no era así. —Ya que la katana estaba dándole un poco de espacio, él avanzó un paso y Kohaku retrocedió, dándole libertad para dar otro paso—. Intente decírtelo muchas veces, pero... No era fácil. Sabes que odio este tipo de mierdas, maldición. —Se pasó las manos por el rostro, totalmente hastiado—. Mira, si dejas tus intenciones de asesinarme, te lo contaré todo. Hay una explicación para lo que pasó y quizás eso no me justifique, pero al menos dame la oportunidad de explicártelo. —La miró suplicante.
Kohaku lo miró a los ojos, intentando buscar la respuesta a sí era sincero o no. Sin embargo, mirarlo a los ojos la hacía sentir demasiado indefensa ante él, por lo que bajó la katana y rápidamente le dio la espalda.
—Muy bien. Habla —dijo, sin mirarlo—, pero no te prometo que luego no te mataré.
Senku volvió a suspirar con alivio y, luego de dudar un momento por dónde empezar, finalmente comenzó a hablar.
.
—¿Esperas a alguien?
Esa pregunta tomó por sorpresa a Senku, aunque quizás no debería, ya que últimamente Whyman le hacía muchas preguntas de la nada. Estaba aprendiendo muy rápido cómo funcionaba la mente humana, aunque todavía le quedaba un largo camino por recorrer.
—No —contestó él con tranquilidad, aunque eso era una total mentira.
Sabía que Kohaku llegaría pronto, y por eso tenía que apresurarse en reparar la fuente de poder para cargar la batería de la consola de videojuegos que pensaba regalarle. Hoy era su cumpleaños y siempre le gustaba hacer algo para ella, aunque ella no necesitaba saber que lo hacía exclusivamente para regalárselo.
Las cosas se habían puesto algo raras entre ellos desde que se besaron estando borrachos, no podía dejar que se pusieran más raras. No ahora. Estaba demasiado ocupado.
—Ya me han fastidiado bastante hoy, pareciera que ven mi laboratorio como parque de recreación para sus malditos picnics —siguió hablando, rascando su oído con fastidio, pensando en las muchas interrupciones de Gen, Ryusui y varios de sus amigos en intentar arrastrarlo a la fiesta de Kohaku—. No entiendo por qué insisten en molestarme cuando saben lo ocupado que estoy. La máquina del tiempo no se hará sola, si me siguen distrayendo se tardará unos cincuenta años. —Rio entre dientes.
De verdad eran una molestia, Kohaku siempre iba a pasar tiempo con él luego de sus fiestas, y prefería estar a solas con ella antes que estar rodeados de las miradas indiscretas de esa bola de entrometidos que tenía por amigos.
—¿No disfrutas estar con los de tu propia especie? —preguntó Whyma, lleno de curiosidad.
—A veces, pero prefiero dedicarme a la ciencia, y es algo que todos saben. —Miró a su proyecto con ojos brillantes, pensando que, por más que se quejara, igual valoraba que sus amigos no se olvidaran de él por más ocupado que estuviera—. No quiero perder el tiempo con cosas innecesarias. Aunque mis amigos saben eso. —Volvió a reír, con su mirada ablandándose, sabiendo que muchos podrían considerarlo un bastardo insensible por no ir a las fiestas, pero ellos lo comprendían—. Supongo que debo agradecerles el darme mi espacio. Aunque muchas veces, como hoy, no lo hacen.
—Creo que lo entiendo —dijo Whyman luego de una breve pausa—. Por cierto, mi pregunta fue provocada por la llegada de otro humano al edificio.
—¿Eh? —Senku bajó la cabeza hacia su cintura, viendo con curiosidad al parasito mecánico amarrado allí—. ¿Sabes quién era? —Ya era tarde y muchos debían seguir en la fiesta de Kohaku.
—Por su estructura ósea, debía tratarse de la hembra humana denominada Kohaku.
Senku detuvo por completo lo que estaba haciendo, volteando hacia la puerta, notando que estaba entreabierta.
Palideció.
—¿Crees... que ella haya escuchado lo que acabo de decir? —preguntó, saliendo de su laboratorio personal para mirar alrededor del edificio.
—No estoy seguro del alcance del sentido de la audición humana, pero sí sé que ella se acercó a la puerta de tu espacio de trabajo y se retiró del edificio hace aproximadamente noventa segundos terrestres.
Senku maldijo mentalmente.
Seguramente sí escuchó lo que había dicho.
Pero no dijo nada tan malo... ¿o sí? Solo que quería algo de espacio. Ella siempre entendió eso, seguro se estaba preocupando por nada.
Aunque presentía que su estúpida mentira de no estarla esperando le había valido quedarse sin pastel y el tener que entregarle su regalo después. Y claro, hoy no podría verla y pasar tiempo con ella.
Volvió al laboratorio arrastrando los pies.
Al día siguiente, la primera en presentarse en su laboratorio personal fue Yuzuriha, con los brazos cruzados y una mirada preocupada.
—Senku-kun, normalmente siempre entiendo tu forma de ser y defiendo que hagas las cosas a tu modo, pero esta vez parece que fue demasiado —exclamó ella, ceñuda como pocas veces.
—Eh... ¿Hola a ti también? —Alzó una ceja con confusión.
—Creo que a Kohaku-chan realmente le molesto que no fueras a su fiesta esta vez, no sé por qué, pero quizás que tanto la ignores por años ya la ha empezado a molestar, o quizás... —empezó a hablar para sí misma mientras daba vueltas en su laboratorio.
—¿De qué estás hablando? —Ladeo la cabeza.
—¡Ella quiere encontrar a otro hombre! —exclamó de pronto, congelándolo en su sitio.
—¿Ah?...
—¡No supe qué decir! —exclamó, agitando las manos con pánico—. ¡Estábamos en nuestra reunión de amigas y d-de repente dijo que quería conocer hombres y que quiere casarse y conocer hombres buenos y que quería hacerlo rápido y le preguntaron por ti, pero no respondió y yo quería preguntarle, pero el tema se desvió y luego ella se fue y... y...!
Ella pareció quedarse sin palabras y Senku tampoco supo qué decir. Se quedó procesando lo que había escuchado, intentando encontrarle algún sentido.
Veamos, Kohaku estaba con sus amigas y de pronto mencionó que quería conocer hombres para casarse y...
Esperen.
—¡¿Qué ella QUÉ?!
Logró que Yuzuriha se calmara y le explicara todo con más calma, y entonces se llevó una mano a la barbilla, pensativo.
Esto no tendría que ver con Kohaku escuchándolo ayer en su conversación con Whyman, ¿verdad?...
Antes de que pudiera seguir interrogando a Yuzuriha, Gen se apareció de pronto en su laboratorio, luciendo inusualmente serio.
—Muy bien, Senku-chan, ¿ahora qué hiciste?~
—¿De qué hablas?
Gen le explicó que Kohaku había acudido a él para que la ayudara a conocer a un hombre con el que pudiera casarse y formar una familia.
Senku lo escuchó en horrorizado silencio, solo para horrorizarse todavía más cuando Gen le confesó que ya estaba haciendo los arreglos para que Kohaku fuera la protagonista de su nuevo programa de citas.
—Aunque claro, eso sería exponerla al mundo del entretenimiento y sé que no le va a gustar, así que deberías ir a declararle tus sentimientos, pedirle matrimonio, prometerle todos los hijitos que quiera y quitarle esa idea de la cabeza, y que sea lo antes posible porque si no es ella tendré que buscar otra protagonista para mi show~.
Senku se apoyó en la pared de su laboratorio, ceñudo y comenzando a amargarse cada vez más.
¿En serio? ¿En serio esa leona iba a hacer todo eso solo porque lo escuchó decir que quería más espacio? ¡¿Qué demonios pasaba con ella?! ¡Creyó que ella lo entendía!
Sin embargo, si se iba a poner así solo porque estaba ocupado, entonces lo suyo jamás funcionaría.
—¿Saben qué? Qué haga lo que quiera. —Se dirigió a sus computadoras y se sentó para seguir trabajando en su proyecto—. Es su vida, y yo no tengo tiempo para estas tonterías sin lógica.
Gen y Yuzuriha lo miraron como si fuera un idiota.
—¡¿Entonces vas a dejar que se case con otro hombre así como así?!
—¿Y qué quieren que haga? —preguntó con aburrimiento, comenzando a revisar sus ecuaciones—. Además, yo nunca dije que sentía algo por ella.
Gen y Yuzuriha rodaron los ojos, como si fuera un pobre niño diciendo que no le gustaba la navidad, cosa que lo ofendió un poco.
—Mira, Senku-chan, el problema es que no estás seguro de si quieres casarte ahora, ¿verdad?
—No, el problema es que no tengo tiempo para...
—Ajá, sí, ese es el problema. —Gen lo ignoró por completo—. Muy bien, entonces no sabes sí realmente la amas tanto como para ceder en la relación y hacer algo por ella. Porque las relaciones deben ser reciprocas. Ella daría todo por ti, pero tú...
—Pues no creo eso, o no estaría intentando buscar marido en uno de tus programas baratos solo porque estoy ocupado con algo increíblemente importante —masculló amargamente.
—Y luego dices que no sientes nada por ella. —Yuzuriha negó con la cabeza.
Senku solo cruzó los brazos.
—Pero tú —continuó Gen— no estás dispuesto a dar de tu parte para hacerla feliz. Quieres que ella te espere por siempre sin tener en cuenta sus sentimientos, quieres que ella te dé todo y tú no quieres darle nada. Quizás tengas razón, quizás no la amas.
Senku lo miró fijamente, odiándolo porque sus palabras de repente lo estaban haciendo odiarse a sí mismo.
—Sin embargo~ —De repente, Gen sonrió de forma que solo podía describirse como diabólica—, quizás haya una manera de que te des cuenta de qué es lo que realmente sientes por ella.
Senku alzó una ceja.
—No voy a unirme a tu estúpido programa —dedujo al instante.
—¡Pero Senku-chan!~ —Gen empezó a lloriquear infantilmente—. ¡Es el plan perfecto! ¡A-además, ni siquiera es necesario que vayas como tú mismo!
—¿A qué te refieres? —Frotó sus sientes con cansancio.
—En el programa estábamos explorando la idea de que ocultar las identidades podría ser interesante, y esto podría jugar a tu favor. Puedes usar una voz falsa como Whyman-chan y puedes usar un disfraz. Te presentas en el programa y averiguas sí estás dispuesto a poner de tu parte para conquistar a Kohaku-chan, y ella nunca lo sabría, así no le deberás nada en caso de que decidas que no la amas.
Senku frotó su barbilla, pensativo.
—De ninguna manera.
—¡Senku-chan!~ ¡Vamos, podrás retirarte cuándo quieras!
—Senku-kun. —Yuzuriha llamó su atención, mirándolo con tristeza—. Sé que la ciencia es lo más importante para ti, sé que tienes sueños y grandes objetivos, pero Kohaku-chan también tiene sus propios sueños. —Bajó la mirada—. Ella te ha esperado todos estos años, ella te quiere desde que te conoció. Senku-kun, ella te ha esperado casi quince años. —Lo miró directamente a los ojos y Senku no pudo sostenerle la mirada, de repente sintiéndose avergonzado—. Y sé que te habría esperado más tiempo, pero algo debió pasar, algo debió decirle... que no valía la pena esperar por ti. Y yo... creo que llegó el momento de que se lo demuestres. ¿No vales la pena para ella? ¿No harás nada? ¿Ni siquiera intentarás saber qué es lo que realmente sientes por ella? No me gusta del todo el plan de Gen, pero si no vas a ir directamente a hablar con ella, entonces al menos podrías intentar eso.
—Te prometo total anonimato —aseguró Gen, viendo que Senku realmente lo estaba pensando ahora—. En mi programa, haremos algunos ejercicios para fomentar la química entre las personas. Será muy fácil para ti darte cuenta de sí realmente amas a Kohaku-chan. Sí no la quieres, simplemente renuncia y déjale el camino libre a los otros hombres que intentaran conquistarla. Si la quieres, podrás ir directamente a hablar con ella y los dos se retirarán del programa.
Senku apenas y sí lo escuchó.
Desde que dijo "déjale el camino libre a los otros hombres que intentaran conquistarla" algo en su cerebro hizo corto circuito. Una especie de instinto primitivo e ilógico lo hizo ponerse de pie de golpe y hablar sin pensar.
—Bien. ¿Qué tienen en mente?
Al día siguiente, se reunió con Gen y Yuzuriha para que le contaran los planes que tenían para su proyecto de averiguar qué sentía exactamente por Kohaku.
—Ya que queremos darte anonimato, necesitarás presentarte como otra persona —dijo Gen, colocando algunas libretas frente a él—. Te tengo tres opciones de personajes que puedes interpretar. Sé que eres un terrible actor, pero intenté buscar personalidades que se ajusten a la tuya sin ser del todo iguales.
Senku miró las carpetas, que decían "Senku A, Senku B, Senku C".
Tomó la carpeta del Senku A y empezó a leer con aburrimiento, ya comenzando a lamentar haber accedido a esto.
—El Senku A es un hombre fracasado con problemas para las relaciones, su misión en la vida es darse cuenta de si tiene la capacidad de amar y...
—Paso. —Senku arrojó la libreta al basurero y tomó la del Senku B, ignorando el rostro en blanco de Gen, que después empezó a lloriquear porque botara su trabajo tan fácilmente.
—Bien, el Senku B es un chico que acaba de ser despetrificado, es un amante de la ciencia y, como tú, es un desconsiderado. —Sorbió en un pañuelo.
—Hmm... —Senku leyó la información con interés—. No se ve tan mal.
—¡Genial! —Gen y Yuzuriha se alegraron.
—¡Deberías darle un nombre, Senku-kun! —exclamó Yuzuriha con entusiasmo.
—¿Por qué no le dan uno ustedes? —rascó su oído con desinterés.
—Vamos, es tu personaje, necesitas familiarizarte con él~.
—Bueno... no sé. Sen... Senkata...
Yuzuriha y Gen se fueron de espaldas.
—¡No debe parecerse al tuyo!
—Entonces nómbrenlo ustedes. —Siguió leyendo el libreto.
—Vamos, ¿qué tal el nombre de un científico?
—Mmm. —Frotó su barbilla con interés—. Arquímedes.
—¡Qué nombre tan feo! —exclamó Gen.
—¿Por qué Arquímedes? —preguntó Yuzuriha, sabiendo que no era de los favoritos de Senku.
—Fue el primer científico que mencione frente a Kohaku cuando... —Se detuvo de pronto, dándose cuenta de lo cursi que era eso—. Agh, olvídenlo, nómbrenlo ustedes. —Siguió leyendo, ceñudo.
Gen y Yuzuriha intercambiaron sonrisas.
—¿Qué tal Arqui? —sugirió Yuzuriha.
—Mejor que sea Ark —propuso Gen, y Yuzuriha estuvo de acuerdo con entusiasmo.
Senku rodó los ojos, pero no se quejó.
—Bien, de Ark me gusta la parte de dar largos monólogos de ciencia, así de paso podemos educar a la gente que mira tus programas basura. —Rio maliciosamente, ignorando la mirada ofendida de Gen.
—Oh, pero... —Yuzuriha de pronto se preocupó—. Quizás no sea buena idea, después de todo.
—¿Por qué no? —preguntó Gen.
—Es que... Senku-kun, tú... no eres bueno actuando y... si tienes que hablar mucho, seguramente dirás algo que te delate.
—Eso no tiene ni un milímetro de lógica.
—¡A eso me refiero! —Suspiró con resignación—. No podrás controlar tu boca, ¿quizás sea mejor que el personaje hable menos?
—¡Oh, para eso está Senku C! —Gen le tendió la libreta con entusiasmo—. Es un extranjero, educado y caballeroso, de pocas palabras y muy centrado en sus objetivos.
Senku ojeó el libreto con interés, dándose cuenta de que era mucho más fácil que con el Senku B, ahora llamado Ark.
—Bien, me quedaré con este. —Desechó el libreto de Ark a la basura también—. ¿Y de dónde debería ser? Si voy a ser un extranjero debo saber de qué lugar.
—¿Sabes fingir algún acento? —preguntó Gen, de repente considerando que esto no era buena idea.
—Pues, veía muchas series inglesas a eso de los doce años... —murmuró con aburrimiento.
—Bien, acento inglés será. Entonces, ¿cómo vas a llamar al Senku C?
—Sebastian —decidió de inmediato.
Era su nombre base para fingir ser extranjero.
—Ok, suena bien... y no tan parecido a Senku. —Gen suspiró resignado—. Escucha, el programa empezará el jueves, en cinco días. Necesitas pulir todos los detalles de tu personaje para entonces. El jueves solo interactuaras con Kohaku-chan por llamada telefónica, pero el viernes deberás ir al programa. Yuzuriha-chan te ayudará con tu disfraz para asistir, ¿tú tienes algo para cambiar tu voz como Whyman-chan?
—Sí, sí, trabajaré en eso. Si pudiera tener algún disfraz con algo parecido a un casco me sería más fácil modificar mi voz.
—¡Trabajaremos en eso! —Yuzuriha le enseñó el pulgar.
Al día siguiente, se reunió solo con Yuzuriha para que ella le dijera sus ideas de disfraces.
—Disfraz de astronauta con el casco tintado para que no se vea tu rostro. —Le enseñó el boceto.
—Paso.
—Disfraz de un clon de Star Wars.
—Mmm... Dejémoslo como opción.
—Disfraz de ese personaje del videojuego que te gustaba y cuyo nombre no recuerdo. —Le enseñó un boceto de Master Chief de Halo, bastante bien dibujado para no recordar ni su nombre.
—Creo que sería incómodo, paso.
—Este es uno más sencillo. —Le enseñó un boceto del Gran Saiyaman—. Aquí está con la ropa que usa en el anime, pero supongo que puedes ir con la ropa que quieras, es el casco es lo más distintivo.
—Viéndolo así, me gusta más ese. —Rio complacido—. Diez billones de puntos para ti.
—Ow, ¿entonces ese? —Por alguna razón, pareció decepcionada.
—¿Hay otro que quieras mostrarme? —La miró con cansancio.
—¡Sí! —Aplaudió felizmente, tendiéndole un boceto de un doctor de la peste negra—. No es un casco, pero se siente muy elegante y pensé que quedaría bien con el personaje de Sebastian.
—Sí, pero con solo ver todo lo que tendría que ponerme me da pereza. Aunque me gusta, pero prefiero el casco del Gran Saiyaman.
—Oh, muy bien. Quizás puedas disfrazarte de lo otro en Halloween.
—Lo pensaré. —La verdad, el disfraz no estaba nada mal.
Al día siguiente terminó de trabajar en un modificador de voz funcional para integrar al casco que le haría Yuzuriha.
—¿Quieres imitar voces como yo? —preguntó Whyman, cambiando a imitar su voz otra vez como hacía cuando apenas lo conocieron.
—Ya te expliqué que voy a hacer una tontería para demostrar que no me importa lo que Kohaku haga con su vida. —O para demostrar que sí le importaba, lo cual era poco probable.
Empezó a probar voces y pronto llamó a Yuzuriha para pedirle su opinión respecto a las voces.
Podría haber llamado a Ukyo, pero no quería involucrar a nadie más en este lío y además el tipo tenía una bebé recién nacida, debía estar ocupado.
Al final, decidió con Yuzuriha que lo mejor era un tono de voz más grave para Sebastian, para asegurarse de no reconocieran su voz.
Tuvo todo listo para el jueves y finalmente el estúpido programa de Gen empezó.
Vio a Kohaku en el medio del escenario, luciendo tan fastidiada e incómoda como él se sentía.
Tenía un vestido un poco diferente, parecido al suyo, pero sin los cortes, con un escote más pronunciado y con brillantina espolvoreada. La cámara hizo varias tomas innecesarias a sus piernas y a su escote, cosa que lo molestó y lo hizo sentir... raro.
—Dinos, entonces, ¿por qué estás aquí? —preguntó Gen en el programa.
—Estoy buscando marido —contestó ella.
—¿Una persona para pasar el resto de sus días juntos? ¿Y eso incluye hijos y su casita juntitos?~
Senku rodó los ojos al ver la mirada intencionada de Gen a la cámara. Sí creía que con eso iba a molestarlo, se equivocaba.
—Así es.
—¿Cuántos hijos quisieras?
—Uno... quizás dos. —Esa respuesta lo hizo hacer una mueca de disgusto.
Miró al casco de Sebastian y por un momento quiso arrojarlo por la ventana y no participar en esta tontería.
Él no quería casarse, él quería seguir trabajando sin distracciones. ¡Y por sobre todo no quería hijos! Sí ella tanto quería eso, lo mejor sería olvidar lo que sea que estuviera pasando y dejarla seguir adelante con su vida sin meterse.
Además, si ella tanto quería encontrar a otro, seguro que no lo amaba tanto como Yuzuriha aseguraba.
—Ahora te haré unas preguntas, Kohaku-chan. ¡Empecemos con la primera pregunta! —Una música extraña mezclada con los "tic-tac" de un reloj empezó a sonar mientras Gen hablaba—. Para ti, ¿qué aspecto debe tener el amor de tu vida?
—Ja, eso no me importa.
—¡Kohaku-chan es una chica que no se fija en las apariencias, perfecto, perfecto!~ Segunda pregunta~. ¿Preferirías a un hombre a) sensible, b) inteligente o c) atlético?
—Inteligente, supongo. —Senku volvió a mirar a la pantalla.
—¡Excelente!~ Tercera pregunta... ¿Qué es lo que más te disgusta de un hombre?~
—Que sean pervertidos, haraganes y egoístas. —Básicamente acababa de describir a Ginro.
—Cuarta pregunta... ¿Qué es lo que más te gusta de un hombre?
—Eso sería... un hombre con fuerza de corazón, con un carácter inquebrantable. Capaz de avanzar paso a paso sin importar cuánto le tome, por algo en lo que realmente crea. Así debe ser. —La mirada en sus ojos se volvió distante, anhelante y triste. Eso era obvio para Senku, siempre pudo leer bien sus emociones, y sabía que ella estaba hablando de él.
Tensó la mandíbula, sintiendo una extraña opresión en el pecho.
—Quinta y última pregunta, Kohaku-chan. Si el hombre al que escoges al final de tus dos meses cometiera un error o dijera una mentira... ¿podrías perdonarlo?
Senku entrecerró los ojos. Esa era una muy buena pregunta, ya que sí al final hacía esto y decidía que sí quería ceder al capricho de Kohaku y darle lo que quería, todo habría sido en vano si ella no podía perdonar que hubiera hecho aquella prueba estúpida que involucraría muchas mentiras.
—No lo sé —contestó rápidamente—. Si su disculpa es sincera, si lo siente de todo corazón, supongo que sí.
Senku la miró fijamente en la pantalla, viendo que estaba siendo sincera, porque ella siempre tuvo un corazón bondadoso, era incapaz de guardar rencor. Era así de buena.
—Perfecto. —Gen sonrió a la cámara, guiñando un ojo, como su señal hacia Senku de que tenía todos los motivos para actuar o sino se arrepentiría—. Muy bien, Kohaku-chan, ahora pasaremos a la parte divertida~.
—¿Parte divertida?
—¡Así es! ¡Escogeremos a tus pretendientes! ¡Chicos solteros, ya escucharon a la belleza aquí presente! ¡Las líneas están abiertas! ¡Si crees que puedes enamorar a nuestra amada y única Kohaku-chan, llama ahora al número en pantalla! ¡Y que sea rápido, solo aceptaremos a cinco afortunados! ¡Llamen ahora!
Senku suspiró profundamente, antes de marcar el número que ya había estado preparado en su celular puesto que Gen se lo dio desde antes para que sea el primero en llamar.
Marcó y se colocó el estúpido casco de Saiyaman, listo para hacer la más grande estupidez de su vida.
Aceptaron la llamada y Gen, aun sabiendo que obviamente era él, contestó de forma estúpida.
—¿Hola? ¿Joven enamorado? ¿Estás ahí?
Todo se quedó en un incómodo silencio un par de segundos, antes de que finalmente Senku se decidiera a hablar, firmando su condena.
—Hola. —Y eso fue todo lo que dijo.
—¡Bienvenido a Juego de citas! ¡Eres nuestra primera llamada! —La sonrisa de Gen era descomunal, ese bastardo debía estarlo disfrutando—. Dinos, ¿cuál es tu nombre? No es necesario que sea tu nombre real, pero le estarías dando una mala primera impresión a nuestra belleza protagonista. —Rio con un guiño a la cámara, a lo que Senku de nuevo rodó los ojos.
—Sebastian —contestó con sequedad.
—Muy bien, Sebastian-chan, cuéntanos un poco de ti. ¿Eres extranjero?
—Sí, sí. —Era fácil para él mantener el acento, aunque no estaba seguro de qué tan bien lo hacía.
—¿Qué te hizo llamar? ¿Te conquistó la hermosura de la apariencia de Kohaku-chan? ¿Su personalidad? ¿Sus respuestas? Cuéntanos.
—Ella me gusta —dijo con sequedad, todavía más fastidiado.
Aunque, al decir aquello, se dio cuenta de que era verdad.
Ya estaba haciendo esta locura por Kohaku, definitivamente le gustaba, pero... no estaba seguro de que la quisiera tanto como ella lo quería a él.
—Podrías ser un poco más específico, Sebastian-chan~.
Ante la molesta insistencia de Gen, los ojos de Senku volvieron a Kohaku en el televisor, viendo sus grandes ojos azules intrigados y atentos a los parlantes que sonaban por encima del escenario, aunque probablemente no supiera de dónde venía el sonido realmente. Tenía sus labios levemente entreabiertos, y él todavía recordaba perfectamente cómo se sentía besarla, incluso aunque en esa ocasión sus besos sabían a sake.
—Todo de ella... me gusta —contestó sinceramente, casi sin pensarlo, y sin dejar de mirarla.
Cuando vio sus mejillas enrojecer, se sintió muy complacido.
—Ya veo. —Gen sonrió divertido—. Y bien, habla de ti. ¿Por qué crees que eres digno de nuestra Kohaku-chan? ¿Eres todo lo que ella describió? —Sí, pero no podía decir eso tan abiertamente.
—Eso debe decidirlo ella —dijo en su lugar.
—No ayudas mucho, Sebastian-chan. ¿Podrías hablarnos un poco de ti? ¿A qué te dedicas, pasatiempos, a dónde la llevarías a una cita?
—Llegué recientemente a Japón —murmuró con voz monótona, siguiendo el libreto que había estudiado—. Soy químico industrial. —Gen en el libreto había escogido solo "químico", pero Senku decidió hacerlo más específico para darle fuerza a la historia.
—¿Eso es que es un científico? —le preguntó ella a Gen, que asintió, haciéndole una seña de espera.
—Mi pasatiempo es... tomar té. —Suspiró con aún más fastidio—. La llevaría a... un restaurante. —Esperaba que el restaurante de Francois contara para este caso.
—Interesante. Muy bien, Sebastian-chan, veo que eres un hombre de pocas palabras, así que pasemos a Kohaku-chan. ¿Tú quieres hacerle alguna pregunta?
Kohaku frunció el ceño, pensativa.
—¿Qué piensas de la ciencia? —preguntó luego de dudar un momento.
Senku se sorprendió ante esa pregunta.
Sabía que Kohaku admiraba muchísimo a la ciencia, pero... ¿tanto le importaba como para buscar a alguien que también la amara como pareja?
—La ciencia... —hizo una pausa, deteniendo el discurso que pensaba darle porque eso probablemente lo delataría, antes de volver a hablar—. La admiró más que a nada. Quiero aprender mucho más de ella, quiero aprenderlo todo.
Kohaku sonrió.
—¿Y bien, Kohaku-chan? ¿Aceptarás a este pretendiente como uno de tus cinco galanes o lo rechazarás?
—Aceptó. —Asintió.
Senku alejó el celular de su boca para suspirar aliviado.
Esperen, ¿y por qué se puso nervioso en primer lugar? Esto ya se estaba poniendo ridículo.
—¡Perfecto, Sebastian-chan! ¡Eres nuestro primer pretendiente! Gracias por llamar, una de nuestras operadoras seguirá en contacto contigo.
—Hola, soy Miku, seré su operadora. —Su llamada pasó a una jovencita con una voz nasal—. Necesito que nos des dos números de contacto, tu correo electrónico y tu dirección, por favor.
Senku le dio lo que pedía, aunque a regañadientes, mientras veía en la televisión que Kohaku ahora recibía la llamada de una mujer que estaba interesada en ella.
Finalmente terminó la llamada justo cuando Kohaku estaba en su tercera llamada, con un tal Daisuke.
El tal Daisuke era tímido, complaciente y trataba a Kohaku como si fuera una especie de ser inalcanzable y superior, por lo que Senku solo bufó y no lo tomó en serio.
El siguiente en llamar fue el supervisor de Kohaku en la construcción, lo que hizo que Senku hiciera una nota mental para quitarle su puesto por acosador.
La siguiente llamada fue, sorprendentemente, de alguien que conocía, Titan, un aldeano.
Él ocultó su identidad y pareció entenderse muy bien con Kohaku, por obvias razones, cosa que por alguna razón lo hizo sentirse un poco inquieto.
La próxima llamada fue de un depravado y la siguiente a esa fue de una voz que se le hacía familiar.
—Mi nombre es... Hiroshi —dijo el tipo con la voz que se le hacía conocida—. Es un placer.
—Bienvenido, Hiroshi-chan. Y bien, ¿por qué llamaste? ¿Qué te gusta de nuestra protagonista?
—Sería más fácil que me preguntes lo que no me gusta. —Rio por lo bajo y Senku sintió su ceja crisparse con irritación—. La verdad es que me ha dejado... fascinado. Nunca vi a nadie como ella... me gustaría poder conocerla más.
Kohaku ladeó la cabeza, luciendo muy interesada.
Senku sintió una molesta opresión en el pecho, se levantó de su asiento y miró fijamente al rostro de Kohaku en pantalla.
—¡Veo que eres un gran romántico, Hiroshi-chan! —Gen parecía muy entretenido, el bastardo seguro de alguna manera sabía lo enfadado que Senku estaba ahora—. Dinos, dinos, ¿cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita?~ ¡Dinos, dinos!~
—Soy ingeniero mecánico. No tengo mucho tiempo, trabajó demasiado, pero suelo ayudar en hospitales en todo lo que pueda en mis ratos libres. —Cuando dijo eso, Senku supo de inmediato quién era.
¡Hoshieda Yoshio! Trabajaba para él ayudando en sus máquinas, era un genio en su campo, ganaba muy bien y era hijo de la doctora que revivió cuando Yuzuriha quedó embarazada hace años, que de paso era una doctora genio y especializada en obstetricia y pediatría.
Si Kohaku se quedara con alguien como Yoshio, podría tener a la suegra perfecta para tener todos los hijos que quisiera.
El pensamiento lo hizo crujir los dientes.
—En cuanto a la cita... —siguió hablando Yoshio— si a ella le parece bien, podría darle un recorrido por mi zona de trabajo. Si mis sospechas son ciertas y tiene cierta fascinación por la ciencia, creo que le gustara. —Rio suavemente—. Luego de eso podría llevarla a un picnic, creo que sería una experiencia agradable.
Los ojos de Kohaku se iluminaron con todavía más interés y Senku apretó tanto sus puños que sus nudillos se volvieron blancos.
—¿Y por qué crees que eres digno de nuestra Kohaku-chan? ¿Te interesa ser su esposo y padre de sus hijitos rubios y preciosos?~ ¿Quieres que te salgan con los ojos azules?~ —Oh, Senku realmente quería matar a Gen ahora.
—He tenido mala suerte en estas cosas de romance y eso... Hace poco estaba esperando a alguien que nunca llegó. —Rio de forma un tanto melancólica, haciendo a Senku recordar que, de hecho, una vez había visto a Yoshio con una novia en un evento y hasta se la había presentado—. Llegué a pensar que las relaciones amorosas no eran para mí, pero quiero intentarlo. Quiero... al menos intentarlo. No sé si seré digno, creo que solo ella lo podrá decidir. Por mi parte, quiero conocerla. Y si me acepta, estoy dispuesto a todo con ella.
Kohaku se revolvió en su asiento, luciendo sorprendida y muy interesada. Se notaba que se sentía halagada por el modo en el que Yoshio hablaba de ella, hasta parecía más complacida con él que con "Sebastian".
—¿No vas a romper tus dientes si sigues aplicando tanta fuerza sobre ellos? —preguntó Whyman desde el estante en el que lo había dejado.
—Ahora no —gruñó enfadado, yendo a buscar el casco de Sebastian y comenzando a configurar la voz a una que ya había practicado antes para Sebastian y que Yuzuriha descartó, una con un tono diferente y levemente más agudo, sin siquiera pensar en lo que estaba haciendo.
—¿Qué piensas de la ciencia? —preguntó Kohaku cuando Gen le dio la opción.
—La ciencia es una vieja amiga que siempre ha estado ahí para mí, me alegra que hoy en día se le dé más del reconocimiento que merece. Por mi parte, siempre la he adorado y siempre lo haré. Quiero aprender todo lo que pueda.
Kohaku sonrió de un modo tan tierno y dulce que Senku sintió que podría vomitar allí mismo.
¡Y luego Yuzuriha decía que ella lo amaba tanto! ¡Pues parecía muy dispuesta a cambiarlo por un tipo que ni siquiera conocía solo por una estúpida llamada!
Y él no pensaba permitir eso.
—Lo aceptó —cuando ella dijo eso respecto a Yoshio, Senku no lo pensó dos veces y volvió a marcar al programa.
Su llamada fue aceptada.
—¡Adelante! —Gen lo aceptó—. ¿Hola?
—Bueno, bueno, hola. —Se forzó a sí mismo a fingir que no estaba a punto de que una vena le estallara en el cuello—. Mi nombre es Ark.
—Ark-chan, bienvenido a Juego de citas. —Gen por supuesto que se extrañó al recibir la llamada del personaje que descartaron, pero lo disimuló—. Cuéntanos, ¿qué te hizo llamar al programa? ¿Qué te gusta de Kohaku-chan?
—Para ser sincero, no iba a llamar —comentó, sin saber qué otra cosa decir, pero queriendo mantener el rasgo de que este tipo hablaba mucho, y también para que no lo asociaran ni con Sebastian ni con Senku. Kohaku alzó una ceja ante sus palabras y decidió explicarse—. Pero al seguir viendo este tonto programa me di cuenta de que ella es la chica más interesante que he visto desde que quitaron mi estúpido caparazón de piedra al que llaman petrificación. Por cierto, ¿a nadie se le hace raro que todavía no se le haya dicho al público general los motivos por el cual nos llovió mierda extraterrestre? —preguntó, entrando en su papel y sabiendo que eso era algo que muy probablemente diría si lo acabaran de despetrificar.
—¡Eh, Ark-chan! ¡Este programa es para todo público! —Gen empezó a sudar, agitando las manos.
—Bueno, excremento extraterrestre. Entonces, ¿cuándo van a hacer un programa explicando todas esas cosas? Creo que sería mucho más productivo que este tipo de programa basura. Me sorprende que una chica como ella esté en este programa ridículo. Se nota que es demasiado lista para eso, así que me da todavía más curiosidad. En vez de que me haga preguntas, yo quiero ser el que la interrogue, y no solo por sus motivos para sumarse a esta tontería. Sé que es una astronauta y fue a la maldita Luna a salvar al mundo. ¿Qué hay más interesante que eso? —Casi se ríe al hacerse el tonto diciendo todo eso, pero logró mantenerse en personaje. Además, Gen haría algo mucho más productivo haciendo programas educativos en vez de este tipo de mierdas donde tipos como Yoshio creían poder quitarle a su leona.
Esperen, olviden eso.
—Wow, wow, Ark-chan, eres muy parlanchín, ¿eh? —Gen rio nerviosamente—. Tengo miedo de preguntar esto, pero... dinos, ¿cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas? ¿A dónde llevarías a Kohaku-chan para una cita? —preguntó lentamente, probablemente dándole tiempo a pensar porque no había trabajado tanto en el libreto de Ark.
—No me dedicó a nada, acaban de despetrificarme, apenas y sí sé dónde estoy parado —dijo para zafar de eso, luego pensó en otras cosas para parlotear, poniéndose en el lugar de qué haría él si acabara de ser despetrificado—. ¿Tienes idea de lo mucho que cambió la geomorfología de todo el mundo en estos casi cuatro mil años? ¿Y todo por qué? Por parásitos alienígenas que ni siquiera son "vida-vida", sino una especie de vida mecánica. Todo lo que he hecho es estudiar sobre esas cosas, pero apenas y sí hay información. Apenas me pongan al tal Whyman delante juró que...
—¿Hay algo que quieras decirme? —lo interrumpió Whyman, curioso.
—¿Podrías responder a la siguiente pregunta, por favor? ¿Tus pasatiempos? —Gen también lo interrumpió, con varias gotitas bajando por su frente.
Senku apartó el celular y tapó el auricular para decirle a Whyman que solo estaba bromeando, luego volvió a la llamada.
—¿Pasatiempos? Estudiar. Averiguar. Despiertan a la gente y les dan un departamento barato y no nos dicen prácticamente nada. ¿Cómo esperan que me quedé tranquilo? —Bueno, en su opinión el programa de revividos era bastante bueno, pero sí a él le tocara algo así estaría descontento como científico—. De todas formas, también me gusta el anime, eso sí —agregó para restarle importancia.
—Bien, bien. —Gen suspiró—. ¿Y a dónde la llevarías a una cita?
—Apestó para esas cosas, ella puede elegir el sitio que quiera. Quizás el observatorio, podemos buscar en qué parte de la luna estuvo. Mierda, ¿ya dije que eso fue genial? —Rio entre dientes, esta vez sin contener la risa por lo que estaba diciendo—. O a cualquier lugar donde podamos hablar tranquilos, o bien a donde quiera, no soy quisquilloso. Si le gusta el anime y el manga, las opciones se multiplican. —Aunque a ella le gustaban más los videojuegos, también quería enseñarle cosas de anime y manga, presentía que le gustarían.
La idea lo hizo relajarse en su asiento, pensando no en la posibilidad de tipejos queriendo robarle a Kohaku, sino en la posibilidad de pasar más tiempo con ella aprovechando esta tonta idea.
—Muy bien, muy bien. Kohaku-chan, ¿le harás una pregunta?
—Emm... ¿qué opinas sobre la ciencia? —preguntó algo recelosa, quién sabe por qué.
—¿La ciencia? —Rio entre dientes, más que nada para hacer tiempo y contestar algo diferente a Sebastian, pero también queriendo contestar de forma sincera—. Es mi vida. Quiero saberlo todo, hasta el último detalle, no importa si me toma toda mi vida.
Kohaku abrió mucho los ojos, y Senku se sintió complacido al ver que se veía más interesada por su respuesta que por la del maldito Yoshio.
—¿Y bien? —Gen la miró de reojo—. ¿Lo aceptas o lo rechazas? —preguntó, probablemente deseando que lo rechazara por haber hecho esto de improvisto.
—Mmm... —Ella parecía estarlo dudando, cosa que deshizo la sonrisa de Senku un momento—. Yo... mmm...
—La duda me ofende. —Rio burlonamente, aunque estaba comenzando a preocuparse.
¿Acaso le había gustado más Yoshio?
—Ja, estoy segura de que un rechazo te ofendería más. —Sonrió con los dientes apretados, pareciendo lista para decirle que no.
—Bien, bien, me callaré. —Sus nervios aumentaron y empezó a tamborilear los dedos en el celular, intentando convencerse que no le importaba ser rechazado.
—Lo aceptó —soltó ella de pronto, sorprendiéndolo.
Sonrió complacido y Gen lo despachó rápidamente a una de sus operadoras.
—Hola, soy Miku, seré su operadora. —Su llamada pasó a la misma jovencita de voz nasal—. Necesito que nos des dos números de contacto, tu correo electrónico y tu dirección, por favor.
Cuando le dio los mismos datos que antes, ella se quedó en silencio un momento.
—Emm... ¿Seguro?
—Sí, sí, es mi compañero de piso, no molestes. —Le colgó sin más.
Miró a la pantalla, viendo a Kohaku abrazarse a sí misma, luciendo insegura y preocupada.
El programa llegó a su fin y la pantalla quedó en negro, y él se sorprendió mucho al comprobar que extrañaba ver su imagen allí.
Vaya... No podía creer esto, pero aparentemente acababa de meterse en dos gigantescos problemas, todo por una mujer.
Y claro, una hora después tuvo a Gen y a Yuzuriha tocando a su puerta, los dos totalmente incrédulos por lo que había hecho.
—¡Te dije que escogieras uno, Senku-chan! ¡UNO! —Gen se sujetó la cabeza desesperadamente—. ¡¿Cómo planeas hacer esto ahora?! ¡Ya era lo suficientemente difícil que reprimieras tu personalidad como uno y ahora tendrás que hacerlo con dos!
—Ay, Senku-kun, ¿por qué lo hiciste? —Yuzuriha negó con la cabeza—. Ya teníamos todo planeado. Tú no eres de los que se salen del plan.
Senku apartó la mirada y se negó a decir nada.
—Bueno, Yuzuriha-chan, a mí me sorprende que lo hiciera, pero no me cabe la menor duda de porqué lo hizo. —Gen sonrió con maldad—. Te pusiste celoso de la chica a la que supuestamente no amas, ¿eh?~
Senku lo miró con ganas de asesinarlo.
—No.
—¿Y entonces? —Yuzuriha lo miró con los brazos en la cintura y Senku apartó la mirada otra vez—. Ay, Senku-kun, si te molesta que Kohaku-chan haga esto entonces solo ve con ella y dile tus sentimientos. Estoy segura que ella lo dejará todo por ti si le dices que estás dispuesto a ceder un poco y casarte con ella pronto, no inmediatamente, pero...
—No —la interrumpió, frotando sus sienes—. En serio, no tengo tiempo para eso. No me quiero casar. Además, ¿la escuchaste en el programa? Ella está decidida a tener mocosos, ¡dijo que quiere dos! No tengo tiempo para eso.
—¿Oh? ¿Entonces ya decidiste que no la quieres? —Gen sonrió con malicia—. Bueno, entonces renuncia al programa y mañana inventaré una excusa para que Sebastian y Ark se retiren, y Kohaku-chan escogerá a otros dos hombres que estén muy enamorados de ella~. Y que se quieran casar con ella~. Y que le quieran dar hijitos~. Y que...
—Cierra la boca, no dije que no iría a tu estúpido programa. —Lo miró con odio y Gen sonrió, victorioso.
—Oh, pero Senku-chan, el acuerdo fue de uno, no de dos, me harás las cosas muy difíciles haciéndote pasar por dos personas diferentes. Así que deberías renunciar a uno de los dos~.
—¿Y dejarte espacio para que elijas a otro idiota que le coquetee? No, gracias —murmuró amargamente.
—¡¿Oh?!~ Entonces, ¿me estás pidiendo que te haga el favor de aceptar a tus dos chicos y además que te haga el favor de cubrirte para que todo te salga bien en la mentirota en la que te atrapaste TÚ solito?~
Senku lo miró como si quisiera matarlo otra vez y no dijo nada.
—Oh, Senku-chan~... Esto te costará caro~. —Sonrió diabólicamente—. Muy bien, entonces, debemos ayudarte a poder asistir como dos personas diferentes mañana en el programa. Yuzuriha-chan, ¿crees que podrás crear un disfraz de emergencia para Ark?
—De hecho... —Ella levantó un bolso que había traído en su auto—. Hacer el casco del gran Saiyaman fue muy fácil, y yo... de verdad me gustó mucho la idea de hacer un traje de doctor de la edad media. —Rio nerviosamente, comenzando a sacar el disfraz que tenía preparado—. Pensé que lo podría usar en Halloween, pero ahora... ¿No les parece que este queda mejor para Sebastian? —Les enseñó el disfraz de doctor de la peste negra.
A Senku le daba igual, pero ante el entusiasmo de Yuzuriha decidió que Sebastian usaría el disfraz de doctor antiguo y Ark el casco del gran Saiyaman.
—Otra cosa, Senku-chan. —Después de que Yuzuriha se fuera, Gen lo miró de reojo mientras salía por la puerta—. Los cinco van a salir juntos pronto, así que deberás idear alguna forma de que Sebastian y Ark puedan estar juntos en el mismo lugar. Y eso es toda tu culpa y de tus celos, hombre lógico~. ¡Así que buena suerte!~ ¡Chaito!~
Senku gruñó por lo bajo.
Quería maldecir a ese mentalista desde el fondo de su garganta, pero el bastardo tenía un poco de razón esta vez.
Se acababa de meter en un lío gordo, y fue por su propia mano.
Agh, y tendría que ver a Yoshio en el trabajo mañana. Y a Titan el fin de semana cuando fuera a reunirse con Kaseki en la aldea.
Bastardos. Sí creían que les sería tan fácil quitarle a Kohaku tendrían que pasar sobre su cadáver primero y se aseguraría de que se arrepintieran y...
Y... wow, realmente ella le gustaba. Qué asco.
Sin embargo... ¿amor? Lo dudaba.
No quería matrimonio ni hijos, así que... ¿quizás lo mejor era renunciar?
¡Agh, pero no podía dejarles el camino libre a esos bastardos!
Casi no pudo dormir esa noche, sabiendo que mañana tendría que darle la más grande patada en el culo a su orgullo e ir al circo de Gen para "luchar por una mujer" como si fuera un hombre cualquiera cegado por las hormonas.
Realmente se había metido en un enorme problema, o en dos, más bien. Y ni siquiera estaba seguro de sí valdría la pena.
Continuará...
Holaaaa :D
Gracias a mi querida Aidan por patrocinar este cap! :'3
Jeje, y ahora sí ya lo saben todo! OwO
Sebastian y Ark siempre fueron Senku xD
Al principio nadie lo adivino, luego más al final creo que muchos se dieron cuenta, diez billones de puntos a ustedes!
Una pregunta, quieren que cuente lo más posible de lo que pasó en el fic desde el punto de vista de Senku o prefieren que lo resuma lo más posible y retomemos la historia principal? o.o
Es que yo no me decido D:
Bueno, muchas gracias a todos los que apoyan este fic! En especial a esas maravillosas personas que me dejan sus comentarios y votos!
Ojala que este cap les haya gustado y me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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